martes, 16 de abril de 2013

José Manuel y Fructuoso: 50 años de Sarcerdocio y de amistad.

José Manuel y Fructuoso: 50 años de Sarcerdocio y de amistad.



Juan Antonio Mateos Pérez

Desde estas páginas dominicas quisiera sumarme al homenaje cariñoso que los feligreses de la Parroquia les van hacer el próximo domingo. Podíamos argumentar que ambos tendrían un carisma dominico contrastado en estos años, una profundidad en el estudio y grandes predicaciones, yo, como muchos somos testigo de ello. Pero me parece que sus inclinaciones carismáticas también incluyen otras veredas, ¿carmelitas, claretianos, jesuítas?, no lo sé, pero un poco de Santa Teresa, Pedro Casaldáliga, Ignacio Ellacuría y muchos más, etc.

No podemos argumentar que Fructuoso sea paisano del insigne filósofo y profesor en San Esteban Fr. Guillermo Fraile Martín que nace en Yecla de Yeltes en 1909. Tampoco que fueron ordenados por un fraile dominico Francisco Barbado Viejo, OP, que en 1963 era el Obispo de Salamanca, No. Este artículo surge del cariño más profundo, de mi corazón, de tantos años juntos en el camino cristiano, de la amistad, y de un afecto filial. No podría entender ni mi vida, ni mi fe, sin ellos. Además, son los curas de mi Parroquia, donde se casaron mis padres, me bauticé, me acompañaron en los pasos de mi iniciación cristiana, como a un niño cuando se le enseña a caminar, en ella nos casamos mi esposa y yo, y en la Parroquia he sido catequista durante más de treinta años. ¡¡¡FELICIDADES POR VUESTROS 50 AÑOS!!! ¡¡FELICIDADES POR TANTOS AÑOS JUNTOS Y POR VUESTRA AMISTAD!!!
Han ejercido con mucho amor el ministerio en Cristo, como sacerdotes, maestros y pastores. Yo me imagino que no hubo un corte ese 14 de abril de 1963, su vida y camino en la fe lo comenzaron sus padres cuando pidieron para ellos el bautismo. Y aquí empieza su historia sacerdotal, todos formamos parte del Pueblo de Dios, aunque con carismas y ministerios diferentes, caminamos juntos hacia la salvación.
José Manuel, fue bautizado en la Parroquia de la Asunción en Sando de Santa María, en plena paramera de Ledesma, antaño jurisdicción de los Agustinos calzados de Salamanca. Fructuoso, en la Parroquia de San Sebastián de Yecla de Yeltes, en la comarca de Vitigudino, entre petrogrifos y estelas del milenario castro vetónico y su querida Virgen del Castillo, ¡Cuánta historia!.
Supongo que Fructuoso realiza sus primeros estudios en la escuela del pueblo, entre los dictados del maestro y las lecturas de la cartilla o de la enciclopedia escolar. José Manuel aprendió las primeras letras de la mano de sus hermanas, Consuelo e Inmaculada, en las Jesuitinas de Salamanca, colegio que tenía fama de enseñar buen francés. Pero pronto acude a las escuelas salesianas que tienen lugar en los locales anejos a la parroquia de San Benito, frente a la Clerecía. Sería el colegio de “San Benito” como popularmente era conocido en Salamanca.



Después de sus primeros estudios, acudirán al Seminario, el menor estaba en Calatrava y el mayor debajo de las Torres de la Clerecía. El obispo quería trasladarlo a Calatrava y el seminario menor a Linares, pero todavía se recuerda en Salamanca, el famoso incendio el seminario de Calatrava en el año 1960, que hizo imposible su traslado definitivo. Tuvieron que volver al colegio mayor de San Carlos en el edificio de la Pontificia. Allí estudiarán, teología compartiendo espacio, en la recién restaurada Universidad Pontificia (1940), y también filosofía, facultad que se crea en el año 1945, al igual que estudios en lenguas clásicas (se crea la facultad en 1949). La teología que se estudiaba antes del Concilio estaba orientada esencialmente a la educación sacerdotal y al futuro ministerio apostólico, lo esencial no era tanto el saber teológico, sino la formación espiritual y  la orientación pastoral.

