José Manuel y Fructuoso: 50 años de Sarcerdocio y de amistad.
Juan Antonio Mateos Pérez
Desde
estas páginas dominicas quisiera sumarme al homenaje cariñoso que
los feligreses de la Parroquia les van hacer el próximo domingo.
Podíamos argumentar que ambos tendrían un carisma dominico
contrastado en estos años, una profundidad en el estudio y grandes
predicaciones, yo, como muchos somos testigo de ello. Pero me parece
que sus inclinaciones carismáticas también incluyen otras veredas,
¿carmelitas, claretianos, jesuítas?, no lo sé, pero un poco de
Santa Teresa, Pedro Casaldáliga, Ignacio Ellacuría y muchos más,
etc.
No
podemos argumentar que Fructuoso sea paisano del insigne filósofo y
profesor en San Esteban Fr. Guillermo Fraile Martín que nace en
Yecla de Yeltes en 1909. Tampoco que fueron ordenados por un fraile
dominico
Francisco Barbado Viejo, OP, que en 1963 era el Obispo de Salamanca,
No. Este artículo surge del cariño más profundo, de mi corazón,
de tantos años juntos en el camino cristiano, de la amistad, y de un
afecto filial. No podría entender ni mi vida, ni mi fe, sin ellos.
Además, son los curas de mi Parroquia, donde se casaron mis padres,
me bauticé, me acompañaron en los pasos de mi iniciación
cristiana, como a un niño cuando se le enseña a caminar, en ella
nos casamos mi esposa y yo, y en la Parroquia he sido catequista
durante más de treinta años. ¡¡¡FELICIDADES POR VUESTROS 50
AÑOS!!! ¡¡FELICIDADES POR TANTOS AÑOS JUNTOS Y POR VUESTRA
AMISTAD!!!
Han ejercido con
mucho amor el ministerio en Cristo, como sacerdotes, maestros y
pastores. Yo me imagino que no hubo un corte ese 14 de abril de 1963,
su vida y camino en la fe lo comenzaron sus padres cuando pidieron
para ellos el bautismo. Y aquí empieza su historia sacerdotal, todos
formamos parte del Pueblo de Dios, aunque con carismas y ministerios
diferentes, caminamos juntos hacia la salvación.
José Manuel, fue
bautizado en la Parroquia de la Asunción en Sando de Santa María,
en plena paramera de Ledesma, antaño jurisdicción de los Agustinos
calzados de Salamanca. Fructuoso, en la Parroquia de San Sebastián
de Yecla de Yeltes, en la comarca de Vitigudino, entre petrogrifos y
estelas del milenario castro vetónico y su querida Virgen del
Castillo, ¡Cuánta historia!.
Supongo que
Fructuoso realiza sus primeros estudios en la escuela del pueblo,
entre los dictados del maestro y las lecturas de la cartilla o de la
enciclopedia escolar. José Manuel aprendió las primeras letras de
la mano de sus hermanas, Consuelo e Inmaculada, en las Jesuitinas de
Salamanca, colegio que tenía fama de enseñar buen francés. Pero
pronto acude a las escuelas
salesianas que tienen lugar en los locales anejos a la parroquia de San
Benito, frente a la Clerecía. Sería el colegio de “San Benito”
como popularmente era conocido en Salamanca.
Después
de sus primeros estudios, acudirán al Seminario, el menor estaba en
Calatrava y el mayor debajo de las Torres de la Clerecía. El obispo
quería trasladarlo a Calatrava y el seminario menor a Linares, pero
todavía se recuerda en Salamanca, el famoso incendio el seminario de
Calatrava en el año 1960, que hizo imposible su traslado definitivo.
Tuvieron que volver al colegio mayor de San Carlos en el edificio de
la Pontificia. Allí estudiarán, teología compartiendo espacio, en
la recién restaurada Universidad Pontificia (1940), y también
filosofía, facultad que se crea en el año 1945, al igual que
estudios en lenguas clásicas (se crea la facultad en 1949). La
teología que se estudiaba antes del Concilio estaba orientada
esencialmente a la educación sacerdotal y al futuro ministerio
apostólico, lo esencial no era tanto el saber teológico, sino la
formación espiritual y la orientación pastoral.
Su
ordenación sacerdotal se producirá en la Catedral de Salamanca el 14 de
abril del año 1963, ese día era domingo de Resurrección. La
ordenación sacerdotal tiene su origen en la donación de Cristo en
la Cena con sus discípulos y su inspiración del Espíritu en
pascua. Espléndido domingo de pascua, aunque ese año llovió
también en Semana Santa, fue radiante,
despejado y soleado de 18ºC. Pero, sobre todo, fue el calor de la
entrega a Cristo y al ministerio, también de las emociones de un día
tan importante y señalado. Tal vez, el saludo de paz del obispo, los
abrazos de los otros sacerdotes, la concelebración de la eucaristía, la
imposición de las manos, la amistad con los otros ordenados, los
familiares emocionados. ¡Qué día tan grande!
