Segundo modo de orar
Oraba
con frecuencia Santo Domingo postrado completamente, rostro en tierra.
Se dolía en su interior y se decía a sí mismo, y lo hacía a veces en
tono tan alto, que en ocasiones le oían recitar aquel versículo del
Evangelio: "¡Oh Dios!, ten compasión de este pecador" (Lc 18, 13). Con
piedad y reverencia, recordaba frecuentemente aquellas palabras de
David: "Yo soy el que ha pecado y obrado inicuamente" (Sal 50, 5).
Del salmo que comienza, "Con nuestros oídos ¡oh Dios!
hemos oído", recitaba con vigor y devoción el versículo que dice:
"Porque mi alma ha sido humillada hasta el polvo, y mi cuerpo pegado a
la tierra" (Sal 43, 26). En alguna ocasión, queriendo exhortar a los
frailes con cuanta reverencia debían orar, les decía: "Los Reyes Magos
entraron..., y cayendo de rodillas, lo adoraron" (Mt 2, 11)...
Nosotros pedimos perdón por nuestros pecados y decimos: ¡Señor, ten piedad!
Hacemos memoria en nuestro interior de los niños y
niñas que en el mundo están sometidos a todo tipo de explotación,
trabajo o delincuencia.
Recordamos a emigrantes humillados por nuestras maneras de vivir que justificamos hasta con leyes.
Tercer modo de orar
Motivado
Santo Domingo por todo cuanto precede, se alzaba del suelo y se
disciplinaba diciendo: "Tu disciplina me adiestró para el combate" (Sal
17, 35), "Misericordia, Dios mío," (Sal 50), o también: "Desde lo hondo a
ti grito, Señor" (Sal 129). Nadie, por inocente que sea, se debe
apartar de este ejemplo.
Sufre y ora por todos los que sufren, prolongando en su cuerpo la Pasión de Jesús.
Nosotros hacemos memoria en nuestro interior por los
que sufren, en el cuerpo o en el espíritu, quizás conocidos o familiares
nuestros.
Pero recordamos, de manera especial a los enfermos
incurables, a los de SIDA, a tantas personas, cuyas imágenes nos llegan
por los medios de comunicación, que son víctimas de guerras, violencia y
terrorismo
Queridos hermanos de la Fraternidad de Santo Domingo de Salamanca, alumnos de la Escuela de Teología, queridos amigos y lectores de la Posada del Silencio
Ya sabéis que el sábado día 7 comienza el Centenario de la Orden Dominicana en todo el mundo. En España será en Madrid, predidido por don Carlos Osoro, Arzobispo de Madrid. En Salamanca tendremos este sábado 7 a las 20,00 h., una celebración de VÍSPERAS de toda la FAMILIA DOMINICANA, en el convento de las DUEÑAS. Estamos todos llamados e invitados a participar en ella como laicos dominicos, parte de la Familia Dominicana.
El domingo, día 15 de noviembre, en la Eucaristía de las 13,00 h., tendremos la misa por el octavo centenario, presidida por don Carlos López, Obispo de Salamanca.
FORO DE LECTURA DE LA ESCUELA DE TEOLOGÍA
CONVOCATORIA. Desde el Foro de Lectura de la Escuela de Teología, os convoco para una reunión informativa y de presentación del grupo. La primera reunión tendrá lugar el MARTES 10 DE NOVIEMBRE, A LAS 17 h para realizar una ruta unamuniana por la ciudad de Salamanca. Allí nos conoceremos y propondremos nuestro primer libro para compartir juntos.
CONVOCATORIA. Desde el Foro de Lectura de la Escuela de Teología, os convoco para una reunión informativa y de presentación del grupo. La primera reunión tendrá lugar el MARTES 10 DE NOVIEMBRE, A LAS 17 h para realizar una ruta unamuniana por la ciudad de Salamanca. Allí nos conoceremos y propondremos nuestro primer libro para compartir juntos.
Os invito un
año más a leer juntas y a descubrir el rostro de la ciudad de Salamanca.
Apuntarse en astedominicos@hotmail.es
Carmen Rivas
Vivéns
¿QUÉ ES EL
FORO DE LECTURA?
■ El foro de
lectura, o club de lectura de la facultad de teología nace como un proyecto
integrado en la oferta de la Escuela de Teología, se abre a toda la comunidad.
La selección literaria girará en torno a temas:
-
clásicos
-
Actualidad
literaria
-
Y mis
lecturas: un participante presentará y propondrá un texto que le guste, que sea
significativo en su vida
■ OBJETIVOS.
Primero estar juntos y crear lazos comunitarios, sin más pretensiones que
aportar lo bueno que tenemos y dejarnos sorprender por nuestro compañeros
1-Estimular la curiosidad y el interés por obras de la literatura universal
2-Descubrir obras y autores de otras culturas
3- Intercambiar opiniones y valoraciones entre los participantes
4- Debatir sobre temas de actualidad utilizando la literatura como puente
mediador.
■MODO DE LLEVARLO A CABO
1- El
coordinador ofrece información básica sobre cada tema. Coordenadas de
espacio/tiempo, que nos faciliten comprender mejor la obra y el tiempo en que
fue escrita
2-Algunas orientaciones de lectura: personajes, corriente literaria, género
literario.
3-Posibilidad de incluir documentos gráficos: canciones de poemas, fotos,
epistolarios
■ REQUISITOS
1-Respeto a
todas las opiniones, rebatir con fundamentos literarios
2- Actitudes positivas
■ ACTIVIDADES
1- Ruta literaria:
Paseo por la Salamanca de Unamuno, con café incluido
■ OFERTA LITERARIA
Entre Visillos
Carmen Martín Gaite
|
El lenguaje de las Fuentes
Gustavo Martín Garzo
|
El cuarzo rojo de salamanca González Egido
|
Pequeño Teatro- Ana María Matute
|
El Oso y la monja
Timothy Radcliffe, OP
|
||
La Gitanilla
Miguel de Cervantes
|
El amor que nos cura
Boris Ciryrulik
|
El libro de la Vida
Teresa de Jesús
|
Primavera con una esquina rota
Mario Benedetti
|
Yo hombre
Augusto Roa Bastos
|
||
La Facultad de Teología San Esteban homenajea al Prof. Juan Manuel Almarza
El pasado 20 de octubre la Facultad de Teología San Esteban homenajeó al Prof. Juan Manuel Almarza Meñica, Vicepresidente de la misma Facultad, con motivo de sus 70 años.
El Acto Académico previsto para esta ocasión estuvo presidido por el Vicecanciller, Fray Javier Carballo Fernández, O.P., y tuvo lugar en el Aula Magna de la Facultad a las 20 horas. Dio comienzo con unas palabras del Presidente de la Facultad, quien hizo una breve presentación del homenajeado, recordando su formación intelectual y su itinerario como profesor, que tuvo su inicio en el año 1974 en el Instituto Superior de Valladolid, impartiendo la materia de Metafísica; así como su intuición para detectar los problemas candentes de actualidad y su gran creatividad. Concluyó su intervención dando lectura a algunos párrafos del correo electrónico que con este motivo envió el Prof. Jesús Espeja, O.P., en el que destaca en Juan Manuel Almarza la actitud de búsqueda y de diálogo, su afán por discernir lo verdaderamente humano que va emergiendo en la historia; su dosis de utopía y su atención a los signos de los tiempos; y afirma su convicción de que su persona y su trayectoria pueden ser una referencia saludable para las nuevas generaciones de pensadores cristianos y, por supuesto, de teólogos.
A continuación tuvo lugar la lección del propio homenajeado, que la tituló: «Desde de que somos palabra en diálogo y podemos oírnos los unos a los otros. Itinerario personal». El título está inspirado en el poeta alemán Friedrich Hölderlin. El ponente comenzó expresando su emoción y gratitud por las muestras sinceras de cariño y estima recibidas en este día.
Luego habló de su itinerario intelectual como un camino realizado esencialmente en su interior, pero siempre en diálogo. Se reconoció afortunado por haber tenido muchos maestros y muchos compañeros de camino. Unos le acompañaron unos pocos pasos; otros han hecho con él gran parte de ese viaje. Recordó a este propósito lo que significa la lectura de un libro: «Es, ante todo, oír hablar directamente, a mi oído, a Aristóteles, a Tomás de Aquino, a Heidegger, con quienes puedo dialogar sobre los problemas que veo y que me preocupan, yendo más allá del horizonte limitado con que la historia nos presenta a sus grandes personajes». Afirmó haber tenido con muchos autores o sus libros diálogos apasionantes. Por eso –subrayó– el estudio nunca ha sido para él un sufrimiento, como el que sugiere el nombre de «disciplinas» que damos a los distintos temas de estudio. En el estudio se te abre el horizonte, y adquiere vida todo lo que en el se muestra. Por eso en su larga labor docente siempre mantuvo como principio pedagógico que «la misión de un pedagogo es abrir horizontes».
Recordó también cómo en sus años de estudiante en teología, después del concilio Vaticano II, el tema central que concitó todo su esfuerzo entonces, tanto en teología como en filosofía, era el de la historicidad. Su tesina en teología versó precisamente sobre él; y aunque entonces no comprendía todo su alcance, sabía por sus consecuencias que era un concepto muy importante. Curiosamente es un concepto que Heidegger descubre en san Pablo con raíces estrictamente cristianas.
Confesó que una de sus claves pedagógicas había sido siempre explicar las cosas de la manera más sencilla posible. Aquí radica precisamente su admiración por los grandes maestros.
Durante todo su largo tiempo de docencia en Valencia reconoció haber enseñado fundamentalmente dos cosas: en sus clases de historia de la filosofía del renacimiento y moderna, enseñaba que las ideas no llueven como los paracaidistas, sino que surgen de un contexto vital; y, por consiguiente, es absurda una formación en ideas sin saber cómo y por qué surgen.
Siempre procuró no estar alejado de la vida. Por eso durante los 28 años de su vida intelectual se apoyó siempre en estos tres ámbitos de experiencia vital y práctica:
1) El mundo de los artistas de Valladolid, con quienes tuvo un trato frecuente y cercano;
2) el mundo del compromiso político mediante toda una red de relaciones personales de los que luego serían los primeros dirigentes de nuestra democracia.
3) Y finalmente el mundo del Voluntariado social, una experiencia inolvidable que me permitió un contacto simultáneo con el mundo de la marginación y el mundo universitario.
Después de recordar numerosos detalles de su itinerario personal,
concluyó dando gracias a todos los que le acompañaron en él, y a todos
los presentes en el Aula, de modo especial a sus familiares, por este
cálido homenaje.2) el mundo del compromiso político mediante toda una red de relaciones personales de los que luego serían los primeros dirigentes de nuestra democracia.
3) Y finalmente el mundo del Voluntariado social, una experiencia inolvidable que me permitió un contacto simultáneo con el mundo de la marginación y el mundo universitario.
A continuación cerró el Acto del Vicecanciller de la Facultad, Fray Javier Carballo Fernández. O.P., con una entrañable intervención de la que recordó otras muchas actividades del Prof. Juan Manuel Almarza, y le marcó un importante reto para su futuro: realizar una síntesis de todo su rico bagaje intelectual.
Al acto asistieron unas 150 personas: alumnos de la Facultad y de sus distintas extensiones (Escuela de Teología, Academia de Santo Tomás de Aquino, etc.). A continuación tuvieron oportunidad de continuar conversando en torno a un vino de honor.
La Facultad vivió una jornada de alegría y fraternidad.
COMIENZAN EL 27 DE OCTUBRE A LAS 20 H
27 de octubre
XLIV Conversaciones de San Esteban 2015-2016
Facultad de Teología. Dominicos. Aula Magna de San Esteban. 8 de la tarde
Coordina: Juan Manuel Almarza
Organiza: Facultad de Teología San Esteban
I. Luces para la ciudad
Encuentro en asamblea diocesana “El grupo de la Familia Dominicana y sus amigos de Salamanca, con ocasión de la celebración de su VIII centenario quiere unirse a la Asamblea Diocesana haciendo, como un grupo más de la ciudad, su pequeña aportación desde las Conversaciones de San Esteban”. 27 OCTUBRE Gonzalo Tejerina, Prof. de Facultad de Teología. Univ. Pont. Salamanca. Las dificultades de la fe en el mundo actual.3 NOVIEMBRE. María Dolores López Guzmán. Prof. de Facultad de Teología. Univ. Pont. Comillas. Vivir la fe en la vida cotidiana.10 NOV. Tomás Durán Sánchez. Vicario de Pastoral de la Diócesis de Salamanca. ¿Caminos para la iniciación cristiana en una Diócesis en Asamblea? Descargar programa en PDF
II. Lugares, caminos, encuentros
1216-2016. 800 años del camino dominicano “La preocupación por los seres humanos y su salvación fue, precisamente, la que hizo de Domingo el fundador de la Orden de Predicadores, cuando durante una estancia en el sur de Francia experimentó los horrores de la guerra contra los Albigenses.
Toda su energia vital y todo su amor los puso al servicio de la fundación de una Orden apostólica cuya tarea principal fuera la predicación en el sentido más amplio de la palabra"
Anselm Hertz O.P. 24 NOVIEMBRE Félix Hernández, Superior del convento de Ntra. Sra. de la Candelaria y San Jacinto de Sevilla. Predicar mediante la pintura: De fra Angélico a nuestros días. 1 DICIEMBRE. Francisco Rodríguez Fassio, Prof. del Centro de Comunicación. Superior de Scala Coeli, Córdoba. Un modo de predicar dominicano: fr. Luis de Granada. 15 DIC. Francisco Javier Carballo. Prior Provincial de la Prov. de España. Un carisma para los cambios.12 ENERO. Vicente Botella, Decano de la Fac. de Teología S. Vicente Ferrer de Valencia. Aportaciones dominicanas a la Teología. 19 ENE. Juan José de León Lastra, Prior de Ntra. Sra. de Atocha, Prof. de la Escuela de Teología de Salamanca. La trayectoria dominicana de vida espiritual.26 ENE. Antonio Osuna, Doctor en Teología y en Filosofía. La orden dominicana al servicio de la justicia de los derechos humanos.2 FEBRERO. Marisa de Llaguno López, Presidenta de la Fraternidad Laical de Sto. Domingo, Prov. de España; Gonzalo Blanco Nozal, Coordinador de la Asociación Dominicos IN-EX, Los compañeros laicos del camino. La fraternidad laica dominica. 9 FEB. María Jesús Gil Martín, Dominica del Monasterio de la Piedad, Palencia. El rostro femenino del camino dominicano. Descargar programa en PDF
Ante la crisis humanitaria
La Cumbre Social de Madrid ha publicado
una declaración sobre la pasividad de las instituciones ante la
situación de los refugiados en nuestra propia puerta.
Las organizaciones que componen la Cumbre Social de Madrid creen
que los Estados e Instituciones de la Unión Europea no están
respondiendo de forma adecuada a la crisis humanitaria que están
viviendo las personas refugiadas y, por tanto, denuncian esta parálisis
que, ante una tragedia de tales magnitudes, es incapaz de plantear
iniciativas, dilatando cualquier decisión al respecto.Leer la Declaración
La Cumbre Social es una plataforma constituida en julio de 2012 por los principales sindicatos y unas 160 asociaciones, entidades y colectivos de la sociedad civil, con el objetivo de encontrar un espacio de reflexión y debate sobre los principales retos de la sociedad española, y a la vez disponer de una plataforma unitaria para la movilización social y democrática
Semana de Solidaridad Colegio Santo Tomás de Pamplona
Del 13 al 18 de Octubre tuvo lugar la semana solidaria que apoyaba el
proyecto elegido este curso: la contribución a la construcción de una
escuela en Mozambique. Acción Verapaz estuvo presente en el mercadillo,
que se organizó el jueves día 15, a la salida del colegio a las 5 de la
tarde, con productos de Equimercado. También participó en la marcha en
bici del domingo 18 a partir de las 10 de la mañana.
Apertura del Curso de Voluntariado 2015/2016
Con mucha ilusión se ha empezado enseguida la programación del nuevo curso de Voluntariado que, como otros años, formará a todas las personas interesadas en aportar su experiencia y apoyo en zonas donde trabajamos con nuestros proyectos.El pasado 7 de septiembre se reunió la Comisión de Voluntariado en la que ya participó su nuevo miembro, Alan, junto con José Carlos, Gema y Rocío. En ella se trabajó sobre la preparación y contenidos del próximo curso en el que se formen los voluntarios de Acción Verapaz de este año.
Además de la difusión habitual sobre el curso, que incluirá el diseño de un cartel, se planeó elaborar un vídeo de Acción Verapaz para presentar la realidad de la Ong.
Para la programación del curso se ha pensado, como otros años, en el acercamiento de experiencias contadas en primera persona por los protagonistas. Algunas sobre la acción en otros países como Perú, Guatemala, Camerún, República Dominicana, Ecuador y Mozambique, y otras más cercanas como la atención a migrantes en Ceuta o una visita al Albergue de personas sin hogar.
Ya están las fechas de los fines de semana con los temas a desarrollar en cada uno de ellos:
- 13 / 15 de noviembre: Globalización
- 11 / 13 de diciembre: Derechos Humanos
- 5 / 7 de febrero: Interculturalidad
- 8 / 10 de abril: Proyecto Personal
Experiencia de Sergio en Paraguay
Hace menos de un año tuve la gran fortuna de realizar el curso de Voluntariado Internacional con Acción Verapaz. Fue una experiencia maravillosa que me invitaba poderosamente a poner en práctica la formación recibida. Desafortunadamente, no pude hacerlo este verano debido a que fui seleccionado para un puesto de trabajo en Paraguay como educador ambiental por un año. Sin embargo, jamás llegué a sospechar la realidad tan necesitada que me aguardaba y estaba todavía por llegar….
Desde mediados del pasado mes de julio me hallo en Paraguay desarrollando en la Fundación Para la Tierra un programa de educación ambiental amplio y extenso que trata de abarcar la protección y defensa de los valores naturales en todos sus frentes.
Son tres las principales funciones a las que me dedico en cuerpo y alma desde mi llegada: visitas a las escuelas locales, información a los turistas y creación de una red de ecoclubs.
Las visitas a las escuelas locales tienen como objetivo el trabajo y refuerzo de aspectos de la biología (ciencia de la vida) y la ecología (ciencia de la "casa común") con niños y jóvenes entre los 6 y 15 años. Mediante una explicación lo más animada posible con muchos dibujos en la pizarra y no poco teatro, y una fluida participación con los propios alumnos, explico temas como las cadenas tróficas, los marsupiales, el ciclo del agua, la importancia de los bosques, la fotosíntesis, la metamorfosis de anfibios e insectos, el reciclaje o en qué consiste un eclipse.
Captar la atención de los jóvenes alumnos requiere abundantes gestualizaciones y constantes cambios en el registro de voz. Al fin y al cabo, ¿qué es una clase sino un teatro? Pero los alumnos no han de ser meros espectadores sino también actores participantes de su propio aprendizaje guiados y motivados por el docente, director general de la obra.
Uno de los principales obstáculos a los que tuve que hacer frente los primeros días fue la suma timidez que muestran las gentes del lugar, poco acostumbradas a la presencia de "blancos", pero que los niños, como buenos niños que son, perdieron rápidamente para mostrarse vivos y despiertos. No así los adultos, sus padres y profesores, con los que se requiere más que ingenio y empeño para ganarse su confianza...
Paraguay es el único país de Sudamérica que conserva su idioma nativo como lengua oficial: el Guaraní. Una riqueza sin igual pero que resulta una barrera casi inexpugnable para el que no la conoce debido a la dificultad que entraña su aprendizaje... Desde el Mbatecó (¿cómo estás?), el Aguyé (gracias) y el Rojayjú (te quiero) sumado a algunos nombres de animales como Mbopi (murciélago) o Kaí (mono) no he conseguido progresar... Los niños comienzan a hablar castellano a su ingreso en la escuela y es por eso que con los más pequeños resulta imposible una comunicación ágil y fluida.
En cualquier caso me encanta ir cada semana a pasar una mañana con esos "locos bajitos" que tantas alegrías y satisfacciones me regalan con sus ideas y preguntas y que reflejan su despertar a la concienciación ecológica.
Tras la explicación del tema siempre intento acabar con un juego que sintetice la idea tratada ya que bien es sabido que "todo lo que se aprende de forma divertida nunca se olvida".
La creación de los Ecoclubs es el tema que menos desarrollado se encuentra por el momento debido a las muchas y variadas dificultades que están surgiendo. La principal de ellas es reunir a los niños de las diferentes comunidades en un único lugar ya que las distancias son considerables y no cuentan con medios para desplazarse.
Inevitable no recordar las Misiones Pedagógicas y la Institución Libre de Enseñanza en esta labor docente que estamos llevando a cabo en este remoto y olvidado lugar del Paraguay. Tenemos muchas otras actividades planeadas para el futuro como la proyección de películas y documentales de toda índole, la creación de un grupo de teatro, el desarrollo de campamentos de verano y la organización de exposiciones... Me encuentro sumamente motivado trabajando junto al equipo de Para La Tierra por las ganas y energías que derrochan.
Además, los domingos acudo a “celebración” en la iglesia de Santa Bárbara. No puede denominarse misa ni eucaristía debido a la ausencia de un sacerdote. Consiste en la lectura del Evangelio y algunas oraciones acompañadas con canciones. También existe un grupo de jóvenes y adultos que desean confirmarse y ante los que me ofrecí ser su catequista.
No hay día que no me acuerde de cada uno de los formadores y compañeros del curso de Acción Verapaz, amigos todos a los que mando desde Paraguay un enorme abrazo, tan grande como la distancia que nos separa.
Sergio García Muñoz
Fray Carlos Azpiroz es nombrado obispo coadjutor de Bahía Blanca
Carlos Azpiroz OP es el anterior Maestro de la Orden de Predicadores
3 de noviembre de 2015El Papa ha nombrado arzobispo coadjutor de Bahía Blanca a Fray Carlos Azpiroz Costa OP. Bahía Blanca es una Diócesis del Sur de la Provincia de Buenos Aires.
Carlos Alfonso Aspiroz Costa O.P. (Buenos Aires, 1956) es un Sacerdote dominico argentino. Desde 2001 al 5 de septiembre de 2010 fue Maestro General de la Orden de Predicadores. Es Doctor en Derecho Canónico por el Angelicum.
Fray Carlos A. Azpiroz Costa, OP, designado obispo
coadjutor de la arquidiócesis de Bahía Blanca, Argentina
Con gran
alegría compartimos con ustedes la noticia de la designación por el Santo Padre
de fray Carlos A. Azpiroz Costa, OP como obispo coadjutor de la arquidiócesis
de Bahía Blanca.
Fray Carlos
A. Azpiroz es fraile dominico y sacerdote, perteneciente a la Provincia
Argentina de San Agustín, de la Orden de Predicadores y fue Maestro de la misma
-es decir, superior general y sucesor del fundador Santo Domingo de Guzmán-
durante el período 2001-2010. Al ser nombrado obispo coadjutor sucederá a Mons.
Guillermo J. Garlatti al frente de la arquidiócesis cuando a sea efectiva la
renuncia que todos los obispos presentan, conforme al derecho canónico, al
cumplir los 75 años de edad.
El obispo
electo nació en 1956 en Buenos Aires (Argentina), pronunció los votos
religiosos en 1984 y fue ordenado sacerdote en 1987. Es Licenciado en Derecho
Civil por la Universidad Católica de Buenos Aires y Doctor en Derecho Canónico
por la Universidad Angelicum de Roma. En su ministerio pastoral ha sido entre
otros, profesor universitario en la Universidad Católica Argentina, prior del
Convento del Noviciado de San Martín de Porres en Mar del Plata, profesor en la
Universidad Fasta de Mar del Plata, profesor en el Angelicum. Actualmente era
Superior de la Comunidad de Dominicos de Mar del Plata.
La
arquidiócesis de Bahía Blanca ocupa buena parte del sur de la Provincia de
Buenos Aires, en Argentina: superficie 82.625, población 757.000, católicos
647.000, sacerdotes 83, religiosos 202, diáconos permanentes 18.
La ceremonia
de consagración episcopal se llevará a cabo en Bahía Blanca el 22 de diciembre
de este año.
(03 de
noviembre de 2015)
Promesas temporales en Scala Coeli, Córdoba
Dentro de la celebración eucarística, este pasado domingo 25 de Octubre, se desarrolló el acto de otorgamiento de promesas temporales, por parte de cinco hermanas de la Fraternidad de Santo Domingo de Scala Coeli y P. Posadas, de Córdoba.
1 de noviembre de 2015El compromiso fue prestado ante el Promotor Provincial, en representación del Maestro de la Orden de Predicadores, recibiendo la acogida fraterna por el presidente de la Fraternidad, Cristóbal Arellano.
En su homilía, el P. Segovia, a la luz del Evangelio del día, y relacionando la actitud del ciego Bartimeo y su seguimiento a Jesús con el acto que dentro de la Eucaristía se estaba también desarrollando, señaló las tres actitudes que debían de tener a partir de ahora las hermanas que se comprometían: primera: levantarse, tomar la decisión, llegar hasta Jesús; segunda: arrojar el manto, dejar el pasado, las seguridades, fiarse de Él, que Él sea verdaderamente lo que más necesitamos, el mejor manto que se podemos tener; y tercera: seguirle, sin prisa, con la libertad y decisión suficiente para que Él llene nuestras ansias y desvelos.
Inicio del noviciado de un nuevo grupo de laicos en Santo Domingo, República Dominicana
La celebración tuvo lugar el domingo 25 de octubre en la iglesia parroquial de Santo Tomás de Aquino de la ciudad de Santo Domingo, capital de la República Dominicana.
Se trata del segundo grupo que hace formalmente el noviciado según las normas de la Orden para las fraternidades laicales. Antes de entrar en el noviciado hicieron un año de preparación.
A diferencia del primer grupo, se reunían en la Parroquia de Santo Tomás de Aquino y estuvieron asistidos por una laica de la ya fraternidad de Santo Domingo y por un laico que en el pasado fue estudiante dominico.
La ceremonia fue sencilla e íntima, después de una eucaristía, tal como se pide en el Ritual de Profesiones Propio de la O.P., Tercera Parte. A falta todavía de un presidente de la fraternidad de Santo Domingo, la acogida la hizo el Vicario del vicariato en nombre de la Orden.
En las breves palabras que dirigió a los que iban a ingresar en el noviciado les recordó el carácter específico del laico dominico: “Se caracterizan por una espiritualidad peculiar y por la dedicación al servicio de Dios y del prójimo en la Iglesia y, en cuantos miembros de la Orden, participan en su misión apostólica mediante la oración, el estudio y la predicación según su condición de laicos”.
El arzobispo de Madrid preside la ceremonia de apeertura de inicio del Jubileo de la Orden de Predicadores
Los dominicos celebran un Jubileo con motivo de los 800 años de
la Orden de Predicadores. Los actos programados para la celebración de
este VIII centenario se desarrollarán desde el próximo 7 de noviembre
hasta el 22 de enero de 2017.
La ceremonia de apertura del Jubileo tendrá lugar este sábado, 7 de noviembre, y consistirá en un lucernario con rezo de vísperas y envío. En Madrid, estará presidida por el arzobispo de Madrid, monseñor Carlos Osoro, y se desarrollará en la iglesia del Monasterio de Santo Domingo el Real, de las Madres Dominicas (c/Claudio Coello, 11). Comenzará con la retransmisión de un mensaje de Fr. Bruno Cadoré, Maestro de la Orden, a los dominicos y dominicas de todo el mundo. En el acto estarán presentes representantes de todas las ramas de la Familia Dominicana en España: provinciales, consejeros/as de Provincias, así como monjas contemplativas, frailes, laicos, hermanas de vida apostólica, llegados de distintas partes de Madrid y del resto de España. También asistirán feligreses de las parroquias que atienden los dominicos, así como amigos de los dominicos y de las dominicas que quieran celebrar el inicio de este año Jubilar en el que los miembros de la Orden de Predicadores serán de nuevo enviados y enviadas a predicar la misericordia.
Al día siguiente, domingo 8 de noviembre, se celebrará una Eucaristía en la iglesia de San Pedro Mártir (Avd. de Burgos, 205). La Misa, que dará comienzo a las 10:30 horas, será retransmitida por La2 de TVE. Estará presidida por el actual presidente de la Familia Dominicana, fr. Javier Carballo OP. Y concelebrarán los provinciales de las actuales Provincias en España, así como frailes dominicos y sacerdotes amigos. A la Eucaristía asistirán representantes de todas las ramas de la Familia Dominicana, así como la comunidad parroquial y amigos, y estará animada por un coro de Familia Dominicana de varias partes del país, convocado especialmente para la ocasión.
Tras la ceremonia de apertura del Jubileo 800 de la Orden de Predicadores habrá un concierto musical. El grupo Alia Musica interpretará In Hymnis et Canticis música del tiempo de Sto. Domingo de Guzmán (s. XIII), intercalada con el recitado de textos de Sto. Tomás de Aquino.
Actividades
El programa de actividades para este Jubileo se puede dividir en tres ámbitos prioritarios: congresos, arte, y diálogo interreligioso y social. En el apartado de congresos destacan el de Salamanca, La universidad ayer y hoy, ¿al servició de qué?; el educativo preparado por las fundaciones educativas de la Orden de Predicadores 800 hacia la sabiduría y un congreso internacional en Roma que tratará sobre el Envío de la Orden y la renovación de la predicación.
Silencios es una exposición itinerante colectiva de arte contemporáneo que recorrerá diferentes ciudades de la geografía española.
En el ámbito del diálogo interreligioso y sobre los derechos humanos están las Jornadas de Estudio en Valencia Memoria y retos del diálogo: El valor de la palabra; el Proceso Salamanca, Dominicos por la defensa de los derechos humanos, y un gesto jubilar solidario que será llevado a cabo por toda la Familia Dominicana.
Otro acontecimiento destacable es la creación de una nueva provincia de los frailes dominicos. Las tres históricas provincias de España, Bética y Aragón se unirán creando la nueva Provincia de Hispania. El 3 de enero se celebrará en Caleruega la unificación, con la presencia del Maestro de la Orden fray Bruno Cadoré.
Un encuentro de Familia Dominicana y la peregrinación por los Caminos de Sto. Domingo por España, sur de Francia e Italia son otros dos eventos a tener en cuenta, de los muchos preparados para celebrar este VIII centenario de la Orden de Predicadores.
El programada completo se puede consultar en la página web
El tráiler del Jubileo se puede ver en este enlace
La ceremonia de apertura del Jubileo tendrá lugar este sábado, 7 de noviembre, y consistirá en un lucernario con rezo de vísperas y envío. En Madrid, estará presidida por el arzobispo de Madrid, monseñor Carlos Osoro, y se desarrollará en la iglesia del Monasterio de Santo Domingo el Real, de las Madres Dominicas (c/Claudio Coello, 11). Comenzará con la retransmisión de un mensaje de Fr. Bruno Cadoré, Maestro de la Orden, a los dominicos y dominicas de todo el mundo. En el acto estarán presentes representantes de todas las ramas de la Familia Dominicana en España: provinciales, consejeros/as de Provincias, así como monjas contemplativas, frailes, laicos, hermanas de vida apostólica, llegados de distintas partes de Madrid y del resto de España. También asistirán feligreses de las parroquias que atienden los dominicos, así como amigos de los dominicos y de las dominicas que quieran celebrar el inicio de este año Jubilar en el que los miembros de la Orden de Predicadores serán de nuevo enviados y enviadas a predicar la misericordia.
Al día siguiente, domingo 8 de noviembre, se celebrará una Eucaristía en la iglesia de San Pedro Mártir (Avd. de Burgos, 205). La Misa, que dará comienzo a las 10:30 horas, será retransmitida por La2 de TVE. Estará presidida por el actual presidente de la Familia Dominicana, fr. Javier Carballo OP. Y concelebrarán los provinciales de las actuales Provincias en España, así como frailes dominicos y sacerdotes amigos. A la Eucaristía asistirán representantes de todas las ramas de la Familia Dominicana, así como la comunidad parroquial y amigos, y estará animada por un coro de Familia Dominicana de varias partes del país, convocado especialmente para la ocasión.
Tras la ceremonia de apertura del Jubileo 800 de la Orden de Predicadores habrá un concierto musical. El grupo Alia Musica interpretará In Hymnis et Canticis música del tiempo de Sto. Domingo de Guzmán (s. XIII), intercalada con el recitado de textos de Sto. Tomás de Aquino.
Actividades
El programa de actividades para este Jubileo se puede dividir en tres ámbitos prioritarios: congresos, arte, y diálogo interreligioso y social. En el apartado de congresos destacan el de Salamanca, La universidad ayer y hoy, ¿al servició de qué?; el educativo preparado por las fundaciones educativas de la Orden de Predicadores 800 hacia la sabiduría y un congreso internacional en Roma que tratará sobre el Envío de la Orden y la renovación de la predicación.
Silencios es una exposición itinerante colectiva de arte contemporáneo que recorrerá diferentes ciudades de la geografía española.
En el ámbito del diálogo interreligioso y sobre los derechos humanos están las Jornadas de Estudio en Valencia Memoria y retos del diálogo: El valor de la palabra; el Proceso Salamanca, Dominicos por la defensa de los derechos humanos, y un gesto jubilar solidario que será llevado a cabo por toda la Familia Dominicana.
Otro acontecimiento destacable es la creación de una nueva provincia de los frailes dominicos. Las tres históricas provincias de España, Bética y Aragón se unirán creando la nueva Provincia de Hispania. El 3 de enero se celebrará en Caleruega la unificación, con la presencia del Maestro de la Orden fray Bruno Cadoré.
Un encuentro de Familia Dominicana y la peregrinación por los Caminos de Sto. Domingo por España, sur de Francia e Italia son otros dos eventos a tener en cuenta, de los muchos preparados para celebrar este VIII centenario de la Orden de Predicadores.
El programada completo se puede consultar en la página web
El tráiler del Jubileo se puede ver en este enlace
El Santo Padre concede indulgencia plenaria durante el Jubileo
26 de octubre de 2015
Con motivo del Jubileo de la Orden de Predicadores en 2016, el Papa Francisco, previa solicitud del Maestro de la Orden, fray Bruno Cadoré,
ha ordenado a la Penitenciaría Apostólica la promulgación de un Decreto
por el que se concede Indulgencia Plenaria a quienes participen en la
celebración de este Año Jubilar.
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La Orden ha querido así, en comunión de espíritu con el año de la misericordia, que quienes participen en las celebraciones jubilares que tengan lugar entre el 7 de noviembre de 2015 y el 21 de enero de 2017, y todos los fieles que acudan en peregrinación a cualquier iglesia de la Familia Dominicana en todo el mundo, puedan ganar indulgencia plenaria, o dicho de otro modo, pueda acercarse a la misericordia del Padre con la certeza que su perdón se extiende sobre toda la vida del creyente.
Para ello se pide que los fieles que quieran alcanzar esta gracia, cumplan las condiciones habituales en este caso, como es confesarse, comulgar y orar por las intenciones del Santo Padre. Además se suman unas características especiales de acuerdo a las circunstancias: que ante el Santísimo Sacramento durante un tiempo conveniente se dediquen a piadosa meditación, concluyendo con la Oración del Señor o Padre nuestro, el Símbolo de la Fe o Credo, la Oración del Jubileo y la invocación a la Santísima Virgen María del Rosario.
“Vivir la indulgencia significa acercarse a la misericordia del Padre con la certeza que su perdón se extiende sobre toda la vida del creyente”, nos recuerda el papa en su Bula de convocatoria del año jubilar extraordinario de la Misericordia. Los dominicos y dominicas de España, predicadores de la misericordia, abrimos las puertas de nuestras iglesias invitándoos a sentir de cerca el perdón ilimitado de Dios.
Texto del Decreto traducido al castellano:
PAENITENTIARIA APOSTOLICA
Prot. N. 16/15/I
BEATÍSIMO PADRE,
Bruno Cadoré, Maestro de la Orden de Frailes Predicadores, manifestando hacia Vuestra Santidad los propios sentimientos de devoción así como los de toda la Familia Dominicana, reverentemente expone: El Sumo Pontífice Honorio III, mediante dos Bulas «Religiosan vitam», del día 22 de Diciembre de 1216, y «Gratiarum omnium largitori», del día 21 de Enero de 1217, confirmó y ratificó la Orden de Frailes Predicadores bajo la Regla de San Agustín. Para celebrar dignamente el día de este doble Ochocientos Aniversario, en todas las capillas de la Familia Dominicana, se tendrán solemnes ritos y religiosas inauguraciones, desde el día 7 de Noviembre de 2015, Fiesta de Todos los Santos de la Orden, hasta el día 21 de Enero de 2017, en que se cumplirá el Ochocientos Aniversario de la segunda Bula. Con el fin de que se manifieste más la divina largueza para con los integrantes de la Familia Dominicana y otros fieles piadosos y, en consecuencia, se consigan más abundantes frutos espirituales, el susodicho Reverendísimo Orador humildemente pide el don de Indulgencias a modo de Jubileo.
Y Dios, etc.
El día 7 de Agosto de 2015
La PENITENCIARÍA APOSTÓLICA, POR ESPECIAL mandato del Santísmo Padre Francisco, concedió benignamente un Año Jubilar con la unida Indulgencia plenaria, bajo las acostumbradas condiciones (confesión sacramental, comunión eucarística y oración a intención de Sumo Pontífice) a los fieles cristianos verdaderamente arrepentidos e impulsados por la caridad, una vez al día, que podrán aplicar también a modo de sufragio por las almas de los fieles retenidos en el Purgatorio, cuantas veces, unido su corazón a los fines del Año Santo de la Misericordia: a.- tomen parte devotamente en las celebraciones jubilares indicadas en el escrito de súplica; b.- visiten las iglesias o capillas de la Familia Dominicana en forma de peregrinación y allí ante el Santísimo Sacramento durante un tiempo conveniente se dediquen a piadosa meditación, concluyendo con la Oración del Señor o Padre nuestro, el Símbolo de la Fe o Credo, la Oración del Jubileo y la invocación a la Santísima Virgen María del Rosario.
Los integrantes de la Familia Dominicana que, por enfermedad u otras graves causas se hallen impedidos para estar presentes en las celebraciones jubilares, en el lugar donde les retiene el impedimento, podrán conseguir Indulgencia plenaria, formando en su corazón un detestación de cualquier pecado, y formulando una intención de cumplir cuanto antes les sea posible con las tres acostumbradas condiciones, si se unen espiritualmente a los sagrados ritos, ofreciendo sus oraciones y sufrimientos o las incomodidades de la propia vida a Dios misericordioso por María.
Así pues, para que el acceso al perdón divino por las llaves de la Iglesia, resulte más fácil mediante la caridad pastoral, esta Penitenciaría ruega con empeño que los sacerdotes de la Orden de Santo Domingo se muestren dispuestos de corazón a la celebración de la Penitencia en los lugares jubilares y administren frecuentemente la Santa Comunión a los enfermos.
Será válido para el presente Año Jubilar. No obstando ninguna cosa en contrario.
MAURO Card. PIACENZA
Penitenciario Mayor
KRISTOF NYKIEL
Regente
Descargar el texto original: Decreto Indulgencia Plenaria
Colaboración con las redes
sociales del Jubileo
A apenas 20 días del inicio del Jubileo de la Orden de
Predicadores, se hace un llamado a movilizar las redes sociales y necesitamos
de tu ayuda!
La cuenta en español @OrdenDomincana está ya
disponible para que todos puedan seguiría y hacerla conocer lo más ampliamente
posible.
Para que la alegría se contagie, te invitamos a llenar
este cuestionario y a difundirlo antes
del 7 de noviembre. Este cuestionario nos permitirá compartir nuestra alegría
por el Jubileo de la Orden. Sólo quedan 20 días y esperamos que varios
centenares de personas puedan inscribirse y vivir por medio de las redes
sociales nuestra alegría por este jubileo por nuestros primeros 800 años! ¡Gracias
por inscribirte y compartir este cuestionario con tus amigos en las redes!
Apertura Solemne del Jubileo Dominicano
OCTINGENTÉSIMO
JUBILEO DE LA CONFIRMACIÓN DE LA ORDEN
Enviados a
Predicar el Evangelio
Nuestro
Jubileo nos invita a volver a los orígenes de la Orden
para
recordar el momento fundacional, en el que santo Domingo
envió a
nuestros primeros hermanos fuera de su casa, de su familia,
de su
nación, para que descubrieran el gozo y la libertad de la itinerancia.
ACP Togir,
40
Prot.
50/15/680 Jubilee_2016
Queridos
hermanos y hermanas:
Escribo esta
carta para anunciar con inmensa alegría la apertura y la programación del
Jubileo de los Ochocientos años de la confirmación de la Orden de Predicadores,
que celebraremos a partir del 7 de noviembre próximo hasta el 21 de enero de
2017 (cf. ACGTrogir 58, 3). En feliz coincidencia se inscribe la celebración de
los 800 años de la confirmación de nuestra Orden con el Jubileo extraordinario
de la Misericordia que acaba de proclamar el Papa Francisco.
Predicadores
de la misericordia
La grata
coincidencia de estos dos Jubileos tan entrañables a nuestra historia, vida y
misión dominicanas se constituyen para nosotros en un llamado especial a
renovar nuestro ministerio de la Palabra, al que nos conduce la celebración de
nuestro octingentésimo aniversario, en torno a la misión específica de la
Iglesia: «anunciar la misericordia de Dios, corazón palpitante del Evangelio,
que por su medio debe alcanzar la mente y el corazón de toda persona» .
El capítulo
general de Trogir estableció como lema para el año del Jubileo de la Orden
“Enviados a predicar el Evangelio” (ACG Trogir 2013, 50) y nos invita a
reflexionar sobre las siguientes preguntas: ¿Por quién somos enviados? ¿A quién
somos enviados? ¿Con quién? ¿Qué llevamos con nosotros al ser enviados? El
mismo capítulo ha dado también respuesta a esta última pregunta: somos enviados
a predicar la buena nueva de la resurrección de Cristo. Creemos que su
Resurrección es la revelación definitiva del amor del Padre por Jesús y por el
mundo. La resurrección de Cristo es la revelación más clara de “la misericordia
de Dios por los pobres pecadores”. Predicar la resurrección consiste en
predicar el nuevo camino de amistad con Dios. Esta es la gracia de la cual fue
predicador ejemplar santo Domingo, “predicador de la gracia”. Podemos así unir
la feliz coincidencia de nuestro año jubilar con el Jubileo de la Iglesia –los
predicadores del Evangelio son predicadores de la gracia, y los predicadores de
la gracia son predicadores de la misericordia de Dios.
En la Bula
de indicción del Jubileo extraordinario de la misericordia el Papa Francisco
manifiesta su intención de enviar misioneros de la misericordia durante la
cuaresma del año santo 2016. Los frailes y hermanas de la Orden nos sentimos
particularmente interpelados por este llamado, puesto que desde el día mismo en
que ingresamos a la Orden y antes de hacer nuestra profesión religiosa pedimos
«la misericordia de Dios y de los hermanos». En su caminar de vida evangélica
Domingo buscó continuamente testimoniar a Jesús, presencia de la misericordia
de Dios entre nosotros, por eso su vida de predicador fue su camino de
santidad: desde el generoso gesto de misericordia cuando decide vender sus
libros para «no estudiar sobre pieles muertas mientras haya hombres que mueren
de hambre», hasta la convicción de que la evangelización de la Palabra de Dios
debe hacerse por medio del testimonio de la caridad de la verdad.
La apertura
solemne del Jubileo de la Orden tendrá lugar el 7 de noviembre en cada
comunidad de la Orden. Desde la curia general de Santa Sabina daremos también
solemne apertura al octingentésimo aniversario de la confirmación de la Orden
con la celebración de la eucaristía en la fiesta de todos los Santos de la
Orden. Invito a todas las Provincias, Viceprovincias, comunidades, entidades,
congregaciones, fraternidades y demás instituciones dominicanas a celebrar este
día en comunidad como signo de comunión fraterna en la confirmación de la Orden
que debemos hacer nosotros ahora.
Durante el
año jubilar de la Orden tendremos varios eventos a nivel internacional, cuyo
calendario anexo a la presente, con el propósito de promover la participación
de toda la familia dominicana en estos importantes encuentros internacionales
así como en los diversos eventos locales programados por cada provincia, entidad,
congregación y comunidad. De manera particular solicito a los priores
provinciales que prevean la participación de los frailes en cada uno de estas
actividades jubilares. Cada coordinador de evento les informará lo referente a
detalles de inscripción y participación en cada actividad jubilar.
Como
“enviados a predicar el evangelio”, durante el año jubilar seguiremos el camino
de la Palabra mediante la Lectio Divina “con el fin de animar y apoyar la
renovación de nuestra vida dominicana por medio de una escucha atenta de la
Palabra, una vida de oración y contemplación en el silencio y en el estudio”
(Cf. ACG Trogir, 42 ). Con cuatro secciones: lectio, studio, meditatio y
oratio, será publicada diariamente en el sitio internet del Jubileo en los tres
idiomas oficiales de la Orden.
Para mayor
información sobre actividades y fechas de celebración del Jubileo de la
confirmación de la Orden, les invito a visitar nuestro sitio web de la Orden http://www.op.org/es/jubilee
(http://www.op.org/en/jubilee
- http://www.op.org/fr/jubilee).
Nuestro
padre Santo Domingo quiso encomendar la Orden al patrocinio de María, Madre de
misericordia; es por ello que hasta hace pocos años el aniversario de la
confirmación de la Orden se celebraba el 22 de diciembre simultáneamente con la
fiesta del Patrocino de María sobre toda la Orden. Que María, Madre de los
Predicadores interceda por su Orden a fin que el Dios Padre de Misericordia
conceda a los hijos e hijas de Domingo la gracia del Espíritu, para que puedan
anunciar con su vida y palabras al mundo de hoy y de mañana la llegada de la
misericordia.
Fraternalmente
en nuestro padre santo Domingo,
fr. Bruno
Cadoré, O.P.
Maestro de
la Orden
Roma, 21 de
septiembre de 2015
Los dominicos celebran 800 años de historia con un año jubilar
Grandes celebraciones de la Iglesia
27 de Octubre 2015
Oficina Arquidiocesana de Comunicaciones - OAC, Bogotá
La Orden de Predicadores
vivirá en 2016 un año jubilar con el tema "Enviados a predicar el
Evangelio". Los actos tendrán lugar del 7 de noviembre de 2015 al 22 de
enero de 2017
La Orden de Predicadores celebrará en
2016 un año jubilar con el tema “Enviados a predicar el Evangelio”. Tres
representantes de la Familia Dominicana en España han presentado este
martes por la mañana en Madrid las actividades programadas para la
celebración de su VIII centenario. Los actos tendrán lugar desde el 7 de
noviembre de 2015, comenzando con unas Vísperas y un recital musical
presididos por el arzobispo de Madrid, Mons. Carlos Osoro; hasta el 22
de enero de 2017, día de la clausura que se celebrará en Roma con la
presencia del papa Francisco.
El presidente de la Familia Dominicana y
prior provincial de España, fray Javier Carballo, ha destacado la
importancia del centenario de la aprobación de la Orden fundada por
santo Domingo de Guzmán, así como la constante aportación por parte de
los dominicos y dominicas a la renovación de la Iglesia. Para fray
Carballo, el Jubileo es también una invitación a la renovación de la
predicación del siglo XXI.
Por su parte, la secretaria de la
Familia Dominicana, la hermana Pilar del Barrio, ha señalado que la
Orden de Predicadores nació como familia. La primera comunidad formada
por santo Domingo fue de dominicas, frailes y laicos. Actualmente la
Orden de Predicadores está formada por monjas, frailes, hermanas, laicos
y por jóvenes pertenecientes al Movimiento Juvenil Dominicano.
Por último, el presidente de la Comisión
de los frailes para el Jubileo, fray Xabier Gómez, ha explicado algunas
de las principales actividades que se van a llevar a cabo con motivo de
la celebración del Jubileo y que tienen como objetivo facilitar
encuentros y renovar la predicación en aquellos ámbitos que son
prioritarios para los dominicos y dominicas. El programa de actividades
puede dividirse en tres partes: congresos, arte, y diálogo
interreligioso y social.
En el apartado de congresos destacan el de Salamanca, “La universidad ayer y hoy, ¿al servicio de qué?”; el
educativo preparado por las fundaciones educativas de la Orden de
Predicadores “800 hacia la sabiduría” y un congreso internacional en
Roma que tratará sobre el Envío de la Orden y la renovación de la
predicación.
“Silencios” es una exposición itinerante
colectiva de arte contemporáneo que recorrerá diferentes ciudades de la
geografía española.
En el ámbito del diálogo interreligioso y
sobre los derechos humanos están las Jornadas de Estudio en Valencia
“Memoria y retos del diálogo: El valor de la palabra”; el Proceso
Salamanca, “Dominicos por la defensa de los derechos humanos” y un gesto
jubilar solidario que será llevado a cabo por toda la Familia
Dominicana.
Otro acontecimiento destacable es la
creación de una nueva provincia de los frailes dominicos. Las tres
históricas provincias de España, Bética y Aragón se unirán creando la
nueva Provincia de Hispania. El 3 de enero se celebrará en Caleruega la
unificación, con la presencia del Maestro de la Orden, fray Bruno
Cadoré.
Un encuentro de la Familia Dominicana y
la peregrinación por los Caminos de santo Domingo por España, sur de
Francia e Italia son otros dos eventos a tener en cuenta, de los muchos
preparados para celebrar este VIII centenario de la Orden de
Predicadores.
Fuente: Zenit.orgVe y predica. La predicación dominicana en los siglos XIII y XXI. 29 de septiembre de 2015
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Ve y predica. La predicación dominicana en los siglos XIII y XXI. Es el título del libro con el que Felicísimo Martínez Díez, O.P. quiere contribuir a la celebración del Jubileo de la Orden de Predicadores.Han sido 800 años de historia, de vida y de misión. Hay motivos para el júbilo en la Familia Dominicana. Porque durante ocho siglos ha habido mucha vida evangélica en los hermanos y hermanas y ha habido mucho celo y desvelos en la misión evangelizadora. Este libro se une al júbilo y a la acción de gracias.
Fue fundada y confirmada hace 800 años. Ni los orígenes ni la historia se han contado siempre con objetividad. A veces se cargaron las tintas en los puntos negros. Otras veces se ha contado de forma demasiado triunfal y poco crítica. Este libro ofrece un análisis crítico y bien contextualizado del proyecto fundacional de la Orden tal como lo concibió Domingo. Es un reto en este momento analizar la predicación dominicana del siglo XIII. Es el reto que aborda el libro en la primera parte.
Después de 800 años la Orden de Predicadores o la Familia Dominicana sigue comprometida con el ministerio de la predicación. La memoria del pasado ayuda a clarificar nuestra identidad, a dar cohesión a la Familia Dominicana, a reinventar creativamente la misión evangelizadora hoy. Es un gran reto para la Orden analizar los desafíos de la predicación dominicana en el siglo XXI. Es el reto que aborda el libro en la segunda parte.
Como apunta fray Bruno Cadoré, Maestro General de la Orden, este libro puede ser, en medio de las celebraciones del Jubileo, la gran invitación a pensar cómo han de ser hoy la vida y la misión dominicanas.
Adquirir el libro en la Editorial Edibesa
Elogio de la misericordiaAutor: LUIS CARLOS BERNALColección: ARIADNA nueva serie
La
"Misericordia" ha sido durante demasiado tiempo una palabra en desuso,
olvidada, apenas utilizada en conversaciones piadosas, cuando aún se
mencionaban las clásicas "obras de misericordia". Pero este olvido no ha
sido lo peor. Lo peligroso es que -como advirtió Nietzsche- vivimos en
un mundo carente en absoluto de toda misericordia. El Papa Francisco ha
redimido esta palabra y compromete al mundo a ser misericordioso.
|
Los altares de la renovación. Arte, Arquitectura y Liturgia en la revista ARA (1964-1981)Autor: Elena GARCÍA CRESPOColección: MONUMENTA HISTORICA IBEROAMERICANA DE LA O. P.
Los
altares de la renovación relata la historia de la revista ARA, arte
religioso actual,principal medio de difusión en España del arte y la
arquitectura religiosos durante los años inmediatos a la celebración del
Concilio Vaticano II.
Para perfilar el contexto que acompañó a la gestación de ARA, el libro
repasa el panorama pionero de las revistas del ramo en los países
centroeuropeos y, para concluir, se adentra en las razones que
condujeron a la desaparición de esta publicación ligadas al ocaso del
pujante momento creativo del arte sacro moderno.
|
Libros electrónicos
La formación del predicador.
HUMBERTO DE ROMANS
El
predicador es un ejemplo de Dios. Su tarea es descrita como la del
constructor que edifica en el corazón humano la morada de Dios. Humberto
de Romans no sólo presenta la labor del predicador con imágenes bellas y
sugerentes. También ofrece muchas orientaciones prácticas, que
comienzan reconociendo las dificultades de la predicación.
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Del hay al doy
CARLOS DÍAZ
Esta
obra de Carlos Díaz representa una profundización en la filosofía
personalista a partir del diálogo con tres grandes autores de la
filosofía judía: Levinas, Buber y Rosenzweig.
La conclusión a la que se llega es que la vida humana se muestra como un
don, que precisamente se realiza en la propia donación del que recibe.
El sentido de la vida humana es dar el don recibido.
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800 años de la Orden: Tiempo de gracia, salvación y
misericordia: Fr. Ángel Villasmil llama a no dormirse en los laureles del
pasado
800 años de la Orden: Tiempo de gracia, salvación y
misericordia: Fr. Ángel Villasmil llama a no dormirse en los laureles del
pasado
Con motivo
de la inminente apertura del Jubileo de la Orden de Predicadores por sus 800
años de fundación, el Vicario Regional del Vicariato de la Provincia de Nuestra
Señora del Rosario en Venezuela, Fr. Ángel Villasmil , dirigió una carta a la
Familia Dominicana de Venezuela en la que destaca que se trata de un tiempo de
gracia y de salvación y de apertura a la misericordia.
“El Jubileo
de la Orden no debería ser para nadie motivo para dormirse en los laureles del
pasado…debería ser para todos un momento de gracia en el que confrontemos
nuestra vida con el Evangelio, con la vida de Santo Domingo y de los hombres y
mujeres que a lo largo de 800 años han mantenido viva la gracia de la
predicación.”, señala Fr. Ángel. “Este es un tiempo de gracia y de salvación en
el que estamos llamados a vivir la acción de gracias por la herencia que hemos
recibido, pero también un momento para hacer un alto en el camino, para pedir
perdón y para abrirnos a la misericordia de la que estamos llamados a ser
testigos en medio del mundo”, sostiene en su misiva.
El Vicario
Regional destaca que “podemos decir, sin temor a equivocarnos, que la fundación
de la Orden de Predicadores es una manifestación clara de la misericordia de
Dios para con los hombres del tiempo de Santo Domingo”. En este sentido,
puntualiza que “el comienzo del siglo XXI –a diferencia del siglo XX- no estuvo
marcado por un enfrentamiento bélico con carácter mundial, pero está
experimentando flagelos como el de guerras que se vienen prolongando por años,
como la de Siria, y que han creado un trágico contexto: el de los desplazados y
refugiados”. “Los desplazados y refugiados no sólo constituyen un desafío para
las sociedades de bienestar del continente europeo, sino para todo el que
sienta empatía con la humanidad”, subraya.
UN GESTO DE
MISERICORDIA: UNA GRACIA
Refiriéndose
a la situación que atraviesa su país, Fr. Ángel indica que se “están viviendo
niveles cada vez más preocupantes en un claro descendimiento en la escala de la
degradación humana”. “En medio de una situación de crisis como la que vivimos,
no podemos contentarnos con ser espectadores de una realidad cuyo desenlace es
incierto para nosotros”, advierte el Vicario y si bien reconoce que “ no está a
nuestro alcance resolver los problemas de la gente que acude a nosotros en
demanda de ayuda para sus problemas”, llama a encaminar los esfuerzos a “acoger
a estas personas de la mejor manera, con la paciencia, la compasión y la
misericordia que nos exige ser miembros de una Orden que, desde el momento de
su fundación, identificó sus casas como ´casas de misericordia´”. ´”Un gesto de
misericordia siempre será una gracia para quien lo recibe”, acota Fr. Ángel.
En Venezuela
la apertura del Jubileo tendrá lugar en el templo de la Casa de Santa Rosa de
Lima, en Caracas, el 7 de noviembre a las 17.30 horas.
(31 de
octubre de 2015)
Presentaron rostro de San Martín de Porres tras fotogametría
- Creado en Miércoles, 04 Noviembre 2015 11:17
El
rostro real del santo peruano Martín de Porres fue revelado anoche en
el convento Santo Domingo de Lima, gracias a un delicado trabajo
realizado por especialistas peruanos y brasileños.
Para reconstruir su cara se empleó un
soporte tecnológico de digitalización en 3D por fotogametría, con
"software" de código abierto, utilizado por expertos de la universidad
Garcilaso de la Vega.
Anteriormente, por medio de esta tecnología se pudieron conocer los rostros verdaderos de Santa Rosa de Lima y San Juan Macías.
En la explicación de cómo se trabajó en
la reconstrucción participaron expertos de la Facultad de Ingeniería de
Sistemas Cómputo y Telecomunicaciones de la citada universidad y
miembros del Equipo Brasileño de Antropología Forense y Odontología
Legal (Ebrafol).
Cabe señalar que San Martín de Porres, a
quien se le atribuyen una serie de milagros y el don de aparecer en dos
lugares a la vez, falleció el 3 de noviembre de 1639, a los 59 años.
Fuente: andina.com.pe
Perú: Dominicos promueven campaña "Tu lazo con la Amazonía"
- Creado en Martes, 03 Noviembre 2015 15:21
Los
Misioneros Dominicos, a través del Centro Cultural José Pío Aza llevan
adelante una Campaña Solidaria, denominado: “Tu lazo con la Amazonía”,
iniciativa cuyo objetivo es recabar donativos en favor de los niños y
niñas del sur oriente peruano.
Los misioneros dominicos vienen
acompañando a las poblaciones amazónicas de Madre de Dios, Cusco y
Ucayali desde hace más de 100 años. Es por ello, que a través de esta
cruzada de ayuda, buscan recaudar útiles escolares, ropa en buen estado,
alimentos no perecibles y juguetes. Esta ayuda material beneficiará a
más de 50 comunidades nativas, como los machiguengas, yines, harakmbut y
sharanahuas.
Todo lo recaudado será entregado
directamente a cada comunidad que visitan los misioneros en la selva, a
fin de mantener los programas sociales que las misiones administran en
diversas áreas como: residencias, desayunos escolares, centros
educativos, etc.
Todas las personas e instituciones que
deseen hacer llegar sus donaciones, pueden acercarse al Centro Cultural
José Pío Aza, ubicado en Jirón Callao 574 – Lima, desde el 28 de octubre
hasta el 31 de enero del 2016. Para más información, pueden llamar al
teléfono: 331-0771 o escribir al correo electrónico:
solidaridad@selvasperu.org (Fuente: CEP)
Una Introducción a las Constituciones de la Orden de Predicadores
Una
traducción en lengua española de "Una Introducción a las Constituciones
de la Orden de Predicadores" fue llevada a cabo y publicada entre los
años 2000 y 2001 por fray Francisco Javier Rodríguez OP en Sevilla
(España). El texto ha sido adaptado teniendo en cuenta los cambios
recientes en las LCO desde el capítulo general de 2001 hasta la
actualidad.
El texto fue elaborado como un curso para impartir a los novicios, pero es una buena ayuda para entender las principales estructuras de nuestra vida y nuestra legislación.
Los hermanos que estén interesados en consultar este texto pueden enviar un correo electrónico al editor Mark De Caluwe (Lovaina, Bélgica) a la siguiente dirección: mark.decaluwe@telenet.be.
También está disponible una traducción al francés y al inglés del texto en la misma dirección.
(02 de noviembre de 2015)
El texto fue elaborado como un curso para impartir a los novicios, pero es una buena ayuda para entender las principales estructuras de nuestra vida y nuestra legislación.
Los hermanos que estén interesados en consultar este texto pueden enviar un correo electrónico al editor Mark De Caluwe (Lovaina, Bélgica) a la siguiente dirección: mark.decaluwe@telenet.be.
También está disponible una traducción al francés y al inglés del texto en la misma dirección.
(02 de noviembre de 2015)
Zona Maya Final
Ha culminado exitosamente la reunión de frailes dominicos en zona
maya. El diálogo, revisión de caminos y proyectos han sido la tónica de
esta reunión animada también por el Socio del Maestro de la Orden, fray
Orlando Rueda. A pesar de reunirse en Cobán visitaron comunidades mayas y
celebraron la fe con la comunidad de Sactá en Cahabón, así mismo los
proyectos educativos y radiales. Al retornar planificaron el Encuentro
de frailes en pueblos indígenas, asunto que impulsa los Foros de Misión
planificado para el mes de agosto de 2016 en Guatemala.
† FR. FRANCISCO PALACIOS VALVERDE, OP.