Su ordenación sacerdotal se producirá en la Catedral de Salamanca  el 14 de abril del año 1963, ese día era domingo de Resurrección.  La ordenación sacerdotal tiene su origen en la donación de Cristo en la Cena con sus discípulos y su inspiración del Espíritu en pascua. Espléndido domingo de pascua, aunque ese año llovió también en Semana Santa,  fue radiante, despejado y soleado de 18ºC. Pero, sobre todo, fue el calor de la entrega a Cristo y al ministerio, también de las emociones de un día tan importante y señalado. Tal vez, el saludo de paz del obispo, los abrazos de los otros sacerdotes, la concelebración de la eucaristía, la imposición de las manos, la amistad con los otros ordenados, los familiares emocionados. ¡Qué día tan grande!
Quisiera recordar, también aquí, a ese sacerdote ciego que fue ordenado en Lille (Francia) ese mismo dia, el primer caso en la historia de la Iglesia. El seminarista que tenía 29 años, quedó ciego nueve meses antes, a pesar que derecho el canónico le impedía la ordenación a causa del “defectus corporis”, Juan XXIII dio la autorización para que se ordenara sacerdote.
En ese año el país empezaba a despegar de una larga autarquía, gracias al plan de Estabilización de los tecnócratas del Opus Dei. Con la ayuda del Estados Unidos, el país entra en los organismos internacionales y surgirán, siguiendo el modelo francés, los polos de desarrollo, para fomentar la industria y ampliar el mapa industrial centralizado en el país Vasco y Cataluña.
Mientras en que España se lloraba la muerte de Carmen Amaya, van llegando ecos musicales del mundo anglosajón. Fue el año del lanzamiento en España de la canción de Bob Dylan, soplando en el viento (Blowin' in the wind) escrita un año antes, un 16 de abril. Los Beatles serán la sensación, con plesase please me o she loves you", que en ese año llegaron a vender un millón de discos, sin dejar de lado a los Beach Boys. Debió ser una sensación en ese momento, los cantantes Salomé y Raimon, que ganarán el Festival de Benidorm con la canción "Se'n va anar", una canción cantada en catalán.
La película de éxito de ese momento fue «Lawrence de Arabia», dirigida por David Lean, triunfadora en los recientes Óscar de Hollywood.
Por no hablar del Madrid, el equipo de estos dos sacerdotes, grandes aficionados al balón y blancos blancos. No es extraño, el Madrid, venía de ganar cinco copas de Europa seguidas. Pero eso año, no fue tan fácil. Eso sí, ganó la liga. Ese día se celebraba la penúltima jornada de liga, encabezando el campeonato con 45 puntos, lejos de esta puntuación estaban el Atlético de Madrid con 36, el Valencia con 31 y el Barcelona con 30 . Claro, solo eran 16 equipos. En esa jornada Gento y Di Stéfano estaban lesionados, pero venían de ganar al Hamburgo en la copa de Europa.

Tal vez, estaban más centrados en otras cosas, ya que ese jueves 11 de abril se publica en Roma la encíclica Pacem in terrís, por sorpresa, casi como el Concilio. Dirigida no solo a creyentes, sino a todos los “hombres de buena voluntad”, en la que Juan XXIII hace un llamamiento a la paz, en un contexto de Guerra Fría y en plena crisis de los misiles en Cuba. Aunque en esos días la noticia era la desaparición en la costa de Nueva Inglaterra del submarino nuclear Norteamericano “Thresher”, con 129 soldados a bordo.
En su mensaje de Pascua, Juan XXIII realizó un llamamiento a la paz, reafirmando la verdad, la justicia y al amor a los hermanos. No sólo centró su alocución en la encíclica, que fue un regalo de Pascua, sino en la convocatoria del Concilio, afirmando que era una llamarada que miraban con esperanza no solo los hijos de la Iglesia, sino todos los hombres de buena voluntad. La paz, en definitiva, no consistiría en la ausencia de guerra, sino en la pretensión de emprender una completa tarea de transformación del mundo, donde imperara la fuerza de la razón, por la comprensión recíproca y por respeto al derecho de los otros.
En el mes de junio muere Juan XXIII, pero el Concilio continuará con Pablo VI, necesario para los desafíos de la Iglesia desde la cultura moderna, o desde la propia fe que necesita dar razones de su esperanza. En octubre de ese mismo año, tienen su primer destino parroquial. José Manuel se marchará a la Parroquia de San Pedro en Alba de Tormes y Fructuoso a la de San Pablo en Salamanca. Desde sus misiones pastorales, vivirán con entusiasmo la novedad del Concilio, tal vez, siguiendo las crónicas de José Luis Martín Descalzo en el ABC.
Esta novedad del Concilio, seguro que la tuvieron que vivir de primera mano con el nuevo obispo de Salamanca don Mauro Rubio Repullés, que les acompañará como Pastor, padre y amigo. En 1964 muere Fr. Francisco Barbado Viejo, no sin una labor importante en la ciudad, fomentando movimientos apostólicos como Cursillos de Cristiandad, la devoción a la Virgen de la Vega, la casa de ejercicios del Alto el Rollo, Cáritas Diocesana, día del Domund, o Radio Popular. Don Mauro, tiene que impulsar el Concilio y sus novedades, en la liturgia, la Iglesia, el ecumenismo, la libertad religiosa, la vida consagrada, sobre la formación, sobre el laicado, sobre la misión, etc.
No debieron de ser años fáciles, dedicados no solo a la labor parroquial, también al estudio y actualización profunda y la recepción de obras de los grandes teólogos, antes no muy bien vistos. Se comienza en esos años a leer las obras de Teihard de Chardin, a filosófos como Bloch, Horkheimer, a protestantes como Bonhoeffer, Cullmann, Tillich o Bultmann, serán después los nombres de H. Küng o Baltasar las lecturas de cabecera, sin olvidar a Rahner o el clásico Romano Guardini. Seguro que ambos tuvieron un gran esfuerzo de estudio y de puesta al día, fruto de ello fueron sus tesis sobre Teihard de Chardin, dirigidas por Juan de Sahagún Lucas. Fructuoso, sobre filosofía de la religión en Ciencia y Cristo del Padre Teilhard de Chardin; y José Manuel, sobre las relaciones Dios-mundo en como yo creo del Padre Teilhard de Chardin.
José Manuel llegará a la Parroquia de la Purísima en el año 1967, estando cinco años como coadjutor del entontes párroco, don Eduardo Pérez. Cuando éste marcha de la parroquia para hacerse cargo de la capellanía del Hospital Provincial, se hacen cargo de la misma José Manuel y el sacerdote Domingo Martín Vicente (hoy párroco de María Mediadora), que solo estará un año. En el  año 1973, llegará Fructuoso de la Parroquia de San Pablo. Cómo no iban a estar juntos, amigos, compañeros de estudio y procedentes de las parroquias de San Pedro y San Pablo, como en el pórtico de una Iglesia. Así, cumplirán en el mes de octubre, cuarenta años en la misma comunidad parrroquial, en una de las más amplias de toda la ciudad y con un alto número de conventos de vida consagrada.

