Juan Antonio Mateos Pérez
Después
de este pequeño descanso sobre Pablo queremos seguir con esa ruta
imaginada. No es sólo la propia ruta que siguió el Apóstol de los
gentiles, sino da de un peregrino del siglo XXI que se acerca Grecia
que quiere desvelar la cultura y el arte de nuestra propia Historia,
que ha caminado entre Atenas y Jerusalén.
Está
situada al nordeste de Tesalónica, siendo la capital del antiguo
reino de Macedonia en la época de máximo esplendor. Arquelao
abandona la ciudad de Vergina en el 399, para construirse un palacio,
al oeste del río Axio, así nació la ciudad de Pella. Llegó al
trono después de varios magnicidios, fue considerado por Platón un
cruel tirano. Su mérito principal fue divulgar en su reino la
cultura griega y hacer del griego el medio de expresión de la
nobleza, además supo atraerse a la corte al gran Eurípides y
Agatón, al músico Timoteo de Mileto y al pintor Zeuxis, que decoró
su palacio en Pella.
En
la ciudad nació Filipo II y su hijo Alejandro Magno y allí estuvo
Aristóteles durante su infancia, ya que su padre era médico del rey
Amintas (padre de Filipo). Pero volverá como tutor de Alejandro
Magno, permaneciendo en la corte durante 7 años.
Además
del palacio de la corte en Pella existían importantes edificios,
como el Sinedrion el Consejo de Macedonia, el Bouleuterión donde se
reunía la boulé o consejo político, y el Tesoro del reino donde se
acuñaba la moneda (Botteaton). Existían también importantes
santuarios como el de Heracles, el de Démeter Tesmófora, el de
Afrodita Cibeles, madre de los dioses que ocupaba la parte norte del
ágora y el santuario de Darron, un dios guerrero local. También
parece que existía el culto a Atenea, representada no sólo con el
gorgoneion, la cabeza de la gorgona Medusa, sino también con un
casco con tres cuernos de toro, era la protectora del ejército.
También el culto a Dionisio y al dios pan.
Con
la llegada de Roma, se reorganiza toda Macedonia, como ya hemos
comentado en otro lugar. Se divide la región en tres distritos o
méris, siendo Pella la capital de la tercera méris. Situada también
en la vía Egnatia, era una de las ciudades más importantes entre
Epidamnos y Tesalónica. La ciudad entró en declive a finales del
siglo I a. C., posiblemente un terremoto, disminuyó
significativamente su población, con lo que la ciudad dejó de ser
capital del distrito en favor de Tesalónica. Augusto instaló en
ella habitantes itálicos a quienes había confiscado sus tierras en
Italia para establecer en ella a sus veteranos de guerra, a pesar de
todo, la ciudad continuó en declive. Aunque posiblemente la ciudad
romana no estuviera asentada en el mismo terreno que la antigua
Pella. La ciudad fue destruida por los eslavos a finales del siglo
VI. En la época bizantina, el lugar fue ocupado por una fortaleza,
pasando a denominarse Jenizzar.
La
ciudad tenía un plano hipodámico u ortogonal, con una serie de
calles rectilíneas que se cortaban en ángulos de 90º, como en
otras ciudades griegas, que después toman prestado las ciudades
romanas. Las casas se organizaban alrededor de un patio con
peristilo, provistas de una columnata jónica o dórica, alrededor de
las cuales se abrían las habitaciones. Las casas más acomodadas
tenían grandes habitaciones decorados con imponentes mosaicos, como
el de Dionisios sobre una pantera, o la caza del León. Hoy estos se
conservan en los restos que nos han quedado de la ciudad de Pella,
así como en el museo arqueológico.
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