La Provincia Dominicana San Juan Bautista del Perú cumple con el penoso deber de informar el sensible fallecimiento de Fr. Abdías Francisco Palacios Valverde, OP. quien partió a la casa del Padre celestial el día 20 de octubre, en horas de la tarde.
Sus restos fueron velados en el Capítulo del Convento del Santísimo Rosario de Lima, rogamos a todos una oración por su alma, consuelo de sus familiares y de la Nuestra Provincia. La Pascua de Cristo es fuente de vida
In memorian: Fray Luis Carlos PEREA SASTOQUE, O.P.
Alegrando y contagiando con esa carcajada que irrumpía el sacro silencio del claustro del convento de Santo Domingo.
Conocí al padre Perea en Tunja, él era el maestro del prenoviciado y el encargado del templo que posteriormente fue parroquia. Vivian allí los padres cubillos y Alarcón. Impactaba no solo la alegría de estos tres tenores de la vida dominicana, sino la amistad y fraternidad de tres viejos observantes y queridos en la ciudad. Particularmente, el Padre Perea se destacaba por su blanca cabellera y por estar siempre rodeado de jóvenes. El primer contacto que tuve con él fue en la Navidad de 1993. Pereita, como común mente los frailes le decíamos, organizaba un coro de villancicos, que, con el acompañamiento de Guillermo Pachón en la guitarra, todos los días, del 15 al 24 ensayaba en las mañanas para hacer su presentación en la misa de 6 de la tarde en el templo. Los ensayos eran particulares, Perea por un lado, Guillermo intentando seguirlo y cuando se veía perdido se oía lo que más vamos a extrañar de él, su singular carcajada! Ay mamita me perdí! Y Guillermo con una broma volvía a empezar.
Los niños que asistíamos al coro de villancicos nos fuimos acercando a él, de este grupo hoy somos 3 sacerdotes y una religiosa. Muchos de mi generación lo recuerdan con veneración, sienten, como yo, un alto grado de estimación y sé que siempre lo llevaremos en nuestra memoria. Los amigos de mi niñez salieron de este grupo, aun hoy recordamos los buñuelos y el regalo que el Padre Perea nos daba la noche de Navidad.
Recuerdo que un día yo le pregunté si podía ser acólito. Con un sí rotundo me llevo a la sacristía y me puso un hábito dominicano a mi medida y me explico en el altar del templo que era lo que tenia que hacer. Cubillos que era el superior estuvo de acuerdo, dijo con mucha gracia, este es el chinito que Nerón, su consentido y bravo perro, mordió. En realidad, mi primer toma de habito fue de manos de Perea, desde ese momento la orden se encarnó en mi vida y como usualmente él mismo decía, el perro de Santo Domingo, no Nerón, me mordió. Las generaciones de prenovicios después del 93 me conocieron, aún hoy algunos recuerdan al niño gordito que era acólito; recuerdo a aquellos que acompañaron a Pereita como socios, fr. Aldemar Valencia, fr. Ferdinando Rodríguez, fr. Eduardo González y fr. Mauricio cortés. Sé que ellos como yo y muchos de esta provincia hoy sentimos su muerte, tenemos presente sus carcajadas y lo guardamos en la memoria.
Me atrevería a decir que cada miembro de esta provincia, cada profeso tiene hoy una historia que contar de Pereita. Hay un sentimiento común en todos, sé que al enterarnos de su muerte se mezclaron las lagrimas con la risa. Creo, que todos sentimos afecto, cariño, cuidado por este hombre que ha dejado una huella en la vida de esta provincia. Formador, educador, latinista, apóstol de las juventudes. Siempre joven, siempre alegre. En su funeral, la presencia de los frailes demostraba quién fue Pereita, el afecto que esta provincia le tiene a su memoria y los recuerdos que cada quien puede contar.
Se despidió Perea en medio de sus grandes amores: la Eucaristía y su sacerdocio, la Orden y sus amados frailes, su convento de Santo Domingo y su colegio Jordán de Sajonia, su familia y sus amigos.
¿Quid dicis Perea? ¡Ay mamita! ¡Vaya y le pregunta a su abuelita!
Por: Fray Ricardo Ernesto Torres Castro, O.P.
¿Quid dicis perea? ¿Qué dices desde allá? … ¡mamita mamita! ¡Quid dicis perea! ¡Pregúntele a su abuelita! Risas y más risas…Conocí al padre Perea en Tunja, él era el maestro del prenoviciado y el encargado del templo que posteriormente fue parroquia. Vivian allí los padres cubillos y Alarcón. Impactaba no solo la alegría de estos tres tenores de la vida dominicana, sino la amistad y fraternidad de tres viejos observantes y queridos en la ciudad. Particularmente, el Padre Perea se destacaba por su blanca cabellera y por estar siempre rodeado de jóvenes. El primer contacto que tuve con él fue en la Navidad de 1993. Pereita, como común mente los frailes le decíamos, organizaba un coro de villancicos, que, con el acompañamiento de Guillermo Pachón en la guitarra, todos los días, del 15 al 24 ensayaba en las mañanas para hacer su presentación en la misa de 6 de la tarde en el templo. Los ensayos eran particulares, Perea por un lado, Guillermo intentando seguirlo y cuando se veía perdido se oía lo que más vamos a extrañar de él, su singular carcajada! Ay mamita me perdí! Y Guillermo con una broma volvía a empezar.
Los niños que asistíamos al coro de villancicos nos fuimos acercando a él, de este grupo hoy somos 3 sacerdotes y una religiosa. Muchos de mi generación lo recuerdan con veneración, sienten, como yo, un alto grado de estimación y sé que siempre lo llevaremos en nuestra memoria. Los amigos de mi niñez salieron de este grupo, aun hoy recordamos los buñuelos y el regalo que el Padre Perea nos daba la noche de Navidad.
Recuerdo que un día yo le pregunté si podía ser acólito. Con un sí rotundo me llevo a la sacristía y me puso un hábito dominicano a mi medida y me explico en el altar del templo que era lo que tenia que hacer. Cubillos que era el superior estuvo de acuerdo, dijo con mucha gracia, este es el chinito que Nerón, su consentido y bravo perro, mordió. En realidad, mi primer toma de habito fue de manos de Perea, desde ese momento la orden se encarnó en mi vida y como usualmente él mismo decía, el perro de Santo Domingo, no Nerón, me mordió. Las generaciones de prenovicios después del 93 me conocieron, aún hoy algunos recuerdan al niño gordito que era acólito; recuerdo a aquellos que acompañaron a Pereita como socios, fr. Aldemar Valencia, fr. Ferdinando Rodríguez, fr. Eduardo González y fr. Mauricio cortés. Sé que ellos como yo y muchos de esta provincia hoy sentimos su muerte, tenemos presente sus carcajadas y lo guardamos en la memoria.
Me atrevería a decir que cada miembro de esta provincia, cada profeso tiene hoy una historia que contar de Pereita. Hay un sentimiento común en todos, sé que al enterarnos de su muerte se mezclaron las lagrimas con la risa. Creo, que todos sentimos afecto, cariño, cuidado por este hombre que ha dejado una huella en la vida de esta provincia. Formador, educador, latinista, apóstol de las juventudes. Siempre joven, siempre alegre. En su funeral, la presencia de los frailes demostraba quién fue Pereita, el afecto que esta provincia le tiene a su memoria y los recuerdos que cada quien puede contar.
Se despidió Perea en medio de sus grandes amores: la Eucaristía y su sacerdocio, la Orden y sus amados frailes, su convento de Santo Domingo y su colegio Jordán de Sajonia, su familia y sus amigos.
¿Quid dicis Perea? ¡Ay mamita! ¡Vaya y le pregunta a su abuelita!
El P. Vayssière, eremita y provincial. Fr. M. J. Nicolás O.P
Eremita y Provincial
(1864-1940)
P. Fr. M. J. Nicolás O.P.
Es un foco puro de vida espiritual el que se ha apagado entre
nosotros con el P. Vayssière, "el santo Provincial de Toulouse" según se
lo apodaba habitualmente en la Orden de Sto. Domingo, en la que era
bien conocido el carácter exclusivamente sobrenatural de su
personalidad. El puñado de recuerdos que presentamos aquí quisieran
contribuir a prolongar el efecto de aquella llama que habitaba en él y
cuyo vívido calor no será reemplazado. En sus últimos días, sólo veía de
su larga vida el encadenamiento de todo lo que la Santa Virgen había
hecho por él: "Todo ha sido misericordia en mi vida -decía- y
misericordia de María". Y resumía esa misericordia en tres gracias
esenciales de las que habían surgido todas las otras: la gracia del
sufrimiento, la gracia de la soledad, la gracia de la revelación de la
Virgen a su alma. Que les sea permitido a sus hijos agregar a esta
enumeración la gracia que le fue dada para ellos y que llamaría su
gracia de paternidad. Sigamos ese encadenamiento que nos da la
interpretación sobrenatural de su alma y de su vida.
La gracia del sufrimiento
Para apreciarla debidamente hay que comprender cuál fue el impulso de
esa alma hacia la bella y rica vida dominicana. De seminarista era
impulsivo, ardiente y de carácter impetuoso. Es fácilmente creíble
porque siempre permaneció así.
Había en él una llama. Esta llama iba en aumento desde la época de su
Seminario Mayor, y el objeto habitual de conversación con su íntimo
amigo era la vida sacerdotal y el medio de volverla perfecta. Un día
leyó la vida de Lacordaire, y, en una página cualquiera, oyó dentro de
él un repentino: "serás dominico", que lo decidió para siempre. Quiso,
por tanto, hacerse dominico "para predicar"; no había nada más claro en
su espíritu, y fue Lacordaire quien lo indujo.
Con ese ardor entró al noviciado de Toulouse, y allí se aplicó al
trabajo de su perfeccionamiento, y fue plenamente feliz: "Estoy
demasiado contento", le decía con aprensión a su Padre Maestro, y relató
con frecuencia con qué consolación repetía sin cesar las palabras del
salmo, aplicándolas a su estado de huérfano: Mi padre y mi madre me han
abandonado, pero el Señor me ha tomado consigo.
Comenzó brillantemente sus estudios. Pero estos hermosos inicios de un
sujeto de excepción debían rematar de un modo distinto al pensado. Una
fatiga cerebral profunda lo volvió de pronto impotente para todo trabajo
intelectual. Nunca se curó del todo de ello, y ésa fue la cruz íntima
de su vida. "Todavía me hace sufrir", me confiaba algún tiempo antes de
su muerte. Debió cerrar sus libros, y se lo envió a S. Maximin, donde
coronó su preparación al sacerdocio. Su Padre Maestro fue el P. Colchen,
un gran religioso, extremadamente bueno pero apasionadamente austero y
poco comunicativo. El, que afrontaba todas las dolencias para asistir de
noche a maitines contra todo agotamiento, juzgaba imposible que un
religioso tan bueno pudiera quedar privado de la gracia de practicar las
santas observancias monásticas por motivos de salud. Un día le hizo
comenzar una novena preparatoria a la fiesta de San José, que debía
consistir en levantarse cada noche a despecho de todo. Pensaba que un
tal acto de fe realizaría un milagro. El octavo día de la novena el
pobre novicio no tenía siquiera fuerza para confesarse. El P. Colchen no
insistió ante esta respuesta de San José. Las observancias, tanto como
el estudio y la predicación, quedarían por siempre inaccesibles al P.
Vayssière. De este modo, aunque amándolos con fidelidad, insistió
siempre en decir que lo esencial de la vida religiosa y dominicana no
estaba allí. Pero, agregaba, lo que es realmente la condición esencial
es la abnegación, y en ello coincidía profundamente con el P. Colchen,
por el cual conservó siempre un inmenso afecto.
Fue en ese estado de dolorosa impotencia que se ordenó sacerdote.
Entonces comenzó en su vida el reinado cotidiano de la Misa. Quedaba
grabado en el alma como un hermoso cuadro el rostro que presentaba
durante la ofrenda del cáliz en el Ofertorio, el rostro elevado hacia la
Hostia en el que se leía tamaña expresión de ofrenda y de fe. Era el
momento en que había en él el máximo de dulzura, de pureza, de
serenidad. En el instante de la comunión, ese rostro parecía
verdaderamente abrasarse. Decía: "El sacerdote debe seguir siendo
durante todo el día como era en el altar, debe vivir su Misa, ser
inmolado y entregado, y entregándose entregar a Jesús".
Pero ya estoy hablando aquí de los últimos años. Ya sacerdote, después
de haber colaborado algún tiempo con el P. Colchen como Submaestro, fue
enviado al convento de Biarritz, donde nada pudo hacer. "Un día
-contaba- me encontraba en la sala común leyendo los diarios y también
conversando con tal y tal otro Padre. Acertó a pasar el Padre Provincial
y me hizo un vivo reproche. Pero, ¿qué quería que hiciera? No podía ni
leer, ni confesar, ni nada; me aburría".
A ese estado de impotencia física, a veces el P. Vayssière llegaba al
punto de considerarlo la mayor gracia de su vida. ¿Por qué? Porque
aprendió así, experimentalmente, que hay que hacerse nada para que reine
Dios. Fue el no poder hacer por sí mismo nada de lo que hubiera
querido, lo que lo redujo a no apoyarse sino en la acción de Dios. Sin
duda esta luz se fue desprendiendo poco a poco de su prueba. Pero en el
fin de su vida la virtud del abandono había florecido en él. No vivía
más que en las manos de Dios y de la Santísima Virgen. Todos sabemos
cómo se aplicaba a no emplear jamás ninguna palabra que hubiera parecido
fundamentar en nosotros el principio de nuestro esfuerzo. No decía:
amen a Dios, sino: dejáos amar. "El dejar suceder es marchar a vuelo de
pájaro en la vía de la santidad".
Una actitud tal, le permitía sobreponerse a numerosos sufrimientos. Sin
embargo, conservaba más sensibilidad que aptitud para evadirse de las
mil cosas penosas de la vida. La cruz fue su estado habitual. La hallaba
completamente natural y sobre todo necesaria: "es una misericordia de
Dios", decía. Recuerdo un Viernes Santo, poco tiempo antes de su
elección como Provincial. Había venido al convento de S. Maximin para
reemplazar a nuestro ausente Padre Maestro, y celebrar los oficios de
Semana Santa. Entré a su habitación después del oficio de la mañana.
Parecía como embriagado por su comunión. Con una extraordinaria
elocuencia, me enseñó que la cruz es el centro de todo aquí abajo: "La
cruz es la sustancia de la vida". Lo veo todavía abriendo ampliamente
los brazos y hablándome de la identificación de nuestro destino con el
de Cristo. Enseñaba a las almas una fórmula para decir en las horas de
sufrimiento, y que era su fórmula. "Hay que sufrir. Por tanto quiero
sufrir. Quiero realmente sufrir. No quiero sufrir menos. Quiero morir
para vivir. Quiero vivir para glorificar a Dios. Y sé que glorificando a
Dios obtendré toda mi felicidad".
Lo que tal vez más que todo hizo de su estado de impotencia una gracia,
fue la humildad que él extraía de ese estado. No es fácil hablar de la
humildad de los santos. "En la historia de mi alma -dice Sta. Teresa de
Lisieux- hay páginas que no se leerán sino en el cielo." Para tocar
debidamente ese tema, habría que mostrar las miserias que Dios deja en
ellos, esas faltas "que no apenan a Dios" pero que asombran a los
hombres. Es que los hombres no conocen el lado interior y escondido de
esas deformidades, no ven la humildad que engendra esa humillación. En
el alma del P. Vayssière esa humildad era maravillosa. No se consideraba
a sí mismo más que para admirar la gracia de Dios en las menores cosas
de su vida. De modo que pienso que la experiencia y sobre todo la
aceptación cotidiana de sus incapacidades, fue la gran maestra de su
humildad. Cuando era Provincial decía: "Se me ha puesto ahí, acepto. Es
para mí continua humillación...Pero estoy contento de cumplir la
voluntad de Dios, y lo bendigo por conservarme en mi pequeñez".
Apresurémonos a decir que exageraba creyéndose tan totalmente inepto. Es
bien cierto que no podía predicar sino cuando el deber de estado lo
obligaba absolutamente, y que no brillaba mucho en la conversación o en
los asuntos de negocios. Pero qué elocuencia a menudo admirable en sus
reuniones íntimas: el gesto, el acento, la frase figurada, vigorosa,
todo ello se hallaba presente. Y siempre presentaba admirables
conclusiones en sus síntesis doctrinales. Poseía la intuición de lo que
resultaba esencial de cada tema. Oh, ciertamente nunca me asombró que
antes de su enfermedad haya podido rivalizar en teología con el futuro
P. Pègues, ni que tuviera la ambición de predicar a las multitudes.
No penséis tampoco que todo fue dolor en su vida. Como las almas hechas a
las renuncias, almas muy despojadas que no buscan instalarse en ninguna
satisfacción, gozaba plenamente las menores alegrías, en las que veía
siempre una atención de la Providencia. Sería de no acabar referirse a
las pequeñas "consolaciones" del P. Vayssière, el don que tenía de
"reconocer" la gracia en todas las cosas. En realidad, renunciaba
constantemente a todo don y a toda alegría, y lo que sucedía en él de
luz y de dulzura, lo recibía como un don de la Virgen, como un signo de
amor, sí, un signo de que estaba ahí y pensaba en él.
La gracia de la soledad
La llamaba también la gracia de su vocación magdaleniana. Ciertamente,
él no hubiera elegido por sí mismo esa vocación. Cuando en 1901 sus
superiores, probablemente pensando que no servía sino para orar y que
por otra parte se le podía pedir cualquier cosa, lo nombraron capellán
de la gruta de Sta. María Magdalena en Sainte Baume, ese joven religioso
de treinta y siete años se estremeció. Se hubiera estremecido aún más
si hubiera sabido que allí permanecería treinta y un años. Dios le había
retirado el estudio, las observancias, el apostolado de la palabra.
Ahora coronaba el despojamiento quitándole la vida en común y la
compañía normal de los hombres. Sainte Baume es un lugar magnífico, un
verdadero sitio de contemplación. No hay un dominicano de la Provincia
de Toulouse que no haya gustado allí momentos de serenidad y de plenitud
inolvidables en el tan benéfico acuerdo entre la voz de las cosas y la
oración del alma. No se podría describir esa vasta y pura soledad cuyo
espíritu es aun más conmovedor que las formas depuradas. Pero retirarse
allí para vivir es una prueba temeraria. Los días de invierno son a
veces siniestros, las lluvias de otoño vuelven al bosque triste y frío
hasta las lágrimas, el llano de Plan d‘Aups, cuando sopla el mistral, es
un verdadero desierto ríspido y despojado. ¡Y qué aislamiento sobre la
alta cresta barrida por un viento furioso! El silencio de las cosas
termina por parecerse a la muerte. El problema para aquél a quien la
obediencia hacía eremita, era aceptar esa soledad, desposarla, agotar su
gracia. Lo hizo, y he aquí el motivo por que se volvió un
contemplativo.
El nos contó a muchos de entre nosotros cómo se decidió su vocación.
Estaba en camino de acostumbrarse a bajar todos los días al albergue de
los peregrinos donde podía hallar un poco de compañía, de conversación, y
periódicos. Una vez, frente a una bifurcación, tuvo la intuición de que
no debía seguir descendiendo. Una súbita luz le mostró la nada de lo
que iba a buscar: "¿Qué vas a hacer? Distraerte...Y bien, no irás!" Fue
tan categórico como el "serás dominico" de su juventud. Esta vez esas
palabras querían decir: "vivirás del espíritu de la gruta, serás un
contemplativo." Tomó el otro camino, el de su nueva vocación. "Desde ese
día -agregaba- jamás me aburrí". Hasta tuvo durante aproximadamente un
mes abundantes consolaciones: la soledad lo agasajaba. Luego recayó en
su estado habitual, "sequedad entrecortada de relámpagos", según su
expresión. Pero permaneció fiel.
Durante largo tiempo, no entró ni un periódico en la pequeña casita
contigua a la gruta, donde vivía con su fiel compañero, el Hno. Enrique,
quien cultivó el atractivo de la vida en común con él. No hubo más
relaciones con el entorno que las que le imponía su ministerio, en
especial con las Hnas. de Betania de quienes fue el verdadero padre y
constante apoyo y aun durante cierto tiempo el capellán titular. Más
tarde, los peregrinos se hicieron más numerosos y no pudo ya recibirlos
siquiera durante la buena estación. La casa de retiro de Nazaret que
había fundado en 1931, lo absorbía. Y después del regreso del Noviciado a
San Maximin en 1920, comenzó a ejercer una penetrante influencia en las
jóvenes generaciones de su Provincia dominicana. Ya no era pues,
totalmente eremita, sino durante los seis meses del año, cuando fue
elegido Provincial en 1932. Pero todo su accionar era una irradiación de
su soledad. La soledad había penetrado tan adentro en su alma que lo
conformó para siempre. Fue en vano que disminuyera poco a poco alrededor
de él; la gracia de esa soledad no logró abandonarlo. Allí se
transformó en el hombre de oración y de contemplación continua que
conocimos. Aquí cuento la historia de un hombre que sólo se hizo conocer
en la plena consumación de sus frutos, pero sus raíces se encuentran en
realidad en la gruta de Santa María Magdalena. Todos recuerdan la
actitud que había guardado, cuando era Provincial, en los conventos que
había vuelto a habitar. Recto, grave y pacífico, parecía tener siempre
conciencia de ser portador de Dios. Al envejecer, se había vuelto como
diáfano. El, tan alegre, cuya fisonomía era tan expresiva, tan dinámica,
no entraba al coro ni aun en los lugares regulares sin el mismo rostro
que tenía en el altar. Permanecía arrodillado durante toda su oración,
que rezaba inmóvil y con los ojos cerrados.
Un día confió a uno de sus hijos su método de oración: "Comienzo por
renunciar a todo lo que podría salir de mí. Luego me pongo todo entero
en las manos de la Santísima Virgen y me quedo ahí". Parece que en los
últimos años de su vida recibió una luz muy nueva sobre la oración de
silencio y de quietud. Se tenía la impresión de que esa luz lo liberaba,
le mostraba aquella verdadera manera de rezar a la que desde mucho
tendía toda su alma. ¡A cuántas almas intentó comunicar esa luz! Un día
dijo a una ellas lo siguiente: "Hay que ser contemplativos... Se
necesita el silencio...pero el silencio interior, el silencio de los
poderíos... hay que ir a Dios en la pura fe. Hay que retirarse antes que
nada de sí para ser atraídos hacia Dios... Dios no es nada de lo que es
y no está en ningún lado... Hay que ir a él... Sto ad ostium et
pulso... A veces es duro... Hay que abrirse un camino a través de sí
mismo y a través de las criaturas. Pero me he dado cuenta: cuanto más
seca es la oración, más luz hay en la jornada. Cuanto más
anonadadamiento, hay más actividad divina en la jornada... Cuando no
sentís nada en vosotros, creed en esta palabra de Nuestro Señor: Mi
padre y yo actuamos sin cesar... Y entonces en ese vacío, delante de
Dios, ¿qué hace Dios? - Dios amó tanto al mundo que le dio a su Hijo
único. Es el don supremo, el don de Dios al hombre... Hay una objeción:
¿y la Humanidad de Cristo? Pero no se la olvida: se pasa por ella. Se es
tomado, se es poseído por Cristo. Esa unión con el Padre es la cima del
alma de Cristo. Se es poseído, se es rodeado por Cristo... Eso supone
un despojamiento. Pero una oración tal no es solamente un término. Es un
crisol. Ella misma despoja al alma. Sto ad hostium et pulso. Hay que ir
a esa puerta, a golpear... Y nosotros dominicanos, debemos ser
contemplativos por estado, para conocer a Dios, para conocer a las
almas, la nada total y el todo de Dios. Esas cosas no se saben, no se
las dice. Y ahora que comienzo a saberlas... voy a morir".
Decía estas cosas con un rostro iluminado, un rostro de testigo. ¡Y qué energía!.
Esa oración de fe era la concentración forzosamente momentánea de todo
su ser en lo que constituía los sentimientos habituales de sus jornadas.
"Mi justo vive de la fe -repetía sin cesar-, vive del espíritu de fe, no
por arrobamientos, en ciertos instantes, sino permanentemente... Se
tiene fe, pero no se la utiliza, se juzga con el juicio humano, se
quiere con una voluntad natural." ¿Pero creer en qué? Creer en Dios, en
Dios que es amor. "El fondo del Ser de Dios es el Amor. Sois amados por
Dios. Su Amor es un Océano sin orillas... ¡es un amor eterno! Su amor
nos sumerge, nos estrecha. Esa es la verdad que hay que creer... Creer
en el amor de Dios en todo acontecimiento, ¡cómo lo engrandece todo!...
Se está continuamente en el latido perpetuo de su corazón... Entregaos
al amor, he aquí vuestra tienda. Permaneced allí en cada voluntad que
pasa... ¡Ahí no hay nada que temer y todo que esperar! No es siempre
fácil... Porque Dios es un fuego devorador y consumidor que devora en
nosotros todo lo que no es Dios. Entregaos al Amor puro por puro amor y
os santificaréis".
No quería que bastara con creer con el espíritu, quería que se adhiriera
con el corazón, que se comulgara con esa Voluntad de Dios, con "ese
amor que nos cerca por todos lados" y que es la última palabra de todo
lo que hace gozar o sufrir. No quería que se hiciera sino eso: la
desaparición total del propio yo frente al ser y la acción de Dios,
dejarse llevar, sabiendo que ello significa: dejarse amar; "abrazar a
Dios en todo instante haciendo su voluntad, porque la Voluntad de Dios
es Dios".
"Aceptar todo, todo, absolutamente todo como viniendo de su corazón...
todo lo que sucede es expresión de su amor. Es nuestra única manera de
poseer a Dios. A Dios no lo vemos, lo tenemos por su voluntad. Por ella
podemos comulgar con El. Dios conduce todo y Dios conduce a Dios. Por
tanto, abrir en todo el alma a su amor que en todo nos atrae... Jesús
nos prueba menos su amor por sus dulzuras y sus consolaciones que por
las voluntades suyas que cada instante nos aporta. Las dulzuras no son
más que un incidente pasajero y rápido... sus voluntades constituyen la
verdadera trama de nuestra vida. Ellas son el manantial ininterrumpido
de su corazón, y la manifestación inagotable, la expresión permanente de
su amor por nosotros".
Una noche en Sainte Baume, nos hallábamos afuera. "La voluntad de Dios,
hijo, no busques otra cosa. Es como sucedió con mi reelección. Todo
parecía humanamente oponerse. Por eso, estoy bien tranquilo...
Adjutorium nostri in nomine Domini..." y luego, con un gesto amplio y de
una gran fuerza me mostró todo el cielo y todos los horizontes de
Sainte Baume: "qui fecit coelum et terram. Nos apoyamos sobre el
Todopoderoso que hizo el cielo y la tierra".
Pero para qué insistir, era su predicación constante, el espíritu mismo
de su vida que nos daba diciéndonos eso: "Les digo lo mismo a todos
-concluía con su inimitable simplicidad- no sé más que eso. Y vale para
todo el mundo. Todo el mundo está contento". Sobre todo, él mismo lo
vivía y lo había aprendido en el libro de su corazón. Esa comunión con
el amor de Dios a través de todo lo que hacía o soportaba, era su
contemplación perpetua, "unida a la acción -decía- como el alma lo está
al cuerpo". Había llegado al estado que definía así: "En el alma
religiosa, el pasado y el futuro no cuentan. Sólo cuenta el momento
presente, donde está en comunión con el infinito de Dios".
La gracia de la intimidad mariana
Pero tengo premura por mostrar el lugar que tenía la Santísima Virgen en
todo lo que acabamos de decir. Ella era el arbitrio universal, la misma
atmósfera de su vida espiritual. Ese estado de despojamiento y de toda
pura unión a Dios solo, era Ella quien lo establecía con él y que lo
mantenía y que lo había querido. "Es la Sma. Virgen quien ha hecho todo.
Le debo todo, todo", decía frecuentemente. Había sido la madre que
exigía el sentimiento de su pequeñez, la dulzura suprema en lo más
profundo de su renunciamiento, la fecundidad de su soledad, y la
inspiradora de su oración. No tomaba conciencia de ninguna de las
gracias de Dios sin tomar a la vez conciencia de la vía por la cual le
llegaban. "Todo es gracia"; por tanto, pensaba, la Santísima Virgen está
conjunta e íntimamente presente.
Esta ubicación en el Corazón de la Santísima Virgen como en el centro de
su vida espiritual, no es común a todos los santos. Para lograrlo se
necesita una luz, una revelación de la Virgen que supone una elección de
su parte. El P. Vayssière la tuvo en grado excepcional. Es propio del
alma mariana ese instinto de encontrar a Dios en María, tener incluso un
goce particular en tomar conciencia de ello, en rendirle así gloria
ofreciéndose no solamente a sus manos sino primero a ella, sabiendo a
fondo que todo lo que es de ella es de Dios, un eclipse total y perfecto
de la madre delante del Hijo. Ese sentido de la transparencia de María
explica las expresiones del P. Vayssière. Todo lo que hemos dicho sobre
sus expresiones y sobre su vida de fe, muestra suficientemente cuál era
el fruto de una tal donación. He hallado este tan profundo pensamiento
suyo: "La Santísima Virgen no posee más la fe, sino que la guarda para
nosotros. Hay que ir a buscar la fe en su fuente. Jesucristo no tuvo fe.
La fuente de la fe es María". "Toda la vida espiritual está ahí
adentro, en esa donación al amor Infinito. Pero no olvidemos que se
realiza en los brazos de María, en la gracia de su papel maternal"...
"María es como un gran río que nos lleva a Cristo... Pero no hay que
pensar que María, Nuestro Señor, no son más que etapas para llegar al
Padre. NO, no es así: "María, Cristo, Dios, es un todo, es
inseparable!".
Así sentía por instinto, pero también lo justificaba mediante una
doctrina mariana que bastaría desarrollar para lograr una hermosa
obra...
"La Santísima Virgen no es más que madre... no es más que madre de
Jesús, es a El a quien concibe en el alma... Toda la acción de María
transcurre hacia Jesús... No se podría concebir en ella ninguna
partícula de su actividad que no tuviera a Jesús como objeto y como fin.
Es su misión. Ella es madre. Su papel de madre es el de darnos la vida
divina a cambio de lo que nos ayuda a sacrificar... Es el mismo
Espíritu Santo quien ha creado y preparado el Corazón de María y quien
ha cavado en él profundidades inefables. Ha hecho de él un corazón de
Madre, y no de cualquier madre, sino de la madre de un Dios... y es con
ese corazón hecho para un Dios, con esas ternuras reservadas para Dios,
que María ama a la humanidad, que María ama a cada una de nuestras
almas".
El misterio de María, para él, era el de la perpetuidad del misterio de
la Encarnación Redentora con el cual cada alma humana puede comulgar
totalmente. Así como Jesús ha habitado en el mundo, así viene a vivir en
nosotros. "Es la ley de Dios que después de la Encarnación se renueva a
través de las edades y en todas las almas que quieren permanecer fieles
y realizar el mismo misterio de amor: Jesús".
De esta meditación sobre el rol vivificador de María, tomaba su doctrina
del contacto a mantener siempre, de la dependencia que debe volverse
cada día más estrecha y más total. "Más se es de María y de su acción,
más se está en vía de unión a Dios, de vivir en sí mismo la vida de
Jesús... Hay que establecerse espiritualmente en María como un niño en
el seno de su madre. Más estamos unidos a Ella, más nos vitaliza. Es
Ella, es María que nos forma... La vía de fidelidad filial a María, es
la verdadera vida, creedlo, es revivir la vida misma de Jesús en
Nazareth".
Y por si se hubiera encontrado algo demasiado metafísico en estas
consideraciones, concluye muy simplemente, con una extraordinaria y
límpida ternura: "La Santísima Virgen es una mamá. Nos quiere como una
mamá. Hay que amarla como a una mamá". Sin embargo el P. Vayssière no
había disfrutado de su madre, muerta joven. No había aprendido en su
naturaleza esos sentimientos que luego es tan bello transportar al orden
de la gracia y de las cosas espirituales.
No, no había tenido más madre que la Santísima Virgen, y es de ella que
había aprendido todo, aun las delicadezas más humanas de su corazón. Un
día iba con él en un tranvía. Cerca de nosotros estaba sentada una joven
mamá que llevaba su niño en sus brazos. Tras haber mirado un momento,
el Padre me tomó del brazo y me dijo: "Fíjese... Esto me hace pensar en
el Buen Dios... Ahí está lo que somos en sus brazos. Es curioso, cuando
era joven no prestaba ninguna atención a los niños... ¡Pero ahora, me
conmuevo!".
Se comprende cómo la humildad del Padre volvía fácil una tal
dependencia: "Hay que hacerse niño, hay que hacerse pequeño." Cerca de
él comprendí que la verdadera devoción a la Virgen era inaccesible a los
orgullosos. Todas sus palabras sobre la Virgen salían de un corazón
simple y despojado.
El tenía conciencia de ello. "Más pequeño se es, decía, más se le
permite ser madre. El niño pertenece más a su madre cuanto más débil y
más pequeño es... La perfección de la vida de infancia en el plan
divino, es la vida en María".
El Padre se nutría continuamente y de más en más, de la doctrina de Sta.
Teresa de Lisieux, pero es en aquel espíritu que la interpretaba y la
explicaba. El definía así la infancia espiritual: "tener a María por
madre y saberlo." No le gustaba mostrar "sensible" la devoción a la
Santísima Virgen: "Es en la fe que hay que ver todas las cosas y creer
que nos viene de María."
Esta gracia de intimidad mariana la debía primeramente al estado de
pequeñez al que había sido reducido y al cual había consentido. Pero la
debía también a su Rosario. En las largas jornadas de soledad de Sainte
Baume, había tomado la costumbre de rezar varios rosarios en el día, a
veces hasta seis. Muchas veces los rezaba en su totalidad de rodillas. Y
no se trataba de una recitación mecánica y superficial: se entregaba en
alma, los degustaba, los devoraba, se sentía persuadido de encontrar
allí todo lo que se puede buscar en la oración.
"Recitad cada decena -decía- menos reflexionando que comulgando en el
corazón con la gracia del misterio, con el espíritu de Jesús y de María
tal cual ese misterio os lo presenta... El Rosario es la comunión del
anochecer (en otra parte: es la comunión todo a lo largo del día) y que
traduce en luz y en resolución fecunda la comunión de la mañana. No es
sólo una serie de Ave Marías piadosamente rezadas, es Jesús que revive
en el alma por la acción maternal de María."
De esta manera, él vivía en ese ciclo, sin cesar activo, de su Rosario,
como "rodeado" por Cristo, por María, según su expresión, comulgando con
cada uno de sus estados, con cada uno de los aspectos de su gracia,
penetrando y permaneciendo, por intermedio del Rosario, en los abismos
del Corazón de Dios: "El Rosario es un encadenamiento de amor de María a
la Trinidad." Se llega a comprender qué estado de contemplación había
suscitado en él, qué camino para la pura unión con Dios, qué necesidad,
parecida a la de la comunión. Y cuando se lo veía hacer correr
constantemente las cuentas de su rosario, se podía pensar que cada una
de ellas se había vuelto para él como un signo sensible y casi oral, un
memorial de todos sus pensamientos, de toda la contemplación acumulada
durante tan largos años.
La gracia de la paternidad
Retirado por mucho tiempo de la vida dominicana normal, incluso forzado
durante las expulsiones a vestir sotana (pese a ello, de noche se
acostaba con su hábito blanco), privado del amplio y distante fulgor
propio del apostolado dominicano, oía siempre en su corazón la voz de su
juventud: "serás dominico". Entonces ello explica que haya entendido el
sentido de su misión de la siguiente manera: representar a la Orden de
Sto. Domingo en la gruta de la penitencia y de la contemplación. Elevado
por encima de todas las realizaciones exteriores de su ideal,
comprendió la esencia de la vocación dominicana,
comprendió sobre todo que ella era una vocación en el sentido vigoroso
del término, es decir un llamado de Dios, la Voluntad esencial de Dios
sobre ciertas almas, sobre la suya. Comprendió que esa Voluntad de Dios
se traducía en una Regla, cuyos menores detalles se hacían sagrados,
pero que tendía antes que nada a llevar a cabo una cierta forma de
santidad, una cierta manera de imitar a Nuestro Señor, algo más excelso
que toda teoría, que se había realizado por primera vez con Santo
Domingo y que había que revivir en unión con él. Sería muy largo de
contar y de describir lo que fue en él esta gracia de unión filial con
Santo Domingo. Magnífica eflorescencia de la gracia de fidelidad a la
vocación. Esta poseía un sentido suficientemente profundo como para
señalar a todo religioso cómo debía ser su devoción con respecto al
Padre de su Orden. Lo preparaba sin que se apercibiera, para ser el
representante de Santo Domingo entre nosotros. Sin duda se dio en este
grado en el Padre Vayssière, con la plenitud que le hemos conocido, una
vez nombrado Provincial.
El mismo dijo que mientras celebraba la misa del 4 de agosto, poco
tiempo antes de su elección, se había sentido fuertemente impulsado en
su interior "a darse a Santo Domingo". Esta gracia dominó todo su
Provincialato. No contaré aquí lo realizado durante esos ocho años tan
plenos y tan pesados. Nuestro Rvmo. Padre General nos escribió que no
había visto un provincialato más fecundo en realizaciones. El mismo P.
Vayssière constataba, reconfortado, que "pese a todo, la Santísima
Virgen había hecho mucho mientras él estaba allí." Todos admiraban las
vías de la Providencia que lo sacaba de su tranquila vida de eremita a
la edad en que otros ya entran en su retiro, y lo sumergía en problemas,
viajes, dificultades de toda clase. Pero él se prestaba a todo con
sencillez. Había encontrado en su soledad el secreto de abrazar a Dios
en todo, haciendo en todo su Voluntad. Podía dejar su Gruta.
Por el contrario, su gracia no podía sino expandirse y necesitaba esa
misión para alcanzar su plenitud, volviéndose una gracia de paternidad.
Más que nunca, sus impedimentos serían una causa de despojamiento y de
humildad: más que nunca su oración se haría pura y elevada, su fe se
templaría al contacto con las contingencias, que siempre superaría. Más
que nunca, sobre todo, teniendo tanto que hacer y en qué pensar, se
refugiaría entre las manos de la Virgen. Su gracia mariana creció y se
profundizó hasta el extremo: "La Santísima Virgen es un agente esencial
de la vida espiritual, especialmente en los estados más elevados."
Apenas unos días después de su primera elección, me dijo con un aire
sorprendentemente decidido: "Puesto que soy Provincial, voy a aprovechar
para perfeccionarme". Se reconoce perfectamente ahí su inmediata
correspondencia con la intención misma de la Voluntad Divina, su don de
ver lo esencial de una situación y resumirlo con una palabra. Fue fiel a
su resolución. Y su papel fue más que todo ser una fuente, un hogar
espiritual en la Providencia, un padre. Gracia de paternidad,
comunicación a su corazón del don, que tuvo el de María, de darse a Dios
dándose a sí mismo. Nos amaba a todos "con un corazón de padre y de
madre". Es cierto que a veces era tímido, "salvaje", como decía, con
aquellos que no veían en él más que al superior. "Con frecuencia -decía-
cuando un Padre viene a hablarme, me siento crucificado por mi
impotencia, mi falta de medios. No sé qué decirle. Sufro, ofrezco mi
sufrimiento a Dios por aquél que está ahí". Sólo se sentía completamente
en su terreno cuando podía hablar libremente de Dios, cuando podía
moverse en el aspecto puramente sobrenatural, que jamás pudo abandonar
aún abandonando Sainte Baume. Alguien me decía: "Ese hombre es el
corazón de su Provincia. Toda la Provincia vivía en él". Nada más justo:
se apasionó por ella.
La gracia de la muerte
La salud del Padre Vayssière se había resentido seriamente durante la
guerra. Pero, aun siendo su estado habitual el estar enfermo con mayor o
menor severidad, lo sorprendió enterarse de que su problema era grave y
requería una peligrosa operación. Aceptó la situación de inmediato,
decidido a llegar hasta el final. "Es mi cargo y mi vida -decía- que
rematan en la cruz. Ha habido tantas deficiencias en el ejercicio de mi
cargo, que era muy necesario que sufriera un poco por la Provincia, en
reparación. Y ahora mi vida, mis sufrimientos, mis plegarias, son
enteramente para la Provincia". No cesaba de desgranar el rosario que
llevaba alrededor del cuello. Frente a él había un armario con un espejo
que reflejaba la estatuilla de la Santísima Virgen emplazada sobre la
pared: "Así la tengo siempre delante de mí", confiaba con gusto a sus
visitantes. Se dejaba llevar como un niño. Su alma vivía en un
sentimiento a menudo desbordante de acción de gracias. El 15 de agosto
le solicitó a un Padre, originario como él de Rocamadour, celebrar la
misa en acción de gracias por todas las gracias que había recibido de
María en su vida terrestre. Cuando recibió como regalo un rosario de
oro, lo envió en prenda de reconocimiento al querido santuario de su
país natal. Es después de esa fiesta de la Asunción que lo vi por última
vez. Me dijo: "He recibido grandes gracias en esta fiesta del 15 de
agosto. He comprendido claramente que debía ofrecer mi vida por la
Provincia. No sé si soy a morir, será como Dios quiera. Pero su voluntad
es que ofrezca mi vida por la Provincia. Y ahora... espero... estoy
tranquilo... contento... contento..." A otro, le decía: "Ahora que voy a
morir, no puedo ni siquiera pensar en la muerte. Pienso que muriendo
voy a cumplir la voluntad de Dios, como cuando tomaba el tren a Toulouse
o partía de la gruta para ir al albergue." "Hijo, -decía aun, como una
suprema confidencia de su experiencia y sabiduría- lo que le falta al
religioso es la abnegación. Uno se escudriña en esto o en lo otro, y por
eso no se une a Dios." Y retomaba: "Sí, incluso los que son virtuosos y
meritorios, no renuncian a ellos mismos. De este modo su vida
espiritual se difiere."
Entrevió el día de su muerte: "Erré el 8 de septiembre y el 15 de
agosto: no erraré el 15 de septiembre." No erró, en efecto. El 14 de
septiembre, hacia las tres de la tarde, tuvo una crisis súbita que se lo
llevó en pocos instantes. Era la hora de primeras vísperas de Nuestra
Sra. de los Dolores. Ocho años atrás, el mismo día y casi a la misma
hora, firmaba su aceptación del cargo de Provincial. Llegaba exactamente
a su término, la última gota del cáliz había sido bebida, todo estaba
consumado. En su agenda, esa misma mañana, había escrito esta frase de
Santa Teresa del Niño Jesús: "Mi gloria será un reflejo sobre mi frente
de la gloria de mi madre."
Sus despojos fueron transportados al pequeño cementerio de Sainte Baume,
al pie de la gruta. Había tenido la tentación, quién lo hubiera creído,
de pedir otro lugar de retiro y de sepultura. Pero poco tiempo antes de
su enfermedad, mientras caminaba por el amplio bosque que había sido el
confidente de su aislamiento, de sus despojamientos y de sus gracias,
oyó en su interior una voz de reproche: "Eres un ingrato". Que su
humilde tumba permanezca en ese lugar santo, como un testimonio de su
reconocimiento por todo lo que su alma recibió allí con simplicidad y
con fidelidad.
Trocar tras de la larga herida
XVII
Bajar de los tabores, Teresa,
hasta los cauces
del río de las sombras: mancharse
las manos sin mancharse
con el brillo heridor del Becerro
de Oro, sumergirse en la ceguedad
de la Máscara obscena y mentirosa
para poder decir
el veneno de sus vísceras.
Y aguantar de pie, verticales,
enhiestos como los cipreses
de los cementerios, a pesar
de las humillaciones de la Bestia
que rige los destinos
y aniquila. Saber
interpretar el color amarillo
cuando llega noviembre
y hace frío en la casa.
Regresar
con los ánades viajeros
al lugar de la partida como los álamos,
desnudos, regresan al invierno
inexorablemente. Arrodillarse
y beber en las cuencas de la carne
el acíbar de los cactus, el hedor
amarillo de las zarzas —Auschwitz,
Hiroshima, Chechenia, Torres Gemelas,
Madrid 11 de marzo, Iraq,
Palestina...—. Y entonces
con el rescoldo del fulgor
robado a los dioses aún reciente
Bajar de los tabores, Teresa,
hasta los cauces
del río de las sombras: mancharse
las manos sin mancharse
con el brillo heridor del Becerro
de Oro, sumergirse en la ceguedad
de la Máscara obscena y mentirosa
para poder decir
el veneno de sus vísceras.
Y aguantar de pie, verticales,
enhiestos como los cipreses
de los cementerios, a pesar
de las humillaciones de la Bestia
que rige los destinos
y aniquila. Saber
interpretar el color amarillo
cuando llega noviembre
y hace frío en la casa.
Regresar
con los ánades viajeros
al lugar de la partida como los álamos,
desnudos, regresan al invierno
inexorablemente. Arrodillarse
y beber en las cuencas de la carne
el acíbar de los cactus, el hedor
amarillo de las zarzas —Auschwitz,
Hiroshima, Chechenia, Torres Gemelas,
Madrid 11 de marzo, Iraq,
Palestina...—. Y entonces
con el rescoldo del fulgor
robado a los dioses aún reciente
en el
rostro, iluminar
las pupilas vulneradas de los huérfanos,
acompañar la sola
singladura de los náufragos.
Romper la carne —roja,
amarilla, eucarística—
como se rompe un espejo
en mil pedazos para darse
en cada uno de ellos. He ahí
la ley: dejarse derruir,
pudrirse, para nacer
en los albores
de una nueva primavera. Subir,
subir de nuevo, como Sísifo,
tras la memoria vigilante
de los supervivientes
encontrados de pie en los taludes
del sendero hasta la puerta
del Castillo donde crecen
los dardos que nos llagan,
Teresa.
Y solazarse allí
en aquietada espera
hasta la Luz final,
inmarcesible. Trocar
tras de la larga herida
de la muerte y sus hoces
esta carne con sus sombras
y olvidos, tan de invierno,
estos ojos devorados de presbicia,
en una carne de luz,
germinal, crecida
su estatura más allá
las pupilas vulneradas de los huérfanos,
acompañar la sola
singladura de los náufragos.
Romper la carne —roja,
amarilla, eucarística—
como se rompe un espejo
en mil pedazos para darse
en cada uno de ellos. He ahí
la ley: dejarse derruir,
pudrirse, para nacer
en los albores
de una nueva primavera. Subir,
subir de nuevo, como Sísifo,
tras la memoria vigilante
de los supervivientes
encontrados de pie en los taludes
del sendero hasta la puerta
del Castillo donde crecen
los dardos que nos llagan,
Teresa.
Y solazarse allí
en aquietada espera
hasta la Luz final,
inmarcesible. Trocar
tras de la larga herida
de la muerte y sus hoces
esta carne con sus sombras
y olvidos, tan de invierno,
estos ojos devorados de presbicia,
en una carne de luz,
germinal, crecida
su estatura más allá
de las
paredes impuestas,
desconchadas, de la casa solariega:
carne transverberada
en dulcedumbres de oro,
donde habitar, Teresa.
desconchadas, de la casa solariega:
carne transverberada
en dulcedumbres de oro,
donde habitar, Teresa.
¿Jubileo? … ¡Jubilen!
Domingo 1ro de noviembre de 2015
El día 7 de noviembre del 2015, en el mundo entero, la orden dominicana abrirá el jubileo de sus 800 años de existencia.
Este aniversario será la ocasión de recordar las
intuiciones de Nuestro Padre Santo Domingo y de dar gracias por tantos
favores que Dios ha colmado a la Orden de Predicadores. Vamos a hacer
memoria, sin duda, pero no solamente.
Como nos invita, este paisaje del norte de Zambia, vamos a mirar más bien hacia el horizonte que se abre delante de nosotros. El cielo se refleja en un lago de aguas tranquilas y nos recuerda que la tierra y el cielo se parecen…¡Y se reunen en nuestra oración del Rosario!
Los colores dominantes son el blanco y el azul…¡Los de Nuestra Señora!
Este Jubileo, vamos a vivirlo con ella y nos pondremos en su escuela. Ella nos enseñará a encontrar la verdadera alegría, a iluminar la verdadera luz, a acompañar a aquellos que sufren y a alegrarnos de antemano por la gloria celestial.
Un jubileo… ¿para qué?
Para jubilar, por supuesto …¡con el Rosario !
Como nos invita, este paisaje del norte de Zambia, vamos a mirar más bien hacia el horizonte que se abre delante de nosotros. El cielo se refleja en un lago de aguas tranquilas y nos recuerda que la tierra y el cielo se parecen…¡Y se reunen en nuestra oración del Rosario!
Los colores dominantes son el blanco y el azul…¡Los de Nuestra Señora!
Este Jubileo, vamos a vivirlo con ella y nos pondremos en su escuela. Ella nos enseñará a encontrar la verdadera alegría, a iluminar la verdadera luz, a acompañar a aquellos que sufren y a alegrarnos de antemano por la gloria celestial.
Un jubileo… ¿para qué?
Para jubilar, por supuesto …¡con el Rosario !
Fr. Louis-Marie ARIÑO-DURAND, o.p.
Promotor General del Rosario
Familia Católica
"la Sagrada Familia de Nazaret es verdaderamente el ‘prototipo’ de toda familia cristiana que, unida en el Sacramento del matrimonio y nutrida por la Palabra y la Eucaristía, está llamada a realizar la extraordinaria vocación y misión de ser célula viva no sólo de la sociedad, sino de la Iglesia, signo e instrumento de unidad para todo el género humano..."
Papa Benedicto XVI.
La familia Cristiana es:
Una familia que fundamentada en Cristo vive tres destellos hermosos que la une : pequeña comunidad de amor, escuela de virtudes e iglesia doméstica.
Una familia que sabe que sólo la fe en Cristo y la participación en la fe de la Iglesia la salva.
Una familia que no deja de anunciar en este mundo que el matrimonio y la familia son insustituibles y no hay otras alternativas.
Una familia que cree firmemente, que ella es el ámbito privilegiado donde la persona aprende a dar y recibir amor.
Una familia que sabe, asume y vive que la misión entre los suyos pasa por ser cauce de transmisión de la fe y del amor de Jesús siempre vivo, y forma personas libres y responsables.
En la familia todos sus miembros buscan tiempo para comunicarse entre ellos, para orar juntos y escuchar la Palabra de Dios.
Una familia que encuentra en la Sagrada Familia de Nazaret su modelo para soñar y vivir el plan de Dios.
Una la familia que se siente célula viva de la sociedad y de la Iglesia e instrumento de unidad para todo el género humano.
Lupita.
Dra. Guadalupe Hernández Ramírez Valdés, O.P.
COMO HA DE SER
LA FAMA PARA EL CRISTIANO
Isaura Díaz Figueiredo
“La fama es peligrosa, su peso es ligero al principio, pero se hace
cada vez más pesado el soportarlo y es muy difícil de descargar” (Hesíodo) S.VIII a.C, poeta griego.
La fama es una condición que se
adquiere a lo largo de la vida, también hay algunas personas que nacen con
fama, por ser hijos de alguien, no por la trayectoria que les llegara con el
bagaje de los años, por sus historias, por una travesía laboral.
La fama es “un fenómeno muy
actual, a pesar de que a lo largo de los siglos ha existido siempre, unas
personas son más conocidas que otras, Sin embargo, es a partir del siglo XX,
cuando esto cambia, y no son famosos hoy en día personas de gran valía, si no
personas que nada hacen, y que se
caracterizan por llevar una vida de lujo, exposición mediática y llamar la
atención en público.
Todos los seres humanos debemos
tener claro hacia dónde vamos, para poder llegar a feliz puerto y no perdernos
en la inercia de las formas, en la esperanza triturada que conlleva una gran
pesadumbre, arrastrada como fardo repleto de piedras disfrazadas de colores, y
que solo encierran tristeza, en una voz temblando, podrida hasta el tuétano, en
definitiva muerto.
Decía mi admirado D. Antonio Gala, que nunca
ha visto “un cajon de sastre” tan
lleno, pero mezclado, no existen apartados para que cada uno esté en su sitio,
botones a un lado, agujas en otro, hilos…
lo mismo se mezcla a un científico que haya descubierto como funciona
tal o cual medicamento para aliviar determinadas enfermedades, que el esposo
que asesina a su mujer, un desfalcador, un ladrón, o idiotas oportunistas, que
buscan la fama, pregonando que han
tenido sexo con aquella o aquel personaje del momento.
Todo se confunde en beneficio de “los medios”
que les hacen subir como espuma, y al poco se desinfla.
No seamos dependientes del
espumillón, mantengamos austeridad, que nuestra vida sea solo nuestra, y si
sale al ruedo público, no sea empujada por fuerzas ajenas, ni hagamos
exhibicionismo de aquellos logros para reclamar atención, porque si eso nos
falla, nos volveremos irascibles, y como tal dependientes, de la droga del
halago.
El estar en la cresta de la ola,
que nunca ha de ser el eco de un nombre, si no su trabajo, las metas y que
conlleven a la felicidad, y a ser recordado
a nuestro fallecimiento, como persona generosa, que a pesar de poder,
jamás se dejó manipular.
No perdamos de vista nuestro objetivo y demos a cada momento
su espacio en el “cajón” de esta forma llegaremos. Estableciendo objetivos específicos
resulta un ejercicio poderoso. El gran profeta Habacuc escribió acerca de la
fijación de metas:
Y el Señor me respondió “escribe la visión, y haz que
resalte claramente en las tablillas, para que pueda leerse de corrido. Pues la
visión se realizará en el tiempo señalado; marcha hacia su cumplimiento, y no
dejará de cumplirse. Aunque parezca que tarda, espérala; porque sin falta
vendrá” Hab.2:2,3
¿Cuáles son sus sueños? ¿Ha escrito sus metas? Es una gran
tarea para en la vida, Dios no quiere tú fracaso, desea su éxito.
No podemos los cristianos confundir: fama, dinero, poder,
hay mucha gente que tiene todo esto, y no por eso son felices. El éxito tiene
que decir al final de nuestro peregrinar, que uno ha sido feliz, qué amó a Dios
en el prójimo, que has dejado el legado de tu ejemplo y que así has disfrutado al
máximo aplicando las leyes.
Termino con unas reflexiones:
“Una mala conciencia
se cura más fácilmente que una mala reputación” (Nietzsche) Filosofo alemán
“Gloria no es nunca
sinónimo de fama” (Jaime Balmes)
filosofo y sacerdote español
“Los hombres famosos
tiene por sepulcro la tierra eterna” (Pericles)
Ojalá que alguna de estas frases
nos lleven a poder sentir la fama, pero jamás el engreimiento y con ello es
desprecio a los demás.
Un continente joven y dominico
Cuando, hace unos meses, me invitaron a Chile
para participar en el ECJD 2015, no era consciente de la cantidad de
experiencias y aprendizajes que me esperaban allí. Nunca había cruzado
“el charco”, así que me embarqué en la aventura, con algunos miedos
pero, sobre todo, con mucha ilusión.
Nada más aterrizar, la acogida que los hermanos de Chile me regalaron disipó cualquier rastro de temor que aún pudiese quedarme.
ECJD son las siglas del “Encuentro Continental de
Jóvenes Dominicos”; en el colegio “Academia de Humanidades” de Santiago
nos reunimos unas 600 personas procedentes de diversos países de
América.
Bajo el lema “viviendo las buenas noticias”
disfrutamos de un montón de vivencias de todo tipo: voluntariados
sociales, talleres, culturales, celebraciones litúrgicas, fiestas… todas
ellas orientadas a compartir, desde las diversas culturas y
experiencias pastorales, la Buena Noticia del Evangelio bajo el carisma
dominicano.
Fue impresionante compartir esos días con tal
cantidad de jóvenes y ver las ganas, la alegría e ilusión que todos
volcaron en cada momento, en todas las actividades que se nos
ofrecieron, además, por si eso fuese poco, tuve la oportunidad de
reencontrarme con los hermanos de Chile que ya había conocido en los
encuentros del IDYM.
El cariño y la fraternidad que todos me brindaron:
los frailes, especialmente el p. Enrique y mi tocayo, el p. Félix y un
viejo conocido, Manuel; los miembros del MJD; las hermanas de las
distintas congregaciones que acudieron; las fraternidades laicales; el
profesorado; los jóvenes participantes… es sin duda el mejor regalo que
me he traído de allí pero, ni mucho menos, el único.
La belleza imponente de la
ciudad, conocer las diferentes realidades de aquellas tierras, y la
labor que allí realiza la Familia Dominicana allí me ha enseñado
muchísimo y me ha abierto la perspectiva.
Admirable igualmente la organización, todo estuvo
cuidado a la perfección gracias a un compromiso muy serio y prolongado
de muchas personas. Toda la familia dominicana se volcó en el encuentro,
pero también los profesores, los padres de los alumnos, el personal no
docente… todos ellos trabajaron con mucho afecto y ganas. Juntos
lograron que la ocasión fuese memorable, que nos descubriésemos a
nosotros mismos y a los demás como la buena noticia que también somos.
Tras una semana juntos, nos despedimos con el corazón
repleto de Dios y con muchas ganas de poder volver a encontrarnos de
nuevo… ¿quizás en Toulouse este verano?
Fray Félix Hernández OPSan Jacinto, Sevilla
Amanece la luz para el justo (salmo 96)
Editado por
Sor Gemma MoratóSí, verdaderamente amanece la luz para el justo porque sabe que el Señor reina. Su realeza se basa en la justicia y el derecho: “Justicia y derecho sostienen su trono” (v 2).
En los versos siguientes narra una teofanía expresada en una gran tormenta con relámpagos y truenos como en el Sinaí ante la cual los israelitas se llenaron de temor: “Delante de él avanza fuego abrasando en torno a los enemigos; sus relámpagos deslumbran el orbe, y viéndoles, la tierra se estremece” (v 4). En realidad la creación es una teofanía. Saber mirar con ojos contemplativos las maravillas que encontramos sobre la tierra nos llevan al creador de tanta hermosura.
Por ello los que adoran dioses falsos creados por el hombre se avergüenzan: “Los que adoran estatuas se sonrojan, y los que ponen su orgullo en los ídolos” (v 7). Es lo que expresa otro salmo: “Tienen boca y no hablan, tienen ojos y no ven, tienen orejas y no oyen, tienen, tienen nariz y no huelen, tienen manos y no tocan, tienen pies y no andan, no tiene voz su garganta” (salmo 113, 13- 15).
“Ante él se postran todos los dioses: lo oye Sión, y se alegra” (v 7-8). Por una parte los idólatras quedan avergonzados por la presencia del Dios verdadero pero los fieles a Yahvé se alegran porque el Señor es altísimo sobre toda la tierra, encumbrado sobre todos los dioses (Cfr. 9). Los fieles al Dios verdadero se sienten protegidos. “El Señor ama al que aborrece el mal, protege la vida de sus fieles y los libra de los malvados. Alegraos, justos, con el Señor, celebrad su santo nombre” (v 10 y 12).
Al terminar de rezar este salmo, podemos dirigir a Dios esta oración: Dios amoroso, Señor del mundo, que toda la creación sea una continua epifanía, no permitas que los hombres pongan en peligro tu obra malbaratando los dones que ofreces en ella. Haznos conscientes del señorío que le entregaste desde los orígenes y que nos sintamos hermanos de todos los hombres, y aprendamos a compartir lo que tenemos y somos. Texto: Hna. Maria Núria Gaza.
Feliz 800 cumpleaños
Me van a permitir que esta semana
mi columna sea algo “autoreferencial”, y que por una vez dejemos de lado
algo de los líos catalanes, las noticias más mediáticas de la Iglesia,
las opiniones sobre usos y abusos de nuestros políticos, sobre las
catástrofes sociales que el modelo económico dominante nos genera o la
política internacional, para contarles algo que me toca de lleno.
Y es que este mismo fin de semana, 7 y 8 de noviembre, comienza para la Orden de Predicadores –los dominicos- la orden religiosa a la que pertenezco, los actos de conmemoración del octavo centenario de su existencia, un Jubileo de 800 años que se prolongará hasta el comienzo de 2017, y que rememora cómo en 1216, el entonces Papa Honorio III, aprobó la existencia de una pequeña orden religiosa que nacía para la misión de la Predicación del evangelio de Jesucristo.
Nacida en el sur de Francia, gestada por un sacerdote español y castellano de la nobleza medieval, Domingo de Guzmán, supuso un apoyo para el intento de reforma de la Iglesia
que entonces se estaba llevando a cabo -esa es la historia de los
seguidores de Jesús, un constante intento de conversión al evangelio
entre las mareas del mundo-, tratando de ir a uno de los problemas
centrales religiosos de la época: que nadie predicaba a las gentes el
mensaje de esperanza, amor y positividad del evangelio.
