La posada del silencio
El texto de hoy
Volveos a mí de todo corazón
Muchas veces nuestra oración silenciosa es sencillamente volver a nuestro corazón, volver a nuestra interioridad.Estas horas pueden ser preciosas para comprobar esta necesidad de volver.
Quizás se nos pida un cambio. Hemos de estar alerta para ver lo que Dios quiere, para ver cómo nos solicita Dios.
No dejarse sobornar por la superficie que nos aleja de lo interior. Ser insumisos a los dictados de la exterioridad, y esto para estar más disponibles, más atentos a la voz interior.
Hace falta un gesto de rebeldía, de insumisión, “volverse” del pasado, de las fantasías Volverse para vivir lo que Dios en esta hora nos regala y nos da.
Volverse atentos, silenciosos, vigilantes.
Volverse del exterior al interior, de las capas superficiales a lo íntimo. Corremos el peligro de quedarnos en la superficie sin retornar a lo íntimo.
No importa que nuestra oración sea esto, un incesante volver, un incansable volver: “Volveos a mí de todo corazón”
CÁTEDRA DE TEOLOGÍA EN LA USAL: “DOMINGO SOTO”. Conferencia titulada: ‘Una libertad religiosa para todos. Política del miedo e intolerancia religiosa en el pensamiento de Martha Nussbaum’
Juan Manuel Almarza Meñica.
Dr en filosofía, Fac. Teológica de San Esteban, Salamanca
LUNES 7 DE ABRIL
A las 20,00, en el edificio histórico de la Usal
SEGUNDA COFERENCIA DE LA CÁTEDRA
EXTRAORDINARIA DOMINGO DE SOTO
Este lunes 7, a las 20
h en el aula Unamuno del edificio histórico el profesor Juan Manuel Almarza,
impartirá la segunda conferencia de la cátedra extraordinaria Domingo de Soto,
titulada: ‘Una libertad religiosa para
todos. Política del miedo e intolerancia religiosa en el pensamiento de Martha
Nussbaum’.
La catedra Domingo de Soto está centrada en la investigación
y el estudio de temas religiosos desde su creación en 1976. Su objetivo era
desde su creación, ampliar los intereses de los estudiantes sobre problemas
religiosos en el Cristianismo o en la historia de la humanidad. La catedra es
muy apreciada en la ciudad de Salamanca, no sólo por intelectuales que
asisten a sus conferencias, sino por el público en general, ya que han pasado
por ella eminentes intelectuales y teólogos: Joaquín Ruiz-Giménez, Dámaso
Alonso, Francisco Tomás y Valiente, Jon Sobrino, Juan Luis Ruiz de la Peña, Olegario
González de Cardedal, Juan Martín Velasco, Xabier Picaza, Fructuoso Mangas
(Colaborador de Salamanca RTV), Gonzalo Torrente Ballester, Antonio Colinas,
así como profesores de la Universidad de Salamanca.
Doce años después de su última conferencia, retoma de nuevo
sus actividades en este curso 2013 -2104. En el mes de noviembre se impartió la
primera conferencia "Libertad, derechos humanos y libertad religiosa"
por Olegario González de Cardedal, catedrático jubilado de UPSA. Esta segunda
conferencia estará dedicada a Martha
Nusbaum, premio Príncipe de Asturias de Ciencia Sociales en el año 2012. Filósofa
americana y una de las pensadoras más destacadas de este momento. Su
aportaciones son muy amplias y de referencia en la intelectualidad, van desde
campo de la de la ética a la filosofía política, el feminismo o el pensamiento
grecorromanto. El tema religioso ha ido paralelo a sus aportaciones en la
ética, sobre todo la intolerancia religiosa y la dignidad humana, como refleja
en uno de sus últimos libros, La nueva
intolerancia religiosa. Cómo superar la política del miedo en una época de
inseguridad, (en la editorial Paidós).
Juan Manuel Almarza
Meñica, es fraile
dominico y Doctor en Filosofía y profesor en la Facultad de San Esteban, regente
de estudios de las Provincias de España, Aragón y Bética, y director de las
Conversaciones de San Esteban. Su catálogo de libros y revistas en muy numeroso,
imposible de citar aquí, pero sus investigaciones se han centrado en la
filosofía política, sobre todo alemana, en autores como Gadamer o Habermas.
Pero en amplia bibliografía aborda temas como el humanismo, la colonización, la
filosofía en el siglo de Oro, el sufrimiento del inocente en F. Dostoievski, la compasión en la política
contemporánea, etc. En la editorial San Esteban ha publicado: “El pensamiento alemán contemporáneo.
