miércoles, 25 de septiembre de 2013

La Posada del Silencio nº 8, curso V

La posada del silencio

El texto de hoy

La posada del silencio

Sopló aliento…

En la inspiración dejad que suavemente Dios nos llene de su vida, y en cada expiración dejad toda vuestra vida en el Señor. Como que vuelve y retorna y se abandona a Dios; igual que se retira el mar de la playa y vuelve a sí mismo.

La respiración es un nacer y un morir en las manos de Dios.

Cada respiración es una manera de vivir, es una manera de ser, es un existir.

No nos damos la respiración, nos la da Dios. A nosotros se nos pide vigilancia, lucidez para recibirla. Encontrad una buena base en esta tierra en que hemos de vivir; pero la cabeza en el cielo.

Somos de la tierra pero somos también del cielo. Nuestro corazón tiende hacia el cielo, y el cielo desciende hacia nosotros. El cielo viene en nuestra búsqueda, nos busca siempre. Cada vez que respiramos es el soplo de Dios el que nos viene a buscar.

El cielo y la tierra se besan en nuestro corazón. Dios se abraza a nosotros en cada respiración. Así el silencio es presencia ante esta vida que se nos da. La vida entera es Presencia, es aliento.






Abierto el plazo de inscripción para los cursos de formación y postgrado en la Escuela de Teología de San Esteban
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La Escuela de Teología “San Esteban” ha abierto el plazo de inscripción para los cursos de formación y postgrado que se impartirán a lo largo del curso académico 2013-2014. La Escuela de Teología viene ofreciendo desde 1977 su servicio doctrinal a cuantos se interesan por una formación seria o buscan un mayor compromiso de su fe. Los cursos pueden realizarse también por asignaturas sueltas. Los alumnos pueden ser oficiales u oyentes. Las clases comenzarán el próximo 2 de octubre, los martes y miércoles de 19.30 a 21.20 horas.

Este año se impartirá el tercer curso de formación de la Escuela que contempla las siguientes asignaturas: Sacramentos de iniciación e Historia del Cristianismo (II), a cargo del prof. Gregorio Celada; Penitencia, Unción, Matrimonio y Orden Sacerdotal, por el prof. Miguel Á. del Río; El Pueblo de Dios, por el prof. Manuel Á. Martínez; Pensamiento paulino, por el prof. Juan Huarte y Ética social y cristiana, por el prof. Ángel Romo.
Respecto al curso de postgrado contempla las asignaturas: La política actual desde la teología; Historia de la Espiritualidad bíblica; Teología de la creación, Teología y ecología; Bioética y Apocalipsis, que serán impartidas por el profesorado: Juan Manuel Almarza, Julián de Cos, Juan José de León, Ángel Romo y Rafael González.

En la programación para el nuevo curso académico se encuentra también un curso breve de 10 horas de duración que se celebrará los días 24-28 de febrero de 2014 a cargo del profesor Jesús Espeja, y lleva por título: “Aproximación a la teología de la liberación”.

Información: 923 261 979





CONVERSACIONES DE SAN ESTEBAN
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DEL 5 DE NOVIEMBRE AL 11 DE FEBRERO



Fr. Villacorta recibe la Medalla de Plata al mérito social penitenciario

Fr. Francisco Villacorta Herrero, fraile del Convento San Pablo y San Gregorio, de Valladolid, ha recibido la “medalla de plata al mérito social penitenciario” de manos del Ministro del Interior.

25 de septiembre de 2013

El acto tuvo lugar en el Ministerio de Sanidad, el día 24 de septiembre. Esta medalla viene a reconocer la labor que Fr. Francisco Villacorta ha venido realizando durante más de 30 años atendiendo a internos de las prisiones de Villanubla (Valladolid) y La Moraleja (Dueñas-Palencia). Con su sola iniciativa, y sin contar con apoyos oficiales, él ha atendido de forma gratuita las necesidades de muchos internos, en su mayoría extranjeros, que pasan años en estos centros penitenciarios. Su labor, apoyada por su convento y algunos amigos y bienhechores, ha sido para muchos de estos internos un apoyo a sus situaciones de desarraigo y precariedad. Esta medalla viene a certificar que, por una vez, la labor callada de una persona ha encontrado eco en las altas esferas donde, normalmente, solo tienen cabida los que van acompañados de elementos llamativos por otros motivos y ajenos a su labor. Enhorabuena a él y a los que con él, de forma discreta, llevan a cabo esta meritoria labor.