Santo Domingo de Guzmán ideó una institución que se dedicara a la tarea de la Predicación, y para prepararla de la manera más seria posible, organizó que sus frailes vivieran en comunidad
para poder compartir vida, criterios y opiniones en pluralidad y
corresponsabilidad –la Orden de Predicadores es de las únicas
instituciones eclesiales que tiene una forma de gobierno democrática,
con elección de sus superiores de abajo hacia arriba, y con tiempo
limitado en el ejercicio de sus responsabilidades-; que dedicaran sus
esfuerzos al estudio, con lo que de diálogo con
corrientes distintas significa, viviendo en la búsqueda de la verdad
para poder compartirla con otros, y para que su predicación fuese de
veras humana, con sentido y contenido; desde la experiencia de la oración
y la contemplación, como fuente de la que mana toda la raigambre y la
urdimbre de los religiosos, una experiencia de Dios cuidada y crecida en
la mirada del mundo y en el silencio que humaniza y cultiva una mirada
diferente, honda, realista, esperanzada, creyente de cuanto sucede.
Además quiso que esas claves –la Predicación, la comunidad, el estudio y la contemplación- se viviesen desde la Pobreza evangélica que quiere mostrar la coherencia al mundo del mensaje del evangelio; que fuesen siempre desde una visión compasiva
que cuida y se preocupa especialmente de quienes más sufren, de quienes
peor parte llevan en la historia del mundo; y que fuese profundamente positiva,
de la “gracia” en términos teológicos, no de condena, denuncia y miedo,
sino de la belleza de cuanto existe, de la bondad de la creación, de la
maravilla de la realidad.
Obviamente en 800 años de vida, no todo
han sido luces, y demasiadas veces hemos estado muy alejados del ideal y
de los proyectos y sueños de santo Domingo de Guzmán. Así, junto a tiempos brillantes
y figuras de auténtica riqueza y cercanía al proyecto, de verdadera
significatividad evangélica y capacidad de encarnar el proyecto de la
Orden de Predicadores –ahí está santo Tomás de Aquino, san Alberto Magno, san Raimundo de Peñafort, los tres patronos de los estudios universitarios que hicieron del diálogo con los saberes su manera de predicación; ahí está santa Catalina de Siena,
la mujer que más fuerza ha tenido en la Iglesia católica en su
historia, consejera y conciencia del mismo papa en el siglo XIV, o
nuestro san Álvaro de Córdoba el de santo Domingo de Scala Coeli, que trajo sus intuiciones a España; ahí está Francisco de Vitoria, Domingo de Soto, Tomás de Mercado
que en el siglo XVI crearon la escuela de Salamanca que alumbró el
Derecho Internacional y el origen de los Derechos Humanos; ahí Pedro de Córdoba, Antón de Montesinos y Bartolomé de las Casas,
los primeros defensores de los indios tras el Descubrimiento de
América, y de sus derechos enfrentándose a las injusticias de un
imperio; ahí san Martín de Porres, san Juan Macías, santa Rosa de Lima, que entregaron su vida a los más desfavorecidos del nuevo continente; ahí Dominique Pire, premio Nobel de la paz, por su trabajo con los refugiados y desplazados tras la segunda guerra mundial; ahí Congar, Chenu y Schillebeeckxs,
grandes teólogos que prepararon el Concilio Vaticano II y lo
desarrollaron en sus intuiciones más ricas-, junto a todos los brillos,
ha habido muchas sombras también: el vínculo con el
poder, la Inquisición, el clasismo social, la perdida de tensión
religiosa, momentos de vida licenciosa…
Desde el principio la Orden de Predicadores nació como familia,
con mujeres y hombres, frailes y monjas, y también seglares laicos, con
sus familias y sus ocupaciones, que se unieron al proyecto de la
Predicación, y una predicación que cobra tantas formas
como se pueda imaginar: oral, escrita, ejemplar, artística -ha habido en
la Orden pintores como Fra Angelico o Maino, arquitectos, músicos,
escultores, cineastas, poetas, escritores…-, social -los primeros curas
obreros fueron dominicos-, política, académica en universidades –las
primeras universidades de América fueron creadas por los dominicos- o en
colegios… todo lo que sea con tal de poder decirle al mundo que con
Dios se vive mejor…
800 años dan para mucho, y no sólo de historia vivimos. Hoy
la Orden la forman en torno a los 6.000 frailes, 2.200 monjas
contemplativas de clausura, 23.000 hermanas de vida apostólica y unos
160.000 laicos que viven la misión y el carisma de la Predicación, en
tantos lugares y labores como hemos hecho a lo largo de la historia:
universidades, colegios, parroquias, centros sociales, lugares de
frontera y de misión, en este mundo digital, entre los marginados y
desfavorecidos, en el mundo del arte y la cultura, en el activismo
social, en el mundo de la política, en el contacto con toda la gente que
busca algo de sentido en nuestro mundo.
Vivimos los dominicos este Jubileo de 800
años como una ocasión no sólo para recordar lo buenos que fuimos o que
somos, sino sobre todo como la oportunidad de un nuevo comienzo, de un
nuevo envío, como la oportunidad de renovar nuestra vida y nuestra
misión, lo que somos y lo que queremos ser, para seguir llevando al
mundo la noticia extraordinaria de que con Dios se vive mejor.
Una mirada de misericordia
SALAMANCArtv al DÍA
Dalí, la barca de las almas destinadas al purgatorio
Uno de
estos días de verano tomando el autobús de Béjar a Salamanca, frecuento
últimamente bastante la villa, me encuentro con un sacerdote amigo en las
dársenas de la estación. Hablamos de nuestras madres, la suya recientemente
fallecida y, en el contexto de la conversación surgió, no sé cómo, hablar del
Purgatorio. Posiblemente fue el ruiseñor de la Fuente Honda, que todavía
revolotea por los huertos a las afueras de la ciudad o junto a las ruinas de la
ermita de Santa María de las Huertas, donde el filósofo iba a meditar. Allí
donde Dios conserva una virginidad perpetua y por descorrer el velo de lo
pasado y lo futuro por entre los misteriosos secretos de la historia. Espacio
privilegiado donde don Nicomedes, sabio de Béjar, conversaba en la soledad del
paseo, bien fuera en verano, o cuando las cumbres cubren sus primeras sienes
blancas. Entre la arroyada de las aguas, no muy nítida, escuchaba la voz de un
ruiseñor que le traía noticias de Jerusalén, no sin antes haber parado a tomar
aire en los jardines de Academos en Atenas.
Pero volvamos al debate junto al amigo sacerdote, en
el autobús de regreso, pensamos que el purgatorio fue un tema muy debatido en
otros tiempos, en los llamados novísimos, ese “logos” de lo último o lo
definitivo. Un límite donde no sólo se hace presente el extremo final, sino la
realidad entera. Dentro de esas realidades últimas (de rebus novissimis),
estaba el hablar de la muerte, el juicio individual, el purgatorio, el cielo,
el infierno, el retorno de Cristo, resurrección de los muertos y juicio
universal. Rápidamente nos vino a la mente los libros de Juan Luis Ruiz
de la Peña, que posiblemente fue profesor suyo y que ha sido uno de los
grandes teólogos de nuestro país. Decir que el propio Ruiz de la Peña se
cuestionaba si el purgatorio era realmente un tema de la escatología o más
bien de la Gracia, ya que partiendo de la misericordia, ya por muy severo
que sea el juicio, Dios no quiere la aniquilación del hombre, sino
ofrece su amor y su vida para su salvación.
Es su obra Creación, gracia y salvación, afirma
que Dios ama al hombre; ese amor está al comienzo, Dios crea por amor; y
también está al final de la existencia, Dios plenifica a su criatura por amor
y; en trayecto entre el comienzo y al final de cada existencia humana, el amor
de Dios siempre permanece. “¿Acaso olvida una mujer a su niño de pecho?
Pues, aunque llegase a olvidarlo, yo no te olvidaré... Porque los montes se
correrán y las colinas se moverán, pero mi amor no se apartará de tu lado”
(Is 49,15; 54,10). En otro extremo está la incomprensible ceguera del
individuo, los egoísmos, la insensatez, el sinsentido, el alejamiento de Dios y
de los otros, la propia finitud de la existencia, la limitación de la muerte.
Entre esos dos extremos está el hombre, a medio trayecto, aprendiendo amar, a
ser, a superar las limitaciones de la finitud y de los egoísmos y a buscar un
sentido pleno a su propia existencia.
El Purgatorio o el estadio intermedio, forma parte de
la fe y la esperanza en la purificación, es decir en la búsqueda de lo que me
falta para ser el que debo ser. Ésta hunde sus raíces en el Antiguo
Testamento, donde en el trasfondo de la letra se percibe que muy severo que
sea el juicio de Dios, el objetivo no es la aniquilación y la
condenación, sino la purificación y la salvación del hombre. Tradicionalmente
esta realidad se entendió que entre la muerte del individuo y la consumación
escatología, existiría un “intermedio”, que sería una realidad o una dimensión
espacio - temporal, donde se produciría una transformación de los difuntos, de
tipo cualitativo. Pero aquí nos surgen las preguntas, ya que si
con la muerte termina la existencia humana en cuanto capacidad de decisión ¿no
sería este estado intermedio prolongar nuestra peregrinación que terminaría con
la muerte? ¿Dónde quedaría la muerte?
Además de las preguntas, nos surgen dos problemas,
el primero son las imágenes del purgatorio que se dieron a lo largo de la
historia, como un lugar de castigo y tortura, casi como un campo de
concentración cósmico donde las criaturas se lamentan, gritan su castigo y
donde se consumaba la venganza de Dios. Parece esto muy alejado de ese
Dios compasivo y misericordioso que nos ama desde el origen hasta la
consumación de los tiempos. El segundo problema, posiblemente irresoluble, es
si la resurrección comienza con la muerte, o existe un estado intermedio, donde
habría una intensa actividad anímica y espiritual, hasta que se alcanza la
resurrección de toda la carne.
A esto tenemos que añadir la falta de referencias
bíblicas en el Antiguo Testamento del purgatorio o del estadio
intermedio. También, que ha sido un tema de fricción y controversias entre
católicos y protestantes. La búsqueda de la fundamentación bíblica hay que
entenderla en la controversia de negar el purgatorio por Lutero en el siglo
XVI. Ahí estaban textos como Mt 12,32; el paralelo de Lc 12, 10. Al que diga
una palabra contra el Hijo del hombre, se le perdonará; pero al que hable
contra el Espíritu Santo, no se le perdonará ni en este mundo ni en el futuro. Uno
de los pasajes clásicos en torno al tema es 2 Mac 12,40-46, es la colecta de
Judas Macabeo por los muertos en la batalla contra Gorgias, lo presentará como
un sacrificio por el pecado de idolatría. Otro texto es 1 Cor 3,10-17, en el
que se habla del día del fuego, un pasaje alegórico, donde las imágenes
son apocalípticas del Juicio final. Sin embargo, en otros textos de Pablo, nos
habla de un camino de perfección, que él mismo persigue, como Flp 3, 12 – 16,
también en Ef. 4, 13. La mayoría de los expertos en el tema, creen que estos
textos, no fundamentan el purgatorio. Aunque sí, la oración por los difuntos.
Parece que el dogma se remonta a oraciones privadas
que desde el siglo II, se venían haciendo a los difuntos en cementerios y
catacumbas cristianas. La referencia más conocida es el célebre epitafio de
Abercio, al final del cual se lee: “quien comprende y está de acuerdo con
estas cosas, niegue por Abercio”. Estas oraciones a los difuntos son
avaladas por Tertuliano, San Efrén, San Cirilo, etc. Eran una práctica común la
oración de los difuntos en la eucaristía, tanto en las iglesias occidentales
como orientales. Con san Cipriano, y en un momento de persecución se imponían
penitencias, que se suponían proporcionadas a la culpa. Hasta que no se cumpla
la penitencia, se mantenía la exclusión, aunque muchos se arrepentían sin
haberse purificado en un momento de persecución. Por lo tanto, los que no
logren purificarse antes de la muerte o por el martirio, habrá un fuego
purificador después. Así estas referencias al purgatorio, se harán cada vez más
frecuente, sobre todo en la obra de San Agustín. En la Edad Media, se irán
acentuando las referencias al Purgatorio que culminarán en el Concilio de
Trento. Documentos de la Iglesia actuales, nos hablan del purgatorio, dándoles
un sentido más actual y no tan trágico, como el capítulo 7 de la Lumen
Gentium, en el Concilio Vaticano II, el Catecismo del pueblo de Dios
de Pablo VI, una nota de 1979 de la Congregación para la Doctrina de la fe
“Recentiores Episcoporum Sinody”, la Comisión Teológica Internacional en 1990,
el Catecismo de la Iglesia Católica, y por último, citar la encíclica de
Benedicto XVI Spe Salvi.
Pero contestando de una forma más personal,
quisiéramos decir algunas cosas. Parece claro en todas estas citas actuales,
que hay un encuentro amoroso con Dios, Dios mismo es el lugar después de la
vida. Ir al Padre, como Jesús. En él caemos en la cuenta de nuestras miserias,
y de todo lo que hemos realizado, pero después de realizada esa purificación. No
es una pena impuesta, es el dolor de ver el mal que hemos realizado.
Después que Dios nos restaure en nuestra dignidad, como hijos que estábamos
perdidos, como un padre o una madre, nos pone a la mesa de fiesta. El proceso
de maduración y purificación comienza en la vida terrenal, en la
conversión y en la mirada hacemos a Jesús, su mensaje y su camino. Pero en esta
vida no podemos hacerlo solos, lo hemos intentado, pero necesitamos
ayuda. Aquí entra el apoyo de Dios, que nos llevará en brazos, pero incluso
necesitamos más, una nueva creación. Nos creará y nos recreará de nuevo.
¿Cuánto dura? ¿Hay una época que sólo somos alma? Es difícil saberlo, es una
puerta cerrada que sólo Dios sabe. La muerte es la puerta con la que se sale
del tiempo y de la historia y se camina hacia Dios. Parece más razonable, al
menos para mí, que no hay tiempo. Que es un encuentro purificante, donde
el alma no se desliga del cuerpo. Dios nos resucita de nuestras debilidades y
miserias. No sabemos cómo ayudan las oraciones de los vivos, pero parece que
Dios se sirve de las buenas obras de los vivientes, en la comunión de los santos
y así ayudar a los difuntos. El purgatorio parece una mirada de misericordia,
como Jesús miraba a los pobres y necesitados, llenos de jirones y heridas, como
nosotros. De todo esto se deduce, que no es un castigo, es un encuentro.
No es la condenación, es la salvación. Es la vida eterna, hemos llegados
cansados y fatigados, llenos de aristas, pero nos han recibido y nos han
curado, nos han sentado a la mesa, donde se celebra la alegría y la paz. En
este encuentro con el resucitado, veré claro quién soy, nos veremos
completamente en lo bueno y en las pequeñeces y maldades. La crisis, el crisol
o el juicio es su mirada, no inquisidora, sino de amor. Aquí nos
acompañarán otros, con los que caminamos a la casa del padre. Entonces seré el
que debí ser y no pude o no supe. Allí el Alfarero moldeará de nuevo, tapando
las fatigas y heridas de la vida.
En una noche
escura,
con ansias
en amores inflamada,
¡oh dichosa
ventura!,
salí sin ser
notada,
estando ya
mi casa sosegada.
(…)
En la noche
dichosa,
en secreto,
que nadie me veía
ni yo miraba
cosa,
sin otra luz
y guía
sino la que
en el corazón ardía.
(…)
¡Oh noche,
que guiaste;
oh noche
amable más que el alborada;
oh noche que
juntaste
Amado con
amada,
amada, con
el Amado transformada!
(…)
Quedéme y
olvidéme,
el rostro
recliné sobre el Amado;
cesó todo y
dejéme,
dejando mi
cuidado
entre las
azucenas olvidado.
San Juan de
la Cruz, “Noche oscura del alma”
"Tiempo gris de cosmos"
El atril
Blog de: Fray Antonio Praena Segura, OP jueves, 05 de noviembre de 2015 |
Tiempo gris de cosmos
José Antonio Santano
Editorial Nazarí
“Tiempo
gris de cosmos”, el último poemario de José Antonio Santano, pone ante
nuestros ojos una radiografía de nuestro tiempo tan clara que en sí
misma contiene un diagnóstico. Eso que se ha llamado la poesía pura en
realidad no existe, porque ninguna palabra vive fuera del mundo y la
palabra belleza no soporta evasivos usos. Si es belleza auténtica,
siempre acaba mostrando su ética, la de verdad, la que comienza por
enfrentarnos a nuestras propias realidades, contradicciones y
posibilidades.
José
Antonio Santano lleva años entregado de pleno a la literatura, desde la
crítica, la difusión en televisión, radio o prensa escrita. Pero ahora
toca su propia voz. Y en este libro, como en un río al que llegan y del
que parten ramales que aúnan y que derraman la voz del tiempo dejando
siempre poso y limo fértil, Santano se entrega a fondo.
Dividido
en dos partes, el pesimismo de sus títulos (“Tiempo de silencio” y
“Tiempo gris de cosmos”) esconde, sin embargo, un feroz compromiso. Nada
más revulsivo que la verdad, comenzando por nosotros mismos. Y así, los
primeros poemas, más breves, como instantáneas o retazos del mundo,
conforman un retrato de retratos por donde desfilan inmigrantes,
desempleados, empleados ilegales, sátrapas y reyezuelos explotadores,
artistas vendidos a la nadería calculada y rentable, sueños, esperanzas,
fecundos vientres… La carne y los huesos y el tuétano de un tiempo, el
nuestro, y un mundo, el nuestro. Sobre todo, mundo y tiempo de aquellos
en riesgo de pérdida y exclusión del mundo y el tiempo que vivimos.
La
segunda parte llama la atención por el hecho de que sus poemas -largos,
sinuosos, profundos- están, uno a uno, dedicados a amigos. No estamos
ante una voz enrocada en sí misma ni proyectada hacia el vacío. “En qué
estás pensando”: la frase universalizada por Facebook sirve, en cada
poema, de trampolín desde el que lanzarse a las aguas de la historia
sabiendo que en ellas nos aguarda, contra todo riesgo e imbuido de fe,
el seno salvavidas del amigo. Se trata de poemas de largo alcance en los
que los elementos más posmodernos quedan integrados (y desintegrados)
en el discurso.
Como
señala José Cabrera Martos en el profundo estudio final que acompaña al
poemario y que desvela la trayectoria y la ecografía de la obra del
poeta más allá de este libro, José Antonio Santano “se adentra en la
libertad de los fondos marinos de los sueños, de la fraternidad, de los
bosques, para hospedarse junto al hombre y ser el otro (…) superando el
egocentrismo y derramándose en la otredad”.
Una poesía –cuántas veces repetimos el adjetivo inútilmente- necesaria más que nunca. Sin ira, mas con coraje.
Blog
EL GÉNERO HUMANO
Fr. Juan José de León Lastra
29 de octubre de 2015
“Pero el cielo ideal de las Humanidades, está en
la realidad lleno de nubarrones violentos. Basta abrir los periódicos o
escuchar las noticias. Y esa oscuridad nos lleva a pensar si esa
prodigiosa invención de las “humanidades” no se nos ha deteriorado y si,
a pesar de los indudables progresos reales, el género humano no ha
logrado superar la ignorancia y su inevitable compañía, la violencia, la
crueldad. El “género humano”, esa trivializada expresión, convertida en
, en una degeneración”. Esto decía el filósofo
Emilio Lledó con motivo de la entrega del premio Princesa de Asturias de
Humanidades. Es tópico ya señalar la fuerza de los medios de
comunicación social en los procesos formativos y en concreto formativos
de opinión; son los que nos describen la realidad. Ahora bien a la vez
sabemos que las malas noticias tienen más acogida que las buenas. Que no
se mantendría una publicación periódica que solo contara buenas
noticias. Mientras que si lo haría si redujera su información a las
malas. Con estas premisas es fácil concluir en una negativa del “género
humano”. Sin embargo creo que hay vida fuera de las noticias que
ofrecen los medios de comunicación social. Y esa vida está llena de
buenas noticias. El género humano no está degenerado como apunta el
filósofo. Simplemente lo que degenera tiene más difusión. No
idealizamos al ser humano, le entendemos en su realidad vital., con
frecuencia “inhumana”. Sí existe dosis importante de “degeneración”
como distorsión de la condición humana; pero el “género humano” es fiel
también a su condición “humana”, a lo que le define. Seguirá habiendo
aire, agua. Seguirá existiendo la belleza, el bien, la verdad…, aunque
no aparezcan con frecuencia en la televisión. Seguirán existiendo “las
humanidades”, las realidades humanas, pues como dice el filósofo, “las
necesitamos para hacernos quienes somos, para saber qué somos”, aunque
también-no necesariamente “sobre todo”, que apunta Lledó,- para no
cegarnos en lo que queremos, en lo que debemos ser. El cielo ideal que
está en la realidad es más y mejor que “la realidad de nubarrones
violentos”. Me cuesta entender que el mismo filósofo esté convencido de
lo que dice: “el , esa trivializada expresión,
convertida en “desgénero humano”, en una degeneración”. ¿Sería posible
vivir, -que es convivir- con esa apreciación de sí y de los demás?
1. “Os aseguro que esa pobre viuda ha echado en el cepillo más que nadie”
Jesús no elabora muchas teorías, pero lee lo que pasa en la vida descubriendo ahí lo divino en lo humano. Sentado frente al cepillo del templo donde los fieles echan sus limosnas, ve cómo los grandes señores se acercan arrogantemente y echan cantidad de dinero de lo que les sobra para darse importancia ante la gente. Y ve también a una pobre viuda que se acerca tímidamente y echa los dos reales que tiene para vivir. La diferencia: para los potentados dan una limosna para quedar bien ante lo demás, mientras la viuda entrega su propia vida compartiendo lo que también ella necesita.
2. Son dos lógicas incompatibles que pueden modelar nuestra conducta. O nos ponemos a nosotros mismos como centro absoluto e intocable; o tenemos como centro absoluto a Dios que con amor nos está continuamente sosteniendo y sostiene también a los otros. En el primer caso nos relacionamos con el otro para salvaguardar nuestra propia seguridad; incluso para quedar tranquilos, podemos dar limosna de lo que nos sobra como vamos al podólogo para que nos quite un juanete que nos molesta. En la segunda perspectiva, entendemos que la lógica del don y de la gratuidad responde a nuestra experiencia de Dios misericordioso revelado en Jesucristo, cuya prueba y expresión es la salida en amor gratuito hacia el otro.
3. La alternativa entre relacionarnos con el otro únicamente buscando nuestra propia seguridad, o entregando nuestra propia vida para que el otro tenga vida y empeñando nuestra libertad para que el otro sea libre, se plantea en todos los ámbitos de nuestra existencia humana. En la familia en la sociedad y en la misma comunidad cristiana. Pero, sólo a modo de ejemplo, ahora me refiero a nuestra organización económica. En la lógica del mercado, no entra para nada la compasión y la gratuidad. El que no renta es material desechable, y los mismos cristianos aceptamos el eslogan: “lo mío es mío y hago con ello lo que quiero”. Sin embargo el evangelio de hoy sugiere que la ciudad del hombre sólo se promueve de verdad con las relaciones de gratuidad y misericordia. En esta perspectiva “no compartir con los pobres los propios bienes es quitarles la vida; no son nuestros los bienes que tenemos sino suyos”
La lógica de la gratuidad (15.11.15)
Editado por
Jesús Espeja1. “Os aseguro que esa pobre viuda ha echado en el cepillo más que nadie”
Jesús no elabora muchas teorías, pero lee lo que pasa en la vida descubriendo ahí lo divino en lo humano. Sentado frente al cepillo del templo donde los fieles echan sus limosnas, ve cómo los grandes señores se acercan arrogantemente y echan cantidad de dinero de lo que les sobra para darse importancia ante la gente. Y ve también a una pobre viuda que se acerca tímidamente y echa los dos reales que tiene para vivir. La diferencia: para los potentados dan una limosna para quedar bien ante lo demás, mientras la viuda entrega su propia vida compartiendo lo que también ella necesita.
2. Son dos lógicas incompatibles que pueden modelar nuestra conducta. O nos ponemos a nosotros mismos como centro absoluto e intocable; o tenemos como centro absoluto a Dios que con amor nos está continuamente sosteniendo y sostiene también a los otros. En el primer caso nos relacionamos con el otro para salvaguardar nuestra propia seguridad; incluso para quedar tranquilos, podemos dar limosna de lo que nos sobra como vamos al podólogo para que nos quite un juanete que nos molesta. En la segunda perspectiva, entendemos que la lógica del don y de la gratuidad responde a nuestra experiencia de Dios misericordioso revelado en Jesucristo, cuya prueba y expresión es la salida en amor gratuito hacia el otro.
3. La alternativa entre relacionarnos con el otro únicamente buscando nuestra propia seguridad, o entregando nuestra propia vida para que el otro tenga vida y empeñando nuestra libertad para que el otro sea libre, se plantea en todos los ámbitos de nuestra existencia humana. En la familia en la sociedad y en la misma comunidad cristiana. Pero, sólo a modo de ejemplo, ahora me refiero a nuestra organización económica. En la lógica del mercado, no entra para nada la compasión y la gratuidad. El que no renta es material desechable, y los mismos cristianos aceptamos el eslogan: “lo mío es mío y hago con ello lo que quiero”. Sin embargo el evangelio de hoy sugiere que la ciudad del hombre sólo se promueve de verdad con las relaciones de gratuidad y misericordia. En esta perspectiva “no compartir con los pobres los propios bienes es quitarles la vida; no son nuestros los bienes que tenemos sino suyos”
Preguntas trampa
Nihil Obstat
Blog de: Martín Gelabert Ballester, OP lunes, 02 de noviembre de 2015
A
lo largo de su ministerio Jesús se vio confrontado a una serie de
preguntas trampa, hechas con mala intención con el fin de comprometerle y
de dejarle en una mala posición. Los evangelistas lo dicen
literalmente. Los fariseos, los herodianos, los legistas hacen preguntas
a Jesús con la intención de tenderle una trampa. Esto nos remite a algo
muy presente en la vida de Jesús: su diálogo con sus contemporáneos
fue, con bastante frecuencia, conflictivo.
El que pregunta con la mala intención de
tender una trampa plantea un dilema del que es muy difícil salir. Sea
cual sea la respuesta, el preguntado quedará en mal lugar y será
criticado por unos o por otros. A Jesús la preguntan, por ejemplo, sobre
la indisolubilidad del matrimonio “para ponerle a prueba” (Mt 19,3). Si
Jesús responde que un marido no puede repudiar a su mujer, irá contra
la ley de Moisés; pero si responde que puede repudiarla “por cualquier
motivo”, como insinúa la pregunta, parecerá un laxista peligroso. Lo
mismo ocurre con la mujer adúltera (Jn 8,6). Si dice que no hay que
lapidarla va contra la ley de Moisés; si dice que hay que apedrearla
entra en conflicto con la ley romana y puede ser denunciado. Y lo mismo
con el impuesto. Si dice que hay que pagarlo, parece un colaborador de
los romanos; si dice que no hay que pagar, puede ser acusado de
insumiso.
Jesús no cae en estas trampas. Unas
veces responde con el silencio. Otras con otra pregunta que pone a sus
interlocutores en un apuro: “el bautismo de Juan, ¿viene de Dios o de
los hombres?”. El que le interroga sobre el impuesto lleva monedas en el
bolsillo. Jesús, al hacérsela sacar, manifiesta que en cuestiones de
dinero los judíos pactaban con el imperio. El dinero no sabe de
ideologías, pero Jesús dice que hay que ser coherentes con los
principios que uno dice tener. La respuesta de Jesús ante la pregunta de
si hay que apedrear a la mujer adúltera, obliga a sus interlocutores a
preguntarse por su propia inocencia: “el que esté sin pecado, que le
arroje la primera piedra” (Jn 8,7). No es una mala observación, válida
también hoy.
No es a base de recetas prefabricadas,
de teorías abstractas o de fidelidades jurídicas como se ayuda a las
personas. A las personas se las comprende y se las ayuda poniéndose en
su piel. Mejor aún, acomodando nuestra mirada a la mirada de Dios: “no
juzguéis y no seréis juzgados”, traducido por el Papa en un “quién soy
yo para juzgar”. Con esto no quiero justificar nada, pero sí quiero
decir que antes de condenar hay que tratar, al menos, de comprender. Sin
olvidar que la mejor justificación de “lo correcto” no es el rechazo
del otro sino el propio ejemplo.
Eucaristía dominical en el inicio del
JUBILEO OP
Nuestra celebración de la misa
dominical hoy marca un acontecimiento muy especial para nuestra comunidad (parroquial,
etc..) desde ayer ha dado comienzo el año Jubilar de la Orden de Predicadores.
Celebramos 800 años de historia y predicación de la Palabra. Agradecemos
la vida de quienes, como Domingo de Guzmán, han llevado por todo el mundo la
Palabra de Dios, Palabra que ilumina y alienta en el camino de la vida.
Como Familia Dominicana
desde la gran familia de la Iglesia damos gracias hoy a Dios por esta larga
historia, que nos inspira y envía a seguir sembrando el mundo con la Palabra.
Enviados a predicar el Evangelio y la misericordia.
ORACION DE LOS FIELES
1.- Por el
Papa Francisco, por nuestros pastores y las Iglesias que les han sido
encomendadas. Roguemos al Señor.
2.- Por la
Familia Dominicana, que celebrando el 800 aniversario de nuestro nacimiento,
vivamos el año Jubilar para volver al amor primero y ser enviados de nuevo a
predicar de palabra y obra el evangelio de la misericordia. Roguemos al Señor.
3.- Que Dios
conceda a toda la Iglesia y a la Familia Dominicana, la gracia de la predicación
y una predicación de la gracia, que suscite en el mundo la ilusión por la
Verdad y vocaciones en todas las ramas de nuestra Familia. Roguemos al Señor.
4.- Por las
familias atribuladas, los colectivos y
personas heridas en su dignidad. Por las víctimas de la trata de
personas; los desplazados (migrantes y refugiados); por las personas sin hogar;
por los pueblos que sufren las guerras. Roguemos al Señor.
5.- Por las
personas con las que compartimos el día a día en nuestras misiones y presencias
dominicanas en las fundaciones educativas;
las misiones ad gentes; el continente digital; las parroquias y
santuarios; facultades y escuelas de teología; la universidad; la defensa,
protección y promoción de derechos humanos;
los artistas; los jóvenes y por todos nosotros. Roguemos al Señor.
LAICOS DOMINICOSViveiro
Lectura del
santo Evangelio según san Marcos 12,
38-44
En aquel tiempo enseñaba Jesús a la multitud y les
decía: «¡Cuidado con los letrados! Les encanta pasearse con amplio ropaje y que
les hagan reverencias en la plaza, buscan los asientos de honor en las
sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; y devoran los bienes de las
viudas con pretexto de largos rezos. Esos recibirán una sentencia más rigurosa.
Estando Jesús sentado enfrente del cepillo del templo, observaba a la gente que
iba echando dinero: muchos ricos echaban en cantidad; se acercó una viuda pobre
y echó dos reales. Llamando a sus discípulos les dijo: "Os aseguro que esa
pobre viuda ha echado en el cepillo más que nadie. Porque los demás han echado
de lo que les sobra, pero ésta, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía
para vivir.»
COMENTARIO:
Cuantas veces he leído este pasaje de 1º Re, 17, he ido encontrando
mensajes, interpretaciones, signos. Hoy se
me aparece como importante la confianza. La viuda de Sarepta no conocía
al profeta, sin embargo confía en su palabra
y hace primero el panecillo para el hombre de Dios y después se
ocupa de su hijo y de ella. Es la compasión más completa, pues se priva de lo necesario para alimentar al
forastero. Esta sencilla y pobre
mujer no da nada que le sobre, sino sus
últimas reservas para vivir
y Dios premia
su confianza –siempre lo hace- y permite que madre e hijo
sigan viviendo. ¿Qué haría yo en una situación semejante? ¿Se acercará mi confianza
y mi compasión a la de la viuda?
Leyendo el Evangelio de hoy me pregunto: Si Jesús se sentara ahora en uno de nuestros templos
¿Podría decir lo mismo que entonces dijo?, ¿Acaso no nos vestimos con ropajes
vistosos para ser vistos y, si es
posible, admirados?.
La vanidad está también presente
entre nosotros y no pocas veces hace que hagamos ver nuestra
presunta “autoridad” adoptando posturas y vestiduras que nada dicen de humildad
y servicio, y si mucho de presunción y soberbia.
¿Qué podría decir de nosotros si observara
nuestra “generosidad” rebuscando en el fondo del monedero la moneda más ruin para socorrer al hermano que
en la puerta del templo o en la acera de
la calle pide nuestra ayuda o
depositarla en el cepillo?
Aceptemos que somos vanidosos y aceptemos
también que somos avarientos, poco dispuestos a compartir los bienes que
hemos recibido con los que nos
rodean o con aquellos que estando lejos
gritan pidiendo ayuda y su grito nos alcanza, siempre que no estamos listos
para hacer zapping antes.
No hace muchos años hubo un terrible
terremoto en Haití y otro más cercano en Lorca. Se pidió
nuestra ayuda por muchos canales
y tuvimos oportunidad de ayudar, pero ¿hicimos algo? ¿Nos asemejamos en algo a
la viuda del evangelio?
África sigue sufriendo hambrunas
terroríficas, Lorca sigue en ruinas, Haití está sin reconstruir y nuestros
hermanos de los tres sitios están
mirando, esperando que nuestra mano deslice en las “arcas del templo” nuestro
óbolo, nuestra ayuda, nuestra muestra de solidaridad. ¿Llegarán a verlo? ¿Podrá
Cristo pensar que somos generosos?
Dentro de un par de semanas comenzará la
campaña de Navidad que pretenderá hacer que estas fechas tan entrañables lleven
un alivio a la angustiosa situación de tantos hermanos nuestros, que puede que
incluso vivan en la puerta de al
lado. ¿Colaboraremos o seguiremos buscando la
moneda más ruin de nuestro monedero para tranquilizar nuestra conciencia y seguir felices y contentos, como si nada
fuera con nosotros?
D. Félix García Sevillano, OP
D. Félix García O.P.
Fraternidad de Laicos Dominicos de Viveiro (Lugo)
Domingo 32º durante el año (8.10.2015): Mc 12,38-44
Adorar en espíritu y verdad
Paco Quijano
● El contraste no podría ser más agudo: gente que reza largas oraciones y devora los bienes de las viudas. Una viuda que da limosna de lo que tiene para vivir, parábola viva de la generosidad.
● La humanidad es más humanidad por los millones de millones de acciones generosas que no se ven ni hacen ruido. Es menos humanidad por los escándalos de explotación y defraudación que dañan a la gente pobre.
● ¿Cuál es la fuente viva de la generosidad? Mira lo que dice san Pablo: «Ya conocen la generosidad de nuestro Señor Jesucristo, que siendo rico, se hizo pobre por nosotros para enriquecernos con su pobreza».
● La viuda que echa unas moneditas en la alcancía del templo nos enriquece con su pobreza. Por ella, y por muchísimas como ella, somos una humanidad mejor.
VÍDEO DE HOY:
Fraternidad de Laicos Dominicos de Viveiro (Lugo)
Adorar en espíritu y verdad
Paco Quijano
● El contraste no podría ser más agudo: gente que reza largas oraciones y devora los bienes de las viudas. Una viuda que da limosna de lo que tiene para vivir, parábola viva de la generosidad.
● La humanidad es más humanidad por los millones de millones de acciones generosas que no se ven ni hacen ruido. Es menos humanidad por los escándalos de explotación y defraudación que dañan a la gente pobre.
● ¿Cuál es la fuente viva de la generosidad? Mira lo que dice san Pablo: «Ya conocen la generosidad de nuestro Señor Jesucristo, que siendo rico, se hizo pobre por nosotros para enriquecernos con su pobreza».
● La viuda que echa unas moneditas en la alcancía del templo nos enriquece con su pobreza. Por ella, y por muchísimas como ella, somos una humanidad mejor.
Dar la vida una vez (XXXII TO Ciclo B, Mc 12, 38-44)
Pero tu vida... es tuya, es única y sólo la puedes entregar a una cosa
Después de una semana en la que en muchos lugares
los cementerios han sido visita obligada, San Pablo vuelve a hablarnos
de la muerte para este domingo en su carta a los Hebreos. Precisamente,
es importante pensar que en este aspecto los propios judíos (y San
Pablo remarca muchas veces su pasado fariseo) discutían si había
resurrección o no. Unos, los saduceos, quienes realmente ostentaban el
poder, decían que no. Otros, entre quienes se encontraban los fariseos,
defendían la resurrección, de la que ya se habla en algunos escritos
tardíos del Antiguo Testamento.
Es un avance pensar que si Dios ha creado la vida, como nos indica el Génesis, también puede disponer a su antojo de la muerte y que un detalle tan nimio no puede ser obstáculo para que Dios, que es todopoderoso, venza a la muerte. Precisamente, algo de todo este mensaje del fin del mundo prometido nos llegará dentro de pocos fines de semana cuando celebremos el final del año litúrgico con la fiesta llamada 'Jesucristo, rey del universo'.
El asunto es que Pablo nos recuerda algo tremendamente importante: tenemos una vida, y la vida solo la podemos dar una vez. Jesucristo murió sólo una vez en la cruz, y no necesita ser crucificado más veces para salvarnos. Estamos salvados ya, pero todavía falta un poco (o un mucho) para que se termine de cumplir la cosa.
Mientras tanto, lo que dice Pablo de la muerte de Jesucristo debería hacernos pensar. ¿Por qué insistir en que sólo murió una vez? Entre otras cosas, para remarcar la humanidad de Dios, que al encarnarse aceptó todo el 'pack' de la humanidad, llevándolo a lo mejor que puede ser una persona. Esa humanidad implica que solo tenemos una vida, y que lo importante es cuánto damos de ella. Por eso vale, por ejemplo, mucho más el donativo de la viuda que la del rico.
Pero hay un paso más. El número de vidas disponibles no es que abunde, y a cada uno de nosotros nos ha tocado vivir solo una. El dinero es solo papeles, monedas, tarjetas y cuentas de paypal. Pero tu vida... es tuya, es única y sólo la puedes entregar a una cosa. Sí: sólo a una cosa. Por cosa me refiero a un ideal, o a una persona... al final amamos a mucha gente, pero siempre vamos a tener una prioridad. Jesús, con la Cruz, demostró que su prioridad era el amor por la humanidad, cumplir el plan que el Padre le 'tenía preparado'.
En la vida de toda persona hay varios momentos en los que debe decidir qué va a ser su vida, qué, o mejor dicho quién va a ser su prioridad. Y eso lo cambiará todo. Para la viuda, la prioridad naturalmente era Dios. Para Jesús, también. Para nosotros... ¿dónde está la prioridad? ¿O vamos a estar toda la vida indecisos?
Es un avance pensar que si Dios ha creado la vida, como nos indica el Génesis, también puede disponer a su antojo de la muerte y que un detalle tan nimio no puede ser obstáculo para que Dios, que es todopoderoso, venza a la muerte. Precisamente, algo de todo este mensaje del fin del mundo prometido nos llegará dentro de pocos fines de semana cuando celebremos el final del año litúrgico con la fiesta llamada 'Jesucristo, rey del universo'.
El asunto es que Pablo nos recuerda algo tremendamente importante: tenemos una vida, y la vida solo la podemos dar una vez. Jesucristo murió sólo una vez en la cruz, y no necesita ser crucificado más veces para salvarnos. Estamos salvados ya, pero todavía falta un poco (o un mucho) para que se termine de cumplir la cosa.
Mientras tanto, lo que dice Pablo de la muerte de Jesucristo debería hacernos pensar. ¿Por qué insistir en que sólo murió una vez? Entre otras cosas, para remarcar la humanidad de Dios, que al encarnarse aceptó todo el 'pack' de la humanidad, llevándolo a lo mejor que puede ser una persona. Esa humanidad implica que solo tenemos una vida, y que lo importante es cuánto damos de ella. Por eso vale, por ejemplo, mucho más el donativo de la viuda que la del rico.
Pero hay un paso más. El número de vidas disponibles no es que abunde, y a cada uno de nosotros nos ha tocado vivir solo una. El dinero es solo papeles, monedas, tarjetas y cuentas de paypal. Pero tu vida... es tuya, es única y sólo la puedes entregar a una cosa. Sí: sólo a una cosa. Por cosa me refiero a un ideal, o a una persona... al final amamos a mucha gente, pero siempre vamos a tener una prioridad. Jesús, con la Cruz, demostró que su prioridad era el amor por la humanidad, cumplir el plan que el Padre le 'tenía preparado'.
En la vida de toda persona hay varios momentos en los que debe decidir qué va a ser su vida, qué, o mejor dicho quién va a ser su prioridad. Y eso lo cambiará todo. Para la viuda, la prioridad naturalmente era Dios. Para Jesús, también. Para nosotros... ¿dónde está la prioridad? ¿O vamos a estar toda la vida indecisos?
VÍDEO DE HOY:
Homenaje a fr. Juan Almarza
Segundo modo de orar
Oraba
con frecuencia Santo Domingo postrado completamente, rostro en tierra.
Se dolía en su interior y se decía a sí mismo, y lo hacía a veces en
tono tan alto, que en ocasiones le oían recitar aquel versículo del
Evangelio: "¡Oh Dios!, ten compasión de este pecador" (Lc 18, 13). Con
piedad y reverencia, recordaba frecuentemente aquellas palabras de
David: "Yo soy el que ha pecado y obrado inicuamente" (Sal 50, 5).
Del salmo que comienza, "Con nuestros oídos ¡oh Dios!
hemos oído", recitaba con vigor y devoción el versículo que dice:
"Porque mi alma ha sido humillada hasta el polvo, y mi cuerpo pegado a
la tierra" (Sal 43, 26). En alguna ocasión, queriendo exhortar a los
frailes con cuanta reverencia debían orar, les decía: "Los Reyes Magos
entraron..., y cayendo de rodillas, lo adoraron" (Mt 2, 11)...
Nosotros pedimos perdón por nuestros pecados y decimos: ¡Señor, ten piedad!
Hacemos memoria en nuestro interior de los niños y
niñas que en el mundo están sometidos a todo tipo de explotación,
trabajo o delincuencia.
Recordamos a emigrantes humillados por nuestras maneras de vivir que justificamos hasta con leyes.
Tercer modo de orar
Motivado
Santo Domingo por todo cuanto precede, se alzaba del suelo y se
disciplinaba diciendo: "Tu disciplina me adiestró para el combate" (Sal
17, 35), "Misericordia, Dios mío," (Sal 50), o también: "Desde lo hondo a
ti grito, Señor" (Sal 129). Nadie, por inocente que sea, se debe
apartar de este ejemplo.
Sufre y ora por todos los que sufren, prolongando en su cuerpo la Pasión de Jesús.
Nosotros hacemos memoria en nuestro interior por los
que sufren, en el cuerpo o en el espíritu, quizás conocidos o familiares
nuestros.
Pero recordamos, de manera especial a los enfermos
incurables, a los de SIDA, a tantas personas, cuyas imágenes nos llegan
por los medios de comunicación, que son víctimas de guerras, violencia y
terrorismo
Queridos hermanos de la Fraternidad de Santo Domingo de Salamanca, alumnos de la Escuela de Teología, queridos amigos y lectores de la Posada del Silencio
Ya sabéis que el sábado día 7 comienza el Centenario de la Orden Dominicana en todo el mundo. En España será en Madrid, predidido por don Carlos Osoro, Arzobispo de Madrid. En Salamanca tendremos este sábado 7 a las 20,00 h., una celebración de VÍSPERAS de toda la FAMILIA DOMINICANA, en el convento de las DUEÑAS. Estamos todos llamados e invitados a participar en ella como laicos dominicos, parte de la Familia Dominicana.
El domingo, día 15 de noviembre, en la Eucaristía de las 13,00 h., tendremos la misa por el octavo centenario, presidida por don Carlos López, Obispo de Salamanca.
FORO DE LECTURA DE LA ESCUELA DE TEOLOGÍA
CONVOCATORIA. Desde el Foro de Lectura de la Escuela de Teología, os convoco para una reunión informativa y de presentación del grupo. La primera reunión tendrá lugar el MARTES 10 DE NOVIEMBRE, A LAS 17 h para realizar una ruta unamuniana por la ciudad de Salamanca. Allí nos conoceremos y propondremos nuestro primer libro para compartir juntos.
CONVOCATORIA. Desde el Foro de Lectura de la Escuela de Teología, os convoco para una reunión informativa y de presentación del grupo. La primera reunión tendrá lugar el MARTES 10 DE NOVIEMBRE, A LAS 17 h para realizar una ruta unamuniana por la ciudad de Salamanca. Allí nos conoceremos y propondremos nuestro primer libro para compartir juntos.
Os invito un
año más a leer juntas y a descubrir el rostro de la ciudad de Salamanca.
Apuntarse en astedominicos@hotmail.es
Carmen Rivas
Vivéns
¿QUÉ ES EL
FORO DE LECTURA?
■ El foro de
lectura, o club de lectura de la facultad de teología nace como un proyecto
integrado en la oferta de la Escuela de Teología, se abre a toda la comunidad.
La selección literaria girará en torno a temas:
-
clásicos
-
Actualidad
literaria
-
Y mis
lecturas: un participante presentará y propondrá un texto que le guste, que sea
significativo en su vida
■ OBJETIVOS.
Primero estar juntos y crear lazos comunitarios, sin más pretensiones que
aportar lo bueno que tenemos y dejarnos sorprender por nuestro compañeros
1-Estimular la curiosidad y el interés por obras de la literatura universal
2-Descubrir obras y autores de otras culturas
3- Intercambiar opiniones y valoraciones entre los participantes
4- Debatir sobre temas de actualidad utilizando la literatura como puente
mediador.
■MODO DE LLEVARLO A CABO
1- El
coordinador ofrece información básica sobre cada tema. Coordenadas de
espacio/tiempo, que nos faciliten comprender mejor la obra y el tiempo en que
fue escrita
2-Algunas orientaciones de lectura: personajes, corriente literaria, género
literario.
3-Posibilidad de incluir documentos gráficos: canciones de poemas, fotos,
epistolarios
■ REQUISITOS
1-Respeto a
todas las opiniones, rebatir con fundamentos literarios
2- Actitudes positivas
■ ACTIVIDADES
1- Ruta literaria:
Paseo por la Salamanca de Unamuno, con café incluido
■ OFERTA LITERARIA
Entre Visillos
Carmen Martín Gaite
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El lenguaje de las Fuentes
Gustavo Martín Garzo
|
El cuarzo rojo de salamanca González Egido
|
Pequeño Teatro- Ana María Matute
|
El Oso y la monja
Timothy Radcliffe, OP
|
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La Gitanilla
Miguel de Cervantes
|
El amor que nos cura
Boris Ciryrulik
|
El libro de la Vida
Teresa de Jesús
|
Primavera con una esquina rota
Mario Benedetti
|
Yo hombre
Augusto Roa Bastos
|
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La Facultad de Teología San Esteban homenajea al Prof. Juan Manuel Almarza
El pasado 20 de octubre la Facultad de Teología San Esteban homenajeó al Prof. Juan Manuel Almarza Meñica, Vicepresidente de la misma Facultad, con motivo de sus 70 años.
El Acto Académico previsto para esta ocasión estuvo presidido por el Vicecanciller, Fray Javier Carballo Fernández, O.P., y tuvo lugar en el Aula Magna de la Facultad a las 20 horas. Dio comienzo con unas palabras del Presidente de la Facultad, quien hizo una breve presentación del homenajeado, recordando su formación intelectual y su itinerario como profesor, que tuvo su inicio en el año 1974 en el Instituto Superior de Valladolid, impartiendo la materia de Metafísica; así como su intuición para detectar los problemas candentes de actualidad y su gran creatividad. Concluyó su intervención dando lectura a algunos párrafos del correo electrónico que con este motivo envió el Prof. Jesús Espeja, O.P., en el que destaca en Juan Manuel Almarza la actitud de búsqueda y de diálogo, su afán por discernir lo verdaderamente humano que va emergiendo en la historia; su dosis de utopía y su atención a los signos de los tiempos; y afirma su convicción de que su persona y su trayectoria pueden ser una referencia saludable para las nuevas generaciones de pensadores cristianos y, por supuesto, de teólogos.
A continuación tuvo lugar la lección del propio homenajeado, que la tituló: «Desde de que somos palabra en diálogo y podemos oírnos los unos a los otros. Itinerario personal». El título está inspirado en el poeta alemán Friedrich Hölderlin. El ponente comenzó expresando su emoción y gratitud por las muestras sinceras de cariño y estima recibidas en este día.
Luego habló de su itinerario intelectual como un camino realizado esencialmente en su interior, pero siempre en diálogo. Se reconoció afortunado por haber tenido muchos maestros y muchos compañeros de camino. Unos le acompañaron unos pocos pasos; otros han hecho con él gran parte de ese viaje. Recordó a este propósito lo que significa la lectura de un libro: «Es, ante todo, oír hablar directamente, a mi oído, a Aristóteles, a Tomás de Aquino, a Heidegger, con quienes puedo dialogar sobre los problemas que veo y que me preocupan, yendo más allá del horizonte limitado con que la historia nos presenta a sus grandes personajes». Afirmó haber tenido con muchos autores o sus libros diálogos apasionantes. Por eso –subrayó– el estudio nunca ha sido para él un sufrimiento, como el que sugiere el nombre de «disciplinas» que damos a los distintos temas de estudio. En el estudio se te abre el horizonte, y adquiere vida todo lo que en el se muestra. Por eso en su larga labor docente siempre mantuvo como principio pedagógico que «la misión de un pedagogo es abrir horizontes».
Recordó también cómo en sus años de estudiante en teología, después del concilio Vaticano II, el tema central que concitó todo su esfuerzo entonces, tanto en teología como en filosofía, era el de la historicidad. Su tesina en teología versó precisamente sobre él; y aunque entonces no comprendía todo su alcance, sabía por sus consecuencias que era un concepto muy importante. Curiosamente es un concepto que Heidegger descubre en san Pablo con raíces estrictamente cristianas.
Confesó que una de sus claves pedagógicas había sido siempre explicar las cosas de la manera más sencilla posible. Aquí radica precisamente su admiración por los grandes maestros.
Durante todo su largo tiempo de docencia en Valencia reconoció haber enseñado fundamentalmente dos cosas: en sus clases de historia de la filosofía del renacimiento y moderna, enseñaba que las ideas no llueven como los paracaidistas, sino que surgen de un contexto vital; y, por consiguiente, es absurda una formación en ideas sin saber cómo y por qué surgen.
Siempre procuró no estar alejado de la vida. Por eso durante los 28 años de su vida intelectual se apoyó siempre en estos tres ámbitos de experiencia vital y práctica:
1) El mundo de los artistas de Valladolid, con quienes tuvo un trato frecuente y cercano;
2) el mundo del compromiso político mediante toda una red de relaciones personales de los que luego serían los primeros dirigentes de nuestra democracia.
3) Y finalmente el mundo del Voluntariado social, una experiencia inolvidable que me permitió un contacto simultáneo con el mundo de la marginación y el mundo universitario.
Después de recordar numerosos detalles de su itinerario personal,
concluyó dando gracias a todos los que le acompañaron en él, y a todos
los presentes en el Aula, de modo especial a sus familiares, por este
cálido homenaje.2) el mundo del compromiso político mediante toda una red de relaciones personales de los que luego serían los primeros dirigentes de nuestra democracia.
3) Y finalmente el mundo del Voluntariado social, una experiencia inolvidable que me permitió un contacto simultáneo con el mundo de la marginación y el mundo universitario.
A continuación cerró el Acto del Vicecanciller de la Facultad, Fray Javier Carballo Fernández. O.P., con una entrañable intervención de la que recordó otras muchas actividades del Prof. Juan Manuel Almarza, y le marcó un importante reto para su futuro: realizar una síntesis de todo su rico bagaje intelectual.
Al acto asistieron unas 150 personas: alumnos de la Facultad y de sus distintas extensiones (Escuela de Teología, Academia de Santo Tomás de Aquino, etc.). A continuación tuvieron oportunidad de continuar conversando en torno a un vino de honor.
La Facultad vivió una jornada de alegría y fraternidad.
COMIENZAN EL 27 DE OCTUBRE A LAS 20 H
27 de octubre
XLIV Conversaciones de San Esteban 2015-2016
Facultad de Teología. Dominicos. Aula Magna de San Esteban. 8 de la tarde
Coordina: Juan Manuel Almarza
Organiza: Facultad de Teología San Esteban
I. Luces para la ciudad
Encuentro en asamblea diocesana “El grupo de la Familia Dominicana y sus amigos de Salamanca, con ocasión de la celebración de su VIII centenario quiere unirse a la Asamblea Diocesana haciendo, como un grupo más de la ciudad, su pequeña aportación desde las Conversaciones de San Esteban”. 27 OCTUBRE Gonzalo Tejerina, Prof. de Facultad de Teología. Univ. Pont. Salamanca. Las dificultades de la fe en el mundo actual.3 NOVIEMBRE. María Dolores López Guzmán. Prof. de Facultad de Teología. Univ. Pont. Comillas. Vivir la fe en la vida cotidiana.10 NOV. Tomás Durán Sánchez. Vicario de Pastoral de la Diócesis de Salamanca. ¿Caminos para la iniciación cristiana en una Diócesis en Asamblea? Descargar programa en PDF
II. Lugares, caminos, encuentros
1216-2016. 800 años del camino dominicano “La preocupación por los seres humanos y su salvación fue, precisamente, la que hizo de Domingo el fundador de la Orden de Predicadores, cuando durante una estancia en el sur de Francia experimentó los horrores de la guerra contra los Albigenses.
Toda su energia vital y todo su amor los puso al servicio de la fundación de una Orden apostólica cuya tarea principal fuera la predicación en el sentido más amplio de la palabra"
Anselm Hertz O.P. 24 NOVIEMBRE Félix Hernández, Superior del convento de Ntra. Sra. de la Candelaria y San Jacinto de Sevilla. Predicar mediante la pintura: De fra Angélico a nuestros días. 1 DICIEMBRE. Francisco Rodríguez Fassio, Prof. del Centro de Comunicación. Superior de Scala Coeli, Córdoba. Un modo de predicar dominicano: fr. Luis de Granada. 15 DIC. Francisco Javier Carballo. Prior Provincial de la Prov. de España. Un carisma para los cambios.12 ENERO. Vicente Botella, Decano de la Fac. de Teología S. Vicente Ferrer de Valencia. Aportaciones dominicanas a la Teología. 19 ENE. Juan José de León Lastra, Prior de Ntra. Sra. de Atocha, Prof. de la Escuela de Teología de Salamanca. La trayectoria dominicana de vida espiritual.26 ENE. Antonio Osuna, Doctor en Teología y en Filosofía. La orden dominicana al servicio de la justicia de los derechos humanos.2 FEBRERO. Marisa de Llaguno López, Presidenta de la Fraternidad Laical de Sto. Domingo, Prov. de España; Gonzalo Blanco Nozal, Coordinador de la Asociación Dominicos IN-EX, Los compañeros laicos del camino. La fraternidad laica dominica. 9 FEB. María Jesús Gil Martín, Dominica del Monasterio de la Piedad, Palencia. El rostro femenino del camino dominicano. Descargar programa en PDF
Ante la crisis humanitaria
La Cumbre Social de Madrid ha publicado
una declaración sobre la pasividad de las instituciones ante la
situación de los refugiados en nuestra propia puerta.
Las organizaciones que componen la Cumbre Social de Madrid creen
que los Estados e Instituciones de la Unión Europea no están
respondiendo de forma adecuada a la crisis humanitaria que están
viviendo las personas refugiadas y, por tanto, denuncian esta parálisis
que, ante una tragedia de tales magnitudes, es incapaz de plantear
iniciativas, dilatando cualquier decisión al respecto.Leer la Declaración
La Cumbre Social es una plataforma constituida en julio de 2012 por los principales sindicatos y unas 160 asociaciones, entidades y colectivos de la sociedad civil, con el objetivo de encontrar un espacio de reflexión y debate sobre los principales retos de la sociedad española, y a la vez disponer de una plataforma unitaria para la movilización social y democrática
Semana de Solidaridad Colegio Santo Tomás de Pamplona
Del 13 al 18 de Octubre tuvo lugar la semana solidaria que apoyaba el
proyecto elegido este curso: la contribución a la construcción de una
escuela en Mozambique. Acción Verapaz estuvo presente en el mercadillo,
que se organizó el jueves día 15, a la salida del colegio a las 5 de la
tarde, con productos de Equimercado. También participó en la marcha en
bici del domingo 18 a partir de las 10 de la mañana.
Apertura del Curso de Voluntariado 2015/2016
Con mucha ilusión se ha empezado enseguida la programación del nuevo curso de Voluntariado que, como otros años, formará a todas las personas interesadas en aportar su experiencia y apoyo en zonas donde trabajamos con nuestros proyectos.El pasado 7 de septiembre se reunió la Comisión de Voluntariado en la que ya participó su nuevo miembro, Alan, junto con José Carlos, Gema y Rocío. En ella se trabajó sobre la preparación y contenidos del próximo curso en el que se formen los voluntarios de Acción Verapaz de este año.
Además de la difusión habitual sobre el curso, que incluirá el diseño de un cartel, se planeó elaborar un vídeo de Acción Verapaz para presentar la realidad de la Ong.
Para la programación del curso se ha pensado, como otros años, en el acercamiento de experiencias contadas en primera persona por los protagonistas. Algunas sobre la acción en otros países como Perú, Guatemala, Camerún, República Dominicana, Ecuador y Mozambique, y otras más cercanas como la atención a migrantes en Ceuta o una visita al Albergue de personas sin hogar.
Ya están las fechas de los fines de semana con los temas a desarrollar en cada uno de ellos:
- 13 / 15 de noviembre: Globalización
- 11 / 13 de diciembre: Derechos Humanos
- 5 / 7 de febrero: Interculturalidad
- 8 / 10 de abril: Proyecto Personal
Experiencia de Sergio en Paraguay
Hace menos de un año tuve la gran fortuna de realizar el curso de Voluntariado Internacional con Acción Verapaz. Fue una experiencia maravillosa que me invitaba poderosamente a poner en práctica la formación recibida. Desafortunadamente, no pude hacerlo este verano debido a que fui seleccionado para un puesto de trabajo en Paraguay como educador ambiental por un año. Sin embargo, jamás llegué a sospechar la realidad tan necesitada que me aguardaba y estaba todavía por llegar….
Desde mediados del pasado mes de julio me hallo en Paraguay desarrollando en la Fundación Para la Tierra un programa de educación ambiental amplio y extenso que trata de abarcar la protección y defensa de los valores naturales en todos sus frentes.
Son tres las principales funciones a las que me dedico en cuerpo y alma desde mi llegada: visitas a las escuelas locales, información a los turistas y creación de una red de ecoclubs.
Las visitas a las escuelas locales tienen como objetivo el trabajo y refuerzo de aspectos de la biología (ciencia de la vida) y la ecología (ciencia de la "casa común") con niños y jóvenes entre los 6 y 15 años. Mediante una explicación lo más animada posible con muchos dibujos en la pizarra y no poco teatro, y una fluida participación con los propios alumnos, explico temas como las cadenas tróficas, los marsupiales, el ciclo del agua, la importancia de los bosques, la fotosíntesis, la metamorfosis de anfibios e insectos, el reciclaje o en qué consiste un eclipse.
Captar la atención de los jóvenes alumnos requiere abundantes gestualizaciones y constantes cambios en el registro de voz. Al fin y al cabo, ¿qué es una clase sino un teatro? Pero los alumnos no han de ser meros espectadores sino también actores participantes de su propio aprendizaje guiados y motivados por el docente, director general de la obra.
Uno de los principales obstáculos a los que tuve que hacer frente los primeros días fue la suma timidez que muestran las gentes del lugar, poco acostumbradas a la presencia de "blancos", pero que los niños, como buenos niños que son, perdieron rápidamente para mostrarse vivos y despiertos. No así los adultos, sus padres y profesores, con los que se requiere más que ingenio y empeño para ganarse su confianza...
Paraguay es el único país de Sudamérica que conserva su idioma nativo como lengua oficial: el Guaraní. Una riqueza sin igual pero que resulta una barrera casi inexpugnable para el que no la conoce debido a la dificultad que entraña su aprendizaje... Desde el Mbatecó (¿cómo estás?), el Aguyé (gracias) y el Rojayjú (te quiero) sumado a algunos nombres de animales como Mbopi (murciélago) o Kaí (mono) no he conseguido progresar... Los niños comienzan a hablar castellano a su ingreso en la escuela y es por eso que con los más pequeños resulta imposible una comunicación ágil y fluida.
En cualquier caso me encanta ir cada semana a pasar una mañana con esos "locos bajitos" que tantas alegrías y satisfacciones me regalan con sus ideas y preguntas y que reflejan su despertar a la concienciación ecológica.
Tras la explicación del tema siempre intento acabar con un juego que sintetice la idea tratada ya que bien es sabido que "todo lo que se aprende de forma divertida nunca se olvida".