Hermenéutica y teoría crítica” (1985); “Hacia
una vejez nueva” (1989); “Bienestar
social y desarrollo de los Derechos sociales” (1991).
Juan Antonio Mateos
Pérez
FOTOS RETIRO-CONVIVENCIA CUARESMAL
Sábado, 5 de abril de 2014
Dirección: FRAY OCTAVIO SÁNCHEZ UREÑA, OP
Fotos: Isaura Díaz Figueiredo.
COMENTARIO DEL POLÍTICO ADORACIÓN DEL CORDERO MÍSTICO DE Van Eyck (1432) EN LA UNIVERSIDAD PONTIFICIA DE SALAMANCA POR NINES MORENO PLAZA
Mª Ángeles Moreno Plaza
EL LUNES DIA 7 A LAS SEIS DE LA TARDE EN LA UNIVERSIDAD PONTIFICIA. AULA 31. ENTRADA POR SERRANOS, SE COMENTARÁ EL CUADRO YA CONOCIDO POR ALGUNOS POR Mª ANGELES MORENO AQUELLOS QUE ESTEN INTERESADOS ESTAIS INVITADOS. GRACIAS.
El once de Abril , viernes de dolores, a las 20,00 horas En el templo de San Juan Bautista, comienza para algunos de nuestros poetas la Semana Santa en Salamanca. No es fácil encontrar un acto poético tan cargado de bendiciones y cantos al Señor. Sintiendo el tesoro , siempre admirable, de una vida interior que se desarrolla en gracia y plenitud por todo lo que es noble, puro, fuerte, generoso y autentico. Verónica Amat
RUTA DOMINICANA SUR DE FRANCIA
Por fin, “fumata bianca”. Después del último vaivén de altas y bajas, hemos llegado al número de personas que acordamos en la reunión tenida el pasado miércoles. Por consiguiente, tendrá lugar el viaje programado. De todos modos, si sabéis de alguien que quiera todavía apuntarse, puede hacerlo. Tiene de margen hasta finales de mes. Ya os convocaré a todos los participantes para una próxima reunión a fin de organizarnos. Gracias a todos los que estáis haciendo posible el viaje.
VIAJE DE LA ESCUELA DE TEOLOGÍA A LOS LUGARES DOMINICANOS DEL SUR DE FRANCIA (21 -27 abril 2014) Recordamos a todos los interesados que urge apuntarse cuanto antes. La Agencia encargada de organizar el viaje quiere saber antes del día 20 el número de participantes para reservar las plazas de los hoteles, pues están bastante solicitados en esas fechas. Para cualquier información, dirigirse a la Secretaria de la Facultad de San Esteban (tlfno: 923 26 19 79) o al P. Juan Huarte (tlfno: 923 27 30 85).
EL AYUNTAMIIENTO Y LA PARROQUIA SE MANIFIESTAN PUBLICAMENTE
el: 5/4/2014 13:40:00 Fuente: Besana Villoria
Comunicado oficial sobre el reparto de alimentos desde el BANCO DE ALIMENTOS de Salamanca
Hemos tenido conocimiento de algunos comentarios injustos que tanto a nivel de redes sociales de Villoria como a nivel de calle se han vertido sobre el dinero público que se le ha ofrecido a la persona voluntaria que viene ejerciendo desde hace años, encargada por la parroquia, la tarea de trasporte y reparto de alimentos desde el BANCO DE ALIMENTOS de Salamanca a estos pueblos de Babilafuente, Moríñigo, Villoria y Villoruela.
Y por ello queremos manifestar públicamente
PRIMERO: nuestro disgusto por estos comentarios difamantes que hacen mucho daño a personas, familias e instituciones y atacan y dificultan una tarea tan delicada como ésta de ayuda a familias necesitadas.
SEGUNDO: nuestra defensa del honor de las distintas personas y familias que prestan voluntariamente desde hace años esta tarea.
TERCERO: Que las dos instituciones –ayuntamiento y parroquia- consideramos de justicia el aportar una ayuda a los gastos que esa tarea de trasporte de alimentos genera en las personas que lo realizan. Y que vamos a seguir haciéndolo, agradecidos en nombre del pueblo y de las familias afectadas de que haya personas que ofrezcan su tiempo y esfuerzos por esta tarea social tan delicada. Aclaramos que las ayudas que se vienen dando en concepto de trasporte en absoluto cubren todos los gastos, sobre todo en el capítulo de vehículos, y además se han empezado a ofrecer después de un tiempo a cargo exclusivo del voluntario y su familia.