 

Descubriendo las rutas de Bernardo

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Bernardo Cuesta fue una de esas personas en las que palabras y hechos, pensamiento y acción, estuvieron indisolublemente unidos. No sólo fue un guía intelectual, sino también un maestro de vida, alguien que abrió caminos, señaló a través de su pensamiento y su acción, rutas por las que vale la pena seguir caminando.

20 de septiembre de 2013

Éste es el hilo conductor de la publicación: descubrir las sendas de pensamiento y de acción que él siguió de manera lúcida y coherente. Mostrar que su modo de entender la Iglesia -que siempre consideró su hogar-, el mundo en el que vivió, la Orden a la que amó y mostrar también que su modo de implicarse en ellas y de responder a los problemas y desafíos que dentro de ellas se plantean, siguen siendo válidos y marcan rutas a seguir.
A partir de estos objetivos está estructurado el libro, que tiene tres partes: La primera parte, Semblanza, recoge la excelente síntesis biográfica que Juan Huarte, amigo y compañero, publicó en la revista Ciencia Tomista. Es muy completa y resume perfectamente la trayectoria vital de Bernardo.
La segunda parte, Pensamiento de Bernardo, es la más amplia y recoge algunos textos de Bernardo que expresan su visión de la vida y de algunos problemas que le preocuparon mucho y a los que dedicó estudio y reflexión. Tiene cinco capítulos o apartados: Rutas para entender, vivir y ser Iglesia; Rutas de análisis y propuestas al mundo de hoy; Rutas para ser cristiano en un mundo globalizado y enfermo; Rutas hacia la paz y en favor de la vida; Rutas que recogen y hacen vida la tradición dominicana.
La tercera parte, Testimonios, muestran que las sendas que el abrió y siguió dejaron huellas en quienes le conocieron y animan a continuar por ellas o en la misma dirección. Estas voces o testimonios de quienes vivieron con él en la Comunidad de Babilafuente, de las gentes de los pueblos donde ejerció durante más de treinta años su actividad pastoral, de sus compañeros de fatigas en Acción Verapaz, de otros profesores… son el mejor respaldo de su trayectoria vital.
- Más información y materiales en la web de Acción Verapaz
- Adquirir en libro en la Editorial San Esteban



Los Derechos Humanos en su origen. La República Dominicana y Antón Montesinos

Libro impreso Autor: Manuel MACEIRAS
Colección: ALETHEIA
El 21 de diciembre de 1511 se produjo uno de los acontecimientos con mayor repercusión moral en la historia contemporánea. En la isla La Española (hoy República Dominicana), el dominico Fray Antón Montesinos pronunció un sermón el IV domingo de Adviento. En esa intervención denunciaba el abuso de algunos encomenderos españoles sobre las poblaciones indígenas. Y apelaba a su dignidad humana para exigir mejor trato. La presente obra conmemora este hecho reinterpretando y analizando estas doctrinas ético-políticas y su influencia hasta nuestros días. Sin duda esas doctrinas son el antecedente de los Derechos Humanos.