La creación de los Ecoclubs es el tema que menos desarrollado se encuentra por el momento debido a las muchas y variadas dificultades que están surgiendo. La principal de ellas es reunir a los niños de las diferentes comunidades en un único lugar ya que las distancias son considerables y no cuentan con medios para desplazarse.
Inevitable no recordar las Misiones Pedagógicas y la Institución Libre de Enseñanza en esta labor docente que estamos llevando a cabo en este remoto y olvidado lugar del Paraguay. Tenemos muchas otras actividades planeadas para el futuro como la proyección de películas y documentales de toda índole, la creación de un grupo de teatro, el desarrollo de campamentos de verano y la organización de exposiciones... Me encuentro sumamente motivado trabajando junto al equipo de Para La Tierra por las ganas y energías que derrochan.
Además, los domingos acudo a “celebración” en la iglesia de Santa Bárbara. No puede denominarse misa ni eucaristía debido a la ausencia de un sacerdote. Consiste en la lectura del Evangelio y algunas oraciones acompañadas con canciones. También existe un grupo de jóvenes y adultos que desean confirmarse y ante los que me ofrecí ser su catequista.
No hay día que no me acuerde de cada uno de los formadores y compañeros del curso de Acción Verapaz, amigos todos a los que mando desde Paraguay un enorme abrazo, tan grande como la distancia que nos separa.
Sergio García Muñoz
Fray Carlos Azpiroz es nombrado obispo coadjutor de Bahía Blanca
Carlos Azpiroz OP es el anterior Maestro de la Orden de Predicadores
3 de noviembre de 2015El Papa ha nombrado arzobispo coadjutor de Bahía Blanca a Fray Carlos Azpiroz Costa OP. Bahía Blanca es una Diócesis del Sur de la Provincia de Buenos Aires.
Carlos Alfonso Aspiroz Costa O.P. (Buenos Aires, 1956) es un Sacerdote dominico argentino. Desde 2001 al 5 de septiembre de 2010 fue Maestro General de la Orden de Predicadores. Es Doctor en Derecho Canónico por el Angelicum.
Fray Carlos A. Azpiroz Costa, OP, designado obispo
coadjutor de la arquidiócesis de Bahía Blanca, Argentina
Con gran
alegría compartimos con ustedes la noticia de la designación por el Santo Padre
de fray Carlos A. Azpiroz Costa, OP como obispo coadjutor de la arquidiócesis
de Bahía Blanca.
Fray Carlos
A. Azpiroz es fraile dominico y sacerdote, perteneciente a la Provincia
Argentina de San Agustín, de la Orden de Predicadores y fue Maestro de la misma
-es decir, superior general y sucesor del fundador Santo Domingo de Guzmán-
durante el período 2001-2010. Al ser nombrado obispo coadjutor sucederá a Mons.
Guillermo J. Garlatti al frente de la arquidiócesis cuando a sea efectiva la
renuncia que todos los obispos presentan, conforme al derecho canónico, al
cumplir los 75 años de edad.
El obispo
electo nació en 1956 en Buenos Aires (Argentina), pronunció los votos
religiosos en 1984 y fue ordenado sacerdote en 1987. Es Licenciado en Derecho
Civil por la Universidad Católica de Buenos Aires y Doctor en Derecho Canónico
por la Universidad Angelicum de Roma. En su ministerio pastoral ha sido entre
otros, profesor universitario en la Universidad Católica Argentina, prior del
Convento del Noviciado de San Martín de Porres en Mar del Plata, profesor en la
Universidad Fasta de Mar del Plata, profesor en el Angelicum. Actualmente era
Superior de la Comunidad de Dominicos de Mar del Plata.
La
arquidiócesis de Bahía Blanca ocupa buena parte del sur de la Provincia de
Buenos Aires, en Argentina: superficie 82.625, población 757.000, católicos
647.000, sacerdotes 83, religiosos 202, diáconos permanentes 18.
La ceremonia
de consagración episcopal se llevará a cabo en Bahía Blanca el 22 de diciembre
de este año.
(03 de
noviembre de 2015)
Promesas temporales en Scala Coeli, Córdoba
Dentro de la celebración eucarística, este pasado domingo 25 de Octubre, se desarrolló el acto de otorgamiento de promesas temporales, por parte de cinco hermanas de la Fraternidad de Santo Domingo de Scala Coeli y P. Posadas, de Córdoba.
1 de noviembre de 2015El compromiso fue prestado ante el Promotor Provincial, en representación del Maestro de la Orden de Predicadores, recibiendo la acogida fraterna por el presidente de la Fraternidad, Cristóbal Arellano.
En su homilía, el P. Segovia, a la luz del Evangelio del día, y relacionando la actitud del ciego Bartimeo y su seguimiento a Jesús con el acto que dentro de la Eucaristía se estaba también desarrollando, señaló las tres actitudes que debían de tener a partir de ahora las hermanas que se comprometían: primera: levantarse, tomar la decisión, llegar hasta Jesús; segunda: arrojar el manto, dejar el pasado, las seguridades, fiarse de Él, que Él sea verdaderamente lo que más necesitamos, el mejor manto que se podemos tener; y tercera: seguirle, sin prisa, con la libertad y decisión suficiente para que Él llene nuestras ansias y desvelos.
Inicio del noviciado de un nuevo grupo de laicos en Santo Domingo, República Dominicana
La celebración tuvo lugar el domingo 25 de octubre en la iglesia parroquial de Santo Tomás de Aquino de la ciudad de Santo Domingo, capital de la República Dominicana.
Se trata del segundo grupo que hace formalmente el noviciado según las normas de la Orden para las fraternidades laicales. Antes de entrar en el noviciado hicieron un año de preparación.
A diferencia del primer grupo, se reunían en la Parroquia de Santo Tomás de Aquino y estuvieron asistidos por una laica de la ya fraternidad de Santo Domingo y por un laico que en el pasado fue estudiante dominico.
La ceremonia fue sencilla e íntima, después de una eucaristía, tal como se pide en el Ritual de Profesiones Propio de la O.P., Tercera Parte. A falta todavía de un presidente de la fraternidad de Santo Domingo, la acogida la hizo el Vicario del vicariato en nombre de la Orden.
En las breves palabras que dirigió a los que iban a ingresar en el noviciado les recordó el carácter específico del laico dominico: “Se caracterizan por una espiritualidad peculiar y por la dedicación al servicio de Dios y del prójimo en la Iglesia y, en cuantos miembros de la Orden, participan en su misión apostólica mediante la oración, el estudio y la predicación según su condición de laicos”.
El arzobispo de Madrid preside la ceremonia de apeertura de inicio del Jubileo de la Orden de Predicadores
Los dominicos celebran un Jubileo con motivo de los 800 años de
la Orden de Predicadores. Los actos programados para la celebración de
este VIII centenario se desarrollarán desde el próximo 7 de noviembre
hasta el 22 de enero de 2017.
La ceremonia de apertura del Jubileo tendrá lugar este sábado, 7 de noviembre, y consistirá en un lucernario con rezo de vísperas y envío. En Madrid, estará presidida por el arzobispo de Madrid, monseñor Carlos Osoro, y se desarrollará en la iglesia del Monasterio de Santo Domingo el Real, de las Madres Dominicas (c/Claudio Coello, 11). Comenzará con la retransmisión de un mensaje de Fr. Bruno Cadoré, Maestro de la Orden, a los dominicos y dominicas de todo el mundo. En el acto estarán presentes representantes de todas las ramas de la Familia Dominicana en España: provinciales, consejeros/as de Provincias, así como monjas contemplativas, frailes, laicos, hermanas de vida apostólica, llegados de distintas partes de Madrid y del resto de España. También asistirán feligreses de las parroquias que atienden los dominicos, así como amigos de los dominicos y de las dominicas que quieran celebrar el inicio de este año Jubilar en el que los miembros de la Orden de Predicadores serán de nuevo enviados y enviadas a predicar la misericordia.
Al día siguiente, domingo 8 de noviembre, se celebrará una Eucaristía en la iglesia de San Pedro Mártir (Avd. de Burgos, 205). La Misa, que dará comienzo a las 10:30 horas, será retransmitida por La2 de TVE. Estará presidida por el actual presidente de la Familia Dominicana, fr. Javier Carballo OP. Y concelebrarán los provinciales de las actuales Provincias en España, así como frailes dominicos y sacerdotes amigos. A la Eucaristía asistirán representantes de todas las ramas de la Familia Dominicana, así como la comunidad parroquial y amigos, y estará animada por un coro de Familia Dominicana de varias partes del país, convocado especialmente para la ocasión.
Tras la ceremonia de apertura del Jubileo 800 de la Orden de Predicadores habrá un concierto musical. El grupo Alia Musica interpretará In Hymnis et Canticis música del tiempo de Sto. Domingo de Guzmán (s. XIII), intercalada con el recitado de textos de Sto. Tomás de Aquino.
Actividades
El programa de actividades para este Jubileo se puede dividir en tres ámbitos prioritarios: congresos, arte, y diálogo interreligioso y social. En el apartado de congresos destacan el de Salamanca, La universidad ayer y hoy, ¿al servició de qué?; el educativo preparado por las fundaciones educativas de la Orden de Predicadores 800 hacia la sabiduría y un congreso internacional en Roma que tratará sobre el Envío de la Orden y la renovación de la predicación.
Silencios es una exposición itinerante colectiva de arte contemporáneo que recorrerá diferentes ciudades de la geografía española.
En el ámbito del diálogo interreligioso y sobre los derechos humanos están las Jornadas de Estudio en Valencia Memoria y retos del diálogo: El valor de la palabra; el Proceso Salamanca, Dominicos por la defensa de los derechos humanos, y un gesto jubilar solidario que será llevado a cabo por toda la Familia Dominicana.
Otro acontecimiento destacable es la creación de una nueva provincia de los frailes dominicos. Las tres históricas provincias de España, Bética y Aragón se unirán creando la nueva Provincia de Hispania. El 3 de enero se celebrará en Caleruega la unificación, con la presencia del Maestro de la Orden fray Bruno Cadoré.
Un encuentro de Familia Dominicana y la peregrinación por los Caminos de Sto. Domingo por España, sur de Francia e Italia son otros dos eventos a tener en cuenta, de los muchos preparados para celebrar este VIII centenario de la Orden de Predicadores.
El programada completo se puede consultar en la página web
El tráiler del Jubileo se puede ver en este enlace
La ceremonia de apertura del Jubileo tendrá lugar este sábado, 7 de noviembre, y consistirá en un lucernario con rezo de vísperas y envío. En Madrid, estará presidida por el arzobispo de Madrid, monseñor Carlos Osoro, y se desarrollará en la iglesia del Monasterio de Santo Domingo el Real, de las Madres Dominicas (c/Claudio Coello, 11). Comenzará con la retransmisión de un mensaje de Fr. Bruno Cadoré, Maestro de la Orden, a los dominicos y dominicas de todo el mundo. En el acto estarán presentes representantes de todas las ramas de la Familia Dominicana en España: provinciales, consejeros/as de Provincias, así como monjas contemplativas, frailes, laicos, hermanas de vida apostólica, llegados de distintas partes de Madrid y del resto de España. También asistirán feligreses de las parroquias que atienden los dominicos, así como amigos de los dominicos y de las dominicas que quieran celebrar el inicio de este año Jubilar en el que los miembros de la Orden de Predicadores serán de nuevo enviados y enviadas a predicar la misericordia.
Al día siguiente, domingo 8 de noviembre, se celebrará una Eucaristía en la iglesia de San Pedro Mártir (Avd. de Burgos, 205). La Misa, que dará comienzo a las 10:30 horas, será retransmitida por La2 de TVE. Estará presidida por el actual presidente de la Familia Dominicana, fr. Javier Carballo OP. Y concelebrarán los provinciales de las actuales Provincias en España, así como frailes dominicos y sacerdotes amigos. A la Eucaristía asistirán representantes de todas las ramas de la Familia Dominicana, así como la comunidad parroquial y amigos, y estará animada por un coro de Familia Dominicana de varias partes del país, convocado especialmente para la ocasión.
Tras la ceremonia de apertura del Jubileo 800 de la Orden de Predicadores habrá un concierto musical. El grupo Alia Musica interpretará In Hymnis et Canticis música del tiempo de Sto. Domingo de Guzmán (s. XIII), intercalada con el recitado de textos de Sto. Tomás de Aquino.
Actividades
El programa de actividades para este Jubileo se puede dividir en tres ámbitos prioritarios: congresos, arte, y diálogo interreligioso y social. En el apartado de congresos destacan el de Salamanca, La universidad ayer y hoy, ¿al servició de qué?; el educativo preparado por las fundaciones educativas de la Orden de Predicadores 800 hacia la sabiduría y un congreso internacional en Roma que tratará sobre el Envío de la Orden y la renovación de la predicación.
Silencios es una exposición itinerante colectiva de arte contemporáneo que recorrerá diferentes ciudades de la geografía española.
En el ámbito del diálogo interreligioso y sobre los derechos humanos están las Jornadas de Estudio en Valencia Memoria y retos del diálogo: El valor de la palabra; el Proceso Salamanca, Dominicos por la defensa de los derechos humanos, y un gesto jubilar solidario que será llevado a cabo por toda la Familia Dominicana.
Otro acontecimiento destacable es la creación de una nueva provincia de los frailes dominicos. Las tres históricas provincias de España, Bética y Aragón se unirán creando la nueva Provincia de Hispania. El 3 de enero se celebrará en Caleruega la unificación, con la presencia del Maestro de la Orden fray Bruno Cadoré.
Un encuentro de Familia Dominicana y la peregrinación por los Caminos de Sto. Domingo por España, sur de Francia e Italia son otros dos eventos a tener en cuenta, de los muchos preparados para celebrar este VIII centenario de la Orden de Predicadores.
El programada completo se puede consultar en la página web
El tráiler del Jubileo se puede ver en este enlace
El Santo Padre concede indulgencia plenaria durante el Jubileo
26 de octubre de 2015
Con motivo del Jubileo de la Orden de Predicadores en 2016, el Papa Francisco, previa solicitud del Maestro de la Orden, fray Bruno Cadoré,
ha ordenado a la Penitenciaría Apostólica la promulgación de un Decreto
por el que se concede Indulgencia Plenaria a quienes participen en la
celebración de este Año Jubilar.
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La Orden ha querido así, en comunión de espíritu con el año de la misericordia, que quienes participen en las celebraciones jubilares que tengan lugar entre el 7 de noviembre de 2015 y el 21 de enero de 2017, y todos los fieles que acudan en peregrinación a cualquier iglesia de la Familia Dominicana en todo el mundo, puedan ganar indulgencia plenaria, o dicho de otro modo, pueda acercarse a la misericordia del Padre con la certeza que su perdón se extiende sobre toda la vida del creyente.
Para ello se pide que los fieles que quieran alcanzar esta gracia, cumplan las condiciones habituales en este caso, como es confesarse, comulgar y orar por las intenciones del Santo Padre. Además se suman unas características especiales de acuerdo a las circunstancias: que ante el Santísimo Sacramento durante un tiempo conveniente se dediquen a piadosa meditación, concluyendo con la Oración del Señor o Padre nuestro, el Símbolo de la Fe o Credo, la Oración del Jubileo y la invocación a la Santísima Virgen María del Rosario.
“Vivir la indulgencia significa acercarse a la misericordia del Padre con la certeza que su perdón se extiende sobre toda la vida del creyente”, nos recuerda el papa en su Bula de convocatoria del año jubilar extraordinario de la Misericordia. Los dominicos y dominicas de España, predicadores de la misericordia, abrimos las puertas de nuestras iglesias invitándoos a sentir de cerca el perdón ilimitado de Dios.
Texto del Decreto traducido al castellano:
PAENITENTIARIA APOSTOLICA
Prot. N. 16/15/I
BEATÍSIMO PADRE,
Bruno Cadoré, Maestro de la Orden de Frailes Predicadores, manifestando hacia Vuestra Santidad los propios sentimientos de devoción así como los de toda la Familia Dominicana, reverentemente expone: El Sumo Pontífice Honorio III, mediante dos Bulas «Religiosan vitam», del día 22 de Diciembre de 1216, y «Gratiarum omnium largitori», del día 21 de Enero de 1217, confirmó y ratificó la Orden de Frailes Predicadores bajo la Regla de San Agustín. Para celebrar dignamente el día de este doble Ochocientos Aniversario, en todas las capillas de la Familia Dominicana, se tendrán solemnes ritos y religiosas inauguraciones, desde el día 7 de Noviembre de 2015, Fiesta de Todos los Santos de la Orden, hasta el día 21 de Enero de 2017, en que se cumplirá el Ochocientos Aniversario de la segunda Bula. Con el fin de que se manifieste más la divina largueza para con los integrantes de la Familia Dominicana y otros fieles piadosos y, en consecuencia, se consigan más abundantes frutos espirituales, el susodicho Reverendísimo Orador humildemente pide el don de Indulgencias a modo de Jubileo.
Y Dios, etc.
El día 7 de Agosto de 2015
La PENITENCIARÍA APOSTÓLICA, POR ESPECIAL mandato del Santísmo Padre Francisco, concedió benignamente un Año Jubilar con la unida Indulgencia plenaria, bajo las acostumbradas condiciones (confesión sacramental, comunión eucarística y oración a intención de Sumo Pontífice) a los fieles cristianos verdaderamente arrepentidos e impulsados por la caridad, una vez al día, que podrán aplicar también a modo de sufragio por las almas de los fieles retenidos en el Purgatorio, cuantas veces, unido su corazón a los fines del Año Santo de la Misericordia: a.- tomen parte devotamente en las celebraciones jubilares indicadas en el escrito de súplica; b.- visiten las iglesias o capillas de la Familia Dominicana en forma de peregrinación y allí ante el Santísimo Sacramento durante un tiempo conveniente se dediquen a piadosa meditación, concluyendo con la Oración del Señor o Padre nuestro, el Símbolo de la Fe o Credo, la Oración del Jubileo y la invocación a la Santísima Virgen María del Rosario.
Los integrantes de la Familia Dominicana que, por enfermedad u otras graves causas se hallen impedidos para estar presentes en las celebraciones jubilares, en el lugar donde les retiene el impedimento, podrán conseguir Indulgencia plenaria, formando en su corazón un detestación de cualquier pecado, y formulando una intención de cumplir cuanto antes les sea posible con las tres acostumbradas condiciones, si se unen espiritualmente a los sagrados ritos, ofreciendo sus oraciones y sufrimientos o las incomodidades de la propia vida a Dios misericordioso por María.
Así pues, para que el acceso al perdón divino por las llaves de la Iglesia, resulte más fácil mediante la caridad pastoral, esta Penitenciaría ruega con empeño que los sacerdotes de la Orden de Santo Domingo se muestren dispuestos de corazón a la celebración de la Penitencia en los lugares jubilares y administren frecuentemente la Santa Comunión a los enfermos.
Será válido para el presente Año Jubilar. No obstando ninguna cosa en contrario.
MAURO Card. PIACENZA
Penitenciario Mayor
KRISTOF NYKIEL
Regente
Descargar el texto original: Decreto Indulgencia Plenaria
Colaboración con las redes
sociales del Jubileo
A apenas 20 días del inicio del Jubileo de la Orden de
Predicadores, se hace un llamado a movilizar las redes sociales y necesitamos
de tu ayuda!
La cuenta en español @OrdenDomincana está ya
disponible para que todos puedan seguiría y hacerla conocer lo más ampliamente
posible.
Para que la alegría se contagie, te invitamos a llenar
este cuestionario y a difundirlo antes
del 7 de noviembre. Este cuestionario nos permitirá compartir nuestra alegría
por el Jubileo de la Orden. Sólo quedan 20 días y esperamos que varios
centenares de personas puedan inscribirse y vivir por medio de las redes
sociales nuestra alegría por este jubileo por nuestros primeros 800 años! ¡Gracias
por inscribirte y compartir este cuestionario con tus amigos en las redes!
Apertura Solemne del Jubileo Dominicano
OCTINGENTÉSIMO
JUBILEO DE LA CONFIRMACIÓN DE LA ORDEN
Enviados a
Predicar el Evangelio
Nuestro
Jubileo nos invita a volver a los orígenes de la Orden
para
recordar el momento fundacional, en el que santo Domingo
envió a
nuestros primeros hermanos fuera de su casa, de su familia,
de su
nación, para que descubrieran el gozo y la libertad de la itinerancia.
ACP Togir,
40
Prot.
50/15/680 Jubilee_2016
Queridos
hermanos y hermanas:
Escribo esta
carta para anunciar con inmensa alegría la apertura y la programación del
Jubileo de los Ochocientos años de la confirmación de la Orden de Predicadores,
que celebraremos a partir del 7 de noviembre próximo hasta el 21 de enero de
2017 (cf. ACGTrogir 58, 3). En feliz coincidencia se inscribe la celebración de
los 800 años de la confirmación de nuestra Orden con el Jubileo extraordinario
de la Misericordia que acaba de proclamar el Papa Francisco.
Predicadores
de la misericordia
La grata
coincidencia de estos dos Jubileos tan entrañables a nuestra historia, vida y
misión dominicanas se constituyen para nosotros en un llamado especial a
renovar nuestro ministerio de la Palabra, al que nos conduce la celebración de
nuestro octingentésimo aniversario, en torno a la misión específica de la
Iglesia: «anunciar la misericordia de Dios, corazón palpitante del Evangelio,
que por su medio debe alcanzar la mente y el corazón de toda persona» .
El capítulo
general de Trogir estableció como lema para el año del Jubileo de la Orden
“Enviados a predicar el Evangelio” (ACG Trogir 2013, 50) y nos invita a
reflexionar sobre las siguientes preguntas: ¿Por quién somos enviados? ¿A quién
somos enviados? ¿Con quién? ¿Qué llevamos con nosotros al ser enviados? El
mismo capítulo ha dado también respuesta a esta última pregunta: somos enviados
a predicar la buena nueva de la resurrección de Cristo. Creemos que su
Resurrección es la revelación definitiva del amor del Padre por Jesús y por el
mundo. La resurrección de Cristo es la revelación más clara de “la misericordia
de Dios por los pobres pecadores”. Predicar la resurrección consiste en
predicar el nuevo camino de amistad con Dios. Esta es la gracia de la cual fue
predicador ejemplar santo Domingo, “predicador de la gracia”. Podemos así unir
la feliz coincidencia de nuestro año jubilar con el Jubileo de la Iglesia –los
predicadores del Evangelio son predicadores de la gracia, y los predicadores de
la gracia son predicadores de la misericordia de Dios.
En la Bula
de indicción del Jubileo extraordinario de la misericordia el Papa Francisco
manifiesta su intención de enviar misioneros de la misericordia durante la
cuaresma del año santo 2016. Los frailes y hermanas de la Orden nos sentimos
particularmente interpelados por este llamado, puesto que desde el día mismo en
que ingresamos a la Orden y antes de hacer nuestra profesión religiosa pedimos
«la misericordia de Dios y de los hermanos». En su caminar de vida evangélica
Domingo buscó continuamente testimoniar a Jesús, presencia de la misericordia
de Dios entre nosotros, por eso su vida de predicador fue su camino de
santidad: desde el generoso gesto de misericordia cuando decide vender sus
libros para «no estudiar sobre pieles muertas mientras haya hombres que mueren
de hambre», hasta la convicción de que la evangelización de la Palabra de Dios
debe hacerse por medio del testimonio de la caridad de la verdad.
La apertura
solemne del Jubileo de la Orden tendrá lugar el 7 de noviembre en cada
comunidad de la Orden. Desde la curia general de Santa Sabina daremos también
solemne apertura al octingentésimo aniversario de la confirmación de la Orden
con la celebración de la eucaristía en la fiesta de todos los Santos de la
Orden. Invito a todas las Provincias, Viceprovincias, comunidades, entidades,
congregaciones, fraternidades y demás instituciones dominicanas a celebrar este
día en comunidad como signo de comunión fraterna en la confirmación de la Orden
que debemos hacer nosotros ahora.
Durante el
año jubilar de la Orden tendremos varios eventos a nivel internacional, cuyo
calendario anexo a la presente, con el propósito de promover la participación
de toda la familia dominicana en estos importantes encuentros internacionales
así como en los diversos eventos locales programados por cada provincia, entidad,
congregación y comunidad. De manera particular solicito a los priores
provinciales que prevean la participación de los frailes en cada uno de estas
actividades jubilares. Cada coordinador de evento les informará lo referente a
detalles de inscripción y participación en cada actividad jubilar.
Como
“enviados a predicar el evangelio”, durante el año jubilar seguiremos el camino
de la Palabra mediante la Lectio Divina “con el fin de animar y apoyar la
renovación de nuestra vida dominicana por medio de una escucha atenta de la
Palabra, una vida de oración y contemplación en el silencio y en el estudio”
(Cf. ACG Trogir, 42 ). Con cuatro secciones: lectio, studio, meditatio y
oratio, será publicada diariamente en el sitio internet del Jubileo en los tres
idiomas oficiales de la Orden.
Para mayor
información sobre actividades y fechas de celebración del Jubileo de la
confirmación de la Orden, les invito a visitar nuestro sitio web de la Orden http://www.op.org/es/jubilee
(http://www.op.org/en/jubilee
- http://www.op.org/fr/jubilee).
Nuestro
padre Santo Domingo quiso encomendar la Orden al patrocinio de María, Madre de
misericordia; es por ello que hasta hace pocos años el aniversario de la
confirmación de la Orden se celebraba el 22 de diciembre simultáneamente con la
fiesta del Patrocino de María sobre toda la Orden. Que María, Madre de los
Predicadores interceda por su Orden a fin que el Dios Padre de Misericordia
conceda a los hijos e hijas de Domingo la gracia del Espíritu, para que puedan
anunciar con su vida y palabras al mundo de hoy y de mañana la llegada de la
misericordia.
Fraternalmente
en nuestro padre santo Domingo,
fr. Bruno
Cadoré, O.P.
Maestro de
la Orden
Roma, 21 de
septiembre de 2015
Los dominicos celebran 800 años de historia con un año jubilar
Grandes celebraciones de la Iglesia
27 de Octubre 2015
Oficina Arquidiocesana de Comunicaciones - OAC, Bogotá
La Orden de Predicadores
vivirá en 2016 un año jubilar con el tema "Enviados a predicar el
Evangelio". Los actos tendrán lugar del 7 de noviembre de 2015 al 22 de
enero de 2017
La Orden de Predicadores celebrará en
2016 un año jubilar con el tema “Enviados a predicar el Evangelio”. Tres
representantes de la Familia Dominicana en España han presentado este
martes por la mañana en Madrid las actividades programadas para la
celebración de su VIII centenario. Los actos tendrán lugar desde el 7 de
noviembre de 2015, comenzando con unas Vísperas y un recital musical
presididos por el arzobispo de Madrid, Mons. Carlos Osoro; hasta el 22
de enero de 2017, día de la clausura que se celebrará en Roma con la
presencia del papa Francisco.
El presidente de la Familia Dominicana y
prior provincial de España, fray Javier Carballo, ha destacado la
importancia del centenario de la aprobación de la Orden fundada por
santo Domingo de Guzmán, así como la constante aportación por parte de
los dominicos y dominicas a la renovación de la Iglesia. Para fray
Carballo, el Jubileo es también una invitación a la renovación de la
predicación del siglo XXI.
Por su parte, la secretaria de la
Familia Dominicana, la hermana Pilar del Barrio, ha señalado que la
Orden de Predicadores nació como familia. La primera comunidad formada
por santo Domingo fue de dominicas, frailes y laicos. Actualmente la
Orden de Predicadores está formada por monjas, frailes, hermanas, laicos
y por jóvenes pertenecientes al Movimiento Juvenil Dominicano.
Por último, el presidente de la Comisión
de los frailes para el Jubileo, fray Xabier Gómez, ha explicado algunas
de las principales actividades que se van a llevar a cabo con motivo de
la celebración del Jubileo y que tienen como objetivo facilitar
encuentros y renovar la predicación en aquellos ámbitos que son
prioritarios para los dominicos y dominicas. El programa de actividades
puede dividirse en tres partes: congresos, arte, y diálogo
interreligioso y social.
En el apartado de congresos destacan el de Salamanca, “La universidad ayer y hoy, ¿al servicio de qué?”; el
educativo preparado por las fundaciones educativas de la Orden de
Predicadores “800 hacia la sabiduría” y un congreso internacional en
Roma que tratará sobre el Envío de la Orden y la renovación de la
predicación.
“Silencios” es una exposición itinerante
colectiva de arte contemporáneo que recorrerá diferentes ciudades de la
geografía española.
En el ámbito del diálogo interreligioso y
sobre los derechos humanos están las Jornadas de Estudio en Valencia
“Memoria y retos del diálogo: El valor de la palabra”; el Proceso
Salamanca, “Dominicos por la defensa de los derechos humanos” y un gesto
jubilar solidario que será llevado a cabo por toda la Familia
Dominicana.
Otro acontecimiento destacable es la
creación de una nueva provincia de los frailes dominicos. Las tres
históricas provincias de España, Bética y Aragón se unirán creando la
nueva Provincia de Hispania. El 3 de enero se celebrará en Caleruega la
unificación, con la presencia del Maestro de la Orden, fray Bruno
Cadoré.
Un encuentro de la Familia Dominicana y
la peregrinación por los Caminos de santo Domingo por España, sur de
Francia e Italia son otros dos eventos a tener en cuenta, de los muchos
preparados para celebrar este VIII centenario de la Orden de
Predicadores.
Fuente: Zenit.orgVe y predica. La predicación dominicana en los siglos XIII y XXI. 29 de septiembre de 2015
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Ve y predica. La predicación dominicana en los siglos XIII y XXI. Es el título del libro con el que Felicísimo Martínez Díez, O.P. quiere contribuir a la celebración del Jubileo de la Orden de Predicadores.Han sido 800 años de historia, de vida y de misión. Hay motivos para el júbilo en la Familia Dominicana. Porque durante ocho siglos ha habido mucha vida evangélica en los hermanos y hermanas y ha habido mucho celo y desvelos en la misión evangelizadora. Este libro se une al júbilo y a la acción de gracias.
Fue fundada y confirmada hace 800 años. Ni los orígenes ni la historia se han contado siempre con objetividad. A veces se cargaron las tintas en los puntos negros. Otras veces se ha contado de forma demasiado triunfal y poco crítica. Este libro ofrece un análisis crítico y bien contextualizado del proyecto fundacional de la Orden tal como lo concibió Domingo. Es un reto en este momento analizar la predicación dominicana del siglo XIII. Es el reto que aborda el libro en la primera parte.
Después de 800 años la Orden de Predicadores o la Familia Dominicana sigue comprometida con el ministerio de la predicación. La memoria del pasado ayuda a clarificar nuestra identidad, a dar cohesión a la Familia Dominicana, a reinventar creativamente la misión evangelizadora hoy. Es un gran reto para la Orden analizar los desafíos de la predicación dominicana en el siglo XXI. Es el reto que aborda el libro en la segunda parte.
Como apunta fray Bruno Cadoré, Maestro General de la Orden, este libro puede ser, en medio de las celebraciones del Jubileo, la gran invitación a pensar cómo han de ser hoy la vida y la misión dominicanas.
Adquirir el libro en la Editorial Edibesa
Elogio de la misericordiaAutor: LUIS CARLOS BERNALColección: ARIADNA nueva serie
La
"Misericordia" ha sido durante demasiado tiempo una palabra en desuso,
olvidada, apenas utilizada en conversaciones piadosas, cuando aún se
mencionaban las clásicas "obras de misericordia". Pero este olvido no ha
sido lo peor. Lo peligroso es que -como advirtió Nietzsche- vivimos en
un mundo carente en absoluto de toda misericordia. El Papa Francisco ha
redimido esta palabra y compromete al mundo a ser misericordioso.
|
Los altares de la renovación. Arte, Arquitectura y Liturgia en la revista ARA (1964-1981)Autor: Elena GARCÍA CRESPOColección: MONUMENTA HISTORICA IBEROAMERICANA DE LA O. P.
Los
altares de la renovación relata la historia de la revista ARA, arte
religioso actual,principal medio de difusión en España del arte y la
arquitectura religiosos durante los años inmediatos a la celebración del
Concilio Vaticano II.
Para perfilar el contexto que acompañó a la gestación de ARA, el libro
repasa el panorama pionero de las revistas del ramo en los países
centroeuropeos y, para concluir, se adentra en las razones que
condujeron a la desaparición de esta publicación ligadas al ocaso del
pujante momento creativo del arte sacro moderno.
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Libros electrónicos
La formación del predicador.
HUMBERTO DE ROMANS
El
predicador es un ejemplo de Dios. Su tarea es descrita como la del
constructor que edifica en el corazón humano la morada de Dios. Humberto
de Romans no sólo presenta la labor del predicador con imágenes bellas y
sugerentes. También ofrece muchas orientaciones prácticas, que
comienzan reconociendo las dificultades de la predicación.
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Del hay al doy
CARLOS DÍAZ
Esta
obra de Carlos Díaz representa una profundización en la filosofía
personalista a partir del diálogo con tres grandes autores de la
filosofía judía: Levinas, Buber y Rosenzweig.
La conclusión a la que se llega es que la vida humana se muestra como un
don, que precisamente se realiza en la propia donación del que recibe.
El sentido de la vida humana es dar el don recibido.
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800 años de la Orden: Tiempo de gracia, salvación y
misericordia: Fr. Ángel Villasmil llama a no dormirse en los laureles del
pasado
800 años de la Orden: Tiempo de gracia, salvación y
misericordia: Fr. Ángel Villasmil llama a no dormirse en los laureles del
pasado
Con motivo
de la inminente apertura del Jubileo de la Orden de Predicadores por sus 800
años de fundación, el Vicario Regional del Vicariato de la Provincia de Nuestra
Señora del Rosario en Venezuela, Fr. Ángel Villasmil , dirigió una carta a la
Familia Dominicana de Venezuela en la que destaca que se trata de un tiempo de
gracia y de salvación y de apertura a la misericordia.
“El Jubileo
de la Orden no debería ser para nadie motivo para dormirse en los laureles del
pasado…debería ser para todos un momento de gracia en el que confrontemos
nuestra vida con el Evangelio, con la vida de Santo Domingo y de los hombres y
mujeres que a lo largo de 800 años han mantenido viva la gracia de la
predicación.”, señala Fr. Ángel. “Este es un tiempo de gracia y de salvación en
el que estamos llamados a vivir la acción de gracias por la herencia que hemos
recibido, pero también un momento para hacer un alto en el camino, para pedir
perdón y para abrirnos a la misericordia de la que estamos llamados a ser
testigos en medio del mundo”, sostiene en su misiva.
El Vicario
Regional destaca que “podemos decir, sin temor a equivocarnos, que la fundación
de la Orden de Predicadores es una manifestación clara de la misericordia de
Dios para con los hombres del tiempo de Santo Domingo”. En este sentido,
puntualiza que “el comienzo del siglo XXI –a diferencia del siglo XX- no estuvo
marcado por un enfrentamiento bélico con carácter mundial, pero está
experimentando flagelos como el de guerras que se vienen prolongando por años,
como la de Siria, y que han creado un trágico contexto: el de los desplazados y
refugiados”. “Los desplazados y refugiados no sólo constituyen un desafío para
las sociedades de bienestar del continente europeo, sino para todo el que
sienta empatía con la humanidad”, subraya.
UN GESTO DE
MISERICORDIA: UNA GRACIA
Refiriéndose
a la situación que atraviesa su país, Fr. Ángel indica que se “están viviendo
niveles cada vez más preocupantes en un claro descendimiento en la escala de la
degradación humana”. “En medio de una situación de crisis como la que vivimos,
no podemos contentarnos con ser espectadores de una realidad cuyo desenlace es
incierto para nosotros”, advierte el Vicario y si bien reconoce que “ no está a
nuestro alcance resolver los problemas de la gente que acude a nosotros en
demanda de ayuda para sus problemas”, llama a encaminar los esfuerzos a “acoger
a estas personas de la mejor manera, con la paciencia, la compasión y la
misericordia que nos exige ser miembros de una Orden que, desde el momento de
su fundación, identificó sus casas como ´casas de misericordia´”. ´”Un gesto de
misericordia siempre será una gracia para quien lo recibe”, acota Fr. Ángel.
En Venezuela
la apertura del Jubileo tendrá lugar en el templo de la Casa de Santa Rosa de
Lima, en Caracas, el 7 de noviembre a las 17.30 horas.
(31 de
octubre de 2015)
Presentaron rostro de San Martín de Porres tras fotogametría
- Creado en Miércoles, 04 Noviembre 2015 11:17
El
rostro real del santo peruano Martín de Porres fue revelado anoche en
el convento Santo Domingo de Lima, gracias a un delicado trabajo
realizado por especialistas peruanos y brasileños.
Para reconstruir su cara se empleó un
soporte tecnológico de digitalización en 3D por fotogametría, con
"software" de código abierto, utilizado por expertos de la universidad
Garcilaso de la Vega.
Anteriormente, por medio de esta tecnología se pudieron conocer los rostros verdaderos de Santa Rosa de Lima y San Juan Macías.
En la explicación de cómo se trabajó en
la reconstrucción participaron expertos de la Facultad de Ingeniería de
Sistemas Cómputo y Telecomunicaciones de la citada universidad y
miembros del Equipo Brasileño de Antropología Forense y Odontología
Legal (Ebrafol).
Cabe señalar que San Martín de Porres, a
quien se le atribuyen una serie de milagros y el don de aparecer en dos
lugares a la vez, falleció el 3 de noviembre de 1639, a los 59 años.
Fuente: andina.com.pe
Perú: Dominicos promueven campaña "Tu lazo con la Amazonía"
- Creado en Martes, 03 Noviembre 2015 15:21
Los
Misioneros Dominicos, a través del Centro Cultural José Pío Aza llevan
adelante una Campaña Solidaria, denominado: “Tu lazo con la Amazonía”,
iniciativa cuyo objetivo es recabar donativos en favor de los niños y
niñas del sur oriente peruano.
Los misioneros dominicos vienen
acompañando a las poblaciones amazónicas de Madre de Dios, Cusco y
Ucayali desde hace más de 100 años. Es por ello, que a través de esta
cruzada de ayuda, buscan recaudar útiles escolares, ropa en buen estado,
alimentos no perecibles y juguetes. Esta ayuda material beneficiará a
más de 50 comunidades nativas, como los machiguengas, yines, harakmbut y
sharanahuas.
Todo lo recaudado será entregado
directamente a cada comunidad que visitan los misioneros en la selva, a
fin de mantener los programas sociales que las misiones administran en
diversas áreas como: residencias, desayunos escolares, centros
educativos, etc.
Todas las personas e instituciones que
deseen hacer llegar sus donaciones, pueden acercarse al Centro Cultural
José Pío Aza, ubicado en Jirón Callao 574 – Lima, desde el 28 de octubre
hasta el 31 de enero del 2016. Para más información, pueden llamar al
teléfono: 331-0771 o escribir al correo electrónico:
solidaridad@selvasperu.org (Fuente: CEP)
Una Introducción a las Constituciones de la Orden de Predicadores
Una
traducción en lengua española de "Una Introducción a las Constituciones
de la Orden de Predicadores" fue llevada a cabo y publicada entre los
años 2000 y 2001 por fray Francisco Javier Rodríguez OP en Sevilla
(España). El texto ha sido adaptado teniendo en cuenta los cambios
recientes en las LCO desde el capítulo general de 2001 hasta la
actualidad.
El texto fue elaborado como un curso para impartir a los novicios, pero es una buena ayuda para entender las principales estructuras de nuestra vida y nuestra legislación.
Los hermanos que estén interesados en consultar este texto pueden enviar un correo electrónico al editor Mark De Caluwe (Lovaina, Bélgica) a la siguiente dirección: mark.decaluwe@telenet.be.
También está disponible una traducción al francés y al inglés del texto en la misma dirección.
(02 de noviembre de 2015)
El texto fue elaborado como un curso para impartir a los novicios, pero es una buena ayuda para entender las principales estructuras de nuestra vida y nuestra legislación.
Los hermanos que estén interesados en consultar este texto pueden enviar un correo electrónico al editor Mark De Caluwe (Lovaina, Bélgica) a la siguiente dirección: mark.decaluwe@telenet.be.
También está disponible una traducción al francés y al inglés del texto en la misma dirección.
(02 de noviembre de 2015)
Zona Maya Final
Ha culminado exitosamente la reunión de frailes dominicos en zona
maya. El diálogo, revisión de caminos y proyectos han sido la tónica de
esta reunión animada también por el Socio del Maestro de la Orden, fray
Orlando Rueda. A pesar de reunirse en Cobán visitaron comunidades mayas y
celebraron la fe con la comunidad de Sactá en Cahabón, así mismo los
proyectos educativos y radiales. Al retornar planificaron el Encuentro
de frailes en pueblos indígenas, asunto que impulsa los Foros de Misión
planificado para el mes de agosto de 2016 en Guatemala.
† FR. FRANCISCO PALACIOS VALVERDE, OP.
La Provincia Dominicana San Juan Bautista del Perú cumple con el penoso deber de informar el sensible fallecimiento de Fr. Abdías Francisco Palacios Valverde, OP. quien partió a la casa del Padre celestial el día 20 de octubre, en horas de la tarde.
Sus restos fueron velados en el Capítulo del Convento del Santísimo Rosario de Lima, rogamos a todos una oración por su alma, consuelo de sus familiares y de la Nuestra Provincia. La Pascua de Cristo es fuente de vida
In memorian: Fray Luis Carlos PEREA SASTOQUE, O.P.
Alegrando y contagiando con esa carcajada que irrumpía el sacro silencio del claustro del convento de Santo Domingo.
Conocí al padre Perea en Tunja, él era el maestro del prenoviciado y el encargado del templo que posteriormente fue parroquia. Vivian allí los padres cubillos y Alarcón. Impactaba no solo la alegría de estos tres tenores de la vida dominicana, sino la amistad y fraternidad de tres viejos observantes y queridos en la ciudad. Particularmente, el Padre Perea se destacaba por su blanca cabellera y por estar siempre rodeado de jóvenes. El primer contacto que tuve con él fue en la Navidad de 1993. Pereita, como común mente los frailes le decíamos, organizaba un coro de villancicos, que, con el acompañamiento de Guillermo Pachón en la guitarra, todos los días, del 15 al 24 ensayaba en las mañanas para hacer su presentación en la misa de 6 de la tarde en el templo. Los ensayos eran particulares, Perea por un lado, Guillermo intentando seguirlo y cuando se veía perdido se oía lo que más vamos a extrañar de él, su singular carcajada! Ay mamita me perdí! Y Guillermo con una broma volvía a empezar.
Los niños que asistíamos al coro de villancicos nos fuimos acercando a él, de este grupo hoy somos 3 sacerdotes y una religiosa. Muchos de mi generación lo recuerdan con veneración, sienten, como yo, un alto grado de estimación y sé que siempre lo llevaremos en nuestra memoria. Los amigos de mi niñez salieron de este grupo, aun hoy recordamos los buñuelos y el regalo que el Padre Perea nos daba la noche de Navidad.
Recuerdo que un día yo le pregunté si podía ser acólito. Con un sí rotundo me llevo a la sacristía y me puso un hábito dominicano a mi medida y me explico en el altar del templo que era lo que tenia que hacer. Cubillos que era el superior estuvo de acuerdo, dijo con mucha gracia, este es el chinito que Nerón, su consentido y bravo perro, mordió. En realidad, mi primer toma de habito fue de manos de Perea, desde ese momento la orden se encarnó en mi vida y como usualmente él mismo decía, el perro de Santo Domingo, no Nerón, me mordió. Las generaciones de prenovicios después del 93 me conocieron, aún hoy algunos recuerdan al niño gordito que era acólito; recuerdo a aquellos que acompañaron a Pereita como socios, fr. Aldemar Valencia, fr. Ferdinando Rodríguez, fr. Eduardo González y fr. Mauricio cortés. Sé que ellos como yo y muchos de esta provincia hoy sentimos su muerte, tenemos presente sus carcajadas y lo guardamos en la memoria.
Me atrevería a decir que cada miembro de esta provincia, cada profeso tiene hoy una historia que contar de Pereita. Hay un sentimiento común en todos, sé que al enterarnos de su muerte se mezclaron las lagrimas con la risa. Creo, que todos sentimos afecto, cariño, cuidado por este hombre que ha dejado una huella en la vida de esta provincia. Formador, educador, latinista, apóstol de las juventudes. Siempre joven, siempre alegre. En su funeral, la presencia de los frailes demostraba quién fue Pereita, el afecto que esta provincia le tiene a su memoria y los recuerdos que cada quien puede contar.
Se despidió Perea en medio de sus grandes amores: la Eucaristía y su sacerdocio, la Orden y sus amados frailes, su convento de Santo Domingo y su colegio Jordán de Sajonia, su familia y sus amigos.
¿Quid dicis Perea? ¡Ay mamita! ¡Vaya y le pregunta a su abuelita!
Por: Fray Ricardo Ernesto Torres Castro, O.P.
¿Quid dicis perea? ¿Qué dices desde allá? … ¡mamita mamita! ¡Quid dicis perea! ¡Pregúntele a su abuelita! Risas y más risas…Conocí al padre Perea en Tunja, él era el maestro del prenoviciado y el encargado del templo que posteriormente fue parroquia. Vivian allí los padres cubillos y Alarcón. Impactaba no solo la alegría de estos tres tenores de la vida dominicana, sino la amistad y fraternidad de tres viejos observantes y queridos en la ciudad. Particularmente, el Padre Perea se destacaba por su blanca cabellera y por estar siempre rodeado de jóvenes. El primer contacto que tuve con él fue en la Navidad de 1993. Pereita, como común mente los frailes le decíamos, organizaba un coro de villancicos, que, con el acompañamiento de Guillermo Pachón en la guitarra, todos los días, del 15 al 24 ensayaba en las mañanas para hacer su presentación en la misa de 6 de la tarde en el templo. Los ensayos eran particulares, Perea por un lado, Guillermo intentando seguirlo y cuando se veía perdido se oía lo que más vamos a extrañar de él, su singular carcajada! Ay mamita me perdí! Y Guillermo con una broma volvía a empezar.
Los niños que asistíamos al coro de villancicos nos fuimos acercando a él, de este grupo hoy somos 3 sacerdotes y una religiosa. Muchos de mi generación lo recuerdan con veneración, sienten, como yo, un alto grado de estimación y sé que siempre lo llevaremos en nuestra memoria. Los amigos de mi niñez salieron de este grupo, aun hoy recordamos los buñuelos y el regalo que el Padre Perea nos daba la noche de Navidad.
Recuerdo que un día yo le pregunté si podía ser acólito. Con un sí rotundo me llevo a la sacristía y me puso un hábito dominicano a mi medida y me explico en el altar del templo que era lo que tenia que hacer. Cubillos que era el superior estuvo de acuerdo, dijo con mucha gracia, este es el chinito que Nerón, su consentido y bravo perro, mordió. En realidad, mi primer toma de habito fue de manos de Perea, desde ese momento la orden se encarnó en mi vida y como usualmente él mismo decía, el perro de Santo Domingo, no Nerón, me mordió. Las generaciones de prenovicios después del 93 me conocieron, aún hoy algunos recuerdan al niño gordito que era acólito; recuerdo a aquellos que acompañaron a Pereita como socios, fr. Aldemar Valencia, fr. Ferdinando Rodríguez, fr. Eduardo González y fr. Mauricio cortés. Sé que ellos como yo y muchos de esta provincia hoy sentimos su muerte, tenemos presente sus carcajadas y lo guardamos en la memoria.
Me atrevería a decir que cada miembro de esta provincia, cada profeso tiene hoy una historia que contar de Pereita. Hay un sentimiento común en todos, sé que al enterarnos de su muerte se mezclaron las lagrimas con la risa. Creo, que todos sentimos afecto, cariño, cuidado por este hombre que ha dejado una huella en la vida de esta provincia. Formador, educador, latinista, apóstol de las juventudes. Siempre joven, siempre alegre. En su funeral, la presencia de los frailes demostraba quién fue Pereita, el afecto que esta provincia le tiene a su memoria y los recuerdos que cada quien puede contar.
Se despidió Perea en medio de sus grandes amores: la Eucaristía y su sacerdocio, la Orden y sus amados frailes, su convento de Santo Domingo y su colegio Jordán de Sajonia, su familia y sus amigos.
¿Quid dicis Perea? ¡Ay mamita! ¡Vaya y le pregunta a su abuelita!
El P. Vayssière, eremita y provincial. Fr. M. J. Nicolás O.P
Eremita y Provincial
(1864-1940)
P. Fr. M. J. Nicolás O.P.
Es un foco puro de vida espiritual el que se ha apagado entre
nosotros con el P. Vayssière, "el santo Provincial de Toulouse" según se
lo apodaba habitualmente en la Orden de Sto. Domingo, en la que era
bien conocido el carácter exclusivamente sobrenatural de su
personalidad. El puñado de recuerdos que presentamos aquí quisieran
contribuir a prolongar el efecto de aquella llama que habitaba en él y
cuyo vívido calor no será reemplazado. En sus últimos días, sólo veía de
su larga vida el encadenamiento de todo lo que la Santa Virgen había
hecho por él: "Todo ha sido misericordia en mi vida -decía- y
misericordia de María". Y resumía esa misericordia en tres gracias
esenciales de las que habían surgido todas las otras: la gracia del
sufrimiento, la gracia de la soledad, la gracia de la revelación de la
Virgen a su alma. Que les sea permitido a sus hijos agregar a esta
enumeración la gracia que le fue dada para ellos y que llamaría su
gracia de paternidad. Sigamos ese encadenamiento que nos da la
interpretación sobrenatural de su alma y de su vida.
La gracia del sufrimiento
Para apreciarla debidamente hay que comprender cuál fue el impulso de
esa alma hacia la bella y rica vida dominicana. De seminarista era
impulsivo, ardiente y de carácter impetuoso. Es fácilmente creíble
porque siempre permaneció así.
Había en él una llama. Esta llama iba en aumento desde la época de su
Seminario Mayor, y el objeto habitual de conversación con su íntimo
amigo era la vida sacerdotal y el medio de volverla perfecta. Un día
leyó la vida de Lacordaire, y, en una página cualquiera, oyó dentro de
él un repentino: "serás dominico", que lo decidió para siempre. Quiso,
por tanto, hacerse dominico "para predicar"; no había nada más claro en
su espíritu, y fue Lacordaire quien lo indujo.
Con ese ardor entró al noviciado de Toulouse, y allí se aplicó al
trabajo de su perfeccionamiento, y fue plenamente feliz: "Estoy
demasiado contento", le decía con aprensión a su Padre Maestro, y relató
con frecuencia con qué consolación repetía sin cesar las palabras del
salmo, aplicándolas a su estado de huérfano: Mi padre y mi madre me han
abandonado, pero el Señor me ha tomado consigo.
Comenzó brillantemente sus estudios. Pero estos hermosos inicios de un
sujeto de excepción debían rematar de un modo distinto al pensado. Una
fatiga cerebral profunda lo volvió de pronto impotente para todo trabajo
intelectual. Nunca se curó del todo de ello, y ésa fue la cruz íntima
de su vida. "Todavía me hace sufrir", me confiaba algún tiempo antes de
su muerte. Debió cerrar sus libros, y se lo envió a S. Maximin, donde
coronó su preparación al sacerdocio. Su Padre Maestro fue el P. Colchen,
un gran religioso, extremadamente bueno pero apasionadamente austero y
poco comunicativo. El, que afrontaba todas las dolencias para asistir de
noche a maitines contra todo agotamiento, juzgaba imposible que un
religioso tan bueno pudiera quedar privado de la gracia de practicar las
santas observancias monásticas por motivos de salud. Un día le hizo
comenzar una novena preparatoria a la fiesta de San José, que debía
consistir en levantarse cada noche a despecho de todo. Pensaba que un
tal acto de fe realizaría un milagro. El octavo día de la novena el
pobre novicio no tenía siquiera fuerza para confesarse. El P. Colchen no
insistió ante esta respuesta de San José. Las observancias, tanto como
el estudio y la predicación, quedarían por siempre inaccesibles al P.
Vayssière. De este modo, aunque amándolos con fidelidad, insistió
siempre en decir que lo esencial de la vida religiosa y dominicana no
estaba allí. Pero, agregaba, lo que es realmente la condición esencial
es la abnegación, y en ello coincidía profundamente con el P. Colchen,
por el cual conservó siempre un inmenso afecto.
Fue en ese estado de dolorosa impotencia que se ordenó sacerdote.
Entonces comenzó en su vida el reinado cotidiano de la Misa. Quedaba
grabado en el alma como un hermoso cuadro el rostro que presentaba
durante la ofrenda del cáliz en el Ofertorio, el rostro elevado hacia la
Hostia en el que se leía tamaña expresión de ofrenda y de fe. Era el
momento en que había en él el máximo de dulzura, de pureza, de
serenidad. En el instante de la comunión, ese rostro parecía
verdaderamente abrasarse. Decía: "El sacerdote debe seguir siendo
durante todo el día como era en el altar, debe vivir su Misa, ser
inmolado y entregado, y entregándose entregar a Jesús".
Pero ya estoy hablando aquí de los últimos años. Ya sacerdote, después
de haber colaborado algún tiempo con el P. Colchen como Submaestro, fue
enviado al convento de Biarritz, donde nada pudo hacer. "Un día
-contaba- me encontraba en la sala común leyendo los diarios y también
conversando con tal y tal otro Padre. Acertó a pasar el Padre Provincial
y me hizo un vivo reproche. Pero, ¿qué quería que hiciera? No podía ni
leer, ni confesar, ni nada; me aburría".
A ese estado de impotencia física, a veces el P. Vayssière llegaba al
punto de considerarlo la mayor gracia de su vida. ¿Por qué? Porque
aprendió así, experimentalmente, que hay que hacerse nada para que reine
Dios. Fue el no poder hacer por sí mismo nada de lo que hubiera
querido, lo que lo redujo a no apoyarse sino en la acción de Dios. Sin
duda esta luz se fue desprendiendo poco a poco de su prueba. Pero en el
fin de su vida la virtud del abandono había florecido en él. No vivía
más que en las manos de Dios y de la Santísima Virgen. Todos sabemos
cómo se aplicaba a no emplear jamás ninguna palabra que hubiera parecido
fundamentar en nosotros el principio de nuestro esfuerzo. No decía:
amen a Dios, sino: dejáos amar. "El dejar suceder es marchar a vuelo de
pájaro en la vía de la santidad".
Una actitud tal, le permitía sobreponerse a numerosos sufrimientos. Sin
embargo, conservaba más sensibilidad que aptitud para evadirse de las
mil cosas penosas de la vida. La cruz fue su estado habitual. La hallaba
completamente natural y sobre todo necesaria: "es una misericordia de
Dios", decía. Recuerdo un Viernes Santo, poco tiempo antes de su
elección como Provincial. Había venido al convento de S. Maximin para
reemplazar a nuestro ausente Padre Maestro, y celebrar los oficios de
Semana Santa. Entré a su habitación después del oficio de la mañana.
Parecía como embriagado por su comunión. Con una extraordinaria
elocuencia, me enseñó que la cruz es el centro de todo aquí abajo: "La
cruz es la sustancia de la vida". Lo veo todavía abriendo ampliamente
los brazos y hablándome de la identificación de nuestro destino con el
de Cristo. Enseñaba a las almas una fórmula para decir en las horas de
sufrimiento, y que era su fórmula. "Hay que sufrir. Por tanto quiero
sufrir. Quiero realmente sufrir. No quiero sufrir menos. Quiero morir
para vivir. Quiero vivir para glorificar a Dios. Y sé que glorificando a
Dios obtendré toda mi felicidad".
Lo que tal vez más que todo hizo de su estado de impotencia una gracia,
fue la humildad que él extraía de ese estado. No es fácil hablar de la
humildad de los santos. "En la historia de mi alma -dice Sta. Teresa de
Lisieux- hay páginas que no se leerán sino en el cielo." Para tocar
debidamente ese tema, habría que mostrar las miserias que Dios deja en
ellos, esas faltas "que no apenan a Dios" pero que asombran a los
hombres. Es que los hombres no conocen el lado interior y escondido de
esas deformidades, no ven la humildad que engendra esa humillación. En
el alma del P. Vayssière esa humildad era maravillosa. No se consideraba
a sí mismo más que para admirar la gracia de Dios en las menores cosas
de su vida. De modo que pienso que la experiencia y sobre todo la
aceptación cotidiana de sus incapacidades, fue la gran maestra de su
humildad. Cuando era Provincial decía: "Se me ha puesto ahí, acepto. Es
para mí continua humillación...Pero estoy contento de cumplir la
voluntad de Dios, y lo bendigo por conservarme en mi pequeñez".
Apresurémonos a decir que exageraba creyéndose tan totalmente inepto. Es
bien cierto que no podía predicar sino cuando el deber de estado lo
obligaba absolutamente, y que no brillaba mucho en la conversación o en
los asuntos de negocios. Pero qué elocuencia a menudo admirable en sus
reuniones íntimas: el gesto, el acento, la frase figurada, vigorosa,
todo ello se hallaba presente. Y siempre presentaba admirables
conclusiones en sus síntesis doctrinales. Poseía la intuición de lo que
resultaba esencial de cada tema. Oh, ciertamente nunca me asombró que
antes de su enfermedad haya podido rivalizar en teología con el futuro
P. Pègues, ni que tuviera la ambición de predicar a las multitudes.
No penséis tampoco que todo fue dolor en su vida. Como las almas hechas a
las renuncias, almas muy despojadas que no buscan instalarse en ninguna
satisfacción, gozaba plenamente las menores alegrías, en las que veía
siempre una atención de la Providencia. Sería de no acabar referirse a
las pequeñas "consolaciones" del P. Vayssière, el don que tenía de
"reconocer" la gracia en todas las cosas. En realidad, renunciaba
constantemente a todo don y a toda alegría, y lo que sucedía en él de
luz y de dulzura, lo recibía como un don de la Virgen, como un signo de
amor, sí, un signo de que estaba ahí y pensaba en él.
La gracia de la soledad
La llamaba también la gracia de su vocación magdaleniana. Ciertamente,
él no hubiera elegido por sí mismo esa vocación. Cuando en 1901 sus
superiores, probablemente pensando que no servía sino para orar y que
por otra parte se le podía pedir cualquier cosa, lo nombraron capellán
de la gruta de Sta. María Magdalena en Sainte Baume, ese joven religioso
de treinta y siete años se estremeció. Se hubiera estremecido aún más
si hubiera sabido que allí permanecería treinta y un años. Dios le había
retirado el estudio, las observancias, el apostolado de la palabra.
Ahora coronaba el despojamiento quitándole la vida en común y la
compañía normal de los hombres. Sainte Baume es un lugar magnífico, un
verdadero sitio de contemplación. No hay un dominicano de la Provincia
de Toulouse que no haya gustado allí momentos de serenidad y de plenitud
inolvidables en el tan benéfico acuerdo entre la voz de las cosas y la
oración del alma. No se podría describir esa vasta y pura soledad cuyo
espíritu es aun más conmovedor que las formas depuradas. Pero retirarse
allí para vivir es una prueba temeraria. Los días de invierno son a
veces siniestros, las lluvias de otoño vuelven al bosque triste y frío
hasta las lágrimas, el llano de Plan d‘Aups, cuando sopla el mistral, es
un verdadero desierto ríspido y despojado. ¡Y qué aislamiento sobre la
alta cresta barrida por un viento furioso! El silencio de las cosas
termina por parecerse a la muerte. El problema para aquél a quien la
obediencia hacía eremita, era aceptar esa soledad, desposarla, agotar su
gracia. Lo hizo, y he aquí el motivo por que se volvió un
contemplativo.
El nos contó a muchos de entre nosotros cómo se decidió su vocación.
Estaba en camino de acostumbrarse a bajar todos los días al albergue de
los peregrinos donde podía hallar un poco de compañía, de conversación, y
periódicos. Una vez, frente a una bifurcación, tuvo la intuición de que
no debía seguir descendiendo. Una súbita luz le mostró la nada de lo
que iba a buscar: "¿Qué vas a hacer? Distraerte...Y bien, no irás!" Fue
tan categórico como el "serás dominico" de su juventud. Esta vez esas
palabras querían decir: "vivirás del espíritu de la gruta, serás un
contemplativo." Tomó el otro camino, el de su nueva vocación. "Desde ese
día -agregaba- jamás me aburrí". Hasta tuvo durante aproximadamente un
mes abundantes consolaciones: la soledad lo agasajaba. Luego recayó en
su estado habitual, "sequedad entrecortada de relámpagos", según su
expresión. Pero permaneció fiel.