Fdo: Julián Barrera, alcalde
Luis Martín Figuero, párroco
Presentación libro Bernardo en Pamplona
OS ESPERAMOS!!!
Felicitamos y oramos por nuestro hermano Fray Emmanuel Toledo Ramírez, O.P. del Vicariato General de la Santa Cruz de Puerto Rico,
quien recibió hoy la ordenación diaconal por la imposición de manos de S.E.R. Mons. Roberto O. González Nieves, O.F.M. Arzobispo Metropolitano de San Juan, en el Convento Nuestra Señora del Rosario en Bayamón, Puerto Rico. Enhorabuena! Nuestro Padre Domingo continue derramando muchas gracias para que se enriquezca tu vocación a la Predicación de la Verdad.
La Oración en el huerto y la paz interior - Fray Julián de Cos, O.P.
Miércoles 2 de abril de 2014
A Jesús le gustaba subir a
los montes para orar toda lo noche. ¿Ustedes se lo imaginan?: Subir
solos a un monte al atardecer, buscar un buen lugar desde el que
contemplar tranquilamente la belleza del firmamento, escuchar los
susurrantes sonidos de la noche…, y abrir el corazón al Creador. Pasar
toda la noche ahí arriba, arropado por la oscuridad, diciéndole a Dios
cuanto se le quiere y sintiendo su suave amor en el corazón. Y tras
contemplar el amanecer y dar gracias por esa maravillosa noche,
descender la montaña.
Eso hacía Jesús a menudo. Pero aquella noche era
diferente. Era la víspera de su Pasión. Aquella no era otra tranquila
noche de contemplación, sino una turbulenta noche de angustia. Tenía que
asumir lo que se le venía encima. Y le costaba hacerlo. Deseaba que las
cosas fuesen más fáciles. Pero no debía de cumplirse su deseo, sino el
de su Padre.
Y tras un durísimo momento de sangrante sufrimiento interior, aceptó la voluntad del Padre, y llegó la calma a su corazón. Una calma que no perderá en las horas siguientes en las que será difamado, maltratado y asesinado. Y ello le llevará a su triunfo absoluto. A la resurrección.
Esta experiencia de Jesús en el huerto, en cierto modo, todos la conocemos. Todos nos hemos tenido que enfrentar ante una realidad que sabíamos inevitable en nuestro camino cristiano, pero que no nos gustaba y que nos angustiaba. Y le hemos pedido a Dios, con todas nuestras fuerzas, que nos libre de ese sufrimiento.
Sabemos que hay personas que saben abrir su corazón a Dios, mostrarle su angustia, llorar de tristeza ante Él y, al final, aceptar lo inevitable y afrontarlo con calma y llenos de fe. Y conocemos personas que, por el contrario, no son capaces de aceptar el sufrimiento, aunque sea para alcanzar un gran bien.
¿Qué paz encontramos cuando nos limitamos a hacer nuestra voluntad? ¿Y qué fe tenemos si no somos capaces de afrontar los momentos difíciles? En la Oración en el Huerto Jesús nos muestra la gran paradoja del camino cristiano: quien acepta sufrir por el Reino, alcanza la paz interior.
Y tras un durísimo momento de sangrante sufrimiento interior, aceptó la voluntad del Padre, y llegó la calma a su corazón. Una calma que no perderá en las horas siguientes en las que será difamado, maltratado y asesinado. Y ello le llevará a su triunfo absoluto. A la resurrección.
Esta experiencia de Jesús en el huerto, en cierto modo, todos la conocemos. Todos nos hemos tenido que enfrentar ante una realidad que sabíamos inevitable en nuestro camino cristiano, pero que no nos gustaba y que nos angustiaba. Y le hemos pedido a Dios, con todas nuestras fuerzas, que nos libre de ese sufrimiento.
Sabemos que hay personas que saben abrir su corazón a Dios, mostrarle su angustia, llorar de tristeza ante Él y, al final, aceptar lo inevitable y afrontarlo con calma y llenos de fe. Y conocemos personas que, por el contrario, no son capaces de aceptar el sufrimiento, aunque sea para alcanzar un gran bien.