Quisiera
recordar, también aquí, a ese sacerdote ciego que fue ordenado en
Lille (Francia) ese mismo dia, el primer caso en la historia de la Iglesia. El
seminarista que tenía 29 años, quedó ciego nueve meses antes,
a pesar que derecho el canónico le impedía la ordenación a causa
del “defectus corporis”, Juan XXIII dio la autorización para que
se ordenara sacerdote.
En
ese año el país empezaba a despegar de una larga autarquía,
gracias al plan de Estabilización de los tecnócratas del Opus Dei.
Con la ayuda del Estados Unidos, el país entra en los organismos
internacionales y surgirán, siguiendo el modelo francés, los polos
de desarrollo, para fomentar
la industria y ampliar el mapa industrial centralizado en el país
Vasco y Cataluña.
Mientras
en que España se lloraba la muerte de Carmen Amaya, van llegando
ecos musicales del mundo anglosajón. Fue el año del lanzamiento en
España de la canción de Bob Dylan, soplando en el viento
(Blowin' in the wind) escrita
un año antes, un 16 de abril. Los Beatles serán la sensación, con
plesase please me o she loves you", que
en ese año llegaron a vender un millón de discos, sin dejar de lado
a los Beach Boys. Debió ser una sensación en ese momento, los cantantes Salomé y
Raimon, que ganarán el Festival de Benidorm con la canción "Se'n
va anar", una canción cantada en catalán.
La
película de éxito de ese momento fue «Lawrence de Arabia»,
dirigida por David Lean, triunfadora en los recientes Óscar de
Hollywood.
Por
no hablar del Madrid, el equipo de estos dos sacerdotes, grandes
aficionados al balón y blancos blancos. No es extraño, el Madrid,
venía de ganar cinco copas de Europa seguidas. Pero eso año, no fue
tan fácil. Eso sí, ganó la liga. Ese día se celebraba la
penúltima jornada de liga, encabezando el campeonato con 45 puntos,
lejos de esta puntuación estaban el Atlético de Madrid con 36, el
Valencia con 31 y el Barcelona con 30 . Claro, solo eran 16 equipos.
En esa jornada Gento y Di Stéfano estaban lesionados, pero venían
de ganar al Hamburgo en la copa de Europa.
Tal
vez, estaban más centrados en otras cosas, ya que ese jueves 11 de
abril se publica en Roma la encíclica Pacem in terrís,
por sorpresa, casi como el
Concilio. Dirigida no
solo a creyentes, sino a todos los “hombres de buena voluntad”,
en la que Juan XXIII hace un llamamiento a la paz, en un contexto de
Guerra Fría y en plena crisis de los misiles en Cuba. Aunque en esos
días la noticia era la desaparición en la costa de Nueva Inglaterra
del submarino nuclear Norteamericano “Thresher”, con 129 soldados
a bordo.
En
su mensaje de Pascua, Juan XXIII realizó un llamamiento a la paz,
reafirmando la verdad, la justicia y al amor a los hermanos. No sólo
centró su alocución en la encíclica, que fue un regalo de Pascua,
sino en la convocatoria del Concilio, afirmando que era una llamarada
que miraban con esperanza no solo los hijos de la Iglesia,
sino todos los hombres de buena voluntad. La
paz, en definitiva, no consistiría en la ausencia de guerra, sino en
la pretensión de emprender una completa tarea de transformación del
mundo, donde imperara la fuerza de la razón, por la comprensión
recíproca y por respeto al derecho de los otros.
En el mes de junio
muere Juan XXIII, pero el Concilio continuará con Pablo VI,
necesario para los desafíos de la Iglesia desde la cultura moderna,
o desde la propia fe que necesita dar razones de su esperanza. En
octubre de ese mismo año, tienen su primer destino parroquial. José
Manuel se marchará a la Parroquia de San Pedro en Alba de Tormes y
Fructuoso a la de San Pablo en Salamanca. Desde sus misiones
pastorales, vivirán con entusiasmo la novedad del Concilio, tal vez,
siguiendo las crónicas de José Luis Martín Descalzo en el ABC.
Esta novedad del
Concilio, seguro que la tuvieron que vivir de primera mano con el nuevo
obispo de Salamanca don Mauro Rubio Repullés, que les acompañará
como Pastor, padre y amigo. En 1964 muere Fr. Francisco Barbado
Viejo, no sin una labor importante en la ciudad, fomentando
movimientos apostólicos como Cursillos de Cristiandad, la devoción
a la Virgen de la Vega, la casa de ejercicios del Alto el Rollo,
Cáritas Diocesana, día del Domund, o Radio Popular. Don
Mauro, tiene que impulsar el Concilio y sus novedades, en la
liturgia, la Iglesia, el ecumenismo, la libertad religiosa, la
vida consagrada, sobre la formación, sobre el laicado, sobre la
misión, etc.