Durante largo tiempo, no entró ni un periódico en la pequeña casita
contigua a la gruta, donde vivía con su fiel compañero, el Hno. Enrique,
quien cultivó el atractivo de la vida en común con él. No hubo más
relaciones con el entorno que las que le imponía su ministerio, en
especial con las Hnas. de Betania de quienes fue el verdadero padre y
constante apoyo y aun durante cierto tiempo el capellán titular. Más
tarde, los peregrinos se hicieron más numerosos y no pudo ya recibirlos
siquiera durante la buena estación. La casa de retiro de Nazaret que
había fundado en 1931, lo absorbía. Y después del regreso del Noviciado a
San Maximin en 1920, comenzó a ejercer una penetrante influencia en las
jóvenes generaciones de su Provincia dominicana. Ya no era pues,
totalmente eremita, sino durante los seis meses del año, cuando fue
elegido Provincial en 1932. Pero todo su accionar era una irradiación de
su soledad. La soledad había penetrado tan adentro en su alma que lo
conformó para siempre. Fue en vano que disminuyera poco a poco alrededor
de él; la gracia de esa soledad no logró abandonarlo. Allí se
transformó en el hombre de oración y de contemplación continua que
conocimos. Aquí cuento la historia de un hombre que sólo se hizo conocer
en la plena consumación de sus frutos, pero sus raíces se encuentran en
realidad en la gruta de Santa María Magdalena. Todos recuerdan la
actitud que había guardado, cuando era Provincial, en los conventos que
había vuelto a habitar. Recto, grave y pacífico, parecía tener siempre
conciencia de ser portador de Dios. Al envejecer, se había vuelto como
diáfano. El, tan alegre, cuya fisonomía era tan expresiva, tan dinámica,
no entraba al coro ni aun en los lugares regulares sin el mismo rostro
que tenía en el altar. Permanecía arrodillado durante toda su oración,
que rezaba inmóvil y con los ojos cerrados.
Un día confió a uno de sus hijos su método de oración: "Comienzo por
renunciar a todo lo que podría salir de mí. Luego me pongo todo entero
en las manos de la Santísima Virgen y me quedo ahí". Parece que en los
últimos años de su vida recibió una luz muy nueva sobre la oración de
silencio y de quietud. Se tenía la impresión de que esa luz lo liberaba,
le mostraba aquella verdadera manera de rezar a la que desde mucho
tendía toda su alma. ¡A cuántas almas intentó comunicar esa luz! Un día
dijo a una ellas lo siguiente: "Hay que ser contemplativos... Se
necesita el silencio...pero el silencio interior, el silencio de los
poderíos... hay que ir a Dios en la pura fe. Hay que retirarse antes que
nada de sí para ser atraídos hacia Dios... Dios no es nada de lo que es
y no está en ningún lado... Hay que ir a él... Sto ad ostium et
pulso... A veces es duro... Hay que abrirse un camino a través de sí
mismo y a través de las criaturas. Pero me he dado cuenta: cuanto más
seca es la oración, más luz hay en la jornada. Cuanto más
anonadadamiento, hay más actividad divina en la jornada... Cuando no
sentís nada en vosotros, creed en esta palabra de Nuestro Señor: Mi
padre y yo actuamos sin cesar... Y entonces en ese vacío, delante de
Dios, ¿qué hace Dios? - Dios amó tanto al mundo que le dio a su Hijo
único. Es el don supremo, el don de Dios al hombre... Hay una objeción:
¿y la Humanidad de Cristo? Pero no se la olvida: se pasa por ella. Se es
tomado, se es poseído por Cristo. Esa unión con el Padre es la cima del
alma de Cristo. Se es poseído, se es rodeado por Cristo... Eso supone
un despojamiento. Pero una oración tal no es solamente un término. Es un
crisol. Ella misma despoja al alma. Sto ad hostium et pulso. Hay que ir
a esa puerta, a golpear... Y nosotros dominicanos, debemos ser
contemplativos por estado, para conocer a Dios, para conocer a las
almas, la nada total y el todo de Dios. Esas cosas no se saben, no se
las dice. Y ahora que comienzo a saberlas... voy a morir".
Decía estas cosas con un rostro iluminado, un rostro de testigo. ¡Y qué energía!.
Esa oración de fe era la concentración forzosamente momentánea de todo
su ser en lo que constituía los sentimientos habituales de sus jornadas.
"Mi justo vive de la fe -repetía sin cesar-, vive del espíritu de fe, no
por arrobamientos, en ciertos instantes, sino permanentemente... Se
tiene fe, pero no se la utiliza, se juzga con el juicio humano, se
quiere con una voluntad natural." ¿Pero creer en qué? Creer en Dios, en
Dios que es amor. "El fondo del Ser de Dios es el Amor. Sois amados por
Dios. Su Amor es un Océano sin orillas... ¡es un amor eterno! Su amor
nos sumerge, nos estrecha. Esa es la verdad que hay que creer... Creer
en el amor de Dios en todo acontecimiento, ¡cómo lo engrandece todo!...
Se está continuamente en el latido perpetuo de su corazón... Entregaos
al amor, he aquí vuestra tienda. Permaneced allí en cada voluntad que
pasa... ¡Ahí no hay nada que temer y todo que esperar! No es siempre
fácil... Porque Dios es un fuego devorador y consumidor que devora en
nosotros todo lo que no es Dios. Entregaos al Amor puro por puro amor y
os santificaréis".
No quería que bastara con creer con el espíritu, quería que se adhiriera
con el corazón, que se comulgara con esa Voluntad de Dios, con "ese
amor que nos cerca por todos lados" y que es la última palabra de todo
lo que hace gozar o sufrir. No quería que se hiciera sino eso: la
desaparición total del propio yo frente al ser y la acción de Dios,
dejarse llevar, sabiendo que ello significa: dejarse amar; "abrazar a
Dios en todo instante haciendo su voluntad, porque la Voluntad de Dios
es Dios".
"Aceptar todo, todo, absolutamente todo como viniendo de su corazón...
todo lo que sucede es expresión de su amor. Es nuestra única manera de
poseer a Dios. A Dios no lo vemos, lo tenemos por su voluntad. Por ella
podemos comulgar con El. Dios conduce todo y Dios conduce a Dios. Por
tanto, abrir en todo el alma a su amor que en todo nos atrae... Jesús
nos prueba menos su amor por sus dulzuras y sus consolaciones que por
las voluntades suyas que cada instante nos aporta. Las dulzuras no son
más que un incidente pasajero y rápido... sus voluntades constituyen la
verdadera trama de nuestra vida. Ellas son el manantial ininterrumpido
de su corazón, y la manifestación inagotable, la expresión permanente de
su amor por nosotros".
Una noche en Sainte Baume, nos hallábamos afuera. "La voluntad de Dios,
hijo, no busques otra cosa. Es como sucedió con mi reelección. Todo
parecía humanamente oponerse. Por eso, estoy bien tranquilo...
Adjutorium nostri in nomine Domini..." y luego, con un gesto amplio y de
una gran fuerza me mostró todo el cielo y todos los horizontes de
Sainte Baume: "qui fecit coelum et terram. Nos apoyamos sobre el
Todopoderoso que hizo el cielo y la tierra".
Pero para qué insistir, era su predicación constante, el espíritu mismo
de su vida que nos daba diciéndonos eso: "Les digo lo mismo a todos
-concluía con su inimitable simplicidad- no sé más que eso. Y vale para
todo el mundo. Todo el mundo está contento". Sobre todo, él mismo lo
vivía y lo había aprendido en el libro de su corazón. Esa comunión con
el amor de Dios a través de todo lo que hacía o soportaba, era su
contemplación perpetua, "unida a la acción -decía- como el alma lo está
al cuerpo". Había llegado al estado que definía así: "En el alma
religiosa, el pasado y el futuro no cuentan. Sólo cuenta el momento
presente, donde está en comunión con el infinito de Dios".
La gracia de la intimidad mariana
Pero tengo premura por mostrar el lugar que tenía la Santísima Virgen en
todo lo que acabamos de decir. Ella era el arbitrio universal, la misma
atmósfera de su vida espiritual. Ese estado de despojamiento y de toda
pura unión a Dios solo, era Ella quien lo establecía con él y que lo
mantenía y que lo había querido. "Es la Sma. Virgen quien ha hecho todo.
Le debo todo, todo", decía frecuentemente. Había sido la madre que
exigía el sentimiento de su pequeñez, la dulzura suprema en lo más
profundo de su renunciamiento, la fecundidad de su soledad, y la
inspiradora de su oración. No tomaba conciencia de ninguna de las
gracias de Dios sin tomar a la vez conciencia de la vía por la cual le
llegaban. "Todo es gracia"; por tanto, pensaba, la Santísima Virgen está
conjunta e íntimamente presente.
Esta ubicación en el Corazón de la Santísima Virgen como en el centro de
su vida espiritual, no es común a todos los santos. Para lograrlo se
necesita una luz, una revelación de la Virgen que supone una elección de
su parte. El P. Vayssière la tuvo en grado excepcional. Es propio del
alma mariana ese instinto de encontrar a Dios en María, tener incluso un
goce particular en tomar conciencia de ello, en rendirle así gloria
ofreciéndose no solamente a sus manos sino primero a ella, sabiendo a
fondo que todo lo que es de ella es de Dios, un eclipse total y perfecto
de la madre delante del Hijo. Ese sentido de la transparencia de María
explica las expresiones del P. Vayssière. Todo lo que hemos dicho sobre
sus expresiones y sobre su vida de fe, muestra suficientemente cuál era
el fruto de una tal donación. He hallado este tan profundo pensamiento
suyo: "La Santísima Virgen no posee más la fe, sino que la guarda para
nosotros. Hay que ir a buscar la fe en su fuente. Jesucristo no tuvo fe.
La fuente de la fe es María". "Toda la vida espiritual está ahí
adentro, en esa donación al amor Infinito. Pero no olvidemos que se
realiza en los brazos de María, en la gracia de su papel maternal"...
"María es como un gran río que nos lleva a Cristo... Pero no hay que
pensar que María, Nuestro Señor, no son más que etapas para llegar al
Padre. NO, no es así: "María, Cristo, Dios, es un todo, es
inseparable!".
Así sentía por instinto, pero también lo justificaba mediante una
doctrina mariana que bastaría desarrollar para lograr una hermosa
obra...
"La Santísima Virgen no es más que madre... no es más que madre de
Jesús, es a El a quien concibe en el alma... Toda la acción de María
transcurre hacia Jesús... No se podría concebir en ella ninguna
partícula de su actividad que no tuviera a Jesús como objeto y como fin.
Es su misión. Ella es madre. Su papel de madre es el de darnos la vida
divina a cambio de lo que nos ayuda a sacrificar... Es el mismo
Espíritu Santo quien ha creado y preparado el Corazón de María y quien
ha cavado en él profundidades inefables. Ha hecho de él un corazón de
Madre, y no de cualquier madre, sino de la madre de un Dios... y es con
ese corazón hecho para un Dios, con esas ternuras reservadas para Dios,
que María ama a la humanidad, que María ama a cada una de nuestras
almas".
El misterio de María, para él, era el de la perpetuidad del misterio de
la Encarnación Redentora con el cual cada alma humana puede comulgar
totalmente. Así como Jesús ha habitado en el mundo, así viene a vivir en
nosotros. "Es la ley de Dios que después de la Encarnación se renueva a
través de las edades y en todas las almas que quieren permanecer fieles
y realizar el mismo misterio de amor: Jesús".
De esta meditación sobre el rol vivificador de María, tomaba su doctrina
del contacto a mantener siempre, de la dependencia que debe volverse
cada día más estrecha y más total. "Más se es de María y de su acción,
más se está en vía de unión a Dios, de vivir en sí mismo la vida de
Jesús... Hay que establecerse espiritualmente en María como un niño en
el seno de su madre. Más estamos unidos a Ella, más nos vitaliza. Es
Ella, es María que nos forma... La vía de fidelidad filial a María, es
la verdadera vida, creedlo, es revivir la vida misma de Jesús en
Nazareth".
Y por si se hubiera encontrado algo demasiado metafísico en estas
consideraciones, concluye muy simplemente, con una extraordinaria y
límpida ternura: "La Santísima Virgen es una mamá. Nos quiere como una
mamá. Hay que amarla como a una mamá". Sin embargo el P. Vayssière no
había disfrutado de su madre, muerta joven. No había aprendido en su
naturaleza esos sentimientos que luego es tan bello transportar al orden
de la gracia y de las cosas espirituales.
No, no había tenido más madre que la Santísima Virgen, y es de ella que
había aprendido todo, aun las delicadezas más humanas de su corazón. Un
día iba con él en un tranvía. Cerca de nosotros estaba sentada una joven
mamá que llevaba su niño en sus brazos. Tras haber mirado un momento,
el Padre me tomó del brazo y me dijo: "Fíjese... Esto me hace pensar en
el Buen Dios... Ahí está lo que somos en sus brazos. Es curioso, cuando
era joven no prestaba ninguna atención a los niños... ¡Pero ahora, me
conmuevo!".
Se comprende cómo la humildad del Padre volvía fácil una tal
dependencia: "Hay que hacerse niño, hay que hacerse pequeño." Cerca de
él comprendí que la verdadera devoción a la Virgen era inaccesible a los
orgullosos. Todas sus palabras sobre la Virgen salían de un corazón
simple y despojado.
El tenía conciencia de ello. "Más pequeño se es, decía, más se le
permite ser madre. El niño pertenece más a su madre cuanto más débil y
más pequeño es... La perfección de la vida de infancia en el plan
divino, es la vida en María".
El Padre se nutría continuamente y de más en más, de la doctrina de Sta.
Teresa de Lisieux, pero es en aquel espíritu que la interpretaba y la
explicaba. El definía así la infancia espiritual: "tener a María por
madre y saberlo." No le gustaba mostrar "sensible" la devoción a la
Santísima Virgen: "Es en la fe que hay que ver todas las cosas y creer
que nos viene de María."
Esta gracia de intimidad mariana la debía primeramente al estado de
pequeñez al que había sido reducido y al cual había consentido. Pero la
debía también a su Rosario. En las largas jornadas de soledad de Sainte
Baume, había tomado la costumbre de rezar varios rosarios en el día, a
veces hasta seis. Muchas veces los rezaba en su totalidad de rodillas. Y
no se trataba de una recitación mecánica y superficial: se entregaba en
alma, los degustaba, los devoraba, se sentía persuadido de encontrar
allí todo lo que se puede buscar en la oración.
"Recitad cada decena -decía- menos reflexionando que comulgando en el
corazón con la gracia del misterio, con el espíritu de Jesús y de María
tal cual ese misterio os lo presenta... El Rosario es la comunión del
anochecer (en otra parte: es la comunión todo a lo largo del día) y que
traduce en luz y en resolución fecunda la comunión de la mañana. No es
sólo una serie de Ave Marías piadosamente rezadas, es Jesús que revive
en el alma por la acción maternal de María."
De esta manera, él vivía en ese ciclo, sin cesar activo, de su Rosario,
como "rodeado" por Cristo, por María, según su expresión, comulgando con
cada uno de sus estados, con cada uno de los aspectos de su gracia,
penetrando y permaneciendo, por intermedio del Rosario, en los abismos
del Corazón de Dios: "El Rosario es un encadenamiento de amor de María a
la Trinidad." Se llega a comprender qué estado de contemplación había
suscitado en él, qué camino para la pura unión con Dios, qué necesidad,
parecida a la de la comunión. Y cuando se lo veía hacer correr
constantemente las cuentas de su rosario, se podía pensar que cada una
de ellas se había vuelto para él como un signo sensible y casi oral, un
memorial de todos sus pensamientos, de toda la contemplación acumulada
durante tan largos años.
La gracia de la paternidad
Retirado por mucho tiempo de la vida dominicana normal, incluso forzado
durante las expulsiones a vestir sotana (pese a ello, de noche se
acostaba con su hábito blanco), privado del amplio y distante fulgor
propio del apostolado dominicano, oía siempre en su corazón la voz de su
juventud: "serás dominico". Entonces ello explica que haya entendido el
sentido de su misión de la siguiente manera: representar a la Orden de
Sto. Domingo en la gruta de la penitencia y de la contemplación. Elevado
por encima de todas las realizaciones exteriores de su ideal,
comprendió la esencia de la vocación dominicana,
comprendió sobre todo que ella era una vocación en el sentido vigoroso
del término, es decir un llamado de Dios, la Voluntad esencial de Dios
sobre ciertas almas, sobre la suya. Comprendió que esa Voluntad de Dios
se traducía en una Regla, cuyos menores detalles se hacían sagrados,
pero que tendía antes que nada a llevar a cabo una cierta forma de
santidad, una cierta manera de imitar a Nuestro Señor, algo más excelso
que toda teoría, que se había realizado por primera vez con Santo
Domingo y que había que revivir en unión con él. Sería muy largo de
contar y de describir lo que fue en él esta gracia de unión filial con
Santo Domingo. Magnífica eflorescencia de la gracia de fidelidad a la
vocación. Esta poseía un sentido suficientemente profundo como para
señalar a todo religioso cómo debía ser su devoción con respecto al
Padre de su Orden. Lo preparaba sin que se apercibiera, para ser el
representante de Santo Domingo entre nosotros. Sin duda se dio en este
grado en el Padre Vayssière, con la plenitud que le hemos conocido, una
vez nombrado Provincial.
El mismo dijo que mientras celebraba la misa del 4 de agosto, poco
tiempo antes de su elección, se había sentido fuertemente impulsado en
su interior "a darse a Santo Domingo". Esta gracia dominó todo su
Provincialato. No contaré aquí lo realizado durante esos ocho años tan
plenos y tan pesados. Nuestro Rvmo. Padre General nos escribió que no
había visto un provincialato más fecundo en realizaciones. El mismo P.
Vayssière constataba, reconfortado, que "pese a todo, la Santísima
Virgen había hecho mucho mientras él estaba allí." Todos admiraban las
vías de la Providencia que lo sacaba de su tranquila vida de eremita a
la edad en que otros ya entran en su retiro, y lo sumergía en problemas,
viajes, dificultades de toda clase. Pero él se prestaba a todo con
sencillez. Había encontrado en su soledad el secreto de abrazar a Dios
en todo, haciendo en todo su Voluntad. Podía dejar su Gruta.
Por el contrario, su gracia no podía sino expandirse y necesitaba esa
misión para alcanzar su plenitud, volviéndose una gracia de paternidad.
Más que nunca, sus impedimentos serían una causa de despojamiento y de
humildad: más que nunca su oración se haría pura y elevada, su fe se
templaría al contacto con las contingencias, que siempre superaría. Más
que nunca, sobre todo, teniendo tanto que hacer y en qué pensar, se
refugiaría entre las manos de la Virgen. Su gracia mariana creció y se
profundizó hasta el extremo: "La Santísima Virgen es un agente esencial
de la vida espiritual, especialmente en los estados más elevados."
Apenas unos días después de su primera elección, me dijo con un aire
sorprendentemente decidido: "Puesto que soy Provincial, voy a aprovechar
para perfeccionarme". Se reconoce perfectamente ahí su inmediata
correspondencia con la intención misma de la Voluntad Divina, su don de
ver lo esencial de una situación y resumirlo con una palabra. Fue fiel a
su resolución. Y su papel fue más que todo ser una fuente, un hogar
espiritual en la Providencia, un padre. Gracia de paternidad,
comunicación a su corazón del don, que tuvo el de María, de darse a Dios
dándose a sí mismo. Nos amaba a todos "con un corazón de padre y de
madre". Es cierto que a veces era tímido, "salvaje", como decía, con
aquellos que no veían en él más que al superior. "Con frecuencia -decía-
cuando un Padre viene a hablarme, me siento crucificado por mi
impotencia, mi falta de medios. No sé qué decirle. Sufro, ofrezco mi
sufrimiento a Dios por aquél que está ahí". Sólo se sentía completamente
en su terreno cuando podía hablar libremente de Dios, cuando podía
moverse en el aspecto puramente sobrenatural, que jamás pudo abandonar
aún abandonando Sainte Baume. Alguien me decía: "Ese hombre es el
corazón de su Provincia. Toda la Provincia vivía en él". Nada más justo:
se apasionó por ella.
La gracia de la muerte
La salud del Padre Vayssière se había resentido seriamente durante la
guerra. Pero, aun siendo su estado habitual el estar enfermo con mayor o
menor severidad, lo sorprendió enterarse de que su problema era grave y
requería una peligrosa operación. Aceptó la situación de inmediato,
decidido a llegar hasta el final. "Es mi cargo y mi vida -decía- que
rematan en la cruz. Ha habido tantas deficiencias en el ejercicio de mi
cargo, que era muy necesario que sufriera un poco por la Provincia, en
reparación. Y ahora mi vida, mis sufrimientos, mis plegarias, son
enteramente para la Provincia". No cesaba de desgranar el rosario que
llevaba alrededor del cuello. Frente a él había un armario con un espejo
que reflejaba la estatuilla de la Santísima Virgen emplazada sobre la
pared: "Así la tengo siempre delante de mí", confiaba con gusto a sus
visitantes. Se dejaba llevar como un niño. Su alma vivía en un
sentimiento a menudo desbordante de acción de gracias. El 15 de agosto
le solicitó a un Padre, originario como él de Rocamadour, celebrar la
misa en acción de gracias por todas las gracias que había recibido de
María en su vida terrestre. Cuando recibió como regalo un rosario de
oro, lo envió en prenda de reconocimiento al querido santuario de su
país natal. Es después de esa fiesta de la Asunción que lo vi por última
vez. Me dijo: "He recibido grandes gracias en esta fiesta del 15 de
agosto. He comprendido claramente que debía ofrecer mi vida por la
Provincia. No sé si soy a morir, será como Dios quiera. Pero su voluntad
es que ofrezca mi vida por la Provincia. Y ahora... espero... estoy
tranquilo... contento... contento..." A otro, le decía: "Ahora que voy a
morir, no puedo ni siquiera pensar en la muerte. Pienso que muriendo
voy a cumplir la voluntad de Dios, como cuando tomaba el tren a Toulouse
o partía de la gruta para ir al albergue." "Hijo, -decía aun, como una
suprema confidencia de su experiencia y sabiduría- lo que le falta al
religioso es la abnegación. Uno se escudriña en esto o en lo otro, y por
eso no se une a Dios." Y retomaba: "Sí, incluso los que son virtuosos y
meritorios, no renuncian a ellos mismos. De este modo su vida
espiritual se difiere."
Entrevió el día de su muerte: "Erré el 8 de septiembre y el 15 de
agosto: no erraré el 15 de septiembre." No erró, en efecto. El 14 de
septiembre, hacia las tres de la tarde, tuvo una crisis súbita que se lo
llevó en pocos instantes. Era la hora de primeras vísperas de Nuestra
Sra. de los Dolores. Ocho años atrás, el mismo día y casi a la misma
hora, firmaba su aceptación del cargo de Provincial. Llegaba exactamente
a su término, la última gota del cáliz había sido bebida, todo estaba
consumado. En su agenda, esa misma mañana, había escrito esta frase de
Santa Teresa del Niño Jesús: "Mi gloria será un reflejo sobre mi frente
de la gloria de mi madre."
Sus despojos fueron transportados al pequeño cementerio de Sainte Baume,
al pie de la gruta. Había tenido la tentación, quién lo hubiera creído,
de pedir otro lugar de retiro y de sepultura. Pero poco tiempo antes de
su enfermedad, mientras caminaba por el amplio bosque que había sido el
confidente de su aislamiento, de sus despojamientos y de sus gracias,
oyó en su interior una voz de reproche: "Eres un ingrato". Que su
humilde tumba permanezca en ese lugar santo, como un testimonio de su
reconocimiento por todo lo que su alma recibió allí con simplicidad y
con fidelidad.
Trocar tras de la larga herida
XVII
Bajar de los tabores, Teresa,
hasta los cauces
del río de las sombras: mancharse
las manos sin mancharse
con el brillo heridor del Becerro
de Oro, sumergirse en la ceguedad
de la Máscara obscena y mentirosa
para poder decir
el veneno de sus vísceras.
Y aguantar de pie, verticales,
enhiestos como los cipreses
de los cementerios, a pesar
de las humillaciones de la Bestia
que rige los destinos
y aniquila. Saber
interpretar el color amarillo
cuando llega noviembre
y hace frío en la casa.
Regresar
con los ánades viajeros
al lugar de la partida como los álamos,
desnudos, regresan al invierno
inexorablemente. Arrodillarse
y beber en las cuencas de la carne
el acíbar de los cactus, el hedor
amarillo de las zarzas —Auschwitz,
Hiroshima, Chechenia, Torres Gemelas,
Madrid 11 de marzo, Iraq,
Palestina...—. Y entonces
con el rescoldo del fulgor
robado a los dioses aún reciente
Bajar de los tabores, Teresa,
hasta los cauces
del río de las sombras: mancharse
las manos sin mancharse
con el brillo heridor del Becerro
de Oro, sumergirse en la ceguedad
de la Máscara obscena y mentirosa
para poder decir
el veneno de sus vísceras.
Y aguantar de pie, verticales,
enhiestos como los cipreses
de los cementerios, a pesar
de las humillaciones de la Bestia
que rige los destinos
y aniquila. Saber
interpretar el color amarillo
cuando llega noviembre
y hace frío en la casa.
Regresar
con los ánades viajeros
al lugar de la partida como los álamos,
desnudos, regresan al invierno
inexorablemente. Arrodillarse
y beber en las cuencas de la carne
el acíbar de los cactus, el hedor
amarillo de las zarzas —Auschwitz,
Hiroshima, Chechenia, Torres Gemelas,
Madrid 11 de marzo, Iraq,
Palestina...—. Y entonces
con el rescoldo del fulgor
robado a los dioses aún reciente
en el
rostro, iluminar
las pupilas vulneradas de los huérfanos,
acompañar la sola
singladura de los náufragos.
Romper la carne —roja,
amarilla, eucarística—
como se rompe un espejo
en mil pedazos para darse
en cada uno de ellos. He ahí
la ley: dejarse derruir,
pudrirse, para nacer
en los albores
de una nueva primavera. Subir,
subir de nuevo, como Sísifo,
tras la memoria vigilante
de los supervivientes
encontrados de pie en los taludes
del sendero hasta la puerta
del Castillo donde crecen
los dardos que nos llagan,
Teresa.
Y solazarse allí
en aquietada espera
hasta la Luz final,
inmarcesible. Trocar
tras de la larga herida
de la muerte y sus hoces
esta carne con sus sombras
y olvidos, tan de invierno,
estos ojos devorados de presbicia,
en una carne de luz,
germinal, crecida
su estatura más allá
las pupilas vulneradas de los huérfanos,
acompañar la sola
singladura de los náufragos.
Romper la carne —roja,
amarilla, eucarística—
como se rompe un espejo
en mil pedazos para darse
en cada uno de ellos. He ahí
la ley: dejarse derruir,
pudrirse, para nacer
en los albores
de una nueva primavera. Subir,
subir de nuevo, como Sísifo,
tras la memoria vigilante
de los supervivientes
encontrados de pie en los taludes
del sendero hasta la puerta
del Castillo donde crecen
los dardos que nos llagan,
Teresa.
Y solazarse allí
en aquietada espera
hasta la Luz final,
inmarcesible. Trocar
tras de la larga herida
de la muerte y sus hoces
esta carne con sus sombras
y olvidos, tan de invierno,
estos ojos devorados de presbicia,
en una carne de luz,
germinal, crecida
su estatura más allá
de las
paredes impuestas,
desconchadas, de la casa solariega:
carne transverberada
en dulcedumbres de oro,
donde habitar, Teresa.
desconchadas, de la casa solariega:
carne transverberada
en dulcedumbres de oro,
donde habitar, Teresa.
¿Jubileo? … ¡Jubilen!
Domingo 1ro de noviembre de 2015
El día 7 de noviembre del 2015, en el mundo entero, la orden dominicana abrirá el jubileo de sus 800 años de existencia.
Este aniversario será la ocasión de recordar las
intuiciones de Nuestro Padre Santo Domingo y de dar gracias por tantos
favores que Dios ha colmado a la Orden de Predicadores. Vamos a hacer
memoria, sin duda, pero no solamente.
Como nos invita, este paisaje del norte de Zambia, vamos a mirar más bien hacia el horizonte que se abre delante de nosotros. El cielo se refleja en un lago de aguas tranquilas y nos recuerda que la tierra y el cielo se parecen…¡Y se reunen en nuestra oración del Rosario!
Los colores dominantes son el blanco y el azul…¡Los de Nuestra Señora!
Este Jubileo, vamos a vivirlo con ella y nos pondremos en su escuela. Ella nos enseñará a encontrar la verdadera alegría, a iluminar la verdadera luz, a acompañar a aquellos que sufren y a alegrarnos de antemano por la gloria celestial.
Un jubileo… ¿para qué?
Para jubilar, por supuesto …¡con el Rosario !
Como nos invita, este paisaje del norte de Zambia, vamos a mirar más bien hacia el horizonte que se abre delante de nosotros. El cielo se refleja en un lago de aguas tranquilas y nos recuerda que la tierra y el cielo se parecen…¡Y se reunen en nuestra oración del Rosario!
Los colores dominantes son el blanco y el azul…¡Los de Nuestra Señora!
Este Jubileo, vamos a vivirlo con ella y nos pondremos en su escuela. Ella nos enseñará a encontrar la verdadera alegría, a iluminar la verdadera luz, a acompañar a aquellos que sufren y a alegrarnos de antemano por la gloria celestial.
Un jubileo… ¿para qué?
Para jubilar, por supuesto …¡con el Rosario !
Fr. Louis-Marie ARIÑO-DURAND, o.p.
Promotor General del Rosario
Familia Católica
"la Sagrada Familia de Nazaret es verdaderamente el ‘prototipo’ de toda familia cristiana que, unida en el Sacramento del matrimonio y nutrida por la Palabra y la Eucaristía, está llamada a realizar la extraordinaria vocación y misión de ser célula viva no sólo de la sociedad, sino de la Iglesia, signo e instrumento de unidad para todo el género humano..."
Papa Benedicto XVI.
La familia Cristiana es:
Una familia que fundamentada en Cristo vive tres destellos hermosos que la une : pequeña comunidad de amor, escuela de virtudes e iglesia doméstica.
Una familia que sabe que sólo la fe en Cristo y la participación en la fe de la Iglesia la salva.
Una familia que no deja de anunciar en este mundo que el matrimonio y la familia son insustituibles y no hay otras alternativas.
Una familia que cree firmemente, que ella es el ámbito privilegiado donde la persona aprende a dar y recibir amor.
Una familia que sabe, asume y vive que la misión entre los suyos pasa por ser cauce de transmisión de la fe y del amor de Jesús siempre vivo, y forma personas libres y responsables.
En la familia todos sus miembros buscan tiempo para comunicarse entre ellos, para orar juntos y escuchar la Palabra de Dios.
Una familia que encuentra en la Sagrada Familia de Nazaret su modelo para soñar y vivir el plan de Dios.
Una la familia que se siente célula viva de la sociedad y de la Iglesia e instrumento de unidad para todo el género humano.
Lupita.
Dra. Guadalupe Hernández Ramírez Valdés, O.P.
COMO HA DE SER
LA FAMA PARA EL CRISTIANO
Isaura Díaz Figueiredo
“La fama es peligrosa, su peso es ligero al principio, pero se hace
cada vez más pesado el soportarlo y es muy difícil de descargar” (Hesíodo) S.VIII a.C, poeta griego.
La fama es una condición que se
adquiere a lo largo de la vida, también hay algunas personas que nacen con
fama, por ser hijos de alguien, no por la trayectoria que les llegara con el
bagaje de los años, por sus historias, por una travesía laboral.
La fama es “un fenómeno muy
actual, a pesar de que a lo largo de los siglos ha existido siempre, unas
personas son más conocidas que otras, Sin embargo, es a partir del siglo XX,
cuando esto cambia, y no son famosos hoy en día personas de gran valía, si no
personas que nada hacen, y que se
caracterizan por llevar una vida de lujo, exposición mediática y llamar la
atención en público.
Todos los seres humanos debemos
tener claro hacia dónde vamos, para poder llegar a feliz puerto y no perdernos
en la inercia de las formas, en la esperanza triturada que conlleva una gran
pesadumbre, arrastrada como fardo repleto de piedras disfrazadas de colores, y
que solo encierran tristeza, en una voz temblando, podrida hasta el tuétano, en
definitiva muerto.
Decía mi admirado D. Antonio Gala, que nunca
ha visto “un cajon de sastre” tan
lleno, pero mezclado, no existen apartados para que cada uno esté en su sitio,
botones a un lado, agujas en otro, hilos…
lo mismo se mezcla a un científico que haya descubierto como funciona
tal o cual medicamento para aliviar determinadas enfermedades, que el esposo
que asesina a su mujer, un desfalcador, un ladrón, o idiotas oportunistas, que
buscan la fama, pregonando que han
tenido sexo con aquella o aquel personaje del momento.
Todo se confunde en beneficio de “los medios”
que les hacen subir como espuma, y al poco se desinfla.
No seamos dependientes del
espumillón, mantengamos austeridad, que nuestra vida sea solo nuestra, y si
sale al ruedo público, no sea empujada por fuerzas ajenas, ni hagamos
exhibicionismo de aquellos logros para reclamar atención, porque si eso nos
falla, nos volveremos irascibles, y como tal dependientes, de la droga del
halago.
El estar en la cresta de la ola,
que nunca ha de ser el eco de un nombre, si no su trabajo, las metas y que
conlleven a la felicidad, y a ser recordado
a nuestro fallecimiento, como persona generosa, que a pesar de poder,
jamás se dejó manipular.
No perdamos de vista nuestro objetivo y demos a cada momento
su espacio en el “cajón” de esta forma llegaremos. Estableciendo objetivos específicos
resulta un ejercicio poderoso. El gran profeta Habacuc escribió acerca de la
fijación de metas:
Y el Señor me respondió “escribe la visión, y haz que
resalte claramente en las tablillas, para que pueda leerse de corrido. Pues la
visión se realizará en el tiempo señalado; marcha hacia su cumplimiento, y no
dejará de cumplirse. Aunque parezca que tarda, espérala; porque sin falta
vendrá” Hab.2:2,3
¿Cuáles son sus sueños? ¿Ha escrito sus metas? Es una gran
tarea para en la vida, Dios no quiere tú fracaso, desea su éxito.
No podemos los cristianos confundir: fama, dinero, poder,
hay mucha gente que tiene todo esto, y no por eso son felices. El éxito tiene
que decir al final de nuestro peregrinar, que uno ha sido feliz, qué amó a Dios
en el prójimo, que has dejado el legado de tu ejemplo y que así has disfrutado al
máximo aplicando las leyes.
Termino con unas reflexiones:
“Una mala conciencia
se cura más fácilmente que una mala reputación” (Nietzsche) Filosofo alemán
“Gloria no es nunca
sinónimo de fama” (Jaime Balmes)
filosofo y sacerdote español
“Los hombres famosos
tiene por sepulcro la tierra eterna” (Pericles)
Ojalá que alguna de estas frases
nos lleven a poder sentir la fama, pero jamás el engreimiento y con ello es
desprecio a los demás.
Un continente joven y dominico
Cuando, hace unos meses, me invitaron a Chile
para participar en el ECJD 2015, no era consciente de la cantidad de
experiencias y aprendizajes que me esperaban allí. Nunca había cruzado
“el charco”, así que me embarqué en la aventura, con algunos miedos
pero, sobre todo, con mucha ilusión.
Nada más aterrizar, la acogida que los hermanos de Chile me regalaron disipó cualquier rastro de temor que aún pudiese quedarme.
ECJD son las siglas del “Encuentro Continental de
Jóvenes Dominicos”; en el colegio “Academia de Humanidades” de Santiago
nos reunimos unas 600 personas procedentes de diversos países de
América.
Bajo el lema “viviendo las buenas noticias”
disfrutamos de un montón de vivencias de todo tipo: voluntariados
sociales, talleres, culturales, celebraciones litúrgicas, fiestas… todas
ellas orientadas a compartir, desde las diversas culturas y
experiencias pastorales, la Buena Noticia del Evangelio bajo el carisma
dominicano.
Fue impresionante compartir esos días con tal
cantidad de jóvenes y ver las ganas, la alegría e ilusión que todos
volcaron en cada momento, en todas las actividades que se nos
ofrecieron, además, por si eso fuese poco, tuve la oportunidad de
reencontrarme con los hermanos de Chile que ya había conocido en los
encuentros del IDYM.
El cariño y la fraternidad que todos me brindaron:
los frailes, especialmente el p. Enrique y mi tocayo, el p. Félix y un
viejo conocido, Manuel; los miembros del MJD; las hermanas de las
distintas congregaciones que acudieron; las fraternidades laicales; el
profesorado; los jóvenes participantes… es sin duda el mejor regalo que
me he traído de allí pero, ni mucho menos, el único.
La belleza imponente de la
ciudad, conocer las diferentes realidades de aquellas tierras, y la
labor que allí realiza la Familia Dominicana allí me ha enseñado
muchísimo y me ha abierto la perspectiva.
Admirable igualmente la organización, todo estuvo
cuidado a la perfección gracias a un compromiso muy serio y prolongado
de muchas personas. Toda la familia dominicana se volcó en el encuentro,
pero también los profesores, los padres de los alumnos, el personal no
docente… todos ellos trabajaron con mucho afecto y ganas. Juntos
lograron que la ocasión fuese memorable, que nos descubriésemos a
nosotros mismos y a los demás como la buena noticia que también somos.
Tras una semana juntos, nos despedimos con el corazón
repleto de Dios y con muchas ganas de poder volver a encontrarnos de
nuevo… ¿quizás en Toulouse este verano?
Fray Félix Hernández OPSan Jacinto, Sevilla
Amanece la luz para el justo (salmo 96)
Editado por
Sor Gemma MoratóSí, verdaderamente amanece la luz para el justo porque sabe que el Señor reina. Su realeza se basa en la justicia y el derecho: “Justicia y derecho sostienen su trono” (v 2).
En los versos siguientes narra una teofanía expresada en una gran tormenta con relámpagos y truenos como en el Sinaí ante la cual los israelitas se llenaron de temor: “Delante de él avanza fuego abrasando en torno a los enemigos; sus relámpagos deslumbran el orbe, y viéndoles, la tierra se estremece” (v 4). En realidad la creación es una teofanía. Saber mirar con ojos contemplativos las maravillas que encontramos sobre la tierra nos llevan al creador de tanta hermosura.
Por ello los que adoran dioses falsos creados por el hombre se avergüenzan: “Los que adoran estatuas se sonrojan, y los que ponen su orgullo en los ídolos” (v 7). Es lo que expresa otro salmo: “Tienen boca y no hablan, tienen ojos y no ven, tienen orejas y no oyen, tienen, tienen nariz y no huelen, tienen manos y no tocan, tienen pies y no andan, no tiene voz su garganta” (salmo 113, 13- 15).
“Ante él se postran todos los dioses: lo oye Sión, y se alegra” (v 7-8). Por una parte los idólatras quedan avergonzados por la presencia del Dios verdadero pero los fieles a Yahvé se alegran porque el Señor es altísimo sobre toda la tierra, encumbrado sobre todos los dioses (Cfr. 9). Los fieles al Dios verdadero se sienten protegidos. “El Señor ama al que aborrece el mal, protege la vida de sus fieles y los libra de los malvados. Alegraos, justos, con el Señor, celebrad su santo nombre” (v 10 y 12).
Al terminar de rezar este salmo, podemos dirigir a Dios esta oración: Dios amoroso, Señor del mundo, que toda la creación sea una continua epifanía, no permitas que los hombres pongan en peligro tu obra malbaratando los dones que ofreces en ella. Haznos conscientes del señorío que le entregaste desde los orígenes y que nos sintamos hermanos de todos los hombres, y aprendamos a compartir lo que tenemos y somos. Texto: Hna. Maria Núria Gaza.
Feliz 800 cumpleaños
Me van a permitir que esta semana
mi columna sea algo “autoreferencial”, y que por una vez dejemos de lado
algo de los líos catalanes, las noticias más mediáticas de la Iglesia,
las opiniones sobre usos y abusos de nuestros políticos, sobre las
catástrofes sociales que el modelo económico dominante nos genera o la
política internacional, para contarles algo que me toca de lleno.
Y es que este mismo fin de semana, 7 y 8 de noviembre, comienza para la Orden de Predicadores –los dominicos- la orden religiosa a la que pertenezco, los actos de conmemoración del octavo centenario de su existencia, un Jubileo de 800 años que se prolongará hasta el comienzo de 2017, y que rememora cómo en 1216, el entonces Papa Honorio III, aprobó la existencia de una pequeña orden religiosa que nacía para la misión de la Predicación del evangelio de Jesucristo.
Nacida en el sur de Francia, gestada por un sacerdote español y castellano de la nobleza medieval, Domingo de Guzmán, supuso un apoyo para el intento de reforma de la Iglesia
que entonces se estaba llevando a cabo -esa es la historia de los
seguidores de Jesús, un constante intento de conversión al evangelio
entre las mareas del mundo-, tratando de ir a uno de los problemas
centrales religiosos de la época: que nadie predicaba a las gentes el
mensaje de esperanza, amor y positividad del evangelio.
Santo Domingo de Guzmán ideó una institución que se dedicara a la tarea de la Predicación, y para prepararla de la manera más seria posible, organizó que sus frailes vivieran en comunidad
para poder compartir vida, criterios y opiniones en pluralidad y
corresponsabilidad –la Orden de Predicadores es de las únicas
instituciones eclesiales que tiene una forma de gobierno democrática,
con elección de sus superiores de abajo hacia arriba, y con tiempo
limitado en el ejercicio de sus responsabilidades-; que dedicaran sus
esfuerzos al estudio, con lo que de diálogo con
corrientes distintas significa, viviendo en la búsqueda de la verdad
para poder compartirla con otros, y para que su predicación fuese de
veras humana, con sentido y contenido; desde la experiencia de la oración
y la contemplación, como fuente de la que mana toda la raigambre y la
urdimbre de los religiosos, una experiencia de Dios cuidada y crecida en
la mirada del mundo y en el silencio que humaniza y cultiva una mirada
diferente, honda, realista, esperanzada, creyente de cuanto sucede.
Además quiso que esas claves –la Predicación, la comunidad, el estudio y la contemplación- se viviesen desde la Pobreza evangélica que quiere mostrar la coherencia al mundo del mensaje del evangelio; que fuesen siempre desde una visión compasiva
que cuida y se preocupa especialmente de quienes más sufren, de quienes
peor parte llevan en la historia del mundo; y que fuese profundamente positiva,
de la “gracia” en términos teológicos, no de condena, denuncia y miedo,
sino de la belleza de cuanto existe, de la bondad de la creación, de la
maravilla de la realidad.
Obviamente en 800 años de vida, no todo
han sido luces, y demasiadas veces hemos estado muy alejados del ideal y
de los proyectos y sueños de santo Domingo de Guzmán. Así, junto a tiempos brillantes
y figuras de auténtica riqueza y cercanía al proyecto, de verdadera
significatividad evangélica y capacidad de encarnar el proyecto de la
Orden de Predicadores –ahí está santo Tomás de Aquino, san Alberto Magno, san Raimundo de Peñafort, los tres patronos de los estudios universitarios que hicieron del diálogo con los saberes su manera de predicación; ahí está santa Catalina de Siena,
la mujer que más fuerza ha tenido en la Iglesia católica en su
historia, consejera y conciencia del mismo papa en el siglo XIV, o
nuestro san Álvaro de Córdoba el de santo Domingo de Scala Coeli, que trajo sus intuiciones a España; ahí está Francisco de Vitoria, Domingo de Soto, Tomás de Mercado
que en el siglo XVI crearon la escuela de Salamanca que alumbró el
Derecho Internacional y el origen de los Derechos Humanos; ahí Pedro de Córdoba, Antón de Montesinos y Bartolomé de las Casas,
los primeros defensores de los indios tras el Descubrimiento de
América, y de sus derechos enfrentándose a las injusticias de un
imperio; ahí san Martín de Porres, san Juan Macías, santa Rosa de Lima, que entregaron su vida a los más desfavorecidos del nuevo continente; ahí Dominique Pire, premio Nobel de la paz, por su trabajo con los refugiados y desplazados tras la segunda guerra mundial; ahí Congar, Chenu y Schillebeeckxs,
grandes teólogos que prepararon el Concilio Vaticano II y lo
desarrollaron en sus intuiciones más ricas-, junto a todos los brillos,
ha habido muchas sombras también: el vínculo con el
poder, la Inquisición, el clasismo social, la perdida de tensión
religiosa, momentos de vida licenciosa…
Desde el principio la Orden de Predicadores nació como familia,
con mujeres y hombres, frailes y monjas, y también seglares laicos, con
sus familias y sus ocupaciones, que se unieron al proyecto de la
Predicación, y una predicación que cobra tantas formas
como se pueda imaginar: oral, escrita, ejemplar, artística -ha habido en
la Orden pintores como Fra Angelico o Maino, arquitectos, músicos,
escultores, cineastas, poetas, escritores…-, social -los primeros curas
obreros fueron dominicos-, política, académica en universidades –las
primeras universidades de América fueron creadas por los dominicos- o en
colegios… todo lo que sea con tal de poder decirle al mundo que con
Dios se vive mejor…
800 años dan para mucho, y no sólo de historia vivimos. Hoy
la Orden la forman en torno a los 6.000 frailes, 2.200 monjas
contemplativas de clausura, 23.000 hermanas de vida apostólica y unos
160.000 laicos que viven la misión y el carisma de la Predicación, en
tantos lugares y labores como hemos hecho a lo largo de la historia:
universidades, colegios, parroquias, centros sociales, lugares de
frontera y de misión, en este mundo digital, entre los marginados y
desfavorecidos, en el mundo del arte y la cultura, en el activismo
social, en el mundo de la política, en el contacto con toda la gente que
busca algo de sentido en nuestro mundo.
Vivimos los dominicos este Jubileo de 800
años como una ocasión no sólo para recordar lo buenos que fuimos o que
somos, sino sobre todo como la oportunidad de un nuevo comienzo, de un
nuevo envío, como la oportunidad de renovar nuestra vida y nuestra
misión, lo que somos y lo que queremos ser, para seguir llevando al
mundo la noticia extraordinaria de que con Dios se vive mejor.
Una mirada de misericordia
SALAMANCArtv al DÍA
Dalí, la barca de las almas destinadas al purgatorio
Uno de
estos días de verano tomando el autobús de Béjar a Salamanca, frecuento
últimamente bastante la villa, me encuentro con un sacerdote amigo en las
dársenas de la estación. Hablamos de nuestras madres, la suya recientemente
fallecida y, en el contexto de la conversación surgió, no sé cómo, hablar del
Purgatorio. Posiblemente fue el ruiseñor de la Fuente Honda, que todavía
revolotea por los huertos a las afueras de la ciudad o junto a las ruinas de la
ermita de Santa María de las Huertas, donde el filósofo iba a meditar. Allí
donde Dios conserva una virginidad perpetua y por descorrer el velo de lo
pasado y lo futuro por entre los misteriosos secretos de la historia. Espacio
privilegiado donde don Nicomedes, sabio de Béjar, conversaba en la soledad del
paseo, bien fuera en verano, o cuando las cumbres cubren sus primeras sienes
blancas. Entre la arroyada de las aguas, no muy nítida, escuchaba la voz de un
ruiseñor que le traía noticias de Jerusalén, no sin antes haber parado a tomar
aire en los jardines de Academos en Atenas.
Pero volvamos al debate junto al amigo sacerdote, en
el autobús de regreso, pensamos que el purgatorio fue un tema muy debatido en
otros tiempos, en los llamados novísimos, ese “logos” de lo último o lo
definitivo. Un límite donde no sólo se hace presente el extremo final, sino la
realidad entera. Dentro de esas realidades últimas (de rebus novissimis),
estaba el hablar de la muerte, el juicio individual, el purgatorio, el cielo,
el infierno, el retorno de Cristo, resurrección de los muertos y juicio
universal. Rápidamente nos vino a la mente los libros de Juan Luis Ruiz
de la Peña, que posiblemente fue profesor suyo y que ha sido uno de los
grandes teólogos de nuestro país. Decir que el propio Ruiz de la Peña se
cuestionaba si el purgatorio era realmente un tema de la escatología o más
bien de la Gracia, ya que partiendo de la misericordia, ya por muy severo
que sea el juicio, Dios no quiere la aniquilación del hombre, sino
ofrece su amor y su vida para su salvación.
Es su obra Creación, gracia y salvación, afirma
que Dios ama al hombre; ese amor está al comienzo, Dios crea por amor; y
también está al final de la existencia, Dios plenifica a su criatura por amor
y; en trayecto entre el comienzo y al final de cada existencia humana, el amor
de Dios siempre permanece. “¿Acaso olvida una mujer a su niño de pecho?
Pues, aunque llegase a olvidarlo, yo no te olvidaré... Porque los montes se
correrán y las colinas se moverán, pero mi amor no se apartará de tu lado”
(Is 49,15; 54,10). En otro extremo está la incomprensible ceguera del
individuo, los egoísmos, la insensatez, el sinsentido, el alejamiento de Dios y
de los otros, la propia finitud de la existencia, la limitación de la muerte.
Entre esos dos extremos está el hombre, a medio trayecto, aprendiendo amar, a
ser, a superar las limitaciones de la finitud y de los egoísmos y a buscar un
sentido pleno a su propia existencia.
El Purgatorio o el estadio intermedio, forma parte de
la fe y la esperanza en la purificación, es decir en la búsqueda de lo que me
falta para ser el que debo ser. Ésta hunde sus raíces en el Antiguo
Testamento, donde en el trasfondo de la letra se percibe que muy severo que
sea el juicio de Dios, el objetivo no es la aniquilación y la
condenación, sino la purificación y la salvación del hombre. Tradicionalmente
esta realidad se entendió que entre la muerte del individuo y la consumación
escatología, existiría un “intermedio”, que sería una realidad o una dimensión
espacio - temporal, donde se produciría una transformación de los difuntos, de
tipo cualitativo. Pero aquí nos surgen las preguntas, ya que si
con la muerte termina la existencia humana en cuanto capacidad de decisión ¿no
sería este estado intermedio prolongar nuestra peregrinación que terminaría con
la muerte? ¿Dónde quedaría la muerte?
Además de las preguntas, nos surgen dos problemas,
el primero son las imágenes del purgatorio que se dieron a lo largo de la
historia, como un lugar de castigo y tortura, casi como un campo de
concentración cósmico donde las criaturas se lamentan, gritan su castigo y
donde se consumaba la venganza de Dios. Parece esto muy alejado de ese
Dios compasivo y misericordioso que nos ama desde el origen hasta la
consumación de los tiempos. El segundo problema, posiblemente irresoluble, es
si la resurrección comienza con la muerte, o existe un estado intermedio, donde
habría una intensa actividad anímica y espiritual, hasta que se alcanza la
resurrección de toda la carne.
A esto tenemos que añadir la falta de referencias
bíblicas en el Antiguo Testamento del purgatorio o del estadio
intermedio. También, que ha sido un tema de fricción y controversias entre
católicos y protestantes. La búsqueda de la fundamentación bíblica hay que
entenderla en la controversia de negar el purgatorio por Lutero en el siglo
XVI. Ahí estaban textos como Mt 12,32; el paralelo de Lc 12, 10. Al que diga
una palabra contra el Hijo del hombre, se le perdonará; pero al que hable
contra el Espíritu Santo, no se le perdonará ni en este mundo ni en el futuro. Uno
de los pasajes clásicos en torno al tema es 2 Mac 12,40-46, es la colecta de
Judas Macabeo por los muertos en la batalla contra Gorgias, lo presentará como
un sacrificio por el pecado de idolatría. Otro texto es 1 Cor 3,10-17, en el
que se habla del día del fuego, un pasaje alegórico, donde las imágenes
son apocalípticas del Juicio final. Sin embargo, en otros textos de Pablo, nos
habla de un camino de perfección, que él mismo persigue, como Flp 3, 12 – 16,
también en Ef. 4, 13. La mayoría de los expertos en el tema, creen que estos
textos, no fundamentan el purgatorio. Aunque sí, la oración por los difuntos.
Parece que el dogma se remonta a oraciones privadas
que desde el siglo II, se venían haciendo a los difuntos en cementerios y
catacumbas cristianas. La referencia más conocida es el célebre epitafio de
Abercio, al final del cual se lee: “quien comprende y está de acuerdo con
estas cosas, niegue por Abercio”. Estas oraciones a los difuntos son
avaladas por Tertuliano, San Efrén, San Cirilo, etc. Eran una práctica común la
oración de los difuntos en la eucaristía, tanto en las iglesias occidentales
como orientales. Con san Cipriano, y en un momento de persecución se imponían
penitencias, que se suponían proporcionadas a la culpa. Hasta que no se cumpla
la penitencia, se mantenía la exclusión, aunque muchos se arrepentían sin
haberse purificado en un momento de persecución. Por lo tanto, los que no
logren purificarse antes de la muerte o por el martirio, habrá un fuego
purificador después. Así estas referencias al purgatorio, se harán cada vez más
frecuente, sobre todo en la obra de San Agustín. En la Edad Media, se irán
acentuando las referencias al Purgatorio que culminarán en el Concilio de
Trento. Documentos de la Iglesia actuales, nos hablan del purgatorio, dándoles
un sentido más actual y no tan trágico, como el capítulo 7 de la Lumen
Gentium, en el Concilio Vaticano II, el Catecismo del pueblo de Dios
de Pablo VI, una nota de 1979 de la Congregación para la Doctrina de la fe
“Recentiores Episcoporum Sinody”, la Comisión Teológica Internacional en 1990,
el Catecismo de la Iglesia Católica, y por último, citar la encíclica de
Benedicto XVI Spe Salvi.
Pero contestando de una forma más personal,
quisiéramos decir algunas cosas. Parece claro en todas estas citas actuales,
que hay un encuentro amoroso con Dios, Dios mismo es el lugar después de la
vida. Ir al Padre, como Jesús. En él caemos en la cuenta de nuestras miserias,
y de todo lo que hemos realizado, pero después de realizada esa purificación. No
es una pena impuesta, es el dolor de ver el mal que hemos realizado.
Después que Dios nos restaure en nuestra dignidad, como hijos que estábamos
perdidos, como un padre o una madre, nos pone a la mesa de fiesta. El proceso
de maduración y purificación comienza en la vida terrenal, en la
conversión y en la mirada hacemos a Jesús, su mensaje y su camino. Pero en esta
vida no podemos hacerlo solos, lo hemos intentado, pero necesitamos
ayuda. Aquí entra el apoyo de Dios, que nos llevará en brazos, pero incluso
necesitamos más, una nueva creación. Nos creará y nos recreará de nuevo.
¿Cuánto dura? ¿Hay una época que sólo somos alma? Es difícil saberlo, es una
puerta cerrada que sólo Dios sabe. La muerte es la puerta con la que se sale
del tiempo y de la historia y se camina hacia Dios. Parece más razonable, al
menos para mí, que no hay tiempo. Que es un encuentro purificante, donde
el alma no se desliga del cuerpo. Dios nos resucita de nuestras debilidades y
miserias. No sabemos cómo ayudan las oraciones de los vivos, pero parece que
Dios se sirve de las buenas obras de los vivientes, en la comunión de los santos
y así ayudar a los difuntos. El purgatorio parece una mirada de misericordia,
como Jesús miraba a los pobres y necesitados, llenos de jirones y heridas, como
nosotros. De todo esto se deduce, que no es un castigo, es un encuentro.
No es la condenación, es la salvación. Es la vida eterna, hemos llegados
cansados y fatigados, llenos de aristas, pero nos han recibido y nos han
curado, nos han sentado a la mesa, donde se celebra la alegría y la paz. En
este encuentro con el resucitado, veré claro quién soy, nos veremos
completamente en lo bueno y en las pequeñeces y maldades. La crisis, el crisol
o el juicio es su mirada, no inquisidora, sino de amor. Aquí nos
acompañarán otros, con los que caminamos a la casa del padre. Entonces seré el
que debí ser y no pude o no supe. Allí el Alfarero moldeará de nuevo, tapando
las fatigas y heridas de la vida.
En una noche
escura,
con ansias
en amores inflamada,
¡oh dichosa
ventura!,
salí sin ser
notada,
estando ya
mi casa sosegada.
(…)
En la noche
dichosa,
en secreto,
que nadie me veía
ni yo miraba
cosa,
sin otra luz
y guía
sino la que
en el corazón ardía.
(…)
¡Oh noche,
que guiaste;
oh noche
amable más que el alborada;
oh noche que
juntaste
Amado con
amada,
amada, con
el Amado transformada!
(…)
Quedéme y
olvidéme,
el rostro
recliné sobre el Amado;
cesó todo y
dejéme,
dejando mi
cuidado
entre las
azucenas olvidado.
San Juan de
la Cruz, “Noche oscura del alma”
"Tiempo gris de cosmos"
El atril
Blog de: Fray Antonio Praena Segura, OP jueves, 05 de noviembre de 2015 |
Tiempo gris de cosmos
José Antonio Santano
Editorial Nazarí
“Tiempo
gris de cosmos”, el último poemario de José Antonio Santano, pone ante
nuestros ojos una radiografía de nuestro tiempo tan clara que en sí
misma contiene un diagnóstico. Eso que se ha llamado la poesía pura en
realidad no existe, porque ninguna palabra vive fuera del mundo y la
palabra belleza no soporta evasivos usos. Si es belleza auténtica,
siempre acaba mostrando su ética, la de verdad, la que comienza por
enfrentarnos a nuestras propias realidades, contradicciones y
posibilidades.
José
Antonio Santano lleva años entregado de pleno a la literatura, desde la
crítica, la difusión en televisión, radio o prensa escrita. Pero ahora
toca su propia voz. Y en este libro, como en un río al que llegan y del
que parten ramales que aúnan y que derraman la voz del tiempo dejando
siempre poso y limo fértil, Santano se entrega a fondo.
Dividido
en dos partes, el pesimismo de sus títulos (“Tiempo de silencio” y
“Tiempo gris de cosmos”) esconde, sin embargo, un feroz compromiso. Nada
más revulsivo que la verdad, comenzando por nosotros mismos. Y así, los
primeros poemas, más breves, como instantáneas o retazos del mundo,
conforman un retrato de retratos por donde desfilan inmigrantes,
desempleados, empleados ilegales, sátrapas y reyezuelos explotadores,
artistas vendidos a la nadería calculada y rentable, sueños, esperanzas,
fecundos vientres… La carne y los huesos y el tuétano de un tiempo, el
nuestro, y un mundo, el nuestro. Sobre todo, mundo y tiempo de aquellos
en riesgo de pérdida y exclusión del mundo y el tiempo que vivimos.
La
segunda parte llama la atención por el hecho de que sus poemas -largos,
sinuosos, profundos- están, uno a uno, dedicados a amigos. No estamos
ante una voz enrocada en sí misma ni proyectada hacia el vacío. “En qué
estás pensando”: la frase universalizada por Facebook sirve, en cada
poema, de trampolín desde el que lanzarse a las aguas de la historia
sabiendo que en ellas nos aguarda, contra todo riesgo e imbuido de fe,
el seno salvavidas del amigo. Se trata de poemas de largo alcance en los
que los elementos más posmodernos quedan integrados (y desintegrados)
en el discurso.
Como
señala José Cabrera Martos en el profundo estudio final que acompaña al
poemario y que desvela la trayectoria y la ecografía de la obra del
poeta más allá de este libro, José Antonio Santano “se adentra en la
libertad de los fondos marinos de los sueños, de la fraternidad, de los
bosques, para hospedarse junto al hombre y ser el otro (…) superando el
egocentrismo y derramándose en la otredad”.
Una poesía –cuántas veces repetimos el adjetivo inútilmente- necesaria más que nunca. Sin ira, mas con coraje.
Blog
EL GÉNERO HUMANO
Fr. Juan José de León Lastra
29 de octubre de 2015
“Pero el cielo ideal de las Humanidades, está en
la realidad lleno de nubarrones violentos. Basta abrir los periódicos o
escuchar las noticias. Y esa oscuridad nos lleva a pensar si esa
prodigiosa invención de las “humanidades” no se nos ha deteriorado y si,
a pesar de los indudables progresos reales, el género humano no ha
logrado superar la ignorancia y su inevitable compañía, la violencia, la
crueldad. El “género humano”, esa trivializada expresión, convertida en
, en una degeneración”. Esto decía el filósofo
Emilio Lledó con motivo de la entrega del premio Princesa de Asturias de
Humanidades. Es tópico ya señalar la fuerza de los medios de
comunicación social en los procesos formativos y en concreto formativos
de opinión; son los que nos describen la realidad. Ahora bien a la vez
sabemos que las malas noticias tienen más acogida que las buenas. Que no
se mantendría una publicación periódica que solo contara buenas
noticias. Mientras que si lo haría si redujera su información a las
malas. Con estas premisas es fácil concluir en una negativa del “género
humano”. Sin embargo creo que hay vida fuera de las noticias que
ofrecen los medios de comunicación social. Y esa vida está llena de
buenas noticias. El género humano no está degenerado como apunta el
filósofo. Simplemente lo que degenera tiene más difusión. No
idealizamos al ser humano, le entendemos en su realidad vital., con
frecuencia “inhumana”. Sí existe dosis importante de “degeneración”
como distorsión de la condición humana; pero el “género humano” es fiel
también a su condición “humana”, a lo que le define. Seguirá habiendo
aire, agua. Seguirá existiendo la belleza, el bien, la verdad…, aunque
no aparezcan con frecuencia en la televisión. Seguirán existiendo “las
humanidades”, las realidades humanas, pues como dice el filósofo, “las
necesitamos para hacernos quienes somos, para saber qué somos”, aunque
también-no necesariamente “sobre todo”, que apunta Lledó,- para no
cegarnos en lo que queremos, en lo que debemos ser. El cielo ideal que
está en la realidad es más y mejor que “la realidad de nubarrones
violentos”. Me cuesta entender que el mismo filósofo esté convencido de
lo que dice: “el , esa trivializada expresión,
convertida en “desgénero humano”, en una degeneración”. ¿Sería posible
vivir, -que es convivir- con esa apreciación de sí y de los demás?