Precio: 16,00 €
Páginas: 314
Año: 2011
ISBN: 978-84-8260-254-7
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Tiempo de vendimia

Editado por

Sor Gemma Morató Sor Gemma Morató
VendimiaHace una temporada, demasiado larga, que ha llegado para los cristianos el tiempo de vendimia. Su sangre como la del fruto de la vid pisado en el lagar empapa la tierra. Es una tragedia que todos los hombres de buena voluntad desearíamos ver terminada para siempre. Desgraciadamente no es el caso. La prensa nos sobresalta con noticias de masacres. Estos últimos días en el Pakistán con un balance de 80 muertos y 140 heridos. Los cristianos salían de la iglesia y algunos de ellos se disponían a repartir comida para los necesitados. Todos gente pacífica niños y adultos que no hacían daño a nadie.
También han muerto, por supuesto, los dos terroristas. ¿Qué inducirá a estas personas a llevar la muerte a sus semejantes? Estar dispuesto a morir para matar, no creo que sea posible en un ser humano en su justo juicio. ¿Quién habrá sembrado tanto odio en estos hombres para cometer semejante crimen y encontrar la propia muerte?
Ser cristiano en algunos países exige mucho coraje. Solamente una fe profunda puede mantener su ánimo. Que no les falte nuestra oración. Texto: Hna. María Nuria Gaza.




RECONOCIMIENTOS AL “OBISPO DEL PISUERGA”

No es frecuente que la labor discreta de quien quiere ayudar a los necesitados, y esto hecho de forma una tanto silenciosa, encuentre un día el reconocimiento oficial, pero, a veces, ocurre. Es lo que le ha sucedido a Fr. Francisco Villacorta, miembro de nuestra comunidad de San Pablo y San Gregorio.
El día 23 de septiembre se desplazó hasta Madrid, acompañado de Paco Vega y esposa, -gracias a los dos- para ser recibido por el Ministro del Interior y recibir “la medalla de plata al mérito social penitenciario”, como reconocimiento a su humanitaria labor en las cárceles de Villanubla y Dueñas.
Y es que los “internos”, son una debilidad de Fr. Villacorta, a quien algunos de ellos le conceden el título episcopal, interpretando a su modo que es obispo de Pisuerga, por eso de firmar sus miles de cartas con su nombre seguido de un OP. Tal vez sea expresión de su deseo de encumbrarlo y reconocerle los favores de los que habitualmente se benefician.
Fr. Villacorta goza de una salud envidiable. Tiene 87 años y, en medio de sus preocupaciones, no es la última el atender a esos internos que están ansiosos de escucha y comprensión; también de ropa y de tarjetas telefónicas que les faciliten el contacto con sus familias. Es lo que él pretende conceder y aliviar. Desde esa preocupación, va alimentando sus días y sus noches; noches largas que le llevan a acortarlas madrugando para enterarse de noticias tempraneras que después transmite al resto de la comunidad, por aquello de que quizá no se hayan enterado.
No está mal que, por una vez, alguien amplíe la mirada del reconocimiento y sepa agradecer, –que de eso se trata- la labor callada de alguien que sueña con las prisiones y se deja impactar por lo que esos sueños le manifiestan.
El “Obispo del Pisuerga” dormirá esta noche como siempre, pero sobre sus sueños penderá una medalla de plata que le hablará de gratitud y reconocimiento. En un mundo, donde brilla el oropel de actuaciones bastantes improductivas, pero sonoras y bien subvenciones con el dinero de todos, el esfuerzo personal de quien actúa movido por la piedad y gratuitamente, es bueno que sea reconocido y premiado. Poco es, pero sí significativo, aunque solo sea con una simple medalla de plata que, por supuesto, es bienvenida porque simboliza el reconocimiento a la generosidad de un corazón que sabe estar cerca de quienes lo necesitan porque le quieren, o ¿le quieren porque le necesitan? Puede que las dos posibilidades estén en ese juego, pero lo que, ciertamente, no está en juego es su disponibilidad a ayudarles. ¡Enhorabuena, Paco!
Fr. Salus
Valladolid 23 de Septiembre de 2013

La velocidad del sueño

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El atril

Blog de: Fray Antonio Praena Segura, OP
martes, 24 de septiembre de 2013 

No suele sucederme muchas veces quedarme quieto y no querer pasar la página. Desear leer otro poema pero que no acabe el libro. Que perdure el sentimiento de armonía -una confluencia de claridad inteligente y paz cordial felizmente convocadas- y, a la vez, la necesidad de ir más hondo en el ilegítimo paso de conocer más del poeta, de pasar de lo que el escritor nos ofrece a la que es su persona.