Aunque solo hay un año de diferencia, José Manuel ha sido siempre “el joven” y Fructuoso “el mayor” para muchos de su feligreses. Pero, la realidad parroquial ha ido cambiando durante todos estos años, también la ciudad y el propio país. La población parroquial se ha ido envejeciendo, y, todos nos hemos ido haciendo mayores, pero de forma serena y enriquecedora. Como lo demuestra la vitalidad parroquial, no solo de nietos que vienen a los sacramentos de iniciación, sino la cantidad de grupos de Biblia, de adultos y de Fe y Luz que existen en la Parroquia, unas 800 personas.
Los sacerdotes, Fructuoso y José Manuel, nos han enseñando a amar a la comunidad. Una comunidad abierta que vive y anuncia la fe, una comunidad que comparte y se compromete. Es una comunidad que anuncia por todos los medios posibles, una comunidad que celebra su fe con creatividad, una comunidad que comparte tiempos, espacios, esfuerzos, bienes, experiencias que nos ayudan y han ayudado en todos estos años a crecer. ¡GRACIAS POR VUESTRO ESFUERZO! Ahí están las celebraciones renovadas y vivas, ahí la cantidad que personas comprometidas con Cáritas y Manos Unidas, sin olvidar la gran labor realizada por las hermanas de la Caridad y el grupo de las Conferencias de San Vicente, intentando estar junto a los más pobres.
Son muchos años de experiencias para resumir en estas páginas, Pascuas, fiestas, celebraciones, campamentos, acampadas, convivencias, etc. Hemos compartido mucho y desde esta alegría de la fe, recordar a los que no están, muchos, pero nos acordamos especialmente de Marce y de nuestra Maite, y con ellos todos los que están junto al Padre en su Pascua florida.
Así, paso a paso, han pasado cincuenta años, entre el anuncio y el compartir. Nos han anunciado la palabra de Dios, porque conocen las Escrituras. Nos han transmitido amor una vida cristiana al servicio de todos, porque han vivido con intensidad y viven lo que creen. Siempre están dispuestos a escuchar, sin horarios, sin horas de consulta. Conocen a cada uno por su nombre, con sus cosas buenas y debilidades. Dispuestos siempre a implicarse, a complicarse la vida, por todos y con una vida sencilla. También son sacerdotes con hondura y profundidad, siempre actualizados a la realidad cotidiana de este mundo complejo y globalizado. Qué se hacen preguntas y nos hace interrogar, sobre Dios y sobre el mundo. Con ellos tenemos y hemos tenido un pedacito de ese Dios encarnado. OS QUEREMOS. SIN MAS. UN BESO MUY FUERTE.
Queriamos recordar también, que mañana día 14 de abril, también son las Bodas de Oro como sacerdote de D. Argimiro García Sánchez, compañero de nuestros sacerdotes y que se ordenó el mismo día. Nos ha acompañado en los grupos de de Biblia, Viajes a Tierra Santa y Rutas de San Pablo. Un abrazo Argimiro y ¡FELIZ DÍA!.
Por todo, la comunidad ha preparado una fiesta este domingo a las 11:30h. y una eucaristía a las 13 h. Están todos invitados.
Juan Antonio Mateos Pérez

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