1. “Os aseguro que esa pobre viuda ha echado en el cepillo más que nadie”
Jesús no elabora muchas teorías, pero lee lo que pasa en la vida descubriendo ahí lo divino en lo humano. Sentado frente al cepillo del templo donde los fieles echan sus limosnas, ve cómo los grandes señores se acercan arrogantemente y echan cantidad de dinero de lo que les sobra para darse importancia ante la gente. Y ve también a una pobre viuda que se acerca tímidamente y echa los dos reales que tiene para vivir. La diferencia: para los potentados dan una limosna para quedar bien ante lo demás, mientras la viuda entrega su propia vida compartiendo lo que también ella necesita.
2. Son dos lógicas incompatibles que pueden modelar nuestra conducta. O nos ponemos a nosotros mismos como centro absoluto e intocable; o tenemos como centro absoluto a Dios que con amor nos está continuamente sosteniendo y sostiene también a los otros. En el primer caso nos relacionamos con el otro para salvaguardar nuestra propia seguridad; incluso para quedar tranquilos, podemos dar limosna de lo que nos sobra como vamos al podólogo para que nos quite un juanete que nos molesta. En la segunda perspectiva, entendemos que la lógica del don y de la gratuidad responde a nuestra experiencia de Dios misericordioso revelado en Jesucristo, cuya prueba y expresión es la salida en amor gratuito hacia el otro.
3. La alternativa entre relacionarnos con el otro únicamente buscando nuestra propia seguridad, o entregando nuestra propia vida para que el otro tenga vida y empeñando nuestra libertad para que el otro sea libre, se plantea en todos los ámbitos de nuestra existencia humana. En la familia en la sociedad y en la misma comunidad cristiana. Pero, sólo a modo de ejemplo, ahora me refiero a nuestra organización económica. En la lógica del mercado, no entra para nada la compasión y la gratuidad. El que no renta es material desechable, y los mismos cristianos aceptamos el eslogan: “lo mío es mío y hago con ello lo que quiero”. Sin embargo el evangelio de hoy sugiere que la ciudad del hombre sólo se promueve de verdad con las relaciones de gratuidad y misericordia. En esta perspectiva “no compartir con los pobres los propios bienes es quitarles la vida; no son nuestros los bienes que tenemos sino suyos”
La lógica de la gratuidad (15.11.15)
Editado por
Jesús Espeja1. “Os aseguro que esa pobre viuda ha echado en el cepillo más que nadie”
Jesús no elabora muchas teorías, pero lee lo que pasa en la vida descubriendo ahí lo divino en lo humano. Sentado frente al cepillo del templo donde los fieles echan sus limosnas, ve cómo los grandes señores se acercan arrogantemente y echan cantidad de dinero de lo que les sobra para darse importancia ante la gente. Y ve también a una pobre viuda que se acerca tímidamente y echa los dos reales que tiene para vivir. La diferencia: para los potentados dan una limosna para quedar bien ante lo demás, mientras la viuda entrega su propia vida compartiendo lo que también ella necesita.
2. Son dos lógicas incompatibles que pueden modelar nuestra conducta. O nos ponemos a nosotros mismos como centro absoluto e intocable; o tenemos como centro absoluto a Dios que con amor nos está continuamente sosteniendo y sostiene también a los otros. En el primer caso nos relacionamos con el otro para salvaguardar nuestra propia seguridad; incluso para quedar tranquilos, podemos dar limosna de lo que nos sobra como vamos al podólogo para que nos quite un juanete que nos molesta. En la segunda perspectiva, entendemos que la lógica del don y de la gratuidad responde a nuestra experiencia de Dios misericordioso revelado en Jesucristo, cuya prueba y expresión es la salida en amor gratuito hacia el otro.
3. La alternativa entre relacionarnos con el otro únicamente buscando nuestra propia seguridad, o entregando nuestra propia vida para que el otro tenga vida y empeñando nuestra libertad para que el otro sea libre, se plantea en todos los ámbitos de nuestra existencia humana. En la familia en la sociedad y en la misma comunidad cristiana. Pero, sólo a modo de ejemplo, ahora me refiero a nuestra organización económica. En la lógica del mercado, no entra para nada la compasión y la gratuidad. El que no renta es material desechable, y los mismos cristianos aceptamos el eslogan: “lo mío es mío y hago con ello lo que quiero”. Sin embargo el evangelio de hoy sugiere que la ciudad del hombre sólo se promueve de verdad con las relaciones de gratuidad y misericordia. En esta perspectiva “no compartir con los pobres los propios bienes es quitarles la vida; no son nuestros los bienes que tenemos sino suyos”
Preguntas trampa
Nihil Obstat
Blog de: Martín Gelabert Ballester, OP lunes, 02 de noviembre de 2015
A
lo largo de su ministerio Jesús se vio confrontado a una serie de
preguntas trampa, hechas con mala intención con el fin de comprometerle y
de dejarle en una mala posición. Los evangelistas lo dicen
literalmente. Los fariseos, los herodianos, los legistas hacen preguntas
a Jesús con la intención de tenderle una trampa. Esto nos remite a algo
muy presente en la vida de Jesús: su diálogo con sus contemporáneos
fue, con bastante frecuencia, conflictivo.
El que pregunta con la mala intención de
tender una trampa plantea un dilema del que es muy difícil salir. Sea
cual sea la respuesta, el preguntado quedará en mal lugar y será
criticado por unos o por otros. A Jesús la preguntan, por ejemplo, sobre
la indisolubilidad del matrimonio “para ponerle a prueba” (Mt 19,3). Si
Jesús responde que un marido no puede repudiar a su mujer, irá contra
la ley de Moisés; pero si responde que puede repudiarla “por cualquier
motivo”, como insinúa la pregunta, parecerá un laxista peligroso. Lo
mismo ocurre con la mujer adúltera (Jn 8,6). Si dice que no hay que
lapidarla va contra la ley de Moisés; si dice que hay que apedrearla
entra en conflicto con la ley romana y puede ser denunciado. Y lo mismo
con el impuesto. Si dice que hay que pagarlo, parece un colaborador de
los romanos; si dice que no hay que pagar, puede ser acusado de
insumiso.
Jesús no cae en estas trampas. Unas
veces responde con el silencio. Otras con otra pregunta que pone a sus
interlocutores en un apuro: “el bautismo de Juan, ¿viene de Dios o de
los hombres?”. El que le interroga sobre el impuesto lleva monedas en el
bolsillo. Jesús, al hacérsela sacar, manifiesta que en cuestiones de
dinero los judíos pactaban con el imperio. El dinero no sabe de
ideologías, pero Jesús dice que hay que ser coherentes con los
principios que uno dice tener. La respuesta de Jesús ante la pregunta de
si hay que apedrear a la mujer adúltera, obliga a sus interlocutores a
preguntarse por su propia inocencia: “el que esté sin pecado, que le
arroje la primera piedra” (Jn 8,7). No es una mala observación, válida
también hoy.
No es a base de recetas prefabricadas,
de teorías abstractas o de fidelidades jurídicas como se ayuda a las
personas. A las personas se las comprende y se las ayuda poniéndose en
su piel. Mejor aún, acomodando nuestra mirada a la mirada de Dios: “no
juzguéis y no seréis juzgados”, traducido por el Papa en un “quién soy
yo para juzgar”. Con esto no quiero justificar nada, pero sí quiero
decir que antes de condenar hay que tratar, al menos, de comprender. Sin
olvidar que la mejor justificación de “lo correcto” no es el rechazo
del otro sino el propio ejemplo.
Eucaristía dominical en el inicio del
JUBILEO OP
Nuestra celebración de la misa
dominical hoy marca un acontecimiento muy especial para nuestra comunidad (parroquial,
etc..) desde ayer ha dado comienzo el año Jubilar de la Orden de Predicadores.
Celebramos 800 años de historia y predicación de la Palabra. Agradecemos
la vida de quienes, como Domingo de Guzmán, han llevado por todo el mundo la
Palabra de Dios, Palabra que ilumina y alienta en el camino de la vida.
Como Familia Dominicana
desde la gran familia de la Iglesia damos gracias hoy a Dios por esta larga
historia, que nos inspira y envía a seguir sembrando el mundo con la Palabra.
Enviados a predicar el Evangelio y la misericordia.
ORACION DE LOS FIELES
1.- Por el
Papa Francisco, por nuestros pastores y las Iglesias que les han sido
encomendadas. Roguemos al Señor.
2.- Por la
Familia Dominicana, que celebrando el 800 aniversario de nuestro nacimiento,
vivamos el año Jubilar para volver al amor primero y ser enviados de nuevo a
predicar de palabra y obra el evangelio de la misericordia. Roguemos al Señor.
3.- Que Dios
conceda a toda la Iglesia y a la Familia Dominicana, la gracia de la predicación
y una predicación de la gracia, que suscite en el mundo la ilusión por la
Verdad y vocaciones en todas las ramas de nuestra Familia. Roguemos al Señor.
4.- Por las
familias atribuladas, los colectivos y
personas heridas en su dignidad. Por las víctimas de la trata de
personas; los desplazados (migrantes y refugiados); por las personas sin hogar;
por los pueblos que sufren las guerras. Roguemos al Señor.
5.- Por las
personas con las que compartimos el día a día en nuestras misiones y presencias
dominicanas en las fundaciones educativas;
las misiones ad gentes; el continente digital; las parroquias y
santuarios; facultades y escuelas de teología; la universidad; la defensa,
protección y promoción de derechos humanos;
los artistas; los jóvenes y por todos nosotros. Roguemos al Señor.
LAICOS DOMINICOSViveiro
Lectura del
santo Evangelio según san Marcos 12,
38-44
En aquel tiempo enseñaba Jesús a la multitud y les
decía: «¡Cuidado con los letrados! Les encanta pasearse con amplio ropaje y que
les hagan reverencias en la plaza, buscan los asientos de honor en las
sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; y devoran los bienes de las
viudas con pretexto de largos rezos. Esos recibirán una sentencia más rigurosa.
Estando Jesús sentado enfrente del cepillo del templo, observaba a la gente que
iba echando dinero: muchos ricos echaban en cantidad; se acercó una viuda pobre
y echó dos reales. Llamando a sus discípulos les dijo: "Os aseguro que esa
pobre viuda ha echado en el cepillo más que nadie. Porque los demás han echado
de lo que les sobra, pero ésta, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía
para vivir.»
COMENTARIO:
Cuantas veces he leído este pasaje de 1º Re, 17, he ido encontrando
mensajes, interpretaciones, signos. Hoy se
me aparece como importante la confianza. La viuda de Sarepta no conocía
al profeta, sin embargo confía en su palabra
y hace primero el panecillo para el hombre de Dios y después se
ocupa de su hijo y de ella. Es la compasión más completa, pues se priva de lo necesario para alimentar al
forastero. Esta sencilla y pobre
mujer no da nada que le sobre, sino sus
últimas reservas para vivir
y Dios premia
su confianza –siempre lo hace- y permite que madre e hijo
sigan viviendo. ¿Qué haría yo en una situación semejante? ¿Se acercará mi confianza
y mi compasión a la de la viuda?
Leyendo el Evangelio de hoy me pregunto: Si Jesús se sentara ahora en uno de nuestros templos
¿Podría decir lo mismo que entonces dijo?, ¿Acaso no nos vestimos con ropajes
vistosos para ser vistos y, si es
posible, admirados?.
La vanidad está también presente
entre nosotros y no pocas veces hace que hagamos ver nuestra
presunta “autoridad” adoptando posturas y vestiduras que nada dicen de humildad
y servicio, y si mucho de presunción y soberbia.
¿Qué podría decir de nosotros si observara
nuestra “generosidad” rebuscando en el fondo del monedero la moneda más ruin para socorrer al hermano que
en la puerta del templo o en la acera de
la calle pide nuestra ayuda o
depositarla en el cepillo?
Aceptemos que somos vanidosos y aceptemos
también que somos avarientos, poco dispuestos a compartir los bienes que
hemos recibido con los que nos
rodean o con aquellos que estando lejos
gritan pidiendo ayuda y su grito nos alcanza, siempre que no estamos listos
para hacer zapping antes.
No hace muchos años hubo un terrible
terremoto en Haití y otro más cercano en Lorca. Se pidió
nuestra ayuda por muchos canales
y tuvimos oportunidad de ayudar, pero ¿hicimos algo? ¿Nos asemejamos en algo a
la viuda del evangelio?
África sigue sufriendo hambrunas
terroríficas, Lorca sigue en ruinas, Haití está sin reconstruir y nuestros
hermanos de los tres sitios están
mirando, esperando que nuestra mano deslice en las “arcas del templo” nuestro
óbolo, nuestra ayuda, nuestra muestra de solidaridad. ¿Llegarán a verlo? ¿Podrá
Cristo pensar que somos generosos?
Dentro de un par de semanas comenzará la
campaña de Navidad que pretenderá hacer que estas fechas tan entrañables lleven
un alivio a la angustiosa situación de tantos hermanos nuestros, que puede que
incluso vivan en la puerta de al
lado. ¿Colaboraremos o seguiremos buscando la
moneda más ruin de nuestro monedero para tranquilizar nuestra conciencia y seguir felices y contentos, como si nada
fuera con nosotros?
D. Félix García Sevillano, OP
D. Félix García O.P.
Fraternidad de Laicos Dominicos de Viveiro (Lugo)
Domingo 32º durante el año (8.10.2015): Mc 12,38-44
Adorar en espíritu y verdad
Paco Quijano
● El contraste no podría ser más agudo: gente que reza largas oraciones y devora los bienes de las viudas. Una viuda que da limosna de lo que tiene para vivir, parábola viva de la generosidad.
● La humanidad es más humanidad por los millones de millones de acciones generosas que no se ven ni hacen ruido. Es menos humanidad por los escándalos de explotación y defraudación que dañan a la gente pobre.
● ¿Cuál es la fuente viva de la generosidad? Mira lo que dice san Pablo: «Ya conocen la generosidad de nuestro Señor Jesucristo, que siendo rico, se hizo pobre por nosotros para enriquecernos con su pobreza».
● La viuda que echa unas moneditas en la alcancía del templo nos enriquece con su pobreza. Por ella, y por muchísimas como ella, somos una humanidad mejor.
VÍDEO DE HOY:
Fraternidad de Laicos Dominicos de Viveiro (Lugo)
Adorar en espíritu y verdad
Paco Quijano
● El contraste no podría ser más agudo: gente que reza largas oraciones y devora los bienes de las viudas. Una viuda que da limosna de lo que tiene para vivir, parábola viva de la generosidad.
● La humanidad es más humanidad por los millones de millones de acciones generosas que no se ven ni hacen ruido. Es menos humanidad por los escándalos de explotación y defraudación que dañan a la gente pobre.
● ¿Cuál es la fuente viva de la generosidad? Mira lo que dice san Pablo: «Ya conocen la generosidad de nuestro Señor Jesucristo, que siendo rico, se hizo pobre por nosotros para enriquecernos con su pobreza».
● La viuda que echa unas moneditas en la alcancía del templo nos enriquece con su pobreza. Por ella, y por muchísimas como ella, somos una humanidad mejor.
Dar la vida una vez (XXXII TO Ciclo B, Mc 12, 38-44)
Pero tu vida... es tuya, es única y sólo la puedes entregar a una cosa
Después de una semana en la que en muchos lugares
los cementerios han sido visita obligada, San Pablo vuelve a hablarnos
de la muerte para este domingo en su carta a los Hebreos. Precisamente,
es importante pensar que en este aspecto los propios judíos (y San
Pablo remarca muchas veces su pasado fariseo) discutían si había
resurrección o no. Unos, los saduceos, quienes realmente ostentaban el
poder, decían que no. Otros, entre quienes se encontraban los fariseos,
defendían la resurrección, de la que ya se habla en algunos escritos
tardíos del Antiguo Testamento.
Es un avance pensar que si Dios ha creado la vida, como nos indica el Génesis, también puede disponer a su antojo de la muerte y que un detalle tan nimio no puede ser obstáculo para que Dios, que es todopoderoso, venza a la muerte. Precisamente, algo de todo este mensaje del fin del mundo prometido nos llegará dentro de pocos fines de semana cuando celebremos el final del año litúrgico con la fiesta llamada 'Jesucristo, rey del universo'.
El asunto es que Pablo nos recuerda algo tremendamente importante: tenemos una vida, y la vida solo la podemos dar una vez. Jesucristo murió sólo una vez en la cruz, y no necesita ser crucificado más veces para salvarnos. Estamos salvados ya, pero todavía falta un poco (o un mucho) para que se termine de cumplir la cosa.
Mientras tanto, lo que dice Pablo de la muerte de Jesucristo debería hacernos pensar. ¿Por qué insistir en que sólo murió una vez? Entre otras cosas, para remarcar la humanidad de Dios, que al encarnarse aceptó todo el 'pack' de la humanidad, llevándolo a lo mejor que puede ser una persona. Esa humanidad implica que solo tenemos una vida, y que lo importante es cuánto damos de ella. Por eso vale, por ejemplo, mucho más el donativo de la viuda que la del rico.
Pero hay un paso más. El número de vidas disponibles no es que abunde, y a cada uno de nosotros nos ha tocado vivir solo una. El dinero es solo papeles, monedas, tarjetas y cuentas de paypal. Pero tu vida... es tuya, es única y sólo la puedes entregar a una cosa. Sí: sólo a una cosa. Por cosa me refiero a un ideal, o a una persona... al final amamos a mucha gente, pero siempre vamos a tener una prioridad. Jesús, con la Cruz, demostró que su prioridad era el amor por la humanidad, cumplir el plan que el Padre le 'tenía preparado'.
En la vida de toda persona hay varios momentos en los que debe decidir qué va a ser su vida, qué, o mejor dicho quién va a ser su prioridad. Y eso lo cambiará todo. Para la viuda, la prioridad naturalmente era Dios. Para Jesús, también. Para nosotros... ¿dónde está la prioridad? ¿O vamos a estar toda la vida indecisos?
Es un avance pensar que si Dios ha creado la vida, como nos indica el Génesis, también puede disponer a su antojo de la muerte y que un detalle tan nimio no puede ser obstáculo para que Dios, que es todopoderoso, venza a la muerte. Precisamente, algo de todo este mensaje del fin del mundo prometido nos llegará dentro de pocos fines de semana cuando celebremos el final del año litúrgico con la fiesta llamada 'Jesucristo, rey del universo'.
El asunto es que Pablo nos recuerda algo tremendamente importante: tenemos una vida, y la vida solo la podemos dar una vez. Jesucristo murió sólo una vez en la cruz, y no necesita ser crucificado más veces para salvarnos. Estamos salvados ya, pero todavía falta un poco (o un mucho) para que se termine de cumplir la cosa.
Mientras tanto, lo que dice Pablo de la muerte de Jesucristo debería hacernos pensar. ¿Por qué insistir en que sólo murió una vez? Entre otras cosas, para remarcar la humanidad de Dios, que al encarnarse aceptó todo el 'pack' de la humanidad, llevándolo a lo mejor que puede ser una persona. Esa humanidad implica que solo tenemos una vida, y que lo importante es cuánto damos de ella. Por eso vale, por ejemplo, mucho más el donativo de la viuda que la del rico.
Pero hay un paso más. El número de vidas disponibles no es que abunde, y a cada uno de nosotros nos ha tocado vivir solo una. El dinero es solo papeles, monedas, tarjetas y cuentas de paypal. Pero tu vida... es tuya, es única y sólo la puedes entregar a una cosa. Sí: sólo a una cosa. Por cosa me refiero a un ideal, o a una persona... al final amamos a mucha gente, pero siempre vamos a tener una prioridad. Jesús, con la Cruz, demostró que su prioridad era el amor por la humanidad, cumplir el plan que el Padre le 'tenía preparado'.
En la vida de toda persona hay varios momentos en los que debe decidir qué va a ser su vida, qué, o mejor dicho quién va a ser su prioridad. Y eso lo cambiará todo. Para la viuda, la prioridad naturalmente era Dios. Para Jesús, también. Para nosotros... ¿dónde está la prioridad? ¿O vamos a estar toda la vida indecisos?
VÍDEO DE HOY:
Homenaje a fr. Juan Almarza
Segundo modo de orar
Oraba
con frecuencia Santo Domingo postrado completamente, rostro en tierra.
Se dolía en su interior y se decía a sí mismo, y lo hacía a veces en
tono tan alto, que en ocasiones le oían recitar aquel versículo del
Evangelio: "¡Oh Dios!, ten compasión de este pecador" (Lc 18, 13). Con
piedad y reverencia, recordaba frecuentemente aquellas palabras de
David: "Yo soy el que ha pecado y obrado inicuamente" (Sal 50, 5).
Del salmo que comienza, "Con nuestros oídos ¡oh Dios!
hemos oído", recitaba con vigor y devoción el versículo que dice:
"Porque mi alma ha sido humillada hasta el polvo, y mi cuerpo pegado a
la tierra" (Sal 43, 26). En alguna ocasión, queriendo exhortar a los
frailes con cuanta reverencia debían orar, les decía: "Los Reyes Magos
entraron..., y cayendo de rodillas, lo adoraron" (Mt 2, 11)...
Nosotros pedimos perdón por nuestros pecados y decimos: ¡Señor, ten piedad!
Hacemos memoria en nuestro interior de los niños y
niñas que en el mundo están sometidos a todo tipo de explotación,
trabajo o delincuencia.
Recordamos a emigrantes humillados por nuestras maneras de vivir que justificamos hasta con leyes.
Tercer modo de orar
Motivado
Santo Domingo por todo cuanto precede, se alzaba del suelo y se
disciplinaba diciendo: "Tu disciplina me adiestró para el combate" (Sal
17, 35), "Misericordia, Dios mío," (Sal 50), o también: "Desde lo hondo a
ti grito, Señor" (Sal 129). Nadie, por inocente que sea, se debe
apartar de este ejemplo.
Sufre y ora por todos los que sufren, prolongando en su cuerpo la Pasión de Jesús.
Nosotros hacemos memoria en nuestro interior por los
que sufren, en el cuerpo o en el espíritu, quizás conocidos o familiares
nuestros.
Pero recordamos, de manera especial a los enfermos
incurables, a los de SIDA, a tantas personas, cuyas imágenes nos llegan
por los medios de comunicación, que son víctimas de guerras, violencia y
terrorismo
Queridos hermanos de la Fraternidad de Santo Domingo de Salamanca, alumnos de la Escuela de Teología, queridos amigos y lectores de la Posada del Silencio
Ya sabéis que el sábado día 7 comienza el Centenario de la Orden Dominicana en todo el mundo. En España será en Madrid, predidido por don Carlos Osoro, Arzobispo de Madrid. En Salamanca tendremos este sábado 7 a las 20,00 h., una celebración de VÍSPERAS de toda la FAMILIA DOMINICANA, en el convento de las DUEÑAS. Estamos todos llamados e invitados a participar en ella como laicos dominicos, parte de la Familia Dominicana.
El domingo, día 15 de noviembre, en la Eucaristía de las 13,00 h., tendremos la misa por el octavo centenario, presidida por don Carlos López, Obispo de Salamanca.
FORO DE LECTURA DE LA ESCUELA DE TEOLOGÍA
CONVOCATORIA. Desde el Foro de Lectura de la Escuela de Teología, os convoco para una reunión informativa y de presentación del grupo. La primera reunión tendrá lugar el MARTES 10 DE NOVIEMBRE, A LAS 17 h para realizar una ruta unamuniana por la ciudad de Salamanca. Allí nos conoceremos y propondremos nuestro primer libro para compartir juntos.
CONVOCATORIA. Desde el Foro de Lectura de la Escuela de Teología, os convoco para una reunión informativa y de presentación del grupo. La primera reunión tendrá lugar el MARTES 10 DE NOVIEMBRE, A LAS 17 h para realizar una ruta unamuniana por la ciudad de Salamanca. Allí nos conoceremos y propondremos nuestro primer libro para compartir juntos.
Os invito un
año más a leer juntas y a descubrir el rostro de la ciudad de Salamanca.
Apuntarse en astedominicos@hotmail.es
Carmen Rivas
Vivéns
¿QUÉ ES EL
FORO DE LECTURA?
■ El foro de
lectura, o club de lectura de la facultad de teología nace como un proyecto
integrado en la oferta de la Escuela de Teología, se abre a toda la comunidad.
La selección literaria girará en torno a temas:
-
clásicos
-
Actualidad
literaria
-
Y mis
lecturas: un participante presentará y propondrá un texto que le guste, que sea
significativo en su vida
■ OBJETIVOS.
Primero estar juntos y crear lazos comunitarios, sin más pretensiones que
aportar lo bueno que tenemos y dejarnos sorprender por nuestro compañeros
1-Estimular la curiosidad y el interés por obras de la literatura universal
2-Descubrir obras y autores de otras culturas
3- Intercambiar opiniones y valoraciones entre los participantes
4- Debatir sobre temas de actualidad utilizando la literatura como puente
mediador.
■MODO DE LLEVARLO A CABO
1- El
coordinador ofrece información básica sobre cada tema. Coordenadas de
espacio/tiempo, que nos faciliten comprender mejor la obra y el tiempo en que
fue escrita
2-Algunas orientaciones de lectura: personajes, corriente literaria, género
literario.
3-Posibilidad de incluir documentos gráficos: canciones de poemas, fotos,
epistolarios
■ REQUISITOS
1-Respeto a
todas las opiniones, rebatir con fundamentos literarios
2- Actitudes positivas
■ ACTIVIDADES
1- Ruta literaria:
Paseo por la Salamanca de Unamuno, con café incluido
■ OFERTA LITERARIA
Entre Visillos
Carmen Martín Gaite
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El lenguaje de las Fuentes
Gustavo Martín Garzo
|
El cuarzo rojo de salamanca González Egido
|
Pequeño Teatro- Ana María Matute
|
El Oso y la monja
Timothy Radcliffe, OP
|
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La Gitanilla
Miguel de Cervantes
|
El amor que nos cura
Boris Ciryrulik
|
El libro de la Vida
Teresa de Jesús
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Primavera con una esquina rota
Mario Benedetti
|
Yo hombre
Augusto Roa Bastos
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La Facultad de Teología San Esteban homenajea al Prof. Juan Manuel Almarza
El pasado 20 de octubre la Facultad de Teología San Esteban homenajeó al Prof. Juan Manuel Almarza Meñica, Vicepresidente de la misma Facultad, con motivo de sus 70 años.
El Acto Académico previsto para esta ocasión estuvo presidido por el Vicecanciller, Fray Javier Carballo Fernández, O.P., y tuvo lugar en el Aula Magna de la Facultad a las 20 horas. Dio comienzo con unas palabras del Presidente de la Facultad, quien hizo una breve presentación del homenajeado, recordando su formación intelectual y su itinerario como profesor, que tuvo su inicio en el año 1974 en el Instituto Superior de Valladolid, impartiendo la materia de Metafísica; así como su intuición para detectar los problemas candentes de actualidad y su gran creatividad. Concluyó su intervención dando lectura a algunos párrafos del correo electrónico que con este motivo envió el Prof. Jesús Espeja, O.P., en el que destaca en Juan Manuel Almarza la actitud de búsqueda y de diálogo, su afán por discernir lo verdaderamente humano que va emergiendo en la historia; su dosis de utopía y su atención a los signos de los tiempos; y afirma su convicción de que su persona y su trayectoria pueden ser una referencia saludable para las nuevas generaciones de pensadores cristianos y, por supuesto, de teólogos.
A continuación tuvo lugar la lección del propio homenajeado, que la tituló: «Desde de que somos palabra en diálogo y podemos oírnos los unos a los otros. Itinerario personal». El título está inspirado en el poeta alemán Friedrich Hölderlin. El ponente comenzó expresando su emoción y gratitud por las muestras sinceras de cariño y estima recibidas en este día.
Luego habló de su itinerario intelectual como un camino realizado esencialmente en su interior, pero siempre en diálogo. Se reconoció afortunado por haber tenido muchos maestros y muchos compañeros de camino. Unos le acompañaron unos pocos pasos; otros han hecho con él gran parte de ese viaje. Recordó a este propósito lo que significa la lectura de un libro: «Es, ante todo, oír hablar directamente, a mi oído, a Aristóteles, a Tomás de Aquino, a Heidegger, con quienes puedo dialogar sobre los problemas que veo y que me preocupan, yendo más allá del horizonte limitado con que la historia nos presenta a sus grandes personajes». Afirmó haber tenido con muchos autores o sus libros diálogos apasionantes. Por eso –subrayó– el estudio nunca ha sido para él un sufrimiento, como el que sugiere el nombre de «disciplinas» que damos a los distintos temas de estudio. En el estudio se te abre el horizonte, y adquiere vida todo lo que en el se muestra. Por eso en su larga labor docente siempre mantuvo como principio pedagógico que «la misión de un pedagogo es abrir horizontes».
Recordó también cómo en sus años de estudiante en teología, después del concilio Vaticano II, el tema central que concitó todo su esfuerzo entonces, tanto en teología como en filosofía, era el de la historicidad. Su tesina en teología versó precisamente sobre él; y aunque entonces no comprendía todo su alcance, sabía por sus consecuencias que era un concepto muy importante. Curiosamente es un concepto que Heidegger descubre en san Pablo con raíces estrictamente cristianas.
Confesó que una de sus claves pedagógicas había sido siempre explicar las cosas de la manera más sencilla posible. Aquí radica precisamente su admiración por los grandes maestros.
Durante todo su largo tiempo de docencia en Valencia reconoció haber enseñado fundamentalmente dos cosas: en sus clases de historia de la filosofía del renacimiento y moderna, enseñaba que las ideas no llueven como los paracaidistas, sino que surgen de un contexto vital; y, por consiguiente, es absurda una formación en ideas sin saber cómo y por qué surgen.
Siempre procuró no estar alejado de la vida. Por eso durante los 28 años de su vida intelectual se apoyó siempre en estos tres ámbitos de experiencia vital y práctica:
1) El mundo de los artistas de Valladolid, con quienes tuvo un trato frecuente y cercano;
2) el mundo del compromiso político mediante toda una red de relaciones personales de los que luego serían los primeros dirigentes de nuestra democracia.
3) Y finalmente el mundo del Voluntariado social, una experiencia inolvidable que me permitió un contacto simultáneo con el mundo de la marginación y el mundo universitario.
Después de recordar numerosos detalles de su itinerario personal,
concluyó dando gracias a todos los que le acompañaron en él, y a todos
los presentes en el Aula, de modo especial a sus familiares, por este
cálido homenaje.2) el mundo del compromiso político mediante toda una red de relaciones personales de los que luego serían los primeros dirigentes de nuestra democracia.
3) Y finalmente el mundo del Voluntariado social, una experiencia inolvidable que me permitió un contacto simultáneo con el mundo de la marginación y el mundo universitario.
A continuación cerró el Acto del Vicecanciller de la Facultad, Fray Javier Carballo Fernández. O.P., con una entrañable intervención de la que recordó otras muchas actividades del Prof. Juan Manuel Almarza, y le marcó un importante reto para su futuro: realizar una síntesis de todo su rico bagaje intelectual.
Al acto asistieron unas 150 personas: alumnos de la Facultad y de sus distintas extensiones (Escuela de Teología, Academia de Santo Tomás de Aquino, etc.). A continuación tuvieron oportunidad de continuar conversando en torno a un vino de honor.
La Facultad vivió una jornada de alegría y fraternidad.
COMIENZAN EL 27 DE OCTUBRE A LAS 20 H
27 de octubre
XLIV Conversaciones de San Esteban 2015-2016
Facultad de Teología. Dominicos. Aula Magna de San Esteban. 8 de la tarde
Coordina: Juan Manuel Almarza
Organiza: Facultad de Teología San Esteban
I. Luces para la ciudad
Encuentro en asamblea diocesana “El grupo de la Familia Dominicana y sus amigos de Salamanca, con ocasión de la celebración de su VIII centenario quiere unirse a la Asamblea Diocesana haciendo, como un grupo más de la ciudad, su pequeña aportación desde las Conversaciones de San Esteban”. 27 OCTUBRE Gonzalo Tejerina, Prof. de Facultad de Teología. Univ. Pont. Salamanca. Las dificultades de la fe en el mundo actual.3 NOVIEMBRE. María Dolores López Guzmán. Prof. de Facultad de Teología. Univ. Pont. Comillas. Vivir la fe en la vida cotidiana.10 NOV. Tomás Durán Sánchez. Vicario de Pastoral de la Diócesis de Salamanca. ¿Caminos para la iniciación cristiana en una Diócesis en Asamblea? Descargar programa en PDF
II. Lugares, caminos, encuentros
1216-2016. 800 años del camino dominicano “La preocupación por los seres humanos y su salvación fue, precisamente, la que hizo de Domingo el fundador de la Orden de Predicadores, cuando durante una estancia en el sur de Francia experimentó los horrores de la guerra contra los Albigenses.
Toda su energia vital y todo su amor los puso al servicio de la fundación de una Orden apostólica cuya tarea principal fuera la predicación en el sentido más amplio de la palabra"
Anselm Hertz O.P. 24 NOVIEMBRE Félix Hernández, Superior del convento de Ntra. Sra. de la Candelaria y San Jacinto de Sevilla. Predicar mediante la pintura: De fra Angélico a nuestros días. 1 DICIEMBRE. Francisco Rodríguez Fassio, Prof. del Centro de Comunicación. Superior de Scala Coeli, Córdoba. Un modo de predicar dominicano: fr. Luis de Granada. 15 DIC. Francisco Javier Carballo. Prior Provincial de la Prov. de España. Un carisma para los cambios.12 ENERO. Vicente Botella, Decano de la Fac. de Teología S. Vicente Ferrer de Valencia. Aportaciones dominicanas a la Teología. 19 ENE. Juan José de León Lastra, Prior de Ntra. Sra. de Atocha, Prof. de la Escuela de Teología de Salamanca. La trayectoria dominicana de vida espiritual.26 ENE. Antonio Osuna, Doctor en Teología y en Filosofía. La orden dominicana al servicio de la justicia de los derechos humanos.2 FEBRERO. Marisa de Llaguno López, Presidenta de la Fraternidad Laical de Sto. Domingo, Prov. de España; Gonzalo Blanco Nozal, Coordinador de la Asociación Dominicos IN-EX, Los compañeros laicos del camino. La fraternidad laica dominica. 9 FEB. María Jesús Gil Martín, Dominica del Monasterio de la Piedad, Palencia. El rostro femenino del camino dominicano. Descargar programa en PDF
Ante la crisis humanitaria
La Cumbre Social de Madrid ha publicado
una declaración sobre la pasividad de las instituciones ante la
situación de los refugiados en nuestra propia puerta.
Las organizaciones que componen la Cumbre Social de Madrid creen
que los Estados e Instituciones de la Unión Europea no están
respondiendo de forma adecuada a la crisis humanitaria que están
viviendo las personas refugiadas y, por tanto, denuncian esta parálisis
que, ante una tragedia de tales magnitudes, es incapaz de plantear
iniciativas, dilatando cualquier decisión al respecto.Leer la Declaración
La Cumbre Social es una plataforma constituida en julio de 2012 por los principales sindicatos y unas 160 asociaciones, entidades y colectivos de la sociedad civil, con el objetivo de encontrar un espacio de reflexión y debate sobre los principales retos de la sociedad española, y a la vez disponer de una plataforma unitaria para la movilización social y democrática
Semana de Solidaridad Colegio Santo Tomás de Pamplona
Del 13 al 18 de Octubre tuvo lugar la semana solidaria que apoyaba el
proyecto elegido este curso: la contribución a la construcción de una
escuela en Mozambique. Acción Verapaz estuvo presente en el mercadillo,
que se organizó el jueves día 15, a la salida del colegio a las 5 de la
tarde, con productos de Equimercado. También participó en la marcha en
bici del domingo 18 a partir de las 10 de la mañana.
Apertura del Curso de Voluntariado 2015/2016
Con mucha ilusión se ha empezado enseguida la programación del nuevo curso de Voluntariado que, como otros años, formará a todas las personas interesadas en aportar su experiencia y apoyo en zonas donde trabajamos con nuestros proyectos.El pasado 7 de septiembre se reunió la Comisión de Voluntariado en la que ya participó su nuevo miembro, Alan, junto con José Carlos, Gema y Rocío. En ella se trabajó sobre la preparación y contenidos del próximo curso en el que se formen los voluntarios de Acción Verapaz de este año.
Además de la difusión habitual sobre el curso, que incluirá el diseño de un cartel, se planeó elaborar un vídeo de Acción Verapaz para presentar la realidad de la Ong.
Para la programación del curso se ha pensado, como otros años, en el acercamiento de experiencias contadas en primera persona por los protagonistas. Algunas sobre la acción en otros países como Perú, Guatemala, Camerún, República Dominicana, Ecuador y Mozambique, y otras más cercanas como la atención a migrantes en Ceuta o una visita al Albergue de personas sin hogar.
Ya están las fechas de los fines de semana con los temas a desarrollar en cada uno de ellos:
- 13 / 15 de noviembre: Globalización
- 11 / 13 de diciembre: Derechos Humanos
- 5 / 7 de febrero: Interculturalidad
- 8 / 10 de abril: Proyecto Personal
Experiencia de Sergio en Paraguay
Hace menos de un año tuve la gran fortuna de realizar el curso de Voluntariado Internacional con Acción Verapaz. Fue una experiencia maravillosa que me invitaba poderosamente a poner en práctica la formación recibida. Desafortunadamente, no pude hacerlo este verano debido a que fui seleccionado para un puesto de trabajo en Paraguay como educador ambiental por un año. Sin embargo, jamás llegué a sospechar la realidad tan necesitada que me aguardaba y estaba todavía por llegar….
Desde mediados del pasado mes de julio me hallo en Paraguay desarrollando en la Fundación Para la Tierra un programa de educación ambiental amplio y extenso que trata de abarcar la protección y defensa de los valores naturales en todos sus frentes.
Son tres las principales funciones a las que me dedico en cuerpo y alma desde mi llegada: visitas a las escuelas locales, información a los turistas y creación de una red de ecoclubs.
Las visitas a las escuelas locales tienen como objetivo el trabajo y refuerzo de aspectos de la biología (ciencia de la vida) y la ecología (ciencia de la "casa común") con niños y jóvenes entre los 6 y 15 años. Mediante una explicación lo más animada posible con muchos dibujos en la pizarra y no poco teatro, y una fluida participación con los propios alumnos, explico temas como las cadenas tróficas, los marsupiales, el ciclo del agua, la importancia de los bosques, la fotosíntesis, la metamorfosis de anfibios e insectos, el reciclaje o en qué consiste un eclipse.
Captar la atención de los jóvenes alumnos requiere abundantes gestualizaciones y constantes cambios en el registro de voz. Al fin y al cabo, ¿qué es una clase sino un teatro? Pero los alumnos no han de ser meros espectadores sino también actores participantes de su propio aprendizaje guiados y motivados por el docente, director general de la obra.
Uno de los principales obstáculos a los que tuve que hacer frente los primeros días fue la suma timidez que muestran las gentes del lugar, poco acostumbradas a la presencia de "blancos", pero que los niños, como buenos niños que son, perdieron rápidamente para mostrarse vivos y despiertos. No así los adultos, sus padres y profesores, con los que se requiere más que ingenio y empeño para ganarse su confianza...
Paraguay es el único país de Sudamérica que conserva su idioma nativo como lengua oficial: el Guaraní. Una riqueza sin igual pero que resulta una barrera casi inexpugnable para el que no la conoce debido a la dificultad que entraña su aprendizaje... Desde el Mbatecó (¿cómo estás?), el Aguyé (gracias) y el Rojayjú (te quiero) sumado a algunos nombres de animales como Mbopi (murciélago) o Kaí (mono) no he conseguido progresar... Los niños comienzan a hablar castellano a su ingreso en la escuela y es por eso que con los más pequeños resulta imposible una comunicación ágil y fluida.
En cualquier caso me encanta ir cada semana a pasar una mañana con esos "locos bajitos" que tantas alegrías y satisfacciones me regalan con sus ideas y preguntas y que reflejan su despertar a la concienciación ecológica.
Tras la explicación del tema siempre intento acabar con un juego que sintetice la idea tratada ya que bien es sabido que "todo lo que se aprende de forma divertida nunca se olvida".
La creación de los Ecoclubs es el tema que menos desarrollado se encuentra por el momento debido a las muchas y variadas dificultades que están surgiendo. La principal de ellas es reunir a los niños de las diferentes comunidades en un único lugar ya que las distancias son considerables y no cuentan con medios para desplazarse.
Inevitable no recordar las Misiones Pedagógicas y la Institución Libre de Enseñanza en esta labor docente que estamos llevando a cabo en este remoto y olvidado lugar del Paraguay. Tenemos muchas otras actividades planeadas para el futuro como la proyección de películas y documentales de toda índole, la creación de un grupo de teatro, el desarrollo de campamentos de verano y la organización de exposiciones... Me encuentro sumamente motivado trabajando junto al equipo de Para La Tierra por las ganas y energías que derrochan.
Además, los domingos acudo a “celebración” en la iglesia de Santa Bárbara. No puede denominarse misa ni eucaristía debido a la ausencia de un sacerdote. Consiste en la lectura del Evangelio y algunas oraciones acompañadas con canciones. También existe un grupo de jóvenes y adultos que desean confirmarse y ante los que me ofrecí ser su catequista.
No hay día que no me acuerde de cada uno de los formadores y compañeros del curso de Acción Verapaz, amigos todos a los que mando desde Paraguay un enorme abrazo, tan grande como la distancia que nos separa.
Sergio García Muñoz
Fray Carlos Azpiroz es nombrado obispo coadjutor de Bahía Blanca
Carlos Azpiroz OP es el anterior Maestro de la Orden de Predicadores
3 de noviembre de 2015El Papa ha nombrado arzobispo coadjutor de Bahía Blanca a Fray Carlos Azpiroz Costa OP. Bahía Blanca es una Diócesis del Sur de la Provincia de Buenos Aires.
Carlos Alfonso Aspiroz Costa O.P. (Buenos Aires, 1956) es un Sacerdote dominico argentino. Desde 2001 al 5 de septiembre de 2010 fue Maestro General de la Orden de Predicadores. Es Doctor en Derecho Canónico por el Angelicum.
Fray Carlos A. Azpiroz Costa, OP, designado obispo
coadjutor de la arquidiócesis de Bahía Blanca, Argentina
Con gran
alegría compartimos con ustedes la noticia de la designación por el Santo Padre
de fray Carlos A. Azpiroz Costa, OP como obispo coadjutor de la arquidiócesis
de Bahía Blanca.
Fray Carlos
A. Azpiroz es fraile dominico y sacerdote, perteneciente a la Provincia
Argentina de San Agustín, de la Orden de Predicadores y fue Maestro de la misma
-es decir, superior general y sucesor del fundador Santo Domingo de Guzmán-
durante el período 2001-2010. Al ser nombrado obispo coadjutor sucederá a Mons.
Guillermo J. Garlatti al frente de la arquidiócesis cuando a sea efectiva la
renuncia que todos los obispos presentan, conforme al derecho canónico, al
cumplir los 75 años de edad.
El obispo
electo nació en 1956 en Buenos Aires (Argentina), pronunció los votos
religiosos en 1984 y fue ordenado sacerdote en 1987. Es Licenciado en Derecho
Civil por la Universidad Católica de Buenos Aires y Doctor en Derecho Canónico
por la Universidad Angelicum de Roma. En su ministerio pastoral ha sido entre
otros, profesor universitario en la Universidad Católica Argentina, prior del
Convento del Noviciado de San Martín de Porres en Mar del Plata, profesor en la
Universidad Fasta de Mar del Plata, profesor en el Angelicum. Actualmente era
Superior de la Comunidad de Dominicos de Mar del Plata.
La
arquidiócesis de Bahía Blanca ocupa buena parte del sur de la Provincia de
Buenos Aires, en Argentina: superficie 82.625, población 757.000, católicos
647.000, sacerdotes 83, religiosos 202, diáconos permanentes 18.
La ceremonia
de consagración episcopal se llevará a cabo en Bahía Blanca el 22 de diciembre
de este año.
(03 de
noviembre de 2015)
Promesas temporales en Scala Coeli, Córdoba
Dentro de la celebración eucarística, este pasado domingo 25 de Octubre, se desarrolló el acto de otorgamiento de promesas temporales, por parte de cinco hermanas de la Fraternidad de Santo Domingo de Scala Coeli y P. Posadas, de Córdoba.
1 de noviembre de 2015El compromiso fue prestado ante el Promotor Provincial, en representación del Maestro de la Orden de Predicadores, recibiendo la acogida fraterna por el presidente de la Fraternidad, Cristóbal Arellano.
En su homilía, el P. Segovia, a la luz del Evangelio del día, y relacionando la actitud del ciego Bartimeo y su seguimiento a Jesús con el acto que dentro de la Eucaristía se estaba también desarrollando, señaló las tres actitudes que debían de tener a partir de ahora las hermanas que se comprometían: primera: levantarse, tomar la decisión, llegar hasta Jesús; segunda: arrojar el manto, dejar el pasado, las seguridades, fiarse de Él, que Él sea verdaderamente lo que más necesitamos, el mejor manto que se podemos tener; y tercera: seguirle, sin prisa, con la libertad y decisión suficiente para que Él llene nuestras ansias y desvelos.
Inicio del noviciado de un nuevo grupo de laicos en Santo Domingo, República Dominicana
La celebración tuvo lugar el domingo 25 de octubre en la iglesia parroquial de Santo Tomás de Aquino de la ciudad de Santo Domingo, capital de la República Dominicana.
Se trata del segundo grupo que hace formalmente el noviciado según las normas de la Orden para las fraternidades laicales. Antes de entrar en el noviciado hicieron un año de preparación.
A diferencia del primer grupo, se reunían en la Parroquia de Santo Tomás de Aquino y estuvieron asistidos por una laica de la ya fraternidad de Santo Domingo y por un laico que en el pasado fue estudiante dominico.
La ceremonia fue sencilla e íntima, después de una eucaristía, tal como se pide en el Ritual de Profesiones Propio de la O.P., Tercera Parte. A falta todavía de un presidente de la fraternidad de Santo Domingo, la acogida la hizo el Vicario del vicariato en nombre de la Orden.
En las breves palabras que dirigió a los que iban a ingresar en el noviciado les recordó el carácter específico del laico dominico: “Se caracterizan por una espiritualidad peculiar y por la dedicación al servicio de Dios y del prójimo en la Iglesia y, en cuantos miembros de la Orden, participan en su misión apostólica mediante la oración, el estudio y la predicación según su condición de laicos”.
El arzobispo de Madrid preside la ceremonia de apeertura de inicio del Jubileo de la Orden de Predicadores
Los dominicos celebran un Jubileo con motivo de los 800 años de
la Orden de Predicadores. Los actos programados para la celebración de
este VIII centenario se desarrollarán desde el próximo 7 de noviembre
hasta el 22 de enero de 2017.
La ceremonia de apertura del Jubileo tendrá lugar este sábado, 7 de noviembre, y consistirá en un lucernario con rezo de vísperas y envío. En Madrid, estará presidida por el arzobispo de Madrid, monseñor Carlos Osoro, y se desarrollará en la iglesia del Monasterio de Santo Domingo el Real, de las Madres Dominicas (c/Claudio Coello, 11). Comenzará con la retransmisión de un mensaje de Fr. Bruno Cadoré, Maestro de la Orden, a los dominicos y dominicas de todo el mundo. En el acto estarán presentes representantes de todas las ramas de la Familia Dominicana en España: provinciales, consejeros/as de Provincias, así como monjas contemplativas, frailes, laicos, hermanas de vida apostólica, llegados de distintas partes de Madrid y del resto de España. También asistirán feligreses de las parroquias que atienden los dominicos, así como amigos de los dominicos y de las dominicas que quieran celebrar el inicio de este año Jubilar en el que los miembros de la Orden de Predicadores serán de nuevo enviados y enviadas a predicar la misericordia.
Al día siguiente, domingo 8 de noviembre, se celebrará una Eucaristía en la iglesia de San Pedro Mártir (Avd. de Burgos, 205). La Misa, que dará comienzo a las 10:30 horas, será retransmitida por La2 de TVE. Estará presidida por el actual presidente de la Familia Dominicana, fr. Javier Carballo OP. Y concelebrarán los provinciales de las actuales Provincias en España, así como frailes dominicos y sacerdotes amigos. A la Eucaristía asistirán representantes de todas las ramas de la Familia Dominicana, así como la comunidad parroquial y amigos, y estará animada por un coro de Familia Dominicana de varias partes del país, convocado especialmente para la ocasión.
Tras la ceremonia de apertura del Jubileo 800 de la Orden de Predicadores habrá un concierto musical. El grupo Alia Musica interpretará In Hymnis et Canticis música del tiempo de Sto. Domingo de Guzmán (s. XIII), intercalada con el recitado de textos de Sto. Tomás de Aquino.
Actividades
El programa de actividades para este Jubileo se puede dividir en tres ámbitos prioritarios: congresos, arte, y diálogo interreligioso y social. En el apartado de congresos destacan el de Salamanca, La universidad ayer y hoy, ¿al servició de qué?; el educativo preparado por las fundaciones educativas de la Orden de Predicadores 800 hacia la sabiduría y un congreso internacional en Roma que tratará sobre el Envío de la Orden y la renovación de la predicación.
Silencios es una exposición itinerante colectiva de arte contemporáneo que recorrerá diferentes ciudades de la geografía española.
En el ámbito del diálogo interreligioso y sobre los derechos humanos están las Jornadas de Estudio en Valencia Memoria y retos del diálogo: El valor de la palabra; el Proceso Salamanca, Dominicos por la defensa de los derechos humanos, y un gesto jubilar solidario que será llevado a cabo por toda la Familia Dominicana.
Otro acontecimiento destacable es la creación de una nueva provincia de los frailes dominicos. Las tres históricas provincias de España, Bética y Aragón se unirán creando la nueva Provincia de Hispania. El 3 de enero se celebrará en Caleruega la unificación, con la presencia del Maestro de la Orden fray Bruno Cadoré.
Un encuentro de Familia Dominicana y la peregrinación por los Caminos de Sto. Domingo por España, sur de Francia e Italia son otros dos eventos a tener en cuenta, de los muchos preparados para celebrar este VIII centenario de la Orden de Predicadores.
El programada completo se puede consultar en la página web
El tráiler del Jubileo se puede ver en este enlace
La ceremonia de apertura del Jubileo tendrá lugar este sábado, 7 de noviembre, y consistirá en un lucernario con rezo de vísperas y envío. En Madrid, estará presidida por el arzobispo de Madrid, monseñor Carlos Osoro, y se desarrollará en la iglesia del Monasterio de Santo Domingo el Real, de las Madres Dominicas (c/Claudio Coello, 11). Comenzará con la retransmisión de un mensaje de Fr. Bruno Cadoré, Maestro de la Orden, a los dominicos y dominicas de todo el mundo. En el acto estarán presentes representantes de todas las ramas de la Familia Dominicana en España: provinciales, consejeros/as de Provincias, así como monjas contemplativas, frailes, laicos, hermanas de vida apostólica, llegados de distintas partes de Madrid y del resto de España. También asistirán feligreses de las parroquias que atienden los dominicos, así como amigos de los dominicos y de las dominicas que quieran celebrar el inicio de este año Jubilar en el que los miembros de la Orden de Predicadores serán de nuevo enviados y enviadas a predicar la misericordia.
Al día siguiente, domingo 8 de noviembre, se celebrará una Eucaristía en la iglesia de San Pedro Mártir (Avd. de Burgos, 205). La Misa, que dará comienzo a las 10:30 horas, será retransmitida por La2 de TVE. Estará presidida por el actual presidente de la Familia Dominicana, fr. Javier Carballo OP. Y concelebrarán los provinciales de las actuales Provincias en España, así como frailes dominicos y sacerdotes amigos. A la Eucaristía asistirán representantes de todas las ramas de la Familia Dominicana, así como la comunidad parroquial y amigos, y estará animada por un coro de Familia Dominicana de varias partes del país, convocado especialmente para la ocasión.
Tras la ceremonia de apertura del Jubileo 800 de la Orden de Predicadores habrá un concierto musical. El grupo Alia Musica interpretará In Hymnis et Canticis música del tiempo de Sto. Domingo de Guzmán (s. XIII), intercalada con el recitado de textos de Sto. Tomás de Aquino.
Actividades
El programa de actividades para este Jubileo se puede dividir en tres ámbitos prioritarios: congresos, arte, y diálogo interreligioso y social. En el apartado de congresos destacan el de Salamanca, La universidad ayer y hoy, ¿al servició de qué?; el educativo preparado por las fundaciones educativas de la Orden de Predicadores 800 hacia la sabiduría y un congreso internacional en Roma que tratará sobre el Envío de la Orden y la renovación de la predicación.
Silencios es una exposición itinerante colectiva de arte contemporáneo que recorrerá diferentes ciudades de la geografía española.
En el ámbito del diálogo interreligioso y sobre los derechos humanos están las Jornadas de Estudio en Valencia Memoria y retos del diálogo: El valor de la palabra; el Proceso Salamanca, Dominicos por la defensa de los derechos humanos, y un gesto jubilar solidario que será llevado a cabo por toda la Familia Dominicana.
Otro acontecimiento destacable es la creación de una nueva provincia de los frailes dominicos. Las tres históricas provincias de España, Bética y Aragón se unirán creando la nueva Provincia de Hispania. El 3 de enero se celebrará en Caleruega la unificación, con la presencia del Maestro de la Orden fray Bruno Cadoré.
Un encuentro de Familia Dominicana y la peregrinación por los Caminos de Sto. Domingo por España, sur de Francia e Italia son otros dos eventos a tener en cuenta, de los muchos preparados para celebrar este VIII centenario de la Orden de Predicadores.
El programada completo se puede consultar en la página web
El tráiler del Jubileo se puede ver en este enlace
El Santo Padre concede indulgencia plenaria durante el Jubileo
26 de octubre de 2015
Con motivo del Jubileo de la Orden de Predicadores en 2016, el Papa Francisco, previa solicitud del Maestro de la Orden, fray Bruno Cadoré,
ha ordenado a la Penitenciaría Apostólica la promulgación de un Decreto
por el que se concede Indulgencia Plenaria a quienes participen en la
celebración de este Año Jubilar.
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La Orden ha querido así, en comunión de espíritu con el año de la misericordia, que quienes participen en las celebraciones jubilares que tengan lugar entre el 7 de noviembre de 2015 y el 21 de enero de 2017, y todos los fieles que acudan en peregrinación a cualquier iglesia de la Familia Dominicana en todo el mundo, puedan ganar indulgencia plenaria, o dicho de otro modo, pueda acercarse a la misericordia del Padre con la certeza que su perdón se extiende sobre toda la vida del creyente.
Para ello se pide que los fieles que quieran alcanzar esta gracia, cumplan las condiciones habituales en este caso, como es confesarse, comulgar y orar por las intenciones del Santo Padre. Además se suman unas características especiales de acuerdo a las circunstancias: que ante el Santísimo Sacramento durante un tiempo conveniente se dediquen a piadosa meditación, concluyendo con la Oración del Señor o Padre nuestro, el Símbolo de la Fe o Credo, la Oración del Jubileo y la invocación a la Santísima Virgen María del Rosario.
“Vivir la indulgencia significa acercarse a la misericordia del Padre con la certeza que su perdón se extiende sobre toda la vida del creyente”, nos recuerda el papa en su Bula de convocatoria del año jubilar extraordinario de la Misericordia. Los dominicos y dominicas de España, predicadores de la misericordia, abrimos las puertas de nuestras iglesias invitándoos a sentir de cerca el perdón ilimitado de Dios.
Texto del Decreto traducido al castellano:
PAENITENTIARIA APOSTOLICA
Prot. N. 16/15/I
BEATÍSIMO PADRE,
Bruno Cadoré, Maestro de la Orden de Frailes Predicadores, manifestando hacia Vuestra Santidad los propios sentimientos de devoción así como los de toda la Familia Dominicana, reverentemente expone: El Sumo Pontífice Honorio III, mediante dos Bulas «Religiosan vitam», del día 22 de Diciembre de 1216, y «Gratiarum omnium largitori», del día 21 de Enero de 1217, confirmó y ratificó la Orden de Frailes Predicadores bajo la Regla de San Agustín. Para celebrar dignamente el día de este doble Ochocientos Aniversario, en todas las capillas de la Familia Dominicana, se tendrán solemnes ritos y religiosas inauguraciones, desde el día 7 de Noviembre de 2015, Fiesta de Todos los Santos de la Orden, hasta el día 21 de Enero de 2017, en que se cumplirá el Ochocientos Aniversario de la segunda Bula. Con el fin de que se manifieste más la divina largueza para con los integrantes de la Familia Dominicana y otros fieles piadosos y, en consecuencia, se consigan más abundantes frutos espirituales, el susodicho Reverendísimo Orador humildemente pide el don de Indulgencias a modo de Jubileo.
Y Dios, etc.
El día 7 de Agosto de 2015
La PENITENCIARÍA APOSTÓLICA, POR ESPECIAL mandato del Santísmo Padre Francisco, concedió benignamente un Año Jubilar con la unida Indulgencia plenaria, bajo las acostumbradas condiciones (confesión sacramental, comunión eucarística y oración a intención de Sumo Pontífice) a los fieles cristianos verdaderamente arrepentidos e impulsados por la caridad, una vez al día, que podrán aplicar también a modo de sufragio por las almas de los fieles retenidos en el Purgatorio, cuantas veces, unido su corazón a los fines del Año Santo de la Misericordia: a.- tomen parte devotamente en las celebraciones jubilares indicadas en el escrito de súplica; b.- visiten las iglesias o capillas de la Familia Dominicana en forma de peregrinación y allí ante el Santísimo Sacramento durante un tiempo conveniente se dediquen a piadosa meditación, concluyendo con la Oración del Señor o Padre nuestro, el Símbolo de la Fe o Credo, la Oración del Jubileo y la invocación a la Santísima Virgen María del Rosario.
Los integrantes de la Familia Dominicana que, por enfermedad u otras graves causas se hallen impedidos para estar presentes en las celebraciones jubilares, en el lugar donde les retiene el impedimento, podrán conseguir Indulgencia plenaria, formando en su corazón un detestación de cualquier pecado, y formulando una intención de cumplir cuanto antes les sea posible con las tres acostumbradas condiciones, si se unen espiritualmente a los sagrados ritos, ofreciendo sus oraciones y sufrimientos o las incomodidades de la propia vida a Dios misericordioso por María.
Así pues, para que el acceso al perdón divino por las llaves de la Iglesia, resulte más fácil mediante la caridad pastoral, esta Penitenciaría ruega con empeño que los sacerdotes de la Orden de Santo Domingo se muestren dispuestos de corazón a la celebración de la Penitencia en los lugares jubilares y administren frecuentemente la Santa Comunión a los enfermos.
Será válido para el presente Año Jubilar. No obstando ninguna cosa en contrario.
MAURO Card. PIACENZA
Penitenciario Mayor
KRISTOF NYKIEL
Regente
Descargar el texto original: Decreto Indulgencia Plenaria
Colaboración con las redes
sociales del Jubileo
A apenas 20 días del inicio del Jubileo de la Orden de
Predicadores, se hace un llamado a movilizar las redes sociales y necesitamos
de tu ayuda!
La cuenta en español @OrdenDomincana está ya
disponible para que todos puedan seguiría y hacerla conocer lo más ampliamente
posible.
Para que la alegría se contagie, te invitamos a llenar
este cuestionario y a difundirlo antes
del 7 de noviembre. Este cuestionario nos permitirá compartir nuestra alegría
por el Jubileo de la Orden. Sólo quedan 20 días y esperamos que varios
centenares de personas puedan inscribirse y vivir por medio de las redes
sociales nuestra alegría por este jubileo por nuestros primeros 800 años! ¡Gracias
por inscribirte y compartir este cuestionario con tus amigos en las redes!
Apertura Solemne del Jubileo Dominicano
OCTINGENTÉSIMO
JUBILEO DE LA CONFIRMACIÓN DE LA ORDEN
Enviados a
Predicar el Evangelio
Nuestro
Jubileo nos invita a volver a los orígenes de la Orden
para
recordar el momento fundacional, en el que santo Domingo
envió a
nuestros primeros hermanos fuera de su casa, de su familia,
de su
nación, para que descubrieran el gozo y la libertad de la itinerancia.
ACP Togir,
40
Prot.