¿Qué paz encontramos cuando nos limitamos a hacer nuestra voluntad? ¿Y qué fe tenemos si no somos capaces de afrontar los momentos difíciles? En la Oración en el Huerto Jesús nos muestra la gran paradoja del camino cristiano: quien acepta sufrir por el Reino, alcanza la paz interior.
La Alegría del Evangelio, Alegría del Reino
J. Amando Robles
La
“alegría del Evangelio“, expresión bien conocida por ser el título de
la primera exhortación apostólica del papa Francisco (24/11/13) en la
clausura del Año de la fe,
es mucho más que una expresión feliz de las tantas a las que ya nos
tiene habituados este papa en poco más de un año de su pontificado. Es
la expresión de la alegría del Reino. En otras palabras, decir alegría
del Evangelio es decir alegría del Reino, y el Reino es la realización
humana por antonomasia, la más plena y total a la que puede aspirar el
ser humano, el tesoro y la perla que polarizan totalmente a quien los
descubre, de modo que en su adquisición empeña todo su ser, vendiendo
literalmente todo lo que tiene por conseguirlos. Y es que no hay
realización superior, y por tanto alegría más grande. Es la alegría de
las alegrías, la felicidad por excelencia. Porque es lo único necesario,
lo único que importa. Y no porque en orden jerárquico moral sea lo más
valioso e importante, sino porque en el orden de lo real es literalmente
lo único, lo es todo. En efecto, bien visto, es lo único real, la
realidad de la realidad, y, al ser lo único real, lo es todo.
El
Reino es lo que somos y lo que es todo y, por tanto, algo muy anterior a
toda expresión religiosa y, en este sentido, incluso no religioso. Aquí
también se cumple lo que se dice del lenguaje humano, aquello de que el
poema fue antes de la prosa y la creación artística en general o
ficción fue antes que la descripción. El Reino es lo que hemos conocido
como experiencia espiritual. Algo profundamente humano y solamente
humano, eso sí, plenamente humano. Tan plena y totalmente humano, tan
plena y totalmente real, que no se puede describir ni conceptualizar, no
se puede representar ni imaginar. Si así fuera, esto supondría que el
Reino se puede conocer como un sujeto conoce un objeto, y no se puede.
Solo se puede conocer experiencialmente, haciendo y viviendo su
experiencia. Una experiencia en la que no hay sujeto y objeto, en la que
no hay dualidad, solo unidad, porque la experiencia no solo es
envolvente, lo es todo. De ahí que no se pueda expresar, describir ni
conceptualizar, porque es literalmente inefable. Sólo se puede sugerir,
apuntar hacia ello, invitar e incitar a hacer y vivir su experiencia. Y
ello y siempre de manera simbólica. Como hizo Jesús en sus parábolas. Es
bien sabido como Jesús nunca definió o conceptualizó el Reino. No pudo
hacerlo. El simple intento hubiese significado su negación. Y el mismo
comportamiento encontramos en todas las grandes tradiciones
espirituales, en todas las verdaderas espiritualidades,
independientemente de las categorías que en cada cual y de acuerdo a su
cultura y/o culturas utilicen para ello.
Las
categorías que utilizó Jesús fueron bien expresivas. Además de la
categoría del “Reino“, y de su omnipresencia como realidad –«el reino
está en medio de ustedes»–, fue profundamente alegre, como no podía ser
menos, la manera de anunciarlo, como “evangelio“, es decir, como buena
noticia, como buena nueva. La noticia por excelencia. Porque no hay otra
mayor. Y por su naturaleza es siempre nueva: el Reino como plenitud y
totalidad aquí y ahora. Como fue también profundamente rica la manera de
presentarlo como un tesoro y una perla, el tesoro más grande y más
valioso que cabe concebir. Pero quizás resultan más expresivas aun las
categorías que utilizó para expresar su presencia en todos los nichos de
la existencia humana, incluso en aquellos que parecen negarla: en las
situaciones de pobreza y de dolor, de sufrimiento y de atropello.
Pensando en los seres humanos haciendo la experiencia del Reino en esas
situaciones dijo y reiteró el “felices“ y “dichosos“ de las
Bienaventuranzas: felices los pobres, felices los que sufren, felices
los perseguidos, felices los mansos, los que lloran,…, felices, felices.
Y pudo enseñar también: al que te golpee en una mejilla ofrécele la
otra, al que te pida la túnica dale también el manto, si alguien te
obliga a llevar la carga llévasela el doble más lejos, dale al que te
pida algo, preferentemente si no te lo puede devolver, ama a tus
enemigos y ora a Dios por quien te persigue. Y si actúan así, felices,
dichosos, felices. Un mundo verdaderamente nuevo y realmente al revés.
