jueves, 25 de abril de 2013

DECIMA PINCELADA; GIOTTO

PINCELADAS”

Nines Moreno Plaza

 DECIMA PINCELADA; GIOTTO. Finalizamos con el ciclo de frescos en la capilla de los escrovegni , considerada una de las cumbres del arte renacentista.
Analizando las características más significativas de su obra sobre los frescos que hemos visto, tomando como base uno de los frescos más conmovedores sobre Cristo muerto del ciclo de la Pascua y Resurrección de Cristo. La
escena que sigue a la Subida al Calvario y a la Crucifixión ocupa, casi el centro de la pared izquierda,el tercer recuadro una posición que lo hace muy visible y sin duda causaría un gran impacto en el público. Los dos rostros juntos de Cristo y su madre, rígido uno por la muerte y otro por el dolor, alcanzan un patetismo de fuerte emotividad. Las mujeres pías les hacen eco y todos los presentes expresan su dolor de modos diversos, como en una sacra representación. El diálogo silencioso entre la muerte y la vida es subrayado por el paisaje oscuro, una árida roca con un arbolillo seco. En el cielo azul, una multitud de ángeles volando se lanzan acrobáticamente, expresando un dolor muy humano, cada uno a su manera, llorando, arrancándose el pelo, cubriéndose el rostro. Las figuras de los dolientes rodean el cuerpo de Cristo, tendido entre las mujeres como en una especie de lecho fúnebre, creando una especie de coro, con sutiles correspondencias gestuales. La Magdalena con sus largos cabellos sueltos, sentada en el suelo, sostiene con afecto los pies de Cristo.
La escena ha abandonado ya toda la rigidez bizantina para bajar al mundo humano, de los sentimientos y las emociones, imponiéndose como un modelo para toda la pintura del siglo XIV.
La aportación principal de Giotto a la Historia de la pintura, tal vez sea la de superar, la representación plana de los objetos para lograr la tercera dimensión, es decir crear una ilusión de volumen veraz. Los colores delicados y luminosos de mantos y vestidos destacan los volúmenes, pintados a base de veladuras finas y transparentes, ricas en esfumados. La profundidad le interesa pero en los planos inmediatos al espectador, no en los fondos, en esta escena crea una sensación de verdadera profundidad al utilizar simultáneamente los siguientes recursos ejemplo, las espaldas de los personajes del primer plano crean un vacío. que sirve para que el espectador pueda ver con distancia la escena principal. La Virgen María abraza compugida el cadáver de su hijo para besarle, su corazón está roto.
La escena principal no está necesariamente en el centro, en este caso está desplazado en el lateral izquierdo. Pese a romper la regla de la simetría como elementos de equilibrio, todas las miradas confluyen en los rostros de Cristo y su Madre. Las figuras bulto del primer plano sirven para que nuestra atención no se detenga en ellas y resbalen por su espalda hacía el foco temático que está en el segundo plano. La diagonal creada por la ladera de la montaña también nos está señalando el motivo principal. El fondo es como un telón teatral de arquitectura y paisaje casi abstracto donde ubicar sus figuras que es lo que realmente le interesa. Aún así no se puede decir que desprecie la ubicación espacial. El cielo azul supone un avance sobre los fondos dorados bizantinos. Las rocas descarnadas y el árbol solitario y desnudo intensifica el dramatismo y el dolor de los personajes.

No hay jerarquía de tamaño, el personaje de Cristo es proporcional al resto de las figuras. El único elemento distinto de su importancia es el halo, que por otra parte también tiene el resto de las figuras considerados santos. Este elemento arcaico es una licencia que se permite Giotto para aclarar aún más la escena.
Continuará…


No hay comentarios:

Publicar un comentario