Juan Antonio Mateos Pérez
Pablo desembarca en el año
50 en Neápolis en su segundo viaje, procedente de la isla de Samotracia,
rodeando la isla de Tasos, con suerte cuatro o cinco días. Es uno de los
principales puertos de Macedonia, su dársena y sus muelles se refugian bajo un
promontorio rocoso, en cuya cumbre se levantaba en esplendoroso templo del
siglo V a. de C. dedicado al culto de Atenea Parthemos. Sobre él el sultán
Mehmet Alí, construirá en el siglo XVIII d. de C. el Imaret, un convento con
apariencia de castillo fortificado.
Era una ciudad entre montañas con numerosas viñas, olivos y palmeras,
cultivos típicos de la agricultura mediterránea. Con el tiempo la ciudad
cambiará de nombre, pasando a denominarse Kavala, haciendo referencia a la
estación de postas (caballos) que estaba en el camino a Constantinopla; o bien
a la Cábala judía, por la existencia de una importante comunidad judía en la
Edad Media. La antigua ciudad no ha cambiado, pero pocos (o ninguno) restos
arqueológicos, ninguna inscripción que nos recuerde el paso de Pablo por la ciudad. De aquí por la vía
Ignatia directo hasta Filipos, de alguna manera Neópolis era el puerto de la
importante ciudad de esta importante ciudad, ya que apenas la separaban 15 a 20
kilómetros. Que no se quedara en
Neápolis, sino que siguiese derecho a Filipos, se debió probablemente a la
ausencia de una comunidad judía en ella, porque su costumbre era comenzar su
labor en una región nueva primero entre los judíos antes de ir a los gentiles.
En el siglo VI, el emperador Justiniano, con el fin de protegerla de las invasiones bárbaras. En esta época fue llamada Christoupolis (Χριστούπολις, "ciudad de Cristo"). En toda la Edad Media la ciudad, experimentó un importante crecimiento económico, ya que se encontraba en una de las más importantes vías de comunicación entre Tesalónica y Constantinopla. El ataque de los Normandos y el posterior intento de los Catalanes de tomar la ciudad, el emperador Andrónico III Paleólogo una nueva muralla, que defendiera la ciudad. En la ciudad debió existir varias basílicas, se ha encontrado alguna debajo de una antigua mezquita musulmana, que debió servir también de cementerio.
La ciudad fue conquistada por los Turcos en 1387, formando parte del
Imperio Otomana hasta 1916. En el año 1391, se destruyó por completo, como
indican las crónicas recogidas en el monte Athos. Será Ibrahim Pasha , gran
visir de Solimán el Magnífico, quien en el siglo XVI renueve y contribuya a la
prosperidad de la ciudad, ampliando la fortaleza bizantina y construyendo un
acueducto.
En 1912, en las guerras de los Balcanes pasará a formar parte de
Bulgaria, pero será ocupada por Gracia en 1913. Después de la guerra entre
Grecia y Turquía, entre 1919 y 1922 se producirá un importante crecimiento de
la ciudad, debido a la llegada de miles refugiados, es el momento que tendrá un
importante crecimiento industrial y agrícola, relacionado con el almacenamiento
y procesamiento del tabaco.
Hoy es la segunda ciudad en importancia de Macedonia después de
Tesalónica, situada al pie del monte Símbolo, en la bahía de Kavala, frente a
ella se ubica la isla de Tasos. Su población alcanza unos 65000 habitantes, con
un clima mediterráneo con precipitaciones muy escasas, sobre 460 mm anuales. La
temperatura máximas en el mes de julio son de unos 30 ºC. Es un importante
centro turístico, con playas de primera calidad.
Como monumentos destacan: El viejo acueducto, el castillo de Kavala, el
Imaret (edificio musulmán, hoy hotel de lujo), la casa de Mehmet Ali, el
Ayuntamiento, y sobre todo el museo arqueológico de Kavala. Este último es
considerado el museo más importante de Macedonia oriental, incluyendo en sus
colecciones los hallazgos realizados en las excavaciones de Neápolis, Anfípolis y Tasos.
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