Este
fue el gran tesoro que él descubrió, la gran perla que encontró y
compró. Y desde que los descubrió esta fue su vida y su enseñanza. No
tuvo otra ocupación ni misión. Y esta fue su alegría, la del Reino. Y es
que la alegría del Evangelio no es otra que la alegría del Reino, y
esta la alegría de la realización plena y total aquí y ahora, en toda
situación por inhumana que sea. La única alegría capaz de anunciar y
construir un mundo nuevo porque lo trae dentro, en su experiencia, bajo
la forma de muerte al ego, gratuidad plena y total, y servicio
incondicional a todos y a todo. Seres duales como somos pero llamados a
la unidad, se nos abren dos caminos de realización humana y social: el
que parte de nuestro ser interesado, dual, egocentrado, que no es
verdadera realización; y el que parte del ser unitario, trascendente y
pleno que también somos o, más bien, que realmente somos. La alegría del
Evangelio es la nota de este segundo camino, la nota del Reino, de la
posibilidad de la realización humana plena y total aquí y ahora.
Domenico Fetti (h. 1589-1623) Parábolas de la dracma perdida y la perla preciosa
A VUELTAS CON DIOS (VI)
Juan Antonio Mateos Pérez
Tenemos que terminar
estas largas reflexiones que nunca agotan el misterio y el acercamiento a Dios.
Ayer subrayábamos con E. Schillebechx, que la revelación es una experiencia
expresada con palabras; es acción salvífica de Dios, en cuanto experimentada y
expresada por el hombre. Así tenemos dos elementos, uno Dios que crea y se
manifiesta al hombre; y este ser creado, limitado, es libre en todas sus
dimensiones para aceptar esa llamada. Este Dios, siguiendo a Mardones[1],
se repliega, parte a un país lejano, se esconde, es un Dios escondido o
ausente. Esta es una necesidad, para desarrollar no sólo la libertad del
creyente, sino del no creyente. Es un ocultamiento presente, un silencio que
habla. Dios es una realidad misteriosa, que interpela al hombre. Dios no
suprime su misterio en el acto de revelación. La revelación consiste, en que
Dios manifiesta el misterio oculto[2].
Así empieza el evangelio
de Juan, A Dios nadie lo vio jamás (Jn 1, 18), incluso en esa
cercanía al hombre en la encarnación, sigue siendo un Dios escondido. Nos lo
recuerda también Juan, no que alguno haya visto al Padre, sino sólo el que
está en Dios ése ha visto al Padre (Jn 6, 46). En Isaías encontramos, que en
verdad tú eres un Dios escondido, el Dios de Israel, Salvador (Is 45, 15).
Como no recordar a San Juan de la Cruz: Una sola palabra tenía Dios para decirnos,
y esta palabra es Jesucristo, y Dios la pronuncia en el eterno silencio. Y es
en el silencio donde ha de ser escuchada por el alma. En esta línea se
manifiesta Nicolás de Cusa, así como Pascal y el cardenal Newman, como un
diálogo con el Dios oculto. Este Dios se revela ocultándose. Dios se retira,
para hacer espacio al hombre. Así Dios no es necesario para explicar el mundo.
Si con la Ilustración accedimos a la mayoría de edad, según los presupuestos
kantianos. Con el Dios ausente, llegamos también a la madurez en la fe. Es,
como decía Pablo, sabiduría para los cristianos.
Un Dios que se oculta en
la cruz de Jesucristo, y en esta debilidad se manifiesta su grandeza (2 Cor 12,
9). Un Dios que ha entregado el orden del mundo al ser humano y que lo ha
confiado a su responsabilidad. Un Dios que se despoja de su poder a favor de la
autonomía del mundo y del ser humano. La cruz de Jesús, no nos libra del mal,
pero es una llamada para mantenernos en el orden del bien.
La cruz de Jesús, es
ofrenda de la propia vida ante un Dios, que, a pesar de toda su
incomprensibilidad, se reconoce como mayor y más grande que la propia voluntad,
y por consiguiente como medida de lo humano[3]. Partiendo de esa
confianza en Dios, incluso en el sin sentido y el sufrimiento. Recuerda
Levinas, sólo se puede exigir ese desvelamiento, el hombre que ha reconocido al
Dios velado. Es el hombre que ha cuestionado a Dios, como Job, que a pesar de
todo mantiene la pregunta y la justicia de Dios. Ese desvelar su rostro, esa
afirmación radical de amar la Torah más que a Dios, hace referencia a la
responsabilidad del hombre, a que son necesarias instituciones justas. A
quedarse en el piso de abajo, como nos proponía el bueno de Don Antonio Machado.
Mantener la esperanza de las víctimas, es una forma de mantener la pregunta por
Dios, en cualquier tipo de pensamiento. Para Levinas, lo previo a todo discurso
religioso, no es el diálogo, es decir al
prójimo, “aquí me tienes”, que es
anunciar la paz y el amor. El infinito, se ordena al prójimo, es un a-Dios, no
un discurso sobre Dios, sino un estar, siempre frágil cara a cara con otro
hombre. Cada una de las víctimas de la
historia está en ese sufrimiento, donde ellas denuncian la responsabilidad no
atendida, la solidaridad no afrontada[4]. Después de
Auschwitz, los cristianos sólo podemos ir con las víctimas de la historia[5].
Wiesel se recordaba a sí mismo que “Auschwitz
es lo más recóndito del misterio de Dios”[6].
Las víctimas del pasado ya no pueden hacer teología. Están muertos y no pueden
hablar. Tenemos
que encender en el pasado la chispa de la esperanza, tenemos una cita secreta
con las víctimas de la historia, nos apuntaba, no sin razón, Benjamín[7].
En todo discurso sobre Dios, debemos recordar su pasión, su dolor, su clamor[8], su memoria passionis.
Benjamin subraya esa
violencia conceptual que atraviesa la existencia humana, también la política,
que ha organizado la vida con la idea de progreso. La visión progresista de la
historia, está convencida que el mañana será mejor que el presente y que el
pasado. En esta idea de progreso poco importan las bajas del proceso, pues sólo
son el costo del progreso. Las bajas de las historia, son los vencidos, los
frustrados en sus esperanzas y aspiraciones, los ofendidos y humillados por los
baremos valorativos impuestos por los vencedores. De esta línea del pensamiento
desmarca Benjamin. Un pensamiento y una praxis,
que considera la violencia como un accidente del “costo social”, pues la regla
es el progreso. Ahí están los derechos humanos, el Estado de Derecho, las
correcciones a los excesos del mercado. Pero los oprimidos no conocen más que
un “Estado de excepción”.
Benjamin propone otra forma de ver las cosas,
mirar con los ojos de su “Angelus Novus”.
Frente a esa historia que recorre un tiempo homogéneo y vacío, que no tiene
ojos para las víctimas, y sustituirlo con un tiempo pleno. Para empezar
haciendo “memoria”. Esta no es cualquier recuerdo es ver el mundo con los ojos
de las víctimas. Es hacer presente las preguntas no respondidas, los derechos insatisfechos,
las injusticias presentes. Desde las preguntas pendientes del pasado, desde el clamor de las
víctimas. Es la manera de escapar del tiempo “homogéneo y vacío”, es la pequeña
puerta por la que se podía colar el Mesías. Es encender en el pasado, la chispa
de la esperanza.
Como no recordar también al corazón
pensante desde los barracones: Etty Hillesum. En sus diarios se alumbran
pequeñas luces desde el horror y la noche. No esconde el sombrío panorama, pero
su visión no es trágica. Se fija en el otro con un amor inmenso, en los colores
del atardecer, en la posibilidad de un tiempo mejor. No hay rendición en su
voluntad de vivir, ni siquiera cuando considera probable, demasiado probable su
viaje hacia la muerte: …El sufrimiento no está por debajo de la dignidad humana…La mayor
parte de los occidentales no comprenden el arte del dolor, y por eso viven
obsesionados por miles de miedos…Hay que aceptar la muerte, hasta la más atroz
como parte de la vida…, estoy junto a los hambrientos, junto a los maltratados
y moribundos todos los días, pero estoy también junto al jazmín y a ese pedazo
de cielo que veo desde mi ventana, en una vida en la que hay sitio para todo,
para la fe en Dios y para un fin miserable[9].
Como Jesús en la cruz
inclinamos la cabeza ante Dios, que recoge
nuestras alegrías y anhelos, nuestras tristezas y angustias. En Dios confiamos,
incluso cuando se vienen abajo todas las esperanzas humanas. En la noche del
sufrimiento y la muerte miramos la cruz y por eso, podemos esperar contra
toda esperanza.
(Fin)
[1] MARDONES, J. M., o. Cit., págs. 48 – 50.
