ORAD
CON EL CORAZÓN (IV)
Rosa Antón Franco
Queridos
compañeros de la Escuela de Teología. Hoy interrumpo las oraciones
matutinas del Padre Slavko para transcribiros la oración al Espíritu
Santo que él recomienda hacer todos los días. No dice, quizás,
nada distinto a lo que hayamos escuchado en otras oraciones
invocatorias del Espíritu Santo, pero lo cierto es que las palabras
que utiliza son más cercanas a nosotros, a nuestro momento de vida y
resulta más fácil decirlas. La foto que va en este escrito es una
composición en la que se ve al Padre Slavko, la cruz blanca de la
izquierda es la del Monte Krizevac, en el centro el Santuario de
noche y a la derecha la cruz situada en el camino del monte de las
apariciones.
“María,
gracias por haberme invitado a invocar al Espíritu Santo. Por El
concebiste a Tu Hijo Jesús; por Él aprendiste a meditar la Palabra
de Dios, permaneciendo fiel a Ella hasta el final.
“Queridos
hijos, esta tarde quiero decirles que durante los días de esta
novena pidan la efusión del Espíritu Santo sobre sus familias y su
parroquia. Oren y no se arrepentirán. Dios les concederá Sus dones
con los que lo glorificarán hasta el fin de su vida terrena. Gracias
por haber respondido a mi llamada” (2 de junio de 1984, Novena de
Pentecostés).
Oh
Espíritu Santo, oro a Ti con María que me ha invitado a invocarte y
Te pido que vengas a mí y derrames sobre mí todos Tus dones.
Llena
mi vida con el don del amor, para que de ahora en adelante yo pueda
amar a Dios en Ti sobre todas las cosas y a mi prójimo como a mí
mismo.
Derrama
sobre mí el don de la sabiduría para que en todo momento, en
cualquier cosa que haga , piense sienta o decida esté siempre
dispuesto a actuar bajo Tu luz.
Oh
Espíritu de consejo, desciende sobre mí, para que por medio del
conocimiento y de palabras de amor, sea siempre capaz de ayudar a
todos aquellos que piden mi consejo. Que cada palabra mía sea luz
para otros.
Espíritu
de Jesús, concédeme el don de Tu fortaleza para que pueda soportar
toda prueba y haga siempre la voluntad del Padre, ¡especialmente en
los momentos difíciles! Espíritu de fortaleza, sostenme en mis
horas de fragilidad.
Oh
Espíritu de vida, desarrolla en mí la vida divina que ya me fue
dada por Ti en el seno de mi madre y en mi bautismo. Fuego divino,
inflama mi corazón con el fuego del amor, para que desaparezcan de
él el hielo del pecado y la oscuridad.
Espíritu
de sanación, cura en mí todo lo que está herido y haz crecer lo
que aún no ha crecido.
Desciende
sobre mí con toda Tu fuerza, para que siempre esté dispuesto a dar
gracias, aún por las c osas pequeñas. Ilumíname oh Espíritu
Santo, para que aprenda a agradecer las cruces y las dificultades.
María,
Tu eres la portadora del Espíritu Santo, gracias por invitarme a
orar al Espíritu de la verdad:
"Queridos
hijos, mañana or la noche oren para recibir el Espíritu de la
Verdad, en particular ustedes los de esta parroquia, porque tienen
necesidad del Espíritu de la Verdad para poder transmitir los
mensajes así como son, sin agregar ni quitar nada, tal como yo se
los doy. Oren para que el Espíritu Santo les infunda el espíritu de
oración para que oren más. Yo, su Madre, les digo que oran podo.
Gracias por haber respondido a mi llamada"" (9 de junio de
1984).
Oh
Espíritu de la verdad, ilumíname con Tu verdad, para que viva en
todo momento la verdad del amor, de la paz y de la justicia. Ayúdame
para que mi vida diaria, mis hechos y mis palabras proclamen la luz
de la Palabra Divina en toda su plenitud.
Espíritu
santo guía a nuestro Papa, a nuestros obispos, sacerdotes y a todos
aquellos que proclaman la palabra de Dios. Derrámate también sobre
la comunidad parroquial de Medjugorje, para que pueda estar dispuesta
a vivir los mensajes de Nuestra Señora y los transmita a todos.
Derrámate sobre Tus sacerdotes en el mundo entero. Derrámate sobre
los confesores y sobre los que se confiesan. Derrámate también
sobre todos aquellos que ya conocen y difunden en el mundo los
mensajes de la Santísima Virgen.
Espíritu
de oración, enséñanos a orar. Purifica nuestros corazones para que
nuestra oración sea siempre escuchada y para que siempre encontremos
tiempo para hacer oración. Espíritu Santo, ora en mí y hazme
exclamar:¡Abba Padre!". Concédeme la gracia de ORAR CON EL
CORAZÓN.
María,
hoy quiero aceptar Tu invitación y abrir mi corazón a la acción
del Espíritu Santo:
"Queridos
hijos, los invito de un modo especial a que en estos días abran sus
corazones al Espíritu Santo. En estos días el Espiritu Santo está
actuando especialmente a través de ustedes. Abran sus corazones y
entregen su vida a Jesús,, para que Él pueda actuar a través de
sus corazones y los pueda fortalecer en la fe. Gracias porque han
respondido a mi llamada" (23 de mayo de 1985)
Espíritu
Santo, aparta de mi toda carga, para que mi corazón pueda ser como
una flor que crece y se desarrolla, produciendo fruto abundante.
María, que el Espíritu Santo comience y prosiga en mi interior la
tarea que comenzó en Ti, para que a través de Su acción amorosa el
Verbo Divino crezca en mi corazón.
¡Oh
Espíritu Santo, por medio de María, yo Te escojo en este día como
el Amo de todo mi seer! Lleno de confianza de de esperenza en Tu amor
infinito, el cual se manifestó de manera tan admirable en la Virgen
María, hoy me decido por Ti y por Tus dones. Renuncio a cualquier
espíritu del mal y a su acción y Te acepto a Ti, Espíritu de luz,
de amor, de paz, y de orden. Ten consagro todas mis facultades y
deseo actuar siempre al amparo e Tu luz. Te entrego todos los
derechos sobre mi vida. ¡Protégeme y guíame hacia el Padre! Oro a
Ti con María, en nombre de Jesucristo. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario