martes, 16 de abril de 2013

NOVENA PINCELADA: GIOTTO

NOVENA PINCELADA: GIOTTO


Nines Moreno Plaza
Retomamos las pinceladas, tras un periodo de vacaciones.
Recordar algunos apuntes antes de seguir con el programa de la capilla de arena o de los Scrovegni en Padua.

Este pintor Giotto fue extremadamente innovador representó a la figura humana con líneas amplias y redondeadas en perspectiva y abandonó la figura plana y bidimensional de los estilos góticos y bizantinos, lo dotó de volumen. Su manera de representar el espacio de manera realista supone un paso adelante en la historia de la pintura y hace que se le considere como a uno de los primeros artistas que contribuyeron a la creación del Renacimiento italiano.Continuamos con estos bellísimos fresco de la capilla de Scrovegni o capilla de arena por estar construida sobre las ruinas de una arena o anfiteatro. En esta pintura vemos la adoración de los reyes. El pintor plasma en esta escena el relato tradicional de los tres Reyes Magos que llegan de Oriente, guiados por una estrella. Pero si se observan con atención los rostros y actitudes, se percibe un dialogo sutil entre los presentes. Los Magos están de rodillas ante el niño y conversan con la Virgen están en actitud reverente hablando y escuchando, los Reyes abren los cofres y ofrecen sus regalos. Al final, con evidente devoción, besan los pies al niño.
Giotto da vida a la escena, le imprime movimiento y carácter añadiendo detalles preciosistas y pintorescos, que debía intrigar, divertir y encantar al espectador; los dos camellos de la izquierda por ejmplo, la choza formada por una estructura de madera “moderna”, los trajes de color pastel,ribeteados en oro, que en el ángel de la derecha siguen la moda de principios del siglo XIV, con las mangas ajustadas a la muñeca y ancha en el codo.

LA HUIDA A EGIPTO. Es una de las escena más famosa del ciclo de Padua recogida toda ella dentro de la pirámide forma-da por la roca en el centro del paisaje, toma del relato el momento central de la fuga. La pintura magistralmente construida, casi esculpida con bloques de color de contornos cortantes, está muy cuidada en los detalles. Por ejemplo son finos como miniaturas los árboles, descritos con todas las hojas, la decoración del vestido del niño, que María lleva atado con un pañuelo, y los objetos comunes, como la cesta de paja de san José, los calzados y la cantimplora del muchacho, pequeños trozos de naturaleza, y el bellísimo ángel que había aconsejado a José en sueños.



LA MATANZA DE LOS INOCENTES
Esta escena es una de las más dramáticas. La evidente desproporción de los cuerpos de los niños con respecto a los adultos tiene el fin de destacarlos y hacer de ellos los protagonistas. El cruento episodio tiene lugar ante dos arquitecturas góticas; la octogonal recuerda al baptisterio florentino. Los dos grupos, a un lado las mujeres que gritan de dolor, con las mejillas regadas por las lagrimas, al otro algunos hombres trastornados por el horror, son unidos por dos tétricos verdugos, en tono lívidos y oscuros. La unidad viene dada por la totalidad del desfile de personajes, que reúnen a su vez las dos arquitecturas, colocadas en planos distintos para mostrar en ligera perspectiva la galería desde la que Herodes domina la escena. El uso, ya dinámico, del espacio, que precede en cierto modo a las experiencias cuatrocentistas de Alberti y Brunelleschi, es perceptible en el montón de cuerpos de niños, que parece desmoronarse desde el marco del recuadro.

Continuará…

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