[2] KASPER, W.: El Dios de Jesucristo. Salamanca,
Sígueme, 2005, pág. 151.
[3] LEVINAS, E.:
“Amar la Torah más que a Dios” en AA.VV.: La autoridad del sufrimiento.
Silencio de Dios y preguntas del hombre. Barcelona, Anthopos, 2004. Para
este interesante tema también el artículo de LUIS CARBALLADA, R.: “Cuando Dios
se oculta y calla, habla el creyente” en
-“Stauros”. Teología de la Cruz-, núm. 48, 2008. págs. 37 – 51,
también se publica en la revista “Ciencia Tomista” Tomo 133, 2006. En
los artículos se analiza el texto de Yósel Rákover apela a Dios, recoge
el testimonio de un hombre que asiste a las últimas horas del gueto de
Varsovia, antes de su destrucción definitiva que también acabará con su propia
vida. En las últimas horas de su existencia realiza una confrontación con Dios,
que es una protesta por su situación, una búsqueda de explicación y una expresión
imponente de la fe en ese Dios.
[4] METZ, Johann
Baptist, Dios y Tiempo. Nueva teología
política. Madrid, Trotta, 2002, pág. 227.
[5] METZ, J. B.
(dir.), El clamor de la Tierra. El
problema dramático de la Teodicea. Estella, Verbo Divino, 1996, págs. 9 – 28.
[6] METZ, J. B. y
Wiesel, E., Esperar a pesar de todo. Madrid,
Trotta, 1996, p. 101.
[7] BENJAMIN, W., Discursos interrumpidos, Madrid, Taurus,
1989, p. 181. Benjamin, proponía una cultura del corazón ante tanta violencia,
una solidaridad con las víctimas de la violencia. De ahí su interés, tanto o
más que Horkheimer de vincular materialismo histórico y teología.
[8] “Se oye la
sangre de tu hermano clamar a mí desde el suelo... Vagabundo y errante serás en
la tierra” (Gn 4, 9-12). Seguimos en las citas la Biblia de Jerusalén, Bilbao, Desclee de Brouwer, 1981.
[9] TOMASI, W.: Etty Hillesum: La inteligencia del
corazón.Madrid, Narcea, 2003, pág. 77. (Diario 136)
Jesucristo, portador de vida que vence a la muerte
Editado por
Jesús Espeja1.Según el cuarto evangelista, Jesús ha venido “para que todos tengan vida en plenitud”.
En las bodas de Caná trae alegría para una pareja de recién casados en apuros; luego hace que camine un paralítico, sacia el hambre del pueblo con la multiplicación de los panes, y cura los ojos de uno que había nacido ciego. Por fin Jesús se enfrenta con la muerte sorda y muda de su amigo Lázaro.
2. Jesús queda impactado también por ese aguijón de la muerte: “viendo llorar a las hermanas del difunto Lázaro y quienes las acompañaban,Jesús “se conmovió interiormente y se echó a llorar”. Otra vez aquí la relación de amistad y de carño que caracterizaron la conducta de Jesús donde se manifiesta la condición de Dios. Con su forma de vivir y de actuar quiso manifestar la cercanía benevolente de Dios que nos ama y no puede abandonarnos en la muerte.
3. El camino para vencerr a la muerte es creer en Jesús: “el que cree en mí vivirá”. Y creer en Jesús significa abrirse totalmente a su persona y tratar de re-crear su espíritu o esilo de vida en nuestra conducta. “Para que crean” es el objetivo de este evangelio. Para que crean primero los discípulos que van con Jesús, después las hermanas de Lázaro, la gente que las acompañaban en el duelo y todos nosotros que tanto sufrimos ante la muerte de nuestros amigos y familiares. No hay argumentos apodícticos racionales que garanticen una vida después de la muerte, aunque la razón tampoco puede afirmar lo contrario. Pero le ternura y la benevolencia de Dios, dueño de la vida, que se manifestaron en la conducta de Jesús, inspira en nosotros la firme confianza en que, ocurra lo que ocurra, nuestro futuro ya es de gracia, descansa en la misericordia de Dios.