50/15/680 Jubilee_2016
Queridos
hermanos y hermanas:
Escribo esta
carta para anunciar con inmensa alegría la apertura y la programación del
Jubileo de los Ochocientos años de la confirmación de la Orden de Predicadores,
que celebraremos a partir del 7 de noviembre próximo hasta el 21 de enero de
2017 (cf. ACGTrogir 58, 3). En feliz coincidencia se inscribe la celebración de
los 800 años de la confirmación de nuestra Orden con el Jubileo extraordinario
de la Misericordia que acaba de proclamar el Papa Francisco.
Predicadores
de la misericordia
La grata
coincidencia de estos dos Jubileos tan entrañables a nuestra historia, vida y
misión dominicanas se constituyen para nosotros en un llamado especial a
renovar nuestro ministerio de la Palabra, al que nos conduce la celebración de
nuestro octingentésimo aniversario, en torno a la misión específica de la
Iglesia: «anunciar la misericordia de Dios, corazón palpitante del Evangelio,
que por su medio debe alcanzar la mente y el corazón de toda persona» .
El capítulo
general de Trogir estableció como lema para el año del Jubileo de la Orden
“Enviados a predicar el Evangelio” (ACG Trogir 2013, 50) y nos invita a
reflexionar sobre las siguientes preguntas: ¿Por quién somos enviados? ¿A quién
somos enviados? ¿Con quién? ¿Qué llevamos con nosotros al ser enviados? El
mismo capítulo ha dado también respuesta a esta última pregunta: somos enviados
a predicar la buena nueva de la resurrección de Cristo. Creemos que su
Resurrección es la revelación definitiva del amor del Padre por Jesús y por el
mundo. La resurrección de Cristo es la revelación más clara de “la misericordia
de Dios por los pobres pecadores”. Predicar la resurrección consiste en
predicar el nuevo camino de amistad con Dios. Esta es la gracia de la cual fue
predicador ejemplar santo Domingo, “predicador de la gracia”. Podemos así unir
la feliz coincidencia de nuestro año jubilar con el Jubileo de la Iglesia –los
predicadores del Evangelio son predicadores de la gracia, y los predicadores de
la gracia son predicadores de la misericordia de Dios.
En la Bula
de indicción del Jubileo extraordinario de la misericordia el Papa Francisco
manifiesta su intención de enviar misioneros de la misericordia durante la
cuaresma del año santo 2016. Los frailes y hermanas de la Orden nos sentimos
particularmente interpelados por este llamado, puesto que desde el día mismo en
que ingresamos a la Orden y antes de hacer nuestra profesión religiosa pedimos
«la misericordia de Dios y de los hermanos». En su caminar de vida evangélica
Domingo buscó continuamente testimoniar a Jesús, presencia de la misericordia
de Dios entre nosotros, por eso su vida de predicador fue su camino de
santidad: desde el generoso gesto de misericordia cuando decide vender sus
libros para «no estudiar sobre pieles muertas mientras haya hombres que mueren
de hambre», hasta la convicción de que la evangelización de la Palabra de Dios
debe hacerse por medio del testimonio de la caridad de la verdad.
La apertura
solemne del Jubileo de la Orden tendrá lugar el 7 de noviembre en cada
comunidad de la Orden. Desde la curia general de Santa Sabina daremos también
solemne apertura al octingentésimo aniversario de la confirmación de la Orden
con la celebración de la eucaristía en la fiesta de todos los Santos de la
Orden. Invito a todas las Provincias, Viceprovincias, comunidades, entidades,
congregaciones, fraternidades y demás instituciones dominicanas a celebrar este
día en comunidad como signo de comunión fraterna en la confirmación de la Orden
que debemos hacer nosotros ahora.
Durante el
año jubilar de la Orden tendremos varios eventos a nivel internacional, cuyo
calendario anexo a la presente, con el propósito de promover la participación
de toda la familia dominicana en estos importantes encuentros internacionales
así como en los diversos eventos locales programados por cada provincia, entidad,
congregación y comunidad. De manera particular solicito a los priores
provinciales que prevean la participación de los frailes en cada uno de estas
actividades jubilares. Cada coordinador de evento les informará lo referente a
detalles de inscripción y participación en cada actividad jubilar.
Como
“enviados a predicar el evangelio”, durante el año jubilar seguiremos el camino
de la Palabra mediante la Lectio Divina “con el fin de animar y apoyar la
renovación de nuestra vida dominicana por medio de una escucha atenta de la
Palabra, una vida de oración y contemplación en el silencio y en el estudio”
(Cf. ACG Trogir, 42 ). Con cuatro secciones: lectio, studio, meditatio y
oratio, será publicada diariamente en el sitio internet del Jubileo en los tres
idiomas oficiales de la Orden.
Para mayor
información sobre actividades y fechas de celebración del Jubileo de la
confirmación de la Orden, les invito a visitar nuestro sitio web de la Orden http://www.op.org/es/jubilee
(http://www.op.org/en/jubilee
- http://www.op.org/fr/jubilee).
Nuestro
padre Santo Domingo quiso encomendar la Orden al patrocinio de María, Madre de
misericordia; es por ello que hasta hace pocos años el aniversario de la
confirmación de la Orden se celebraba el 22 de diciembre simultáneamente con la
fiesta del Patrocino de María sobre toda la Orden. Que María, Madre de los
Predicadores interceda por su Orden a fin que el Dios Padre de Misericordia
conceda a los hijos e hijas de Domingo la gracia del Espíritu, para que puedan
anunciar con su vida y palabras al mundo de hoy y de mañana la llegada de la
misericordia.
Fraternalmente
en nuestro padre santo Domingo,
fr. Bruno
Cadoré, O.P.
Maestro de
la Orden
Roma, 21 de
septiembre de 2015
Los dominicos celebran 800 años de historia con un año jubilar
Grandes celebraciones de la Iglesia
27 de Octubre 2015
Oficina Arquidiocesana de Comunicaciones - OAC, Bogotá
La Orden de Predicadores
vivirá en 2016 un año jubilar con el tema "Enviados a predicar el
Evangelio". Los actos tendrán lugar del 7 de noviembre de 2015 al 22 de
enero de 2017
La Orden de Predicadores celebrará en
2016 un año jubilar con el tema “Enviados a predicar el Evangelio”. Tres
representantes de la Familia Dominicana en España han presentado este
martes por la mañana en Madrid las actividades programadas para la
celebración de su VIII centenario. Los actos tendrán lugar desde el 7 de
noviembre de 2015, comenzando con unas Vísperas y un recital musical
presididos por el arzobispo de Madrid, Mons. Carlos Osoro; hasta el 22
de enero de 2017, día de la clausura que se celebrará en Roma con la
presencia del papa Francisco.
El presidente de la Familia Dominicana y
prior provincial de España, fray Javier Carballo, ha destacado la
importancia del centenario de la aprobación de la Orden fundada por
santo Domingo de Guzmán, así como la constante aportación por parte de
los dominicos y dominicas a la renovación de la Iglesia. Para fray
Carballo, el Jubileo es también una invitación a la renovación de la
predicación del siglo XXI.
Por su parte, la secretaria de la
Familia Dominicana, la hermana Pilar del Barrio, ha señalado que la
Orden de Predicadores nació como familia. La primera comunidad formada
por santo Domingo fue de dominicas, frailes y laicos. Actualmente la
Orden de Predicadores está formada por monjas, frailes, hermanas, laicos
y por jóvenes pertenecientes al Movimiento Juvenil Dominicano.
Por último, el presidente de la Comisión
de los frailes para el Jubileo, fray Xabier Gómez, ha explicado algunas
de las principales actividades que se van a llevar a cabo con motivo de
la celebración del Jubileo y que tienen como objetivo facilitar
encuentros y renovar la predicación en aquellos ámbitos que son
prioritarios para los dominicos y dominicas. El programa de actividades
puede dividirse en tres partes: congresos, arte, y diálogo
interreligioso y social.
En el apartado de congresos destacan el de Salamanca, “La universidad ayer y hoy, ¿al servicio de qué?”; el
educativo preparado por las fundaciones educativas de la Orden de
Predicadores “800 hacia la sabiduría” y un congreso internacional en
Roma que tratará sobre el Envío de la Orden y la renovación de la
predicación.
“Silencios” es una exposición itinerante
colectiva de arte contemporáneo que recorrerá diferentes ciudades de la
geografía española.
En el ámbito del diálogo interreligioso y
sobre los derechos humanos están las Jornadas de Estudio en Valencia
“Memoria y retos del diálogo: El valor de la palabra”; el Proceso
Salamanca, “Dominicos por la defensa de los derechos humanos” y un gesto
jubilar solidario que será llevado a cabo por toda la Familia
Dominicana.
Otro acontecimiento destacable es la
creación de una nueva provincia de los frailes dominicos. Las tres
históricas provincias de España, Bética y Aragón se unirán creando la
nueva Provincia de Hispania. El 3 de enero se celebrará en Caleruega la
unificación, con la presencia del Maestro de la Orden, fray Bruno
Cadoré.
Un encuentro de la Familia Dominicana y
la peregrinación por los Caminos de santo Domingo por España, sur de
Francia e Italia son otros dos eventos a tener en cuenta, de los muchos
preparados para celebrar este VIII centenario de la Orden de
Predicadores.
Fuente: Zenit.orgVe y predica. La predicación dominicana en los siglos XIII y XXI. 29 de septiembre de 2015
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Ve y predica. La predicación dominicana en los siglos XIII y XXI. Es el título del libro con el que Felicísimo Martínez Díez, O.P. quiere contribuir a la celebración del Jubileo de la Orden de Predicadores.Han sido 800 años de historia, de vida y de misión. Hay motivos para el júbilo en la Familia Dominicana. Porque durante ocho siglos ha habido mucha vida evangélica en los hermanos y hermanas y ha habido mucho celo y desvelos en la misión evangelizadora. Este libro se une al júbilo y a la acción de gracias.
Fue fundada y confirmada hace 800 años. Ni los orígenes ni la historia se han contado siempre con objetividad. A veces se cargaron las tintas en los puntos negros. Otras veces se ha contado de forma demasiado triunfal y poco crítica. Este libro ofrece un análisis crítico y bien contextualizado del proyecto fundacional de la Orden tal como lo concibió Domingo. Es un reto en este momento analizar la predicación dominicana del siglo XIII. Es el reto que aborda el libro en la primera parte.
Después de 800 años la Orden de Predicadores o la Familia Dominicana sigue comprometida con el ministerio de la predicación. La memoria del pasado ayuda a clarificar nuestra identidad, a dar cohesión a la Familia Dominicana, a reinventar creativamente la misión evangelizadora hoy. Es un gran reto para la Orden analizar los desafíos de la predicación dominicana en el siglo XXI. Es el reto que aborda el libro en la segunda parte.
Como apunta fray Bruno Cadoré, Maestro General de la Orden, este libro puede ser, en medio de las celebraciones del Jubileo, la gran invitación a pensar cómo han de ser hoy la vida y la misión dominicanas.
Adquirir el libro en la Editorial Edibesa
Elogio de la misericordiaAutor: LUIS CARLOS BERNALColección: ARIADNA nueva serie
La
"Misericordia" ha sido durante demasiado tiempo una palabra en desuso,
olvidada, apenas utilizada en conversaciones piadosas, cuando aún se
mencionaban las clásicas "obras de misericordia". Pero este olvido no ha
sido lo peor. Lo peligroso es que -como advirtió Nietzsche- vivimos en
un mundo carente en absoluto de toda misericordia. El Papa Francisco ha
redimido esta palabra y compromete al mundo a ser misericordioso.
|
Los altares de la renovación. Arte, Arquitectura y Liturgia en la revista ARA (1964-1981)Autor: Elena GARCÍA CRESPOColección: MONUMENTA HISTORICA IBEROAMERICANA DE LA O. P.
Los
altares de la renovación relata la historia de la revista ARA, arte
religioso actual,principal medio de difusión en España del arte y la
arquitectura religiosos durante los años inmediatos a la celebración del
Concilio Vaticano II.
Para perfilar el contexto que acompañó a la gestación de ARA, el libro
repasa el panorama pionero de las revistas del ramo en los países
centroeuropeos y, para concluir, se adentra en las razones que
condujeron a la desaparición de esta publicación ligadas al ocaso del
pujante momento creativo del arte sacro moderno.
|
Libros electrónicos
La formación del predicador.
HUMBERTO DE ROMANS
El
predicador es un ejemplo de Dios. Su tarea es descrita como la del
constructor que edifica en el corazón humano la morada de Dios. Humberto
de Romans no sólo presenta la labor del predicador con imágenes bellas y
sugerentes. También ofrece muchas orientaciones prácticas, que
comienzan reconociendo las dificultades de la predicación.
|
Del hay al doy
CARLOS DÍAZ
Esta
obra de Carlos Díaz representa una profundización en la filosofía
personalista a partir del diálogo con tres grandes autores de la
filosofía judía: Levinas, Buber y Rosenzweig.
La conclusión a la que se llega es que la vida humana se muestra como un
don, que precisamente se realiza en la propia donación del que recibe.
El sentido de la vida humana es dar el don recibido.
|
800 años de la Orden: Tiempo de gracia, salvación y
misericordia: Fr. Ángel Villasmil llama a no dormirse en los laureles del
pasado
800 años de la Orden: Tiempo de gracia, salvación y
misericordia: Fr. Ángel Villasmil llama a no dormirse en los laureles del
pasado
Con motivo
de la inminente apertura del Jubileo de la Orden de Predicadores por sus 800
años de fundación, el Vicario Regional del Vicariato de la Provincia de Nuestra
Señora del Rosario en Venezuela, Fr. Ángel Villasmil , dirigió una carta a la
Familia Dominicana de Venezuela en la que destaca que se trata de un tiempo de
gracia y de salvación y de apertura a la misericordia.
“El Jubileo
de la Orden no debería ser para nadie motivo para dormirse en los laureles del
pasado…debería ser para todos un momento de gracia en el que confrontemos
nuestra vida con el Evangelio, con la vida de Santo Domingo y de los hombres y
mujeres que a lo largo de 800 años han mantenido viva la gracia de la
predicación.”, señala Fr. Ángel. “Este es un tiempo de gracia y de salvación en
el que estamos llamados a vivir la acción de gracias por la herencia que hemos
recibido, pero también un momento para hacer un alto en el camino, para pedir
perdón y para abrirnos a la misericordia de la que estamos llamados a ser
testigos en medio del mundo”, sostiene en su misiva.
El Vicario
Regional destaca que “podemos decir, sin temor a equivocarnos, que la fundación
de la Orden de Predicadores es una manifestación clara de la misericordia de
Dios para con los hombres del tiempo de Santo Domingo”. En este sentido,
puntualiza que “el comienzo del siglo XXI –a diferencia del siglo XX- no estuvo
marcado por un enfrentamiento bélico con carácter mundial, pero está
experimentando flagelos como el de guerras que se vienen prolongando por años,
como la de Siria, y que han creado un trágico contexto: el de los desplazados y
refugiados”. “Los desplazados y refugiados no sólo constituyen un desafío para
las sociedades de bienestar del continente europeo, sino para todo el que
sienta empatía con la humanidad”, subraya.
UN GESTO DE
MISERICORDIA: UNA GRACIA
Refiriéndose
a la situación que atraviesa su país, Fr. Ángel indica que se “están viviendo
niveles cada vez más preocupantes en un claro descendimiento en la escala de la
degradación humana”. “En medio de una situación de crisis como la que vivimos,
no podemos contentarnos con ser espectadores de una realidad cuyo desenlace es
incierto para nosotros”, advierte el Vicario y si bien reconoce que “ no está a
nuestro alcance resolver los problemas de la gente que acude a nosotros en
demanda de ayuda para sus problemas”, llama a encaminar los esfuerzos a “acoger
a estas personas de la mejor manera, con la paciencia, la compasión y la
misericordia que nos exige ser miembros de una Orden que, desde el momento de
su fundación, identificó sus casas como ´casas de misericordia´”. ´”Un gesto de
misericordia siempre será una gracia para quien lo recibe”, acota Fr. Ángel.
En Venezuela
la apertura del Jubileo tendrá lugar en el templo de la Casa de Santa Rosa de
Lima, en Caracas, el 7 de noviembre a las 17.30 horas.
(31 de
octubre de 2015)
Presentaron rostro de San Martín de Porres tras fotogametría
- Creado en Miércoles, 04 Noviembre 2015 11:17
El
rostro real del santo peruano Martín de Porres fue revelado anoche en
el convento Santo Domingo de Lima, gracias a un delicado trabajo
realizado por especialistas peruanos y brasileños.
Para reconstruir su cara se empleó un
soporte tecnológico de digitalización en 3D por fotogametría, con
"software" de código abierto, utilizado por expertos de la universidad
Garcilaso de la Vega.
Anteriormente, por medio de esta tecnología se pudieron conocer los rostros verdaderos de Santa Rosa de Lima y San Juan Macías.
En la explicación de cómo se trabajó en
la reconstrucción participaron expertos de la Facultad de Ingeniería de
Sistemas Cómputo y Telecomunicaciones de la citada universidad y
miembros del Equipo Brasileño de Antropología Forense y Odontología
Legal (Ebrafol).
Cabe señalar que San Martín de Porres, a
quien se le atribuyen una serie de milagros y el don de aparecer en dos
lugares a la vez, falleció el 3 de noviembre de 1639, a los 59 años.
Fuente: andina.com.pe
Perú: Dominicos promueven campaña "Tu lazo con la Amazonía"
- Creado en Martes, 03 Noviembre 2015 15:21
Los
Misioneros Dominicos, a través del Centro Cultural José Pío Aza llevan
adelante una Campaña Solidaria, denominado: “Tu lazo con la Amazonía”,
iniciativa cuyo objetivo es recabar donativos en favor de los niños y
niñas del sur oriente peruano.
Los misioneros dominicos vienen
acompañando a las poblaciones amazónicas de Madre de Dios, Cusco y
Ucayali desde hace más de 100 años. Es por ello, que a través de esta
cruzada de ayuda, buscan recaudar útiles escolares, ropa en buen estado,
alimentos no perecibles y juguetes. Esta ayuda material beneficiará a
más de 50 comunidades nativas, como los machiguengas, yines, harakmbut y
sharanahuas.
Todo lo recaudado será entregado
directamente a cada comunidad que visitan los misioneros en la selva, a
fin de mantener los programas sociales que las misiones administran en
diversas áreas como: residencias, desayunos escolares, centros
educativos, etc.
Todas las personas e instituciones que
deseen hacer llegar sus donaciones, pueden acercarse al Centro Cultural
José Pío Aza, ubicado en Jirón Callao 574 – Lima, desde el 28 de octubre
hasta el 31 de enero del 2016. Para más información, pueden llamar al
teléfono: 331-0771 o escribir al correo electrónico:
solidaridad@selvasperu.org (Fuente: CEP)
Una Introducción a las Constituciones de la Orden de Predicadores
Una
traducción en lengua española de "Una Introducción a las Constituciones
de la Orden de Predicadores" fue llevada a cabo y publicada entre los
años 2000 y 2001 por fray Francisco Javier Rodríguez OP en Sevilla
(España). El texto ha sido adaptado teniendo en cuenta los cambios
recientes en las LCO desde el capítulo general de 2001 hasta la
actualidad.
El texto fue elaborado como un curso para impartir a los novicios, pero es una buena ayuda para entender las principales estructuras de nuestra vida y nuestra legislación.
Los hermanos que estén interesados en consultar este texto pueden enviar un correo electrónico al editor Mark De Caluwe (Lovaina, Bélgica) a la siguiente dirección: mark.decaluwe@telenet.be.
También está disponible una traducción al francés y al inglés del texto en la misma dirección.
(02 de noviembre de 2015)
El texto fue elaborado como un curso para impartir a los novicios, pero es una buena ayuda para entender las principales estructuras de nuestra vida y nuestra legislación.
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(02 de noviembre de 2015)
Zona Maya Final
Ha culminado exitosamente la reunión de frailes dominicos en zona
maya. El diálogo, revisión de caminos y proyectos han sido la tónica de
esta reunión animada también por el Socio del Maestro de la Orden, fray
Orlando Rueda. A pesar de reunirse en Cobán visitaron comunidades mayas y
celebraron la fe con la comunidad de Sactá en Cahabón, así mismo los
proyectos educativos y radiales. Al retornar planificaron el Encuentro
de frailes en pueblos indígenas, asunto que impulsa los Foros de Misión
planificado para el mes de agosto de 2016 en Guatemala.
† FR. FRANCISCO PALACIOS VALVERDE, OP.
La Provincia Dominicana San Juan Bautista del Perú cumple con el penoso deber de informar el sensible fallecimiento de Fr. Abdías Francisco Palacios Valverde, OP. quien partió a la casa del Padre celestial el día 20 de octubre, en horas de la tarde.
Sus restos fueron velados en el Capítulo del Convento del Santísimo Rosario de Lima, rogamos a todos una oración por su alma, consuelo de sus familiares y de la Nuestra Provincia. La Pascua de Cristo es fuente de vida
In memorian: Fray Luis Carlos PEREA SASTOQUE, O.P.
Alegrando y contagiando con esa carcajada que irrumpía el sacro silencio del claustro del convento de Santo Domingo.
Conocí al padre Perea en Tunja, él era el maestro del prenoviciado y el encargado del templo que posteriormente fue parroquia. Vivian allí los padres cubillos y Alarcón. Impactaba no solo la alegría de estos tres tenores de la vida dominicana, sino la amistad y fraternidad de tres viejos observantes y queridos en la ciudad. Particularmente, el Padre Perea se destacaba por su blanca cabellera y por estar siempre rodeado de jóvenes. El primer contacto que tuve con él fue en la Navidad de 1993. Pereita, como común mente los frailes le decíamos, organizaba un coro de villancicos, que, con el acompañamiento de Guillermo Pachón en la guitarra, todos los días, del 15 al 24 ensayaba en las mañanas para hacer su presentación en la misa de 6 de la tarde en el templo. Los ensayos eran particulares, Perea por un lado, Guillermo intentando seguirlo y cuando se veía perdido se oía lo que más vamos a extrañar de él, su singular carcajada! Ay mamita me perdí! Y Guillermo con una broma volvía a empezar.
Los niños que asistíamos al coro de villancicos nos fuimos acercando a él, de este grupo hoy somos 3 sacerdotes y una religiosa. Muchos de mi generación lo recuerdan con veneración, sienten, como yo, un alto grado de estimación y sé que siempre lo llevaremos en nuestra memoria. Los amigos de mi niñez salieron de este grupo, aun hoy recordamos los buñuelos y el regalo que el Padre Perea nos daba la noche de Navidad.
Recuerdo que un día yo le pregunté si podía ser acólito. Con un sí rotundo me llevo a la sacristía y me puso un hábito dominicano a mi medida y me explico en el altar del templo que era lo que tenia que hacer. Cubillos que era el superior estuvo de acuerdo, dijo con mucha gracia, este es el chinito que Nerón, su consentido y bravo perro, mordió. En realidad, mi primer toma de habito fue de manos de Perea, desde ese momento la orden se encarnó en mi vida y como usualmente él mismo decía, el perro de Santo Domingo, no Nerón, me mordió. Las generaciones de prenovicios después del 93 me conocieron, aún hoy algunos recuerdan al niño gordito que era acólito; recuerdo a aquellos que acompañaron a Pereita como socios, fr. Aldemar Valencia, fr. Ferdinando Rodríguez, fr. Eduardo González y fr. Mauricio cortés. Sé que ellos como yo y muchos de esta provincia hoy sentimos su muerte, tenemos presente sus carcajadas y lo guardamos en la memoria.
Me atrevería a decir que cada miembro de esta provincia, cada profeso tiene hoy una historia que contar de Pereita. Hay un sentimiento común en todos, sé que al enterarnos de su muerte se mezclaron las lagrimas con la risa. Creo, que todos sentimos afecto, cariño, cuidado por este hombre que ha dejado una huella en la vida de esta provincia. Formador, educador, latinista, apóstol de las juventudes. Siempre joven, siempre alegre. En su funeral, la presencia de los frailes demostraba quién fue Pereita, el afecto que esta provincia le tiene a su memoria y los recuerdos que cada quien puede contar.
Se despidió Perea en medio de sus grandes amores: la Eucaristía y su sacerdocio, la Orden y sus amados frailes, su convento de Santo Domingo y su colegio Jordán de Sajonia, su familia y sus amigos.
¿Quid dicis Perea? ¡Ay mamita! ¡Vaya y le pregunta a su abuelita!
Por: Fray Ricardo Ernesto Torres Castro, O.P.
¿Quid dicis perea? ¿Qué dices desde allá? … ¡mamita mamita! ¡Quid dicis perea! ¡Pregúntele a su abuelita! Risas y más risas…Conocí al padre Perea en Tunja, él era el maestro del prenoviciado y el encargado del templo que posteriormente fue parroquia. Vivian allí los padres cubillos y Alarcón. Impactaba no solo la alegría de estos tres tenores de la vida dominicana, sino la amistad y fraternidad de tres viejos observantes y queridos en la ciudad. Particularmente, el Padre Perea se destacaba por su blanca cabellera y por estar siempre rodeado de jóvenes. El primer contacto que tuve con él fue en la Navidad de 1993. Pereita, como común mente los frailes le decíamos, organizaba un coro de villancicos, que, con el acompañamiento de Guillermo Pachón en la guitarra, todos los días, del 15 al 24 ensayaba en las mañanas para hacer su presentación en la misa de 6 de la tarde en el templo. Los ensayos eran particulares, Perea por un lado, Guillermo intentando seguirlo y cuando se veía perdido se oía lo que más vamos a extrañar de él, su singular carcajada! Ay mamita me perdí! Y Guillermo con una broma volvía a empezar.
Los niños que asistíamos al coro de villancicos nos fuimos acercando a él, de este grupo hoy somos 3 sacerdotes y una religiosa. Muchos de mi generación lo recuerdan con veneración, sienten, como yo, un alto grado de estimación y sé que siempre lo llevaremos en nuestra memoria. Los amigos de mi niñez salieron de este grupo, aun hoy recordamos los buñuelos y el regalo que el Padre Perea nos daba la noche de Navidad.
Recuerdo que un día yo le pregunté si podía ser acólito. Con un sí rotundo me llevo a la sacristía y me puso un hábito dominicano a mi medida y me explico en el altar del templo que era lo que tenia que hacer. Cubillos que era el superior estuvo de acuerdo, dijo con mucha gracia, este es el chinito que Nerón, su consentido y bravo perro, mordió. En realidad, mi primer toma de habito fue de manos de Perea, desde ese momento la orden se encarnó en mi vida y como usualmente él mismo decía, el perro de Santo Domingo, no Nerón, me mordió. Las generaciones de prenovicios después del 93 me conocieron, aún hoy algunos recuerdan al niño gordito que era acólito; recuerdo a aquellos que acompañaron a Pereita como socios, fr. Aldemar Valencia, fr. Ferdinando Rodríguez, fr. Eduardo González y fr. Mauricio cortés. Sé que ellos como yo y muchos de esta provincia hoy sentimos su muerte, tenemos presente sus carcajadas y lo guardamos en la memoria.
Me atrevería a decir que cada miembro de esta provincia, cada profeso tiene hoy una historia que contar de Pereita. Hay un sentimiento común en todos, sé que al enterarnos de su muerte se mezclaron las lagrimas con la risa. Creo, que todos sentimos afecto, cariño, cuidado por este hombre que ha dejado una huella en la vida de esta provincia. Formador, educador, latinista, apóstol de las juventudes. Siempre joven, siempre alegre. En su funeral, la presencia de los frailes demostraba quién fue Pereita, el afecto que esta provincia le tiene a su memoria y los recuerdos que cada quien puede contar.
Se despidió Perea en medio de sus grandes amores: la Eucaristía y su sacerdocio, la Orden y sus amados frailes, su convento de Santo Domingo y su colegio Jordán de Sajonia, su familia y sus amigos.
¿Quid dicis Perea? ¡Ay mamita! ¡Vaya y le pregunta a su abuelita!
El P. Vayssière, eremita y provincial. Fr. M. J. Nicolás O.P
Eremita y Provincial
(1864-1940)
P. Fr. M. J. Nicolás O.P.
Es un foco puro de vida espiritual el que se ha apagado entre
nosotros con el P. Vayssière, "el santo Provincial de Toulouse" según se
lo apodaba habitualmente en la Orden de Sto. Domingo, en la que era
bien conocido el carácter exclusivamente sobrenatural de su
personalidad. El puñado de recuerdos que presentamos aquí quisieran
contribuir a prolongar el efecto de aquella llama que habitaba en él y
cuyo vívido calor no será reemplazado. En sus últimos días, sólo veía de
su larga vida el encadenamiento de todo lo que la Santa Virgen había
hecho por él: "Todo ha sido misericordia en mi vida -decía- y
misericordia de María". Y resumía esa misericordia en tres gracias
esenciales de las que habían surgido todas las otras: la gracia del
sufrimiento, la gracia de la soledad, la gracia de la revelación de la
Virgen a su alma. Que les sea permitido a sus hijos agregar a esta
enumeración la gracia que le fue dada para ellos y que llamaría su
gracia de paternidad. Sigamos ese encadenamiento que nos da la
interpretación sobrenatural de su alma y de su vida.
La gracia del sufrimiento
Para apreciarla debidamente hay que comprender cuál fue el impulso de
esa alma hacia la bella y rica vida dominicana. De seminarista era
impulsivo, ardiente y de carácter impetuoso. Es fácilmente creíble
porque siempre permaneció así.
Había en él una llama. Esta llama iba en aumento desde la época de su
Seminario Mayor, y el objeto habitual de conversación con su íntimo
amigo era la vida sacerdotal y el medio de volverla perfecta. Un día
leyó la vida de Lacordaire, y, en una página cualquiera, oyó dentro de
él un repentino: "serás dominico", que lo decidió para siempre. Quiso,
por tanto, hacerse dominico "para predicar"; no había nada más claro en
su espíritu, y fue Lacordaire quien lo indujo.
Con ese ardor entró al noviciado de Toulouse, y allí se aplicó al
trabajo de su perfeccionamiento, y fue plenamente feliz: "Estoy
demasiado contento", le decía con aprensión a su Padre Maestro, y relató
con frecuencia con qué consolación repetía sin cesar las palabras del
salmo, aplicándolas a su estado de huérfano: Mi padre y mi madre me han
abandonado, pero el Señor me ha tomado consigo.
Comenzó brillantemente sus estudios. Pero estos hermosos inicios de un
sujeto de excepción debían rematar de un modo distinto al pensado. Una
fatiga cerebral profunda lo volvió de pronto impotente para todo trabajo
intelectual. Nunca se curó del todo de ello, y ésa fue la cruz íntima
de su vida. "Todavía me hace sufrir", me confiaba algún tiempo antes de
su muerte. Debió cerrar sus libros, y se lo envió a S. Maximin, donde
coronó su preparación al sacerdocio. Su Padre Maestro fue el P. Colchen,
un gran religioso, extremadamente bueno pero apasionadamente austero y
poco comunicativo. El, que afrontaba todas las dolencias para asistir de
noche a maitines contra todo agotamiento, juzgaba imposible que un
religioso tan bueno pudiera quedar privado de la gracia de practicar las
santas observancias monásticas por motivos de salud. Un día le hizo
comenzar una novena preparatoria a la fiesta de San José, que debía
consistir en levantarse cada noche a despecho de todo. Pensaba que un
tal acto de fe realizaría un milagro. El octavo día de la novena el
pobre novicio no tenía siquiera fuerza para confesarse. El P. Colchen no
insistió ante esta respuesta de San José. Las observancias, tanto como
el estudio y la predicación, quedarían por siempre inaccesibles al P.
Vayssière. De este modo, aunque amándolos con fidelidad, insistió
siempre en decir que lo esencial de la vida religiosa y dominicana no
estaba allí. Pero, agregaba, lo que es realmente la condición esencial
es la abnegación, y en ello coincidía profundamente con el P. Colchen,
por el cual conservó siempre un inmenso afecto.
Fue en ese estado de dolorosa impotencia que se ordenó sacerdote.
Entonces comenzó en su vida el reinado cotidiano de la Misa. Quedaba
grabado en el alma como un hermoso cuadro el rostro que presentaba
durante la ofrenda del cáliz en el Ofertorio, el rostro elevado hacia la
Hostia en el que se leía tamaña expresión de ofrenda y de fe. Era el
momento en que había en él el máximo de dulzura, de pureza, de
serenidad. En el instante de la comunión, ese rostro parecía
verdaderamente abrasarse. Decía: "El sacerdote debe seguir siendo
durante todo el día como era en el altar, debe vivir su Misa, ser
inmolado y entregado, y entregándose entregar a Jesús".
Pero ya estoy hablando aquí de los últimos años. Ya sacerdote, después
de haber colaborado algún tiempo con el P. Colchen como Submaestro, fue
enviado al convento de Biarritz, donde nada pudo hacer. "Un día
-contaba- me encontraba en la sala común leyendo los diarios y también
conversando con tal y tal otro Padre. Acertó a pasar el Padre Provincial
y me hizo un vivo reproche. Pero, ¿qué quería que hiciera? No podía ni
leer, ni confesar, ni nada; me aburría".
A ese estado de impotencia física, a veces el P. Vayssière llegaba al
punto de considerarlo la mayor gracia de su vida. ¿Por qué? Porque
aprendió así, experimentalmente, que hay que hacerse nada para que reine
Dios. Fue el no poder hacer por sí mismo nada de lo que hubiera
querido, lo que lo redujo a no apoyarse sino en la acción de Dios. Sin
duda esta luz se fue desprendiendo poco a poco de su prueba. Pero en el
fin de su vida la virtud del abandono había florecido en él. No vivía
más que en las manos de Dios y de la Santísima Virgen. Todos sabemos
cómo se aplicaba a no emplear jamás ninguna palabra que hubiera parecido
fundamentar en nosotros el principio de nuestro esfuerzo. No decía:
amen a Dios, sino: dejáos amar. "El dejar suceder es marchar a vuelo de
pájaro en la vía de la santidad".
Una actitud tal, le permitía sobreponerse a numerosos sufrimientos. Sin
embargo, conservaba más sensibilidad que aptitud para evadirse de las
mil cosas penosas de la vida. La cruz fue su estado habitual. La hallaba
completamente natural y sobre todo necesaria: "es una misericordia de
Dios", decía. Recuerdo un Viernes Santo, poco tiempo antes de su
elección como Provincial. Había venido al convento de S. Maximin para
reemplazar a nuestro ausente Padre Maestro, y celebrar los oficios de
Semana Santa. Entré a su habitación después del oficio de la mañana.
Parecía como embriagado por su comunión. Con una extraordinaria
elocuencia, me enseñó que la cruz es el centro de todo aquí abajo: "La
cruz es la sustancia de la vida". Lo veo todavía abriendo ampliamente
los brazos y hablándome de la identificación de nuestro destino con el
de Cristo. Enseñaba a las almas una fórmula para decir en las horas de
sufrimiento, y que era su fórmula. "Hay que sufrir. Por tanto quiero
sufrir. Quiero realmente sufrir. No quiero sufrir menos. Quiero morir
para vivir. Quiero vivir para glorificar a Dios. Y sé que glorificando a
Dios obtendré toda mi felicidad".
Lo que tal vez más que todo hizo de su estado de impotencia una gracia,
fue la humildad que él extraía de ese estado. No es fácil hablar de la
humildad de los santos. "En la historia de mi alma -dice Sta. Teresa de
Lisieux- hay páginas que no se leerán sino en el cielo." Para tocar
debidamente ese tema, habría que mostrar las miserias que Dios deja en
ellos, esas faltas "que no apenan a Dios" pero que asombran a los
hombres. Es que los hombres no conocen el lado interior y escondido de
esas deformidades, no ven la humildad que engendra esa humillación. En
el alma del P. Vayssière esa humildad era maravillosa. No se consideraba
a sí mismo más que para admirar la gracia de Dios en las menores cosas
de su vida. De modo que pienso que la experiencia y sobre todo la
aceptación cotidiana de sus incapacidades, fue la gran maestra de su
humildad. Cuando era Provincial decía: "Se me ha puesto ahí, acepto. Es
para mí continua humillación...Pero estoy contento de cumplir la
voluntad de Dios, y lo bendigo por conservarme en mi pequeñez".
Apresurémonos a decir que exageraba creyéndose tan totalmente inepto. Es
bien cierto que no podía predicar sino cuando el deber de estado lo
obligaba absolutamente, y que no brillaba mucho en la conversación o en
los asuntos de negocios. Pero qué elocuencia a menudo admirable en sus
reuniones íntimas: el gesto, el acento, la frase figurada, vigorosa,
todo ello se hallaba presente. Y siempre presentaba admirables
conclusiones en sus síntesis doctrinales. Poseía la intuición de lo que
resultaba esencial de cada tema. Oh, ciertamente nunca me asombró que
antes de su enfermedad haya podido rivalizar en teología con el futuro
P. Pègues, ni que tuviera la ambición de predicar a las multitudes.
No penséis tampoco que todo fue dolor en su vida. Como las almas hechas a
las renuncias, almas muy despojadas que no buscan instalarse en ninguna
satisfacción, gozaba plenamente las menores alegrías, en las que veía
siempre una atención de la Providencia. Sería de no acabar referirse a
las pequeñas "consolaciones" del P. Vayssière, el don que tenía de
"reconocer" la gracia en todas las cosas. En realidad, renunciaba
constantemente a todo don y a toda alegría, y lo que sucedía en él de
luz y de dulzura, lo recibía como un don de la Virgen, como un signo de
amor, sí, un signo de que estaba ahí y pensaba en él.
La gracia de la soledad
La llamaba también la gracia de su vocación magdaleniana. Ciertamente,
él no hubiera elegido por sí mismo esa vocación. Cuando en 1901 sus
superiores, probablemente pensando que no servía sino para orar y que
por otra parte se le podía pedir cualquier cosa, lo nombraron capellán
de la gruta de Sta. María Magdalena en Sainte Baume, ese joven religioso
de treinta y siete años se estremeció. Se hubiera estremecido aún más
si hubiera sabido que allí permanecería treinta y un años. Dios le había
retirado el estudio, las observancias, el apostolado de la palabra.
Ahora coronaba el despojamiento quitándole la vida en común y la
compañía normal de los hombres. Sainte Baume es un lugar magnífico, un
verdadero sitio de contemplación. No hay un dominicano de la Provincia
de Toulouse que no haya gustado allí momentos de serenidad y de plenitud
inolvidables en el tan benéfico acuerdo entre la voz de las cosas y la
oración del alma. No se podría describir esa vasta y pura soledad cuyo
espíritu es aun más conmovedor que las formas depuradas. Pero retirarse
allí para vivir es una prueba temeraria. Los días de invierno son a
veces siniestros, las lluvias de otoño vuelven al bosque triste y frío
hasta las lágrimas, el llano de Plan d‘Aups, cuando sopla el mistral, es
un verdadero desierto ríspido y despojado. ¡Y qué aislamiento sobre la
alta cresta barrida por un viento furioso! El silencio de las cosas
termina por parecerse a la muerte. El problema para aquél a quien la
obediencia hacía eremita, era aceptar esa soledad, desposarla, agotar su
gracia. Lo hizo, y he aquí el motivo por que se volvió un
contemplativo.
El nos contó a muchos de entre nosotros cómo se decidió su vocación.
Estaba en camino de acostumbrarse a bajar todos los días al albergue de
los peregrinos donde podía hallar un poco de compañía, de conversación, y
periódicos. Una vez, frente a una bifurcación, tuvo la intuición de que
no debía seguir descendiendo. Una súbita luz le mostró la nada de lo
que iba a buscar: "¿Qué vas a hacer? Distraerte...Y bien, no irás!" Fue
tan categórico como el "serás dominico" de su juventud. Esta vez esas
palabras querían decir: "vivirás del espíritu de la gruta, serás un
contemplativo." Tomó el otro camino, el de su nueva vocación. "Desde ese
día -agregaba- jamás me aburrí". Hasta tuvo durante aproximadamente un
mes abundantes consolaciones: la soledad lo agasajaba. Luego recayó en
su estado habitual, "sequedad entrecortada de relámpagos", según su
expresión. Pero permaneció fiel.
Durante largo tiempo, no entró ni un periódico en la pequeña casita
contigua a la gruta, donde vivía con su fiel compañero, el Hno. Enrique,
quien cultivó el atractivo de la vida en común con él. No hubo más
relaciones con el entorno que las que le imponía su ministerio, en
especial con las Hnas. de Betania de quienes fue el verdadero padre y
constante apoyo y aun durante cierto tiempo el capellán titular. Más
tarde, los peregrinos se hicieron más numerosos y no pudo ya recibirlos
siquiera durante la buena estación. La casa de retiro de Nazaret que
había fundado en 1931, lo absorbía. Y después del regreso del Noviciado a
San Maximin en 1920, comenzó a ejercer una penetrante influencia en las
jóvenes generaciones de su Provincia dominicana. Ya no era pues,
totalmente eremita, sino durante los seis meses del año, cuando fue
elegido Provincial en 1932. Pero todo su accionar era una irradiación de
su soledad. La soledad había penetrado tan adentro en su alma que lo
conformó para siempre. Fue en vano que disminuyera poco a poco alrededor
de él; la gracia de esa soledad no logró abandonarlo. Allí se
transformó en el hombre de oración y de contemplación continua que
conocimos. Aquí cuento la historia de un hombre que sólo se hizo conocer
en la plena consumación de sus frutos, pero sus raíces se encuentran en
realidad en la gruta de Santa María Magdalena. Todos recuerdan la
actitud que había guardado, cuando era Provincial, en los conventos que
había vuelto a habitar. Recto, grave y pacífico, parecía tener siempre
conciencia de ser portador de Dios. Al envejecer, se había vuelto como
diáfano. El, tan alegre, cuya fisonomía era tan expresiva, tan dinámica,
no entraba al coro ni aun en los lugares regulares sin el mismo rostro
que tenía en el altar. Permanecía arrodillado durante toda su oración,
que rezaba inmóvil y con los ojos cerrados.
Un día confió a uno de sus hijos su método de oración: "Comienzo por
renunciar a todo lo que podría salir de mí. Luego me pongo todo entero
en las manos de la Santísima Virgen y me quedo ahí". Parece que en los
últimos años de su vida recibió una luz muy nueva sobre la oración de
silencio y de quietud. Se tenía la impresión de que esa luz lo liberaba,
le mostraba aquella verdadera manera de rezar a la que desde mucho
tendía toda su alma. ¡A cuántas almas intentó comunicar esa luz! Un día
dijo a una ellas lo siguiente: "Hay que ser contemplativos... Se
necesita el silencio...pero el silencio interior, el silencio de los
poderíos... hay que ir a Dios en la pura fe. Hay que retirarse antes que
nada de sí para ser atraídos hacia Dios... Dios no es nada de lo que es
y no está en ningún lado... Hay que ir a él... Sto ad ostium et
pulso... A veces es duro... Hay que abrirse un camino a través de sí
mismo y a través de las criaturas. Pero me he dado cuenta: cuanto más
seca es la oración, más luz hay en la jornada. Cuanto más
anonadadamiento, hay más actividad divina en la jornada... Cuando no
sentís nada en vosotros, creed en esta palabra de Nuestro Señor: Mi
padre y yo actuamos sin cesar... Y entonces en ese vacío, delante de
Dios, ¿qué hace Dios? - Dios amó tanto al mundo que le dio a su Hijo
único. Es el don supremo, el don de Dios al hombre... Hay una objeción:
¿y la Humanidad de Cristo? Pero no se la olvida: se pasa por ella. Se es
tomado, se es poseído por Cristo. Esa unión con el Padre es la cima del
alma de Cristo. Se es poseído, se es rodeado por Cristo... Eso supone
un despojamiento. Pero una oración tal no es solamente un término. Es un
crisol. Ella misma despoja al alma. Sto ad hostium et pulso. Hay que ir
a esa puerta, a golpear... Y nosotros dominicanos, debemos ser
contemplativos por estado, para conocer a Dios, para conocer a las
almas, la nada total y el todo de Dios. Esas cosas no se saben, no se
las dice. Y ahora que comienzo a saberlas... voy a morir".
Decía estas cosas con un rostro iluminado, un rostro de testigo. ¡Y qué energía!.
Esa oración de fe era la concentración forzosamente momentánea de todo
su ser en lo que constituía los sentimientos habituales de sus jornadas.
"Mi justo vive de la fe -repetía sin cesar-, vive del espíritu de fe, no
por arrobamientos, en ciertos instantes, sino permanentemente... Se
tiene fe, pero no se la utiliza, se juzga con el juicio humano, se
quiere con una voluntad natural." ¿Pero creer en qué? Creer en Dios, en
Dios que es amor. "El fondo del Ser de Dios es el Amor. Sois amados por
Dios. Su Amor es un Océano sin orillas... ¡es un amor eterno! Su amor
nos sumerge, nos estrecha. Esa es la verdad que hay que creer... Creer
en el amor de Dios en todo acontecimiento, ¡cómo lo engrandece todo!...
Se está continuamente en el latido perpetuo de su corazón... Entregaos
al amor, he aquí vuestra tienda. Permaneced allí en cada voluntad que
pasa... ¡Ahí no hay nada que temer y todo que esperar! No es siempre
fácil... Porque Dios es un fuego devorador y consumidor que devora en
nosotros todo lo que no es Dios. Entregaos al Amor puro por puro amor y
os santificaréis".
No quería que bastara con creer con el espíritu, quería que se adhiriera
con el corazón, que se comulgara con esa Voluntad de Dios, con "ese
amor que nos cerca por todos lados" y que es la última palabra de todo
lo que hace gozar o sufrir. No quería que se hiciera sino eso: la
desaparición total del propio yo frente al ser y la acción de Dios,
dejarse llevar, sabiendo que ello significa: dejarse amar; "abrazar a
Dios en todo instante haciendo su voluntad, porque la Voluntad de Dios
es Dios".
"Aceptar todo, todo, absolutamente todo como viniendo de su corazón...
todo lo que sucede es expresión de su amor. Es nuestra única manera de
poseer a Dios. A Dios no lo vemos, lo tenemos por su voluntad. Por ella
podemos comulgar con El. Dios conduce todo y Dios conduce a Dios. Por
tanto, abrir en todo el alma a su amor que en todo nos atrae... Jesús
nos prueba menos su amor por sus dulzuras y sus consolaciones que por
las voluntades suyas que cada instante nos aporta. Las dulzuras no son
más que un incidente pasajero y rápido... sus voluntades constituyen la
verdadera trama de nuestra vida. Ellas son el manantial ininterrumpido
de su corazón, y la manifestación inagotable, la expresión permanente de
su amor por nosotros".
Una noche en Sainte Baume, nos hallábamos afuera. "La voluntad de Dios,
hijo, no busques otra cosa. Es como sucedió con mi reelección. Todo
parecía humanamente oponerse. Por eso, estoy bien tranquilo...
Adjutorium nostri in nomine Domini..." y luego, con un gesto amplio y de
una gran fuerza me mostró todo el cielo y todos los horizontes de
Sainte Baume: "qui fecit coelum et terram. Nos apoyamos sobre el
Todopoderoso que hizo el cielo y la tierra".
Pero para qué insistir, era su predicación constante, el espíritu mismo
de su vida que nos daba diciéndonos eso: "Les digo lo mismo a todos
-concluía con su inimitable simplicidad- no sé más que eso. Y vale para
todo el mundo. Todo el mundo está contento". Sobre todo, él mismo lo
vivía y lo había aprendido en el libro de su corazón. Esa comunión con
el amor de Dios a través de todo lo que hacía o soportaba, era su
contemplación perpetua, "unida a la acción -decía- como el alma lo está
al cuerpo". Había llegado al estado que definía así: "En el alma
religiosa, el pasado y el futuro no cuentan. Sólo cuenta el momento
presente, donde está en comunión con el infinito de Dios".
La gracia de la intimidad mariana
Pero tengo premura por mostrar el lugar que tenía la Santísima Virgen en
todo lo que acabamos de decir. Ella era el arbitrio universal, la misma
atmósfera de su vida espiritual. Ese estado de despojamiento y de toda
pura unión a Dios solo, era Ella quien lo establecía con él y que lo
mantenía y que lo había querido. "Es la Sma. Virgen quien ha hecho todo.
Le debo todo, todo", decía frecuentemente. Había sido la madre que
exigía el sentimiento de su pequeñez, la dulzura suprema en lo más
profundo de su renunciamiento, la fecundidad de su soledad, y la
inspiradora de su oración. No tomaba conciencia de ninguna de las
gracias de Dios sin tomar a la vez conciencia de la vía por la cual le
llegaban. "Todo es gracia"; por tanto, pensaba, la Santísima Virgen está
conjunta e íntimamente presente.
Esta ubicación en el Corazón de la Santísima Virgen como en el centro de
su vida espiritual, no es común a todos los santos. Para lograrlo se
necesita una luz, una revelación de la Virgen que supone una elección de
su parte. El P. Vayssière la tuvo en grado excepcional. Es propio del
alma mariana ese instinto de encontrar a Dios en María, tener incluso un
goce particular en tomar conciencia de ello, en rendirle así gloria
ofreciéndose no solamente a sus manos sino primero a ella, sabiendo a
fondo que todo lo que es de ella es de Dios, un eclipse total y perfecto
de la madre delante del Hijo. Ese sentido de la transparencia de María
explica las expresiones del P. Vayssière. Todo lo que hemos dicho sobre
sus expresiones y sobre su vida de fe, muestra suficientemente cuál era
el fruto de una tal donación. He hallado este tan profundo pensamiento
suyo: "La Santísima Virgen no posee más la fe, sino que la guarda para
nosotros. Hay que ir a buscar la fe en su fuente. Jesucristo no tuvo fe.
La fuente de la fe es María". "Toda la vida espiritual está ahí
adentro, en esa donación al amor Infinito. Pero no olvidemos que se
realiza en los brazos de María, en la gracia de su papel maternal"...
"María es como un gran río que nos lleva a Cristo... Pero no hay que
pensar que María, Nuestro Señor, no son más que etapas para llegar al
Padre. NO, no es así: "María, Cristo, Dios, es un todo, es
inseparable!".
Así sentía por instinto, pero también lo justificaba mediante una
doctrina mariana que bastaría desarrollar para lograr una hermosa
obra...
"La Santísima Virgen no es más que madre... no es más que madre de
Jesús, es a El a quien concibe en el alma... Toda la acción de María
transcurre hacia Jesús... No se podría concebir en ella ninguna
partícula de su actividad que no tuviera a Jesús como objeto y como fin.
Es su misión. Ella es madre. Su papel de madre es el de darnos la vida
divina a cambio de lo que nos ayuda a sacrificar... Es el mismo
Espíritu Santo quien ha creado y preparado el Corazón de María y quien
ha cavado en él profundidades inefables. Ha hecho de él un corazón de
Madre, y no de cualquier madre, sino de la madre de un Dios... y es con
ese corazón hecho para un Dios, con esas ternuras reservadas para Dios,
que María ama a la humanidad, que María ama a cada una de nuestras
almas".
El misterio de María, para él, era el de la perpetuidad del misterio de
la Encarnación Redentora con el cual cada alma humana puede comulgar
totalmente. Así como Jesús ha habitado en el mundo, así viene a vivir en
nosotros. "Es la ley de Dios que después de la Encarnación se renueva a
través de las edades y en todas las almas que quieren permanecer fieles
y realizar el mismo misterio de amor: Jesús".
De esta meditación sobre el rol vivificador de María, tomaba su doctrina
del contacto a mantener siempre, de la dependencia que debe volverse
cada día más estrecha y más total. "Más se es de María y de su acción,
más se está en vía de unión a Dios, de vivir en sí mismo la vida de
Jesús... Hay que establecerse espiritualmente en María como un niño en
el seno de su madre. Más estamos unidos a Ella, más nos vitaliza. Es
Ella, es María que nos forma... La vía de fidelidad filial a María, es
la verdadera vida, creedlo, es revivir la vida misma de Jesús en
Nazareth".
Y por si se hubiera encontrado algo demasiado metafísico en estas
consideraciones, concluye muy simplemente, con una extraordinaria y
límpida ternura: "La Santísima Virgen es una mamá. Nos quiere como una
mamá. Hay que amarla como a una mamá". Sin embargo el P. Vayssière no
había disfrutado de su madre, muerta joven. No había aprendido en su
naturaleza esos sentimientos que luego es tan bello transportar al orden
de la gracia y de las cosas espirituales.
No, no había tenido más madre que la Santísima Virgen, y es de ella que
había aprendido todo, aun las delicadezas más humanas de su corazón. Un
día iba con él en un tranvía. Cerca de nosotros estaba sentada una joven
mamá que llevaba su niño en sus brazos. Tras haber mirado un momento,
el Padre me tomó del brazo y me dijo: "Fíjese... Esto me hace pensar en
el Buen Dios... Ahí está lo que somos en sus brazos. Es curioso, cuando
era joven no prestaba ninguna atención a los niños... ¡Pero ahora, me
conmuevo!".
Se comprende cómo la humildad del Padre volvía fácil una tal
dependencia: "Hay que hacerse niño, hay que hacerse pequeño." Cerca de
él comprendí que la verdadera devoción a la Virgen era inaccesible a los
orgullosos. Todas sus palabras sobre la Virgen salían de un corazón
simple y despojado.
El tenía conciencia de ello. "Más pequeño se es, decía, más se le
permite ser madre. El niño pertenece más a su madre cuanto más débil y
más pequeño es... La perfección de la vida de infancia en el plan
divino, es la vida en María".
El Padre se nutría continuamente y de más en más, de la doctrina de Sta.
Teresa de Lisieux, pero es en aquel espíritu que la interpretaba y la
explicaba. El definía así la infancia espiritual: "tener a María por
madre y saberlo." No le gustaba mostrar "sensible" la devoción a la
Santísima Virgen: "Es en la fe que hay que ver todas las cosas y creer
que nos viene de María."
Esta gracia de intimidad mariana la debía primeramente al estado de
pequeñez al que había sido reducido y al cual había consentido. Pero la
debía también a su Rosario. En las largas jornadas de soledad de Sainte
Baume, había tomado la costumbre de rezar varios rosarios en el día, a
veces hasta seis. Muchas veces los rezaba en su totalidad de rodillas. Y
no se trataba de una recitación mecánica y superficial: se entregaba en
alma, los degustaba, los devoraba, se sentía persuadido de encontrar
allí todo lo que se puede buscar en la oración.
"Recitad cada decena -decía- menos reflexionando que comulgando en el
corazón con la gracia del misterio, con el espíritu de Jesús y de María
tal cual ese misterio os lo presenta... El Rosario es la comunión del
anochecer (en otra parte: es la comunión todo a lo largo del día) y que
traduce en luz y en resolución fecunda la comunión de la mañana. No es
sólo una serie de Ave Marías piadosamente rezadas, es Jesús que revive
en el alma por la acción maternal de María."
De esta manera, él vivía en ese ciclo, sin cesar activo, de su Rosario,
como "rodeado" por Cristo, por María, según su expresión, comulgando con
cada uno de sus estados, con cada uno de los aspectos de su gracia,
penetrando y permaneciendo, por intermedio del Rosario, en los abismos
del Corazón de Dios: "El Rosario es un encadenamiento de amor de María a
la Trinidad." Se llega a comprender qué estado de contemplación había
suscitado en él, qué camino para la pura unión con Dios, qué necesidad,
parecida a la de la comunión. Y cuando se lo veía hacer correr
constantemente las cuentas de su rosario, se podía pensar que cada una
de ellas se había vuelto para él como un signo sensible y casi oral, un
memorial de todos sus pensamientos, de toda la contemplación acumulada
durante tan largos años.
La gracia de la paternidad
Retirado por mucho tiempo de la vida dominicana normal, incluso forzado
durante las expulsiones a vestir sotana (pese a ello, de noche se
acostaba con su hábito blanco), privado del amplio y distante fulgor
propio del apostolado dominicano, oía siempre en su corazón la voz de su
juventud: "serás dominico". Entonces ello explica que haya entendido el
sentido de su misión de la siguiente manera: representar a la Orden de
Sto. Domingo en la gruta de la penitencia y de la contemplación. Elevado
por encima de todas las realizaciones exteriores de su ideal,
comprendió la esencia de la vocación dominicana,
comprendió sobre todo que ella era una vocación en el sentido vigoroso
del término, es decir un llamado de Dios, la Voluntad esencial de Dios
sobre ciertas almas, sobre la suya. Comprendió que esa Voluntad de Dios
se traducía en una Regla, cuyos menores detalles se hacían sagrados,
pero que tendía antes que nada a llevar a cabo una cierta forma de
santidad, una cierta manera de imitar a Nuestro Señor, algo más excelso
que toda teoría, que se había realizado por primera vez con Santo
Domingo y que había que revivir en unión con él. Sería muy largo de
contar y de describir lo que fue en él esta gracia de unión filial con
Santo Domingo. Magnífica eflorescencia de la gracia de fidelidad a la
vocación. Esta poseía un sentido suficientemente profundo como para
señalar a todo religioso cómo debía ser su devoción con respecto al
Padre de su Orden. Lo preparaba sin que se apercibiera, para ser el
representante de Santo Domingo entre nosotros. Sin duda se dio en este
grado en el Padre Vayssière, con la plenitud que le hemos conocido, una
vez nombrado Provincial.
El mismo dijo que mientras celebraba la misa del 4 de agosto, poco
tiempo antes de su elección, se había sentido fuertemente impulsado en
su interior "a darse a Santo Domingo". Esta gracia dominó todo su
Provincialato. No contaré aquí lo realizado durante esos ocho años tan
plenos y tan pesados. Nuestro Rvmo. Padre General nos escribió que no
había visto un provincialato más fecundo en realizaciones. El mismo P.
Vayssière constataba, reconfortado, que "pese a todo, la Santísima
Virgen había hecho mucho mientras él estaba allí." Todos admiraban las
vías de la Providencia que lo sacaba de su tranquila vida de eremita a
la edad en que otros ya entran en su retiro, y lo sumergía en problemas,
viajes, dificultades de toda clase. Pero él se prestaba a todo con
sencillez. Había encontrado en su soledad el secreto de abrazar a Dios
en todo, haciendo en todo su Voluntad. Podía dejar su Gruta.
Por el contrario, su gracia no podía sino expandirse y necesitaba esa
misión para alcanzar su plenitud, volviéndose una gracia de paternidad.
Más que nunca, sus impedimentos serían una causa de despojamiento y de
humildad: más que nunca su oración se haría pura y elevada, su fe se
templaría al contacto con las contingencias, que siempre superaría. Más
que nunca, sobre todo, teniendo tanto que hacer y en qué pensar, se
refugiaría entre las manos de la Virgen. Su gracia mariana creció y se
profundizó hasta el extremo: "La Santísima Virgen es un agente esencial
de la vida espiritual, especialmente en los estados más elevados."
Apenas unos días después de su primera elección, me dijo con un aire
sorprendentemente decidido: "Puesto que soy Provincial, voy a aprovechar
para perfeccionarme". Se reconoce perfectamente ahí su inmediata
correspondencia con la intención misma de la Voluntad Divina, su don de
ver lo esencial de una situación y resumirlo con una palabra. Fue fiel a
su resolución. Y su papel fue más que todo ser una fuente, un hogar
espiritual en la Providencia, un padre. Gracia de paternidad,
comunicación a su corazón del don, que tuvo el de María, de darse a Dios
dándose a sí mismo. Nos amaba a todos "con un corazón de padre y de
madre". Es cierto que a veces era tímido, "salvaje", como decía, con
aquellos que no veían en él más que al superior. "Con frecuencia -decía-
cuando un Padre viene a hablarme, me siento crucificado por mi
impotencia, mi falta de medios. No sé qué decirle. Sufro, ofrezco mi
sufrimiento a Dios por aquél que está ahí". Sólo se sentía completamente
en su terreno cuando podía hablar libremente de Dios, cuando podía
moverse en el aspecto puramente sobrenatural, que jamás pudo abandonar
aún abandonando Sainte Baume. Alguien me decía: "Ese hombre es el
corazón de su Provincia. Toda la Provincia vivía en él". Nada más justo:
se apasionó por ella.