No debieron de ser
años fáciles, dedicados no solo a la labor parroquial, también al estudio y actualización profunda y la
recepción de obras de los grandes teólogos, antes no muy bien
vistos. Se comienza en esos años a leer las obras de Teihard de
Chardin, a filosófos como Bloch, Horkheimer, a protestantes como
Bonhoeffer, Cullmann, Tillich o Bultmann, serán después los nombres
de H. Küng o Baltasar las lecturas de cabecera, sin olvidar a Rahner
o el clásico Romano Guardini. Seguro que ambos tuvieron un gran
esfuerzo de estudio y de puesta al día, fruto de ello fueron sus
tesis sobre Teihard de Chardin, dirigidas por Juan de Sahagún Lucas.
Fructuoso, sobre filosofía de la religión en Ciencia y Cristo
del Padre Teilhard de Chardin; y
José Manuel, sobre las relaciones Dios-mundo en como yo
creo del Padre Teilhard de Chardin.
José Manuel llegará a la Parroquia de la Purísima en el año 1967,
estando cinco años como coadjutor del entontes párroco, don Eduardo
Pérez. Cuando éste marcha de la parroquia para hacerse cargo de la
capellanía del Hospital Provincial, se hacen cargo de la misma José
Manuel y el sacerdote Domingo Martín Vicente (hoy párroco de María
Mediadora), que solo estará un
año. En el año 1973, llegará Fructuoso de la Parroquia de San
Pablo. Cómo no iban a estar juntos, amigos, compañeros de estudio y
procedentes de las parroquias de San Pedro y San Pablo, como en el pórtico de una Iglesia. Así,
cumplirán en el mes de octubre, cuarenta años en la misma comunidad
parrroquial, en una de las más amplias de toda la ciudad y con un
alto número de conventos de vida consagrada.
Aunque solo hay un año de diferencia, José Manuel ha sido siempre “el joven” y Fructuoso “el mayor” para muchos de su feligreses. Pero, la realidad parroquial ha ido cambiando durante todos estos años, también la ciudad y el propio país. La población parroquial se ha ido envejeciendo, y, todos nos hemos ido haciendo mayores, pero de forma serena y enriquecedora. Como lo demuestra la vitalidad parroquial, no solo de nietos que vienen a los sacramentos de iniciación, sino la cantidad de grupos de Biblia, de adultos y de Fe y Luz que existen en la Parroquia, unas 800 personas.
Los sacerdotes, Fructuoso y José Manuel, nos han enseñando a amar a
la comunidad. Una comunidad abierta que vive y anuncia la fe, una
comunidad que comparte y se compromete. Es una comunidad que anuncia
por todos los medios posibles, una comunidad que celebra su fe con
creatividad, una comunidad que comparte tiempos, espacios, esfuerzos,
bienes, experiencias que nos ayudan y han ayudado en todos estos años
a crecer. ¡GRACIAS POR VUESTRO ESFUERZO! Ahí están las
celebraciones renovadas y vivas, ahí la cantidad que personas
comprometidas con Cáritas y Manos Unidas, sin olvidar la gran labor
realizada por las hermanas de la Caridad y el grupo de las
Conferencias de San Vicente, intentando estar junto a los más
pobres.
Son muchos años de experiencias para resumir en estas páginas,
Pascuas, fiestas, celebraciones, campamentos, acampadas,
convivencias, etc. Hemos compartido mucho y desde esta alegría de la
fe, recordar a los que no están, muchos, pero nos acordamos
especialmente de Marce y de nuestra Maite, y con ellos todos los que
están junto al Padre en su Pascua florida.
Así, paso a paso, han pasado cincuenta años, entre el anuncio y el
compartir. Nos han anunciado la palabra de Dios, porque conocen las
Escrituras. Nos han transmitido amor una vida cristiana al servicio
de todos, porque han vivido con intensidad y viven lo que creen. Siempre están dispuestos a escuchar, sin horarios, sin
horas de consulta. Conocen a cada uno por su nombre, con sus cosas
buenas y debilidades. Dispuestos siempre a implicarse, a complicarse
la vida, por todos y con una vida sencilla.
También son sacerdotes con hondura y profundidad, siempre
actualizados a la realidad cotidiana de este mundo complejo y
globalizado. Qué se hacen preguntas y nos hace interrogar, sobre
Dios y sobre el mundo. Con ellos tenemos y hemos tenido un pedacito de
ese Dios encarnado. OS QUEREMOS. SIN MAS. UN BESO MUY FUERTE.
Queriamos recordar también, que mañana día 14 de abril, también son las Bodas de Oro como sacerdote de D. Argimiro García Sánchez, compañero de nuestros sacerdotes y que se ordenó el mismo día. Nos ha acompañado en los grupos de de Biblia, Viajes a Tierra Santa y Rutas de San Pablo. Un abrazo Argimiro y ¡FELIZ DÍA!.
Por todo, la comunidad ha preparado una fiesta este domingo a las
11:30h. y una eucaristía a las 13 h. Están todos invitados.
Juan Antonio Mateos Pérez
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