Visión positiva del bautismo
Nihil Obstat
Blog de: Martín Gelabert Ballester, OPdomingo, 06 de abril de 2014
El título es
válido para el bautismo y para toda la vida cristiana en general. A
veces tendemos, sin pensarlo mucho, a ver las cosas desde el punto de
vista de lo negativo. Por ejemplo, cuando insistimos en lo que no hay
que hacer, en lo que está mal. O también cuando presentamos nuestra
relación con Dios en términos de deber. Es claro que hay muchas cosas
que no debemos hacer, ni como humanos ni como cristianos. Pero quizás
sea mejor poner el acento en lo que conviene hacer, en lo que es bueno
para nosotros y para los demás. Y si esto queda claro, también resultará
claro que lo opuesto al bien, no es lo propio de una persona de bien,
de un amante del bien.
Dígase lo mismo a propósito de los
deberes. En realidad, cuando situamos nuestra relación con Dios y con
los demás, en la perspectiva del amor, el deber no es tal deber, sino
una consecuencia del amor. Por ejemplo: un cristiano no tiene la
obligación de ir a Misa o de rezar. Un cristiano necesita celebrar la
Eucaristía, necesita orar, necesita un tiempo para escuchar la Palabra
de Dios, bendecirle, alabarle y darle gracias. No es un deber, es una
necesidad.
Ahora
que, en la Pascua, nos disponemos a renovar las promesas bautismales,
parece oportuno ofrecer una visión positiva del bautismo. No tanto como
un quitar, cuanto como un dar. Los grandes símbolos bautismales son el
agua, la luz y el aceite. A veces nos hemos quedado solo con el agua y
la hemos presentado en su dimensión negativa: como si su papel fuera el
de limpiar una mancha. En perspectiva positiva habría que decir: más que
un signo de limpieza, el agua es un signo de fecundidad. El que no ha
conocido a Dios, el que no se ha encontrado con Dios es como una tierra
reseca e infecunda, que no puede dar fruto. Cuando recibe el agua del
Espíritu Santo, entonces esta tierra empieza a ser fecunda, a dar frutos
de vida y amor.
Lo mismo la luz. Más que fijarse en la
oscuridad hay que insistir en lo positivo del iluminar. Las tinieblas no
desaparecen cuando se las critica, sino cuando se enciende una pequeña
cerilla. Con tanta crítica a lo que otros supuestamente hacen mal, nos
olvidamos muchas veces de encender nuestra pequeña luz. Por su parte, el
aceite está ahí para facilitar las cosas, para quitar rigidez a los
músculos agarrotados. Por eso se unge al bautizado: para posibilitar una
relación fluida con Dios y con los hermanos.
En este tiempo de cuaresma sería bueno
buscar el lado positivo de la vida cristiana, empezando por los tres
elementos medicinales que la Iglesia propone para vivirla: el ayuno y la
limosna, más que momentos de privación, son oportunidades para
compartir, para caer en la cuenta de que muchos no tienen con qué comer.
Y la oración es la ocasión para caer en cuenta de lo mucho que
necesitamos de Dios.
Ya torna, ya resucita...
La
resurrección de Lázaro nos va anunciando la Resurrección de Jesús, que
precede a todo tipo de resurrección, de victoria frente a cualquier tipo
de muerte.
En este V Domingo de
Cuaresma, el Evangelio nos relata la resurrección de Lázaro. No cabe
duda de que es un anuncio, una señal, un "ir acercándose", de lo que se
cumplirá en Jesús.
Es un paso del Evangelio rico de
imágenes e ideas, pero centrémonos en ésta: la resurrección de Lázaro
anuncia la gran alegría del día de Pascua.
Estamos cerca de la Gran Fiesta para
todo el mundo cristiano. Y en este domingo vemos a Jesús, enternecido,
humano,...lo vemos en su limitación temporal. Pero es desde esta
humanidad que se nos ofrece la gran señal: Él ha sido constituido por Dios Señor de vivos y muertos
(Hch 10, 42). En Él están las llaves de la Creación. En Él se nos
anuncia que es el enviado de Dios para vencer al único enemigo
invencible: la muerte. La muerte y el pecado empiezan a ser derrotados
en Lázaro, empiezan a ser derrotados en todas las curaciones, en todos
los exorcismos, en todas las Palabras de Jesús...con Lázaro se nos
anuncia que la muerte va a perder su aguijón; que todos los problemas de
nuestras vidas, no van a acabar con nosotros. Que es posible la
victoria.
Por lo tanto, dejémonos ya inundar por la alegría del día de Pascua, por que ya viene, ya se acerca,...ya torna, ya resucita, ya su olor inunda el cielo (Himno del Oficio de lecturas para el común de Pascua).
VÍDEO DE HOY:
No hay comentarios:
Publicar un comentario