La gracia de la muerte
La salud del Padre Vayssière se había resentido seriamente durante la
guerra. Pero, aun siendo su estado habitual el estar enfermo con mayor o
menor severidad, lo sorprendió enterarse de que su problema era grave y
requería una peligrosa operación. Aceptó la situación de inmediato,
decidido a llegar hasta el final. "Es mi cargo y mi vida -decía- que
rematan en la cruz. Ha habido tantas deficiencias en el ejercicio de mi
cargo, que era muy necesario que sufriera un poco por la Provincia, en
reparación. Y ahora mi vida, mis sufrimientos, mis plegarias, son
enteramente para la Provincia". No cesaba de desgranar el rosario que
llevaba alrededor del cuello. Frente a él había un armario con un espejo
que reflejaba la estatuilla de la Santísima Virgen emplazada sobre la
pared: "Así la tengo siempre delante de mí", confiaba con gusto a sus
visitantes. Se dejaba llevar como un niño. Su alma vivía en un
sentimiento a menudo desbordante de acción de gracias. El 15 de agosto
le solicitó a un Padre, originario como él de Rocamadour, celebrar la
misa en acción de gracias por todas las gracias que había recibido de
María en su vida terrestre. Cuando recibió como regalo un rosario de
oro, lo envió en prenda de reconocimiento al querido santuario de su
país natal. Es después de esa fiesta de la Asunción que lo vi por última
vez. Me dijo: "He recibido grandes gracias en esta fiesta del 15 de
agosto. He comprendido claramente que debía ofrecer mi vida por la
Provincia. No sé si soy a morir, será como Dios quiera. Pero su voluntad
es que ofrezca mi vida por la Provincia. Y ahora... espero... estoy
tranquilo... contento... contento..." A otro, le decía: "Ahora que voy a
morir, no puedo ni siquiera pensar en la muerte. Pienso que muriendo
voy a cumplir la voluntad de Dios, como cuando tomaba el tren a Toulouse
o partía de la gruta para ir al albergue." "Hijo, -decía aun, como una
suprema confidencia de su experiencia y sabiduría- lo que le falta al
religioso es la abnegación. Uno se escudriña en esto o en lo otro, y por
eso no se une a Dios." Y retomaba: "Sí, incluso los que son virtuosos y
meritorios, no renuncian a ellos mismos. De este modo su vida
espiritual se difiere."
Entrevió el día de su muerte: "Erré el 8 de septiembre y el 15 de
agosto: no erraré el 15 de septiembre." No erró, en efecto. El 14 de
septiembre, hacia las tres de la tarde, tuvo una crisis súbita que se lo
llevó en pocos instantes. Era la hora de primeras vísperas de Nuestra
Sra. de los Dolores. Ocho años atrás, el mismo día y casi a la misma
hora, firmaba su aceptación del cargo de Provincial. Llegaba exactamente
a su término, la última gota del cáliz había sido bebida, todo estaba
consumado. En su agenda, esa misma mañana, había escrito esta frase de
Santa Teresa del Niño Jesús: "Mi gloria será un reflejo sobre mi frente
de la gloria de mi madre."
Sus despojos fueron transportados al pequeño cementerio de Sainte Baume,
al pie de la gruta. Había tenido la tentación, quién lo hubiera creído,
de pedir otro lugar de retiro y de sepultura. Pero poco tiempo antes de
su enfermedad, mientras caminaba por el amplio bosque que había sido el
confidente de su aislamiento, de sus despojamientos y de sus gracias,
oyó en su interior una voz de reproche: "Eres un ingrato". Que su
humilde tumba permanezca en ese lugar santo, como un testimonio de su
reconocimiento por todo lo que su alma recibió allí con simplicidad y
con fidelidad.
Trocar tras de la larga herida
XVII
Bajar de los tabores, Teresa,
hasta los cauces
del río de las sombras: mancharse
las manos sin mancharse
con el brillo heridor del Becerro
de Oro, sumergirse en la ceguedad
de la Máscara obscena y mentirosa
para poder decir
el veneno de sus vísceras.
Y aguantar de pie, verticales,
enhiestos como los cipreses
de los cementerios, a pesar
de las humillaciones de la Bestia
que rige los destinos
y aniquila. Saber
interpretar el color amarillo
cuando llega noviembre
y hace frío en la casa.
Regresar
con los ánades viajeros
al lugar de la partida como los álamos,
desnudos, regresan al invierno
inexorablemente. Arrodillarse
y beber en las cuencas de la carne
el acíbar de los cactus, el hedor
amarillo de las zarzas —Auschwitz,
Hiroshima, Chechenia, Torres Gemelas,
Madrid 11 de marzo, Iraq,
Palestina...—. Y entonces
con el rescoldo del fulgor
robado a los dioses aún reciente
Bajar de los tabores, Teresa,
hasta los cauces
del río de las sombras: mancharse
las manos sin mancharse
con el brillo heridor del Becerro
de Oro, sumergirse en la ceguedad
de la Máscara obscena y mentirosa
para poder decir
el veneno de sus vísceras.
Y aguantar de pie, verticales,
enhiestos como los cipreses
de los cementerios, a pesar
de las humillaciones de la Bestia
que rige los destinos
y aniquila. Saber
interpretar el color amarillo
cuando llega noviembre
y hace frío en la casa.
Regresar
con los ánades viajeros
al lugar de la partida como los álamos,
desnudos, regresan al invierno
inexorablemente. Arrodillarse
y beber en las cuencas de la carne
el acíbar de los cactus, el hedor
amarillo de las zarzas —Auschwitz,
Hiroshima, Chechenia, Torres Gemelas,
Madrid 11 de marzo, Iraq,
Palestina...—. Y entonces
con el rescoldo del fulgor
robado a los dioses aún reciente
en el
rostro, iluminar
las pupilas vulneradas de los huérfanos,
acompañar la sola
singladura de los náufragos.
Romper la carne —roja,
amarilla, eucarística—
como se rompe un espejo
en mil pedazos para darse
en cada uno de ellos. He ahí
la ley: dejarse derruir,
pudrirse, para nacer
en los albores
de una nueva primavera. Subir,
subir de nuevo, como Sísifo,
tras la memoria vigilante
de los supervivientes
encontrados de pie en los taludes
del sendero hasta la puerta
del Castillo donde crecen
los dardos que nos llagan,
Teresa.
Y solazarse allí
en aquietada espera
hasta la Luz final,
inmarcesible. Trocar
tras de la larga herida
de la muerte y sus hoces
esta carne con sus sombras
y olvidos, tan de invierno,
estos ojos devorados de presbicia,
en una carne de luz,
germinal, crecida
su estatura más allá
las pupilas vulneradas de los huérfanos,
acompañar la sola
singladura de los náufragos.
Romper la carne —roja,
amarilla, eucarística—
como se rompe un espejo
en mil pedazos para darse
en cada uno de ellos. He ahí
la ley: dejarse derruir,
pudrirse, para nacer
en los albores
de una nueva primavera. Subir,
subir de nuevo, como Sísifo,
tras la memoria vigilante
de los supervivientes
encontrados de pie en los taludes
del sendero hasta la puerta
del Castillo donde crecen
los dardos que nos llagan,
Teresa.
Y solazarse allí
en aquietada espera
hasta la Luz final,
inmarcesible. Trocar
tras de la larga herida
de la muerte y sus hoces
esta carne con sus sombras
y olvidos, tan de invierno,
estos ojos devorados de presbicia,
en una carne de luz,
germinal, crecida
su estatura más allá
de las
paredes impuestas,
desconchadas, de la casa solariega:
carne transverberada
en dulcedumbres de oro,
donde habitar, Teresa.
desconchadas, de la casa solariega:
carne transverberada
en dulcedumbres de oro,
donde habitar, Teresa.
¿Jubileo? … ¡Jubilen!
Domingo 1ro de noviembre de 2015
El día 7 de noviembre del 2015, en el mundo entero, la orden dominicana abrirá el jubileo de sus 800 años de existencia.
Este aniversario será la ocasión de recordar las
intuiciones de Nuestro Padre Santo Domingo y de dar gracias por tantos
favores que Dios ha colmado a la Orden de Predicadores. Vamos a hacer
memoria, sin duda, pero no solamente.
Como nos invita, este paisaje del norte de Zambia, vamos a mirar más bien hacia el horizonte que se abre delante de nosotros. El cielo se refleja en un lago de aguas tranquilas y nos recuerda que la tierra y el cielo se parecen…¡Y se reunen en nuestra oración del Rosario!
Los colores dominantes son el blanco y el azul…¡Los de Nuestra Señora!
Este Jubileo, vamos a vivirlo con ella y nos pondremos en su escuela. Ella nos enseñará a encontrar la verdadera alegría, a iluminar la verdadera luz, a acompañar a aquellos que sufren y a alegrarnos de antemano por la gloria celestial.
Un jubileo… ¿para qué?
Para jubilar, por supuesto …¡con el Rosario !
Como nos invita, este paisaje del norte de Zambia, vamos a mirar más bien hacia el horizonte que se abre delante de nosotros. El cielo se refleja en un lago de aguas tranquilas y nos recuerda que la tierra y el cielo se parecen…¡Y se reunen en nuestra oración del Rosario!
Los colores dominantes son el blanco y el azul…¡Los de Nuestra Señora!
Este Jubileo, vamos a vivirlo con ella y nos pondremos en su escuela. Ella nos enseñará a encontrar la verdadera alegría, a iluminar la verdadera luz, a acompañar a aquellos que sufren y a alegrarnos de antemano por la gloria celestial.
Un jubileo… ¿para qué?
Para jubilar, por supuesto …¡con el Rosario !
Fr. Louis-Marie ARIÑO-DURAND, o.p.
Promotor General del Rosario
Familia Católica
"la Sagrada Familia de Nazaret es verdaderamente el ‘prototipo’ de toda familia cristiana que, unida en el Sacramento del matrimonio y nutrida por la Palabra y la Eucaristía, está llamada a realizar la extraordinaria vocación y misión de ser célula viva no sólo de la sociedad, sino de la Iglesia, signo e instrumento de unidad para todo el género humano..."
Papa Benedicto XVI.
La familia Cristiana es:
Una familia que fundamentada en Cristo vive tres destellos hermosos que la une : pequeña comunidad de amor, escuela de virtudes e iglesia doméstica.
Una familia que sabe que sólo la fe en Cristo y la participación en la fe de la Iglesia la salva.
Una familia que no deja de anunciar en este mundo que el matrimonio y la familia son insustituibles y no hay otras alternativas.
Una familia que cree firmemente, que ella es el ámbito privilegiado donde la persona aprende a dar y recibir amor.
Una familia que sabe, asume y vive que la misión entre los suyos pasa por ser cauce de transmisión de la fe y del amor de Jesús siempre vivo, y forma personas libres y responsables.
En la familia todos sus miembros buscan tiempo para comunicarse entre ellos, para orar juntos y escuchar la Palabra de Dios.
Una familia que encuentra en la Sagrada Familia de Nazaret su modelo para soñar y vivir el plan de Dios.
Una la familia que se siente célula viva de la sociedad y de la Iglesia e instrumento de unidad para todo el género humano.
Lupita.
Dra. Guadalupe Hernández Ramírez Valdés, O.P.
COMO HA DE SER
LA FAMA PARA EL CRISTIANO
Isaura Díaz Figueiredo
“La fama es peligrosa, su peso es ligero al principio, pero se hace
cada vez más pesado el soportarlo y es muy difícil de descargar” (Hesíodo) S.VIII a.C, poeta griego.
La fama es una condición que se
adquiere a lo largo de la vida, también hay algunas personas que nacen con
fama, por ser hijos de alguien, no por la trayectoria que les llegara con el
bagaje de los años, por sus historias, por una travesía laboral.
La fama es “un fenómeno muy
actual, a pesar de que a lo largo de los siglos ha existido siempre, unas
personas son más conocidas que otras, Sin embargo, es a partir del siglo XX,
cuando esto cambia, y no son famosos hoy en día personas de gran valía, si no
personas que nada hacen, y que se
caracterizan por llevar una vida de lujo, exposición mediática y llamar la
atención en público.
Todos los seres humanos debemos
tener claro hacia dónde vamos, para poder llegar a feliz puerto y no perdernos
en la inercia de las formas, en la esperanza triturada que conlleva una gran
pesadumbre, arrastrada como fardo repleto de piedras disfrazadas de colores, y
que solo encierran tristeza, en una voz temblando, podrida hasta el tuétano, en
definitiva muerto.
Decía mi admirado D. Antonio Gala, que nunca
ha visto “un cajon de sastre” tan
lleno, pero mezclado, no existen apartados para que cada uno esté en su sitio,
botones a un lado, agujas en otro, hilos…
lo mismo se mezcla a un científico que haya descubierto como funciona
tal o cual medicamento para aliviar determinadas enfermedades, que el esposo
que asesina a su mujer, un desfalcador, un ladrón, o idiotas oportunistas, que
buscan la fama, pregonando que han
tenido sexo con aquella o aquel personaje del momento.
Todo se confunde en beneficio de “los medios”
que les hacen subir como espuma, y al poco se desinfla.
No seamos dependientes del
espumillón, mantengamos austeridad, que nuestra vida sea solo nuestra, y si
sale al ruedo público, no sea empujada por fuerzas ajenas, ni hagamos
exhibicionismo de aquellos logros para reclamar atención, porque si eso nos
falla, nos volveremos irascibles, y como tal dependientes, de la droga del
halago.
El estar en la cresta de la ola,
que nunca ha de ser el eco de un nombre, si no su trabajo, las metas y que
conlleven a la felicidad, y a ser recordado
a nuestro fallecimiento, como persona generosa, que a pesar de poder,
jamás se dejó manipular.
No perdamos de vista nuestro objetivo y demos a cada momento
su espacio en el “cajón” de esta forma llegaremos. Estableciendo objetivos específicos
resulta un ejercicio poderoso. El gran profeta Habacuc escribió acerca de la
fijación de metas:
Y el Señor me respondió “escribe la visión, y haz que
resalte claramente en las tablillas, para que pueda leerse de corrido. Pues la
visión se realizará en el tiempo señalado; marcha hacia su cumplimiento, y no
dejará de cumplirse. Aunque parezca que tarda, espérala; porque sin falta
vendrá” Hab.2:2,3
¿Cuáles son sus sueños? ¿Ha escrito sus metas? Es una gran
tarea para en la vida, Dios no quiere tú fracaso, desea su éxito.
No podemos los cristianos confundir: fama, dinero, poder,
hay mucha gente que tiene todo esto, y no por eso son felices. El éxito tiene
que decir al final de nuestro peregrinar, que uno ha sido feliz, qué amó a Dios
en el prójimo, que has dejado el legado de tu ejemplo y que así has disfrutado al
máximo aplicando las leyes.
Termino con unas reflexiones:
“Una mala conciencia
se cura más fácilmente que una mala reputación” (Nietzsche) Filosofo alemán
“Gloria no es nunca
sinónimo de fama” (Jaime Balmes)
filosofo y sacerdote español
“Los hombres famosos
tiene por sepulcro la tierra eterna” (Pericles)
Ojalá que alguna de estas frases
nos lleven a poder sentir la fama, pero jamás el engreimiento y con ello es
desprecio a los demás.
Un continente joven y dominico
Cuando, hace unos meses, me invitaron a Chile
para participar en el ECJD 2015, no era consciente de la cantidad de
experiencias y aprendizajes que me esperaban allí. Nunca había cruzado
“el charco”, así que me embarqué en la aventura, con algunos miedos
pero, sobre todo, con mucha ilusión.
Nada más aterrizar, la acogida que los hermanos de Chile me regalaron disipó cualquier rastro de temor que aún pudiese quedarme.
ECJD son las siglas del “Encuentro Continental de
Jóvenes Dominicos”; en el colegio “Academia de Humanidades” de Santiago
nos reunimos unas 600 personas procedentes de diversos países de
América.
Bajo el lema “viviendo las buenas noticias”
disfrutamos de un montón de vivencias de todo tipo: voluntariados
sociales, talleres, culturales, celebraciones litúrgicas, fiestas… todas
ellas orientadas a compartir, desde las diversas culturas y
experiencias pastorales, la Buena Noticia del Evangelio bajo el carisma
dominicano.
Fue impresionante compartir esos días con tal
cantidad de jóvenes y ver las ganas, la alegría e ilusión que todos
volcaron en cada momento, en todas las actividades que se nos
ofrecieron, además, por si eso fuese poco, tuve la oportunidad de
reencontrarme con los hermanos de Chile que ya había conocido en los
encuentros del IDYM.
El cariño y la fraternidad que todos me brindaron:
los frailes, especialmente el p. Enrique y mi tocayo, el p. Félix y un
viejo conocido, Manuel; los miembros del MJD; las hermanas de las
distintas congregaciones que acudieron; las fraternidades laicales; el
profesorado; los jóvenes participantes… es sin duda el mejor regalo que
me he traído de allí pero, ni mucho menos, el único.
La belleza imponente de la
ciudad, conocer las diferentes realidades de aquellas tierras, y la
labor que allí realiza la Familia Dominicana allí me ha enseñado
muchísimo y me ha abierto la perspectiva.
Admirable igualmente la organización, todo estuvo
cuidado a la perfección gracias a un compromiso muy serio y prolongado
de muchas personas. Toda la familia dominicana se volcó en el encuentro,
pero también los profesores, los padres de los alumnos, el personal no
docente… todos ellos trabajaron con mucho afecto y ganas. Juntos
lograron que la ocasión fuese memorable, que nos descubriésemos a
nosotros mismos y a los demás como la buena noticia que también somos.
Tras una semana juntos, nos despedimos con el corazón
repleto de Dios y con muchas ganas de poder volver a encontrarnos de
nuevo… ¿quizás en Toulouse este verano?
Fray Félix Hernández OPSan Jacinto, Sevilla
Amanece la luz para el justo (salmo 96)
Editado por
Sor Gemma MoratóSí, verdaderamente amanece la luz para el justo porque sabe que el Señor reina. Su realeza se basa en la justicia y el derecho: “Justicia y derecho sostienen su trono” (v 2).
En los versos siguientes narra una teofanía expresada en una gran tormenta con relámpagos y truenos como en el Sinaí ante la cual los israelitas se llenaron de temor: “Delante de él avanza fuego abrasando en torno a los enemigos; sus relámpagos deslumbran el orbe, y viéndoles, la tierra se estremece” (v 4). En realidad la creación es una teofanía. Saber mirar con ojos contemplativos las maravillas que encontramos sobre la tierra nos llevan al creador de tanta hermosura.
Por ello los que adoran dioses falsos creados por el hombre se avergüenzan: “Los que adoran estatuas se sonrojan, y los que ponen su orgullo en los ídolos” (v 7). Es lo que expresa otro salmo: “Tienen boca y no hablan, tienen ojos y no ven, tienen orejas y no oyen, tienen, tienen nariz y no huelen, tienen manos y no tocan, tienen pies y no andan, no tiene voz su garganta” (salmo 113, 13- 15).
“Ante él se postran todos los dioses: lo oye Sión, y se alegra” (v 7-8). Por una parte los idólatras quedan avergonzados por la presencia del Dios verdadero pero los fieles a Yahvé se alegran porque el Señor es altísimo sobre toda la tierra, encumbrado sobre todos los dioses (Cfr. 9). Los fieles al Dios verdadero se sienten protegidos. “El Señor ama al que aborrece el mal, protege la vida de sus fieles y los libra de los malvados. Alegraos, justos, con el Señor, celebrad su santo nombre” (v 10 y 12).
Al terminar de rezar este salmo, podemos dirigir a Dios esta oración: Dios amoroso, Señor del mundo, que toda la creación sea una continua epifanía, no permitas que los hombres pongan en peligro tu obra malbaratando los dones que ofreces en ella. Haznos conscientes del señorío que le entregaste desde los orígenes y que nos sintamos hermanos de todos los hombres, y aprendamos a compartir lo que tenemos y somos. Texto: Hna. Maria Núria Gaza.
Feliz 800 cumpleaños
Me van a permitir que esta semana
mi columna sea algo “autoreferencial”, y que por una vez dejemos de lado
algo de los líos catalanes, las noticias más mediáticas de la Iglesia,
las opiniones sobre usos y abusos de nuestros políticos, sobre las
catástrofes sociales que el modelo económico dominante nos genera o la
política internacional, para contarles algo que me toca de lleno.
Y es que este mismo fin de semana, 7 y 8 de noviembre, comienza para la Orden de Predicadores –los dominicos- la orden religiosa a la que pertenezco, los actos de conmemoración del octavo centenario de su existencia, un Jubileo de 800 años que se prolongará hasta el comienzo de 2017, y que rememora cómo en 1216, el entonces Papa Honorio III, aprobó la existencia de una pequeña orden religiosa que nacía para la misión de la Predicación del evangelio de Jesucristo.
Nacida en el sur de Francia, gestada por un sacerdote español y castellano de la nobleza medieval, Domingo de Guzmán, supuso un apoyo para el intento de reforma de la Iglesia
que entonces se estaba llevando a cabo -esa es la historia de los
seguidores de Jesús, un constante intento de conversión al evangelio
entre las mareas del mundo-, tratando de ir a uno de los problemas
centrales religiosos de la época: que nadie predicaba a las gentes el
mensaje de esperanza, amor y positividad del evangelio.
Santo Domingo de Guzmán ideó una institución que se dedicara a la tarea de la Predicación, y para prepararla de la manera más seria posible, organizó que sus frailes vivieran en comunidad
para poder compartir vida, criterios y opiniones en pluralidad y
corresponsabilidad –la Orden de Predicadores es de las únicas
instituciones eclesiales que tiene una forma de gobierno democrática,
con elección de sus superiores de abajo hacia arriba, y con tiempo
limitado en el ejercicio de sus responsabilidades-; que dedicaran sus
esfuerzos al estudio, con lo que de diálogo con
corrientes distintas significa, viviendo en la búsqueda de la verdad
para poder compartirla con otros, y para que su predicación fuese de
veras humana, con sentido y contenido; desde la experiencia de la oración
y la contemplación, como fuente de la que mana toda la raigambre y la
urdimbre de los religiosos, una experiencia de Dios cuidada y crecida en
la mirada del mundo y en el silencio que humaniza y cultiva una mirada
diferente, honda, realista, esperanzada, creyente de cuanto sucede.
Además quiso que esas claves –la Predicación, la comunidad, el estudio y la contemplación- se viviesen desde la Pobreza evangélica que quiere mostrar la coherencia al mundo del mensaje del evangelio; que fuesen siempre desde una visión compasiva
que cuida y se preocupa especialmente de quienes más sufren, de quienes
peor parte llevan en la historia del mundo; y que fuese profundamente positiva,
de la “gracia” en términos teológicos, no de condena, denuncia y miedo,
sino de la belleza de cuanto existe, de la bondad de la creación, de la
maravilla de la realidad.
Obviamente en 800 años de vida, no todo
han sido luces, y demasiadas veces hemos estado muy alejados del ideal y
de los proyectos y sueños de santo Domingo de Guzmán. Así, junto a tiempos brillantes
y figuras de auténtica riqueza y cercanía al proyecto, de verdadera
significatividad evangélica y capacidad de encarnar el proyecto de la
Orden de Predicadores –ahí está santo Tomás de Aquino, san Alberto Magno, san Raimundo de Peñafort, los tres patronos de los estudios universitarios que hicieron del diálogo con los saberes su manera de predicación; ahí está santa Catalina de Siena,
la mujer que más fuerza ha tenido en la Iglesia católica en su
historia, consejera y conciencia del mismo papa en el siglo XIV, o
nuestro san Álvaro de Córdoba el de santo Domingo de Scala Coeli, que trajo sus intuiciones a España; ahí está Francisco de Vitoria, Domingo de Soto, Tomás de Mercado
que en el siglo XVI crearon la escuela de Salamanca que alumbró el
Derecho Internacional y el origen de los Derechos Humanos; ahí Pedro de Córdoba, Antón de Montesinos y Bartolomé de las Casas,
los primeros defensores de los indios tras el Descubrimiento de
América, y de sus derechos enfrentándose a las injusticias de un
imperio; ahí san Martín de Porres, san Juan Macías, santa Rosa de Lima, que entregaron su vida a los más desfavorecidos del nuevo continente; ahí Dominique Pire, premio Nobel de la paz, por su trabajo con los refugiados y desplazados tras la segunda guerra mundial; ahí Congar, Chenu y Schillebeeckxs,
grandes teólogos que prepararon el Concilio Vaticano II y lo
desarrollaron en sus intuiciones más ricas-, junto a todos los brillos,
ha habido muchas sombras también: el vínculo con el
poder, la Inquisición, el clasismo social, la perdida de tensión
religiosa, momentos de vida licenciosa…
Desde el principio la Orden de Predicadores nació como familia,
con mujeres y hombres, frailes y monjas, y también seglares laicos, con
sus familias y sus ocupaciones, que se unieron al proyecto de la
Predicación, y una predicación que cobra tantas formas
como se pueda imaginar: oral, escrita, ejemplar, artística -ha habido en
la Orden pintores como Fra Angelico o Maino, arquitectos, músicos,
escultores, cineastas, poetas, escritores…-, social -los primeros curas
obreros fueron dominicos-, política, académica en universidades –las
primeras universidades de América fueron creadas por los dominicos- o en
colegios… todo lo que sea con tal de poder decirle al mundo que con
Dios se vive mejor…
800 años dan para mucho, y no sólo de historia vivimos. Hoy
la Orden la forman en torno a los 6.000 frailes, 2.200 monjas
contemplativas de clausura, 23.000 hermanas de vida apostólica y unos
160.000 laicos que viven la misión y el carisma de la Predicación, en
tantos lugares y labores como hemos hecho a lo largo de la historia:
universidades, colegios, parroquias, centros sociales, lugares de
frontera y de misión, en este mundo digital, entre los marginados y
desfavorecidos, en el mundo del arte y la cultura, en el activismo
social, en el mundo de la política, en el contacto con toda la gente que
busca algo de sentido en nuestro mundo.
Vivimos los dominicos este Jubileo de 800
años como una ocasión no sólo para recordar lo buenos que fuimos o que
somos, sino sobre todo como la oportunidad de un nuevo comienzo, de un
nuevo envío, como la oportunidad de renovar nuestra vida y nuestra
misión, lo que somos y lo que queremos ser, para seguir llevando al
mundo la noticia extraordinaria de que con Dios se vive mejor.
Una mirada de misericordia
SALAMANCArtv al DÍA
Dalí, la barca de las almas destinadas al purgatorio
Uno de
estos días de verano tomando el autobús de Béjar a Salamanca, frecuento
últimamente bastante la villa, me encuentro con un sacerdote amigo en las
dársenas de la estación. Hablamos de nuestras madres, la suya recientemente
fallecida y, en el contexto de la conversación surgió, no sé cómo, hablar del
Purgatorio. Posiblemente fue el ruiseñor de la Fuente Honda, que todavía
revolotea por los huertos a las afueras de la ciudad o junto a las ruinas de la
ermita de Santa María de las Huertas, donde el filósofo iba a meditar. Allí
donde Dios conserva una virginidad perpetua y por descorrer el velo de lo
pasado y lo futuro por entre los misteriosos secretos de la historia. Espacio
privilegiado donde don Nicomedes, sabio de Béjar, conversaba en la soledad del
paseo, bien fuera en verano, o cuando las cumbres cubren sus primeras sienes
blancas. Entre la arroyada de las aguas, no muy nítida, escuchaba la voz de un
ruiseñor que le traía noticias de Jerusalén, no sin antes haber parado a tomar
aire en los jardines de Academos en Atenas.
Pero volvamos al debate junto al amigo sacerdote, en
el autobús de regreso, pensamos que el purgatorio fue un tema muy debatido en
otros tiempos, en los llamados novísimos, ese “logos” de lo último o lo
definitivo. Un límite donde no sólo se hace presente el extremo final, sino la
realidad entera. Dentro de esas realidades últimas (de rebus novissimis),
estaba el hablar de la muerte, el juicio individual, el purgatorio, el cielo,
el infierno, el retorno de Cristo, resurrección de los muertos y juicio
universal. Rápidamente nos vino a la mente los libros de Juan Luis Ruiz
de la Peña, que posiblemente fue profesor suyo y que ha sido uno de los
grandes teólogos de nuestro país. Decir que el propio Ruiz de la Peña se
cuestionaba si el purgatorio era realmente un tema de la escatología o más
bien de la Gracia, ya que partiendo de la misericordia, ya por muy severo
que sea el juicio, Dios no quiere la aniquilación del hombre, sino
ofrece su amor y su vida para su salvación.
Es su obra Creación, gracia y salvación, afirma
que Dios ama al hombre; ese amor está al comienzo, Dios crea por amor; y
también está al final de la existencia, Dios plenifica a su criatura por amor
y; en trayecto entre el comienzo y al final de cada existencia humana, el amor
de Dios siempre permanece. “¿Acaso olvida una mujer a su niño de pecho?
Pues, aunque llegase a olvidarlo, yo no te olvidaré... Porque los montes se
correrán y las colinas se moverán, pero mi amor no se apartará de tu lado”
(Is 49,15; 54,10). En otro extremo está la incomprensible ceguera del
individuo, los egoísmos, la insensatez, el sinsentido, el alejamiento de Dios y
de los otros, la propia finitud de la existencia, la limitación de la muerte.
Entre esos dos extremos está el hombre, a medio trayecto, aprendiendo amar, a
ser, a superar las limitaciones de la finitud y de los egoísmos y a buscar un
sentido pleno a su propia existencia.
El Purgatorio o el estadio intermedio, forma parte de
la fe y la esperanza en la purificación, es decir en la búsqueda de lo que me
falta para ser el que debo ser. Ésta hunde sus raíces en el Antiguo
Testamento, donde en el trasfondo de la letra se percibe que muy severo que
sea el juicio de Dios, el objetivo no es la aniquilación y la
condenación, sino la purificación y la salvación del hombre. Tradicionalmente
esta realidad se entendió que entre la muerte del individuo y la consumación
escatología, existiría un “intermedio”, que sería una realidad o una dimensión
espacio - temporal, donde se produciría una transformación de los difuntos, de
tipo cualitativo. Pero aquí nos surgen las preguntas, ya que si
con la muerte termina la existencia humana en cuanto capacidad de decisión ¿no
sería este estado intermedio prolongar nuestra peregrinación que terminaría con
la muerte? ¿Dónde quedaría la muerte?
Además de las preguntas, nos surgen dos problemas,
el primero son las imágenes del purgatorio que se dieron a lo largo de la
historia, como un lugar de castigo y tortura, casi como un campo de
concentración cósmico donde las criaturas se lamentan, gritan su castigo y
donde se consumaba la venganza de Dios. Parece esto muy alejado de ese
Dios compasivo y misericordioso que nos ama desde el origen hasta la
consumación de los tiempos. El segundo problema, posiblemente irresoluble, es
si la resurrección comienza con la muerte, o existe un estado intermedio, donde
habría una intensa actividad anímica y espiritual, hasta que se alcanza la
resurrección de toda la carne.
A esto tenemos que añadir la falta de referencias
bíblicas en el Antiguo Testamento del purgatorio o del estadio
intermedio. También, que ha sido un tema de fricción y controversias entre
católicos y protestantes. La búsqueda de la fundamentación bíblica hay que
entenderla en la controversia de negar el purgatorio por Lutero en el siglo
XVI. Ahí estaban textos como Mt 12,32; el paralelo de Lc 12, 10. Al que diga
una palabra contra el Hijo del hombre, se le perdonará; pero al que hable
contra el Espíritu Santo, no se le perdonará ni en este mundo ni en el futuro. Uno
de los pasajes clásicos en torno al tema es 2 Mac 12,40-46, es la colecta de
Judas Macabeo por los muertos en la batalla contra Gorgias, lo presentará como
un sacrificio por el pecado de idolatría. Otro texto es 1 Cor 3,10-17, en el
que se habla del día del fuego, un pasaje alegórico, donde las imágenes
son apocalípticas del Juicio final. Sin embargo, en otros textos de Pablo, nos
habla de un camino de perfección, que él mismo persigue, como Flp 3, 12 – 16,
también en Ef. 4, 13. La mayoría de los expertos en el tema, creen que estos
textos, no fundamentan el purgatorio. Aunque sí, la oración por los difuntos.
Parece que el dogma se remonta a oraciones privadas
que desde el siglo II, se venían haciendo a los difuntos en cementerios y
catacumbas cristianas. La referencia más conocida es el célebre epitafio de
Abercio, al final del cual se lee: “quien comprende y está de acuerdo con
estas cosas, niegue por Abercio”. Estas oraciones a los difuntos son
avaladas por Tertuliano, San Efrén, San Cirilo, etc. Eran una práctica común la
oración de los difuntos en la eucaristía, tanto en las iglesias occidentales
como orientales. Con san Cipriano, y en un momento de persecución se imponían
penitencias, que se suponían proporcionadas a la culpa. Hasta que no se cumpla
la penitencia, se mantenía la exclusión, aunque muchos se arrepentían sin
haberse purificado en un momento de persecución. Por lo tanto, los que no
logren purificarse antes de la muerte o por el martirio, habrá un fuego
purificador después. Así estas referencias al purgatorio, se harán cada vez más
frecuente, sobre todo en la obra de San Agustín. En la Edad Media, se irán
acentuando las referencias al Purgatorio que culminarán en el Concilio de
Trento. Documentos de la Iglesia actuales, nos hablan del purgatorio, dándoles
un sentido más actual y no tan trágico, como el capítulo 7 de la Lumen
Gentium, en el Concilio Vaticano II, el Catecismo del pueblo de Dios
de Pablo VI, una nota de 1979 de la Congregación para la Doctrina de la fe
“Recentiores Episcoporum Sinody”, la Comisión Teológica Internacional en 1990,
el Catecismo de la Iglesia Católica, y por último, citar la encíclica de
Benedicto XVI Spe Salvi.
Pero contestando de una forma más personal,
quisiéramos decir algunas cosas. Parece claro en todas estas citas actuales,
que hay un encuentro amoroso con Dios, Dios mismo es el lugar después de la
vida. Ir al Padre, como Jesús. En él caemos en la cuenta de nuestras miserias,
y de todo lo que hemos realizado, pero después de realizada esa purificación. No
es una pena impuesta, es el dolor de ver el mal que hemos realizado.
Después que Dios nos restaure en nuestra dignidad, como hijos que estábamos
perdidos, como un padre o una madre, nos pone a la mesa de fiesta. El proceso
de maduración y purificación comienza en la vida terrenal, en la
conversión y en la mirada hacemos a Jesús, su mensaje y su camino. Pero en esta
vida no podemos hacerlo solos, lo hemos intentado, pero necesitamos
ayuda. Aquí entra el apoyo de Dios, que nos llevará en brazos, pero incluso
necesitamos más, una nueva creación. Nos creará y nos recreará de nuevo.
¿Cuánto dura? ¿Hay una época que sólo somos alma? Es difícil saberlo, es una
puerta cerrada que sólo Dios sabe. La muerte es la puerta con la que se sale
del tiempo y de la historia y se camina hacia Dios. Parece más razonable, al
menos para mí, que no hay tiempo. Que es un encuentro purificante, donde
el alma no se desliga del cuerpo. Dios nos resucita de nuestras debilidades y
miserias. No sabemos cómo ayudan las oraciones de los vivos, pero parece que
Dios se sirve de las buenas obras de los vivientes, en la comunión de los santos
y así ayudar a los difuntos. El purgatorio parece una mirada de misericordia,
como Jesús miraba a los pobres y necesitados, llenos de jirones y heridas, como
nosotros. De todo esto se deduce, que no es un castigo, es un encuentro.
No es la condenación, es la salvación. Es la vida eterna, hemos llegados
cansados y fatigados, llenos de aristas, pero nos han recibido y nos han
curado, nos han sentado a la mesa, donde se celebra la alegría y la paz. En
este encuentro con el resucitado, veré claro quién soy, nos veremos
completamente en lo bueno y en las pequeñeces y maldades. La crisis, el crisol
o el juicio es su mirada, no inquisidora, sino de amor. Aquí nos
acompañarán otros, con los que caminamos a la casa del padre. Entonces seré el
que debí ser y no pude o no supe. Allí el Alfarero moldeará de nuevo, tapando
las fatigas y heridas de la vida.
En una noche
escura,
con ansias
en amores inflamada,
¡oh dichosa
ventura!,
salí sin ser
notada,
estando ya
mi casa sosegada.
(…)
En la noche
dichosa,
en secreto,
que nadie me veía
ni yo miraba
cosa,
sin otra luz
y guía
sino la que
en el corazón ardía.
(…)
¡Oh noche,
que guiaste;
oh noche
amable más que el alborada;
oh noche que
juntaste
Amado con
amada,
amada, con
el Amado transformada!
(…)
Quedéme y
olvidéme,
el rostro
recliné sobre el Amado;
cesó todo y
dejéme,
dejando mi
cuidado
entre las
azucenas olvidado.
San Juan de
la Cruz, “Noche oscura del alma”
"Tiempo gris de cosmos"
El atril
Blog de: Fray Antonio Praena Segura, OP jueves, 05 de noviembre de 2015 |
Tiempo gris de cosmos
José Antonio Santano
Editorial Nazarí
“Tiempo
gris de cosmos”, el último poemario de José Antonio Santano, pone ante
nuestros ojos una radiografía de nuestro tiempo tan clara que en sí
misma contiene un diagnóstico. Eso que se ha llamado la poesía pura en
realidad no existe, porque ninguna palabra vive fuera del mundo y la
palabra belleza no soporta evasivos usos. Si es belleza auténtica,
siempre acaba mostrando su ética, la de verdad, la que comienza por
enfrentarnos a nuestras propias realidades, contradicciones y
posibilidades.
José
Antonio Santano lleva años entregado de pleno a la literatura, desde la
crítica, la difusión en televisión, radio o prensa escrita. Pero ahora
toca su propia voz. Y en este libro, como en un río al que llegan y del
que parten ramales que aúnan y que derraman la voz del tiempo dejando
siempre poso y limo fértil, Santano se entrega a fondo.
Dividido
en dos partes, el pesimismo de sus títulos (“Tiempo de silencio” y
“Tiempo gris de cosmos”) esconde, sin embargo, un feroz compromiso. Nada
más revulsivo que la verdad, comenzando por nosotros mismos. Y así, los
primeros poemas, más breves, como instantáneas o retazos del mundo,
conforman un retrato de retratos por donde desfilan inmigrantes,
desempleados, empleados ilegales, sátrapas y reyezuelos explotadores,
artistas vendidos a la nadería calculada y rentable, sueños, esperanzas,
fecundos vientres… La carne y los huesos y el tuétano de un tiempo, el
nuestro, y un mundo, el nuestro. Sobre todo, mundo y tiempo de aquellos
en riesgo de pérdida y exclusión del mundo y el tiempo que vivimos.
La
segunda parte llama la atención por el hecho de que sus poemas -largos,
sinuosos, profundos- están, uno a uno, dedicados a amigos. No estamos
ante una voz enrocada en sí misma ni proyectada hacia el vacío. “En qué
estás pensando”: la frase universalizada por Facebook sirve, en cada
poema, de trampolín desde el que lanzarse a las aguas de la historia
sabiendo que en ellas nos aguarda, contra todo riesgo e imbuido de fe,
el seno salvavidas del amigo. Se trata de poemas de largo alcance en los
que los elementos más posmodernos quedan integrados (y desintegrados)
en el discurso.
Como
señala José Cabrera Martos en el profundo estudio final que acompaña al
poemario y que desvela la trayectoria y la ecografía de la obra del
poeta más allá de este libro, José Antonio Santano “se adentra en la
libertad de los fondos marinos de los sueños, de la fraternidad, de los
bosques, para hospedarse junto al hombre y ser el otro (…) superando el
egocentrismo y derramándose en la otredad”.
Una poesía –cuántas veces repetimos el adjetivo inútilmente- necesaria más que nunca. Sin ira, mas con coraje.
Blog
EL GÉNERO HUMANO
Fr. Juan José de León Lastra
29 de octubre de 2015
“Pero el cielo ideal de las Humanidades, está en
la realidad lleno de nubarrones violentos. Basta abrir los periódicos o
escuchar las noticias. Y esa oscuridad nos lleva a pensar si esa
prodigiosa invención de las “humanidades” no se nos ha deteriorado y si,
a pesar de los indudables progresos reales, el género humano no ha
logrado superar la ignorancia y su inevitable compañía, la violencia, la
crueldad. El “género humano”, esa trivializada expresión, convertida en
, en una degeneración”. Esto decía el filósofo
Emilio Lledó con motivo de la entrega del premio Princesa de Asturias de
Humanidades. Es tópico ya señalar la fuerza de los medios de
comunicación social en los procesos formativos y en concreto formativos
de opinión; son los que nos describen la realidad. Ahora bien a la vez
sabemos que las malas noticias tienen más acogida que las buenas. Que no
se mantendría una publicación periódica que solo contara buenas
noticias. Mientras que si lo haría si redujera su información a las
malas. Con estas premisas es fácil concluir en una negativa del “género
humano”. Sin embargo creo que hay vida fuera de las noticias que
ofrecen los medios de comunicación social. Y esa vida está llena de
buenas noticias. El género humano no está degenerado como apunta el
filósofo. Simplemente lo que degenera tiene más difusión. No
idealizamos al ser humano, le entendemos en su realidad vital., con
frecuencia “inhumana”. Sí existe dosis importante de “degeneración”
como distorsión de la condición humana; pero el “género humano” es fiel
también a su condición “humana”, a lo que le define. Seguirá habiendo
aire, agua. Seguirá existiendo la belleza, el bien, la verdad…, aunque
no aparezcan con frecuencia en la televisión. Seguirán existiendo “las
humanidades”, las realidades humanas, pues como dice el filósofo, “las
necesitamos para hacernos quienes somos, para saber qué somos”, aunque
también-no necesariamente “sobre todo”, que apunta Lledó,- para no
cegarnos en lo que queremos, en lo que debemos ser. El cielo ideal que
está en la realidad es más y mejor que “la realidad de nubarrones
violentos”. Me cuesta entender que el mismo filósofo esté convencido de
lo que dice: “el , esa trivializada expresión,
convertida en “desgénero humano”, en una degeneración”. ¿Sería posible
vivir, -que es convivir- con esa apreciación de sí y de los demás?
1. “Os aseguro que esa pobre viuda ha echado en el cepillo más que nadie”
Jesús no elabora muchas teorías, pero lee lo que pasa en la vida descubriendo ahí lo divino en lo humano. Sentado frente al cepillo del templo donde los fieles echan sus limosnas, ve cómo los grandes señores se acercan arrogantemente y echan cantidad de dinero de lo que les sobra para darse importancia ante la gente. Y ve también a una pobre viuda que se acerca tímidamente y echa los dos reales que tiene para vivir. La diferencia: para los potentados dan una limosna para quedar bien ante lo demás, mientras la viuda entrega su propia vida compartiendo lo que también ella necesita.
2. Son dos lógicas incompatibles que pueden modelar nuestra conducta. O nos ponemos a nosotros mismos como centro absoluto e intocable; o tenemos como centro absoluto a Dios que con amor nos está continuamente sosteniendo y sostiene también a los otros. En el primer caso nos relacionamos con el otro para salvaguardar nuestra propia seguridad; incluso para quedar tranquilos, podemos dar limosna de lo que nos sobra como vamos al podólogo para que nos quite un juanete que nos molesta. En la segunda perspectiva, entendemos que la lógica del don y de la gratuidad responde a nuestra experiencia de Dios misericordioso revelado en Jesucristo, cuya prueba y expresión es la salida en amor gratuito hacia el otro.
3. La alternativa entre relacionarnos con el otro únicamente buscando nuestra propia seguridad, o entregando nuestra propia vida para que el otro tenga vida y empeñando nuestra libertad para que el otro sea libre, se plantea en todos los ámbitos de nuestra existencia humana. En la familia en la sociedad y en la misma comunidad cristiana. Pero, sólo a modo de ejemplo, ahora me refiero a nuestra organización económica. En la lógica del mercado, no entra para nada la compasión y la gratuidad. El que no renta es material desechable, y los mismos cristianos aceptamos el eslogan: “lo mío es mío y hago con ello lo que quiero”. Sin embargo el evangelio de hoy sugiere que la ciudad del hombre sólo se promueve de verdad con las relaciones de gratuidad y misericordia. En esta perspectiva “no compartir con los pobres los propios bienes es quitarles la vida; no son nuestros los bienes que tenemos sino suyos”
La lógica de la gratuidad (15.11.15)
Editado por
Jesús Espeja1. “Os aseguro que esa pobre viuda ha echado en el cepillo más que nadie”
Jesús no elabora muchas teorías, pero lee lo que pasa en la vida descubriendo ahí lo divino en lo humano. Sentado frente al cepillo del templo donde los fieles echan sus limosnas, ve cómo los grandes señores se acercan arrogantemente y echan cantidad de dinero de lo que les sobra para darse importancia ante la gente. Y ve también a una pobre viuda que se acerca tímidamente y echa los dos reales que tiene para vivir. La diferencia: para los potentados dan una limosna para quedar bien ante lo demás, mientras la viuda entrega su propia vida compartiendo lo que también ella necesita.
2. Son dos lógicas incompatibles que pueden modelar nuestra conducta. O nos ponemos a nosotros mismos como centro absoluto e intocable; o tenemos como centro absoluto a Dios que con amor nos está continuamente sosteniendo y sostiene también a los otros. En el primer caso nos relacionamos con el otro para salvaguardar nuestra propia seguridad; incluso para quedar tranquilos, podemos dar limosna de lo que nos sobra como vamos al podólogo para que nos quite un juanete que nos molesta. En la segunda perspectiva, entendemos que la lógica del don y de la gratuidad responde a nuestra experiencia de Dios misericordioso revelado en Jesucristo, cuya prueba y expresión es la salida en amor gratuito hacia el otro.
3. La alternativa entre relacionarnos con el otro únicamente buscando nuestra propia seguridad, o entregando nuestra propia vida para que el otro tenga vida y empeñando nuestra libertad para que el otro sea libre, se plantea en todos los ámbitos de nuestra existencia humana. En la familia en la sociedad y en la misma comunidad cristiana. Pero, sólo a modo de ejemplo, ahora me refiero a nuestra organización económica. En la lógica del mercado, no entra para nada la compasión y la gratuidad. El que no renta es material desechable, y los mismos cristianos aceptamos el eslogan: “lo mío es mío y hago con ello lo que quiero”. Sin embargo el evangelio de hoy sugiere que la ciudad del hombre sólo se promueve de verdad con las relaciones de gratuidad y misericordia. En esta perspectiva “no compartir con los pobres los propios bienes es quitarles la vida; no son nuestros los bienes que tenemos sino suyos”
Preguntas trampa
Nihil Obstat
Blog de: Martín Gelabert Ballester, OP lunes, 02 de noviembre de 2015
A
lo largo de su ministerio Jesús se vio confrontado a una serie de
preguntas trampa, hechas con mala intención con el fin de comprometerle y
de dejarle en una mala posición. Los evangelistas lo dicen
literalmente. Los fariseos, los herodianos, los legistas hacen preguntas
a Jesús con la intención de tenderle una trampa. Esto nos remite a algo
muy presente en la vida de Jesús: su diálogo con sus contemporáneos
fue, con bastante frecuencia, conflictivo.
El que pregunta con la mala intención de
tender una trampa plantea un dilema del que es muy difícil salir. Sea
cual sea la respuesta, el preguntado quedará en mal lugar y será
criticado por unos o por otros. A Jesús la preguntan, por ejemplo, sobre
la indisolubilidad del matrimonio “para ponerle a prueba” (Mt 19,3). Si
Jesús responde que un marido no puede repudiar a su mujer, irá contra
la ley de Moisés; pero si responde que puede repudiarla “por cualquier
motivo”, como insinúa la pregunta, parecerá un laxista peligroso. Lo
mismo ocurre con la mujer adúltera (Jn 8,6). Si dice que no hay que
lapidarla va contra la ley de Moisés; si dice que hay que apedrearla
entra en conflicto con la ley romana y puede ser denunciado. Y lo mismo
con el impuesto. Si dice que hay que pagarlo, parece un colaborador de
los romanos; si dice que no hay que pagar, puede ser acusado de
insumiso.
Jesús no cae en estas trampas. Unas
veces responde con el silencio. Otras con otra pregunta que pone a sus
interlocutores en un apuro: “el bautismo de Juan, ¿viene de Dios o de
los hombres?”. El que le interroga sobre el impuesto lleva monedas en el
bolsillo. Jesús, al hacérsela sacar, manifiesta que en cuestiones de
dinero los judíos pactaban con el imperio. El dinero no sabe de
ideologías, pero Jesús dice que hay que ser coherentes con los
principios que uno dice tener. La respuesta de Jesús ante la pregunta de
si hay que apedrear a la mujer adúltera, obliga a sus interlocutores a
preguntarse por su propia inocencia: “el que esté sin pecado, que le
arroje la primera piedra” (Jn 8,7). No es una mala observación, válida
también hoy.
No es a base de recetas prefabricadas,
de teorías abstractas o de fidelidades jurídicas como se ayuda a las
personas. A las personas se las comprende y se las ayuda poniéndose en
su piel. Mejor aún, acomodando nuestra mirada a la mirada de Dios: “no
juzguéis y no seréis juzgados”, traducido por el Papa en un “quién soy
yo para juzgar”. Con esto no quiero justificar nada, pero sí quiero
decir que antes de condenar hay que tratar, al menos, de comprender. Sin
olvidar que la mejor justificación de “lo correcto” no es el rechazo
del otro sino el propio ejemplo.
Eucaristía dominical en el inicio del
JUBILEO OP
Nuestra celebración de la misa
dominical hoy marca un acontecimiento muy especial para nuestra comunidad (parroquial,
etc..) desde ayer ha dado comienzo el año Jubilar de la Orden de Predicadores.
Celebramos 800 años de historia y predicación de la Palabra. Agradecemos
la vida de quienes, como Domingo de Guzmán, han llevado por todo el mundo la
Palabra de Dios, Palabra que ilumina y alienta en el camino de la vida.
Como Familia Dominicana
desde la gran familia de la Iglesia damos gracias hoy a Dios por esta larga
historia, que nos inspira y envía a seguir sembrando el mundo con la Palabra.
Enviados a predicar el Evangelio y la misericordia.
ORACION DE LOS FIELES
1.- Por el
Papa Francisco, por nuestros pastores y las Iglesias que les han sido
encomendadas. Roguemos al Señor.
2.- Por la
Familia Dominicana, que celebrando el 800 aniversario de nuestro nacimiento,
vivamos el año Jubilar para volver al amor primero y ser enviados de nuevo a
predicar de palabra y obra el evangelio de la misericordia. Roguemos al Señor.
3.- Que Dios
conceda a toda la Iglesia y a la Familia Dominicana, la gracia de la predicación
y una predicación de la gracia, que suscite en el mundo la ilusión por la
Verdad y vocaciones en todas las ramas de nuestra Familia. Roguemos al Señor.
4.- Por las
familias atribuladas, los colectivos y
personas heridas en su dignidad. Por las víctimas de la trata de
personas; los desplazados (migrantes y refugiados); por las personas sin hogar;
por los pueblos que sufren las guerras. Roguemos al Señor.
5.- Por las
personas con las que compartimos el día a día en nuestras misiones y presencias
dominicanas en las fundaciones educativas;
las misiones ad gentes; el continente digital; las parroquias y
santuarios; facultades y escuelas de teología; la universidad; la defensa,
protección y promoción de derechos humanos;
los artistas; los jóvenes y por todos nosotros. Roguemos al Señor.
LAICOS DOMINICOSViveiro
Lectura del
santo Evangelio según san Marcos 12,
38-44
En aquel tiempo enseñaba Jesús a la multitud y les
decía: «¡Cuidado con los letrados! Les encanta pasearse con amplio ropaje y que
les hagan reverencias en la plaza, buscan los asientos de honor en las
sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; y devoran los bienes de las
viudas con pretexto de largos rezos. Esos recibirán una sentencia más rigurosa.
Estando Jesús sentado enfrente del cepillo del templo, observaba a la gente que
iba echando dinero: muchos ricos echaban en cantidad; se acercó una viuda pobre
y echó dos reales. Llamando a sus discípulos les dijo: "Os aseguro que esa
pobre viuda ha echado en el cepillo más que nadie. Porque los demás han echado
de lo que les sobra, pero ésta, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía
para vivir.»
COMENTARIO:
Cuantas veces he leído este pasaje de 1º Re, 17, he ido encontrando
mensajes, interpretaciones, signos. Hoy se
me aparece como importante la confianza. La viuda de Sarepta no conocía
al profeta, sin embargo confía en su palabra
y hace primero el panecillo para el hombre de Dios y después se
ocupa de su hijo y de ella. Es la compasión más completa, pues se priva de lo necesario para alimentar al
forastero. Esta sencilla y pobre
mujer no da nada que le sobre, sino sus
últimas reservas para vivir
y Dios premia
su confianza –siempre lo hace- y permite que madre e hijo
sigan viviendo. ¿Qué haría yo en una situación semejante? ¿Se acercará mi confianza
y mi compasión a la de la viuda?
Leyendo el Evangelio de hoy me pregunto: Si Jesús se sentara ahora en uno de nuestros templos
¿Podría decir lo mismo que entonces dijo?, ¿Acaso no nos vestimos con ropajes
vistosos para ser vistos y, si es
posible, admirados?.
La vanidad está también presente
entre nosotros y no pocas veces hace que hagamos ver nuestra
presunta “autoridad” adoptando posturas y vestiduras que nada dicen de humildad
y servicio, y si mucho de presunción y soberbia.
¿Qué podría decir de nosotros si observara
nuestra “generosidad” rebuscando en el fondo del monedero la moneda más ruin para socorrer al hermano que
en la puerta del templo o en la acera de
la calle pide nuestra ayuda o
depositarla en el cepillo?
Aceptemos que somos vanidosos y aceptemos
también que somos avarientos, poco dispuestos a compartir los bienes que
hemos recibido con los que nos
rodean o con aquellos que estando lejos
gritan pidiendo ayuda y su grito nos alcanza, siempre que no estamos listos
para hacer zapping antes.
No hace muchos años hubo un terrible
terremoto en Haití y otro más cercano en Lorca. Se pidió
nuestra ayuda por muchos canales
y tuvimos oportunidad de ayudar, pero ¿hicimos algo? ¿Nos asemejamos en algo a
la viuda del evangelio?
África sigue sufriendo hambrunas
terroríficas, Lorca sigue en ruinas, Haití está sin reconstruir y nuestros
hermanos de los tres sitios están
mirando, esperando que nuestra mano deslice en las “arcas del templo” nuestro
óbolo, nuestra ayuda, nuestra muestra de solidaridad. ¿Llegarán a verlo? ¿Podrá
Cristo pensar que somos generosos?
Dentro de un par de semanas comenzará la
campaña de Navidad que pretenderá hacer que estas fechas tan entrañables lleven
un alivio a la angustiosa situación de tantos hermanos nuestros, que puede que
incluso vivan en la puerta de al
lado. ¿Colaboraremos o seguiremos buscando la
moneda más ruin de nuestro monedero para tranquilizar nuestra conciencia y seguir felices y contentos, como si nada
fuera con nosotros?
D. Félix García Sevillano, OP
D. Félix García O.P.
Fraternidad de Laicos Dominicos de Viveiro (Lugo)
Domingo 32º durante el año (8.10.2015): Mc 12,38-44
Adorar en espíritu y verdad
Paco Quijano
● El contraste no podría ser más agudo: gente que reza largas oraciones y devora los bienes de las viudas. Una viuda que da limosna de lo que tiene para vivir, parábola viva de la generosidad.
● La humanidad es más humanidad por los millones de millones de acciones generosas que no se ven ni hacen ruido. Es menos humanidad por los escándalos de explotación y defraudación que dañan a la gente pobre.
● ¿Cuál es la fuente viva de la generosidad? Mira lo que dice san Pablo: «Ya conocen la generosidad de nuestro Señor Jesucristo, que siendo rico, se hizo pobre por nosotros para enriquecernos con su pobreza».
● La viuda que echa unas moneditas en la alcancía del templo nos enriquece con su pobreza. Por ella, y por muchísimas como ella, somos una humanidad mejor.
VÍDEO DE HOY:
Fraternidad de Laicos Dominicos de Viveiro (Lugo)
Adorar en espíritu y verdad
Paco Quijano
● El contraste no podría ser más agudo: gente que reza largas oraciones y devora los bienes de las viudas. Una viuda que da limosna de lo que tiene para vivir, parábola viva de la generosidad.
● La humanidad es más humanidad por los millones de millones de acciones generosas que no se ven ni hacen ruido. Es menos humanidad por los escándalos de explotación y defraudación que dañan a la gente pobre.
● ¿Cuál es la fuente viva de la generosidad? Mira lo que dice san Pablo: «Ya conocen la generosidad de nuestro Señor Jesucristo, que siendo rico, se hizo pobre por nosotros para enriquecernos con su pobreza».
● La viuda que echa unas moneditas en la alcancía del templo nos enriquece con su pobreza. Por ella, y por muchísimas como ella, somos una humanidad mejor.
Dar la vida una vez (XXXII TO Ciclo B, Mc 12, 38-44)
Pero tu vida... es tuya, es única y sólo la puedes entregar a una cosa
Después de una semana en la que en muchos lugares
los cementerios han sido visita obligada, San Pablo vuelve a hablarnos
de la muerte para este domingo en su carta a los Hebreos. Precisamente,
es importante pensar que en este aspecto los propios judíos (y San
Pablo remarca muchas veces su pasado fariseo) discutían si había
resurrección o no. Unos, los saduceos, quienes realmente ostentaban el
poder, decían que no. Otros, entre quienes se encontraban los fariseos,
defendían la resurrección, de la que ya se habla en algunos escritos
tardíos del Antiguo Testamento.
Es un avance pensar que si Dios ha creado la vida, como nos indica el Génesis, también puede disponer a su antojo de la muerte y que un detalle tan nimio no puede ser obstáculo para que Dios, que es todopoderoso, venza a la muerte. Precisamente, algo de todo este mensaje del fin del mundo prometido nos llegará dentro de pocos fines de semana cuando celebremos el final del año litúrgico con la fiesta llamada 'Jesucristo, rey del universo'.
El asunto es que Pablo nos recuerda algo tremendamente importante: tenemos una vida, y la vida solo la podemos dar una vez. Jesucristo murió sólo una vez en la cruz, y no necesita ser crucificado más veces para salvarnos. Estamos salvados ya, pero todavía falta un poco (o un mucho) para que se termine de cumplir la cosa.
Mientras tanto, lo que dice Pablo de la muerte de Jesucristo debería hacernos pensar. ¿Por qué insistir en que sólo murió una vez? Entre otras cosas, para remarcar la humanidad de Dios, que al encarnarse aceptó todo el 'pack' de la humanidad, llevándolo a lo mejor que puede ser una persona. Esa humanidad implica que solo tenemos una vida, y que lo importante es cuánto damos de ella. Por eso vale, por ejemplo, mucho más el donativo de la viuda que la del rico.
Pero hay un paso más. El número de vidas disponibles no es que abunde, y a cada uno de nosotros nos ha tocado vivir solo una. El dinero es solo papeles, monedas, tarjetas y cuentas de paypal. Pero tu vida... es tuya, es única y sólo la puedes entregar a una cosa. Sí: sólo a una cosa. Por cosa me refiero a un ideal, o a una persona... al final amamos a mucha gente, pero siempre vamos a tener una prioridad. Jesús, con la Cruz, demostró que su prioridad era el amor por la humanidad, cumplir el plan que el Padre le 'tenía preparado'.
En la vida de toda persona hay varios momentos en los que debe decidir qué va a ser su vida, qué, o mejor dicho quién va a ser su prioridad. Y eso lo cambiará todo. Para la viuda, la prioridad naturalmente era Dios. Para Jesús, también. Para nosotros... ¿dónde está la prioridad? ¿O vamos a estar toda la vida indecisos?
Es un avance pensar que si Dios ha creado la vida, como nos indica el Génesis, también puede disponer a su antojo de la muerte y que un detalle tan nimio no puede ser obstáculo para que Dios, que es todopoderoso, venza a la muerte. Precisamente, algo de todo este mensaje del fin del mundo prometido nos llegará dentro de pocos fines de semana cuando celebremos el final del año litúrgico con la fiesta llamada 'Jesucristo, rey del universo'.
El asunto es que Pablo nos recuerda algo tremendamente importante: tenemos una vida, y la vida solo la podemos dar una vez. Jesucristo murió sólo una vez en la cruz, y no necesita ser crucificado más veces para salvarnos. Estamos salvados ya, pero todavía falta un poco (o un mucho) para que se termine de cumplir la cosa.
Mientras tanto, lo que dice Pablo de la muerte de Jesucristo debería hacernos pensar. ¿Por qué insistir en que sólo murió una vez? Entre otras cosas, para remarcar la humanidad de Dios, que al encarnarse aceptó todo el 'pack' de la humanidad, llevándolo a lo mejor que puede ser una persona. Esa humanidad implica que solo tenemos una vida, y que lo importante es cuánto damos de ella. Por eso vale, por ejemplo, mucho más el donativo de la viuda que la del rico.
Pero hay un paso más. El número de vidas disponibles no es que abunde, y a cada uno de nosotros nos ha tocado vivir solo una. El dinero es solo papeles, monedas, tarjetas y cuentas de paypal. Pero tu vida... es tuya, es única y sólo la puedes entregar a una cosa. Sí: sólo a una cosa. Por cosa me refiero a un ideal, o a una persona... al final amamos a mucha gente, pero siempre vamos a tener una prioridad. Jesús, con la Cruz, demostró que su prioridad era el amor por la humanidad, cumplir el plan que el Padre le 'tenía preparado'.
En la vida de toda persona hay varios momentos en los que debe decidir qué va a ser su vida, qué, o mejor dicho quién va a ser su prioridad. Y eso lo cambiará todo. Para la viuda, la prioridad naturalmente era Dios. Para Jesús, también. Para nosotros... ¿dónde está la prioridad? ¿O vamos a estar toda la vida indecisos?
VÍDEO DE HOY:
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