No suele sucederme muchas veces, pero aún estoy inmerso en el asombro que “La velocidad del sueño”, el último libro de Juan Pablo Zapater, ha despertado en mí.

Estamos ante un libro de plena madurez vital y poética. Al final de estos 30 poemas descubrimos lo que más o menos acabamos reconociendo al final de nuestra vida: que todo lo que ha sido, en realidad no ha sido casi nada –incluidos nosotros mismos-; que la vida ha pasado como un sueño y que cuanto en ella hemos ido persiguiendo ha sido inalcanzable y lo seguirá siendo -ahora que avistamos la meta- porque, en realidad, todo en esta vida-sueño corre y huye a la velocidad del mismo sueño:

Y entonces te das cuenta
de que no existió el bosque, ni esa extraña
silbada melodía, ni aquel ciervo que nunca
corriendo alcanzarás, pues huye y huye
con la velocidad del sueño.



Juan Pablo Zapater tiende ante nuestros ojos poemas limpios y sin arruga en los que nada sobra ni falta, poemas largos de patronaje impoluto. No hay alarde innecesario más allá del alarde de invisibilizar la propia mano para dejarnos una sensación de sencillez que tiene, en realidad -cómo no- muchas horas de oficio tras de sí. Hacer fácil lo difícil y hacer aflorar en nuestra piel las cosas más profundas: el paso del tiempo, la pérdida del hijo, el carácter irremediable de algunos de nuestros actos, el valor infinito que late en el don de las cosas más cercanas, la contemplación de cuanto nos rodea con mirada futura, aquella que un día, destruido, recordará este mundo como el paraíso que es sin que en el presente hayamos reparado en ello.

“La velocidad del sueño” es uno de los libros que más admiración me han despertado en los últimos años. Ya está, ya lo he dicho. Y lo recomiendo a paganos y creyentes, sesudos y sencillos, poetas y desertores.


MILAGROS COTIDIANOS

Amanecer envueltos de otro mundo
en el santo sudario de los sueños.


Caminar sobre el agua de los días
sin hundir nuestros pies en la tristeza.


Echar con fe la red al mar oscuro
y capturar la luz que allí se esconde.


Multiplicar el aire y repartirnos
una hogaza de sol cada mañana.


Imponer una mano en nuestra sombra
para así acariciar su imagen pura.


Devolver la mirada al niño ciego
que nos guarda la flor de la conciencia.


Ungir el corazón con el aceite
que sana las heridas más profundas.


Vencer la tentación aunque sepamos
que el ángel y el diablo son amantes.


Oír al mudo amor y ver el tiempo
que baila sin pareja a nuestro lado.


levantarnos y andar hacia la vida
cuando nos dan por muertos.


Anochecer creyendo en quienes somos
sin apenas habernos conocido.



 Juan Pablo Zapater, La velocidad del sueño. Renacimiento, Sevilla 2012.


Cuarto Modo de Orar

Todo este movimiento de descender y ascender de Domingo ante el crucificado, es dar gloria al Padre

Cuarto Modo de Orar
Este modo de orar muestra cómo Santo Domingo se arrodilla y se levanta varias veces rezando en voz alta. ¿Por qué arrodillarnos a la hora de orar? Es una actitud de súplica y de intercesión. No solo habla el espíritu, también el cuerpo; es aquello que escribe San Pablo a los cristianos de Filipos de que ante el nombre de Jesús “toda rodilla se doble, en el cielo, en la tierra, en el abismo” (Fil 2,10). Este gesto de Santo Domingo tiene el significado de homenaje en la adoración. Todo este movimiento de descender y ascender de Domingo ante el crucificado, es dar gloria al Padre. Pero tenemos que dejar algo claro; Domingo no adora a la cruz, no puede hacer eso. La cruz es un patíbulo y sigue siéndolo para muchos. En la cruz hay que poner un nombre, una persona, una historia real, un Hijo que es lo que le da sentido, y por ende también lo tiene el gesto. En la cruz se resuelve toda una historia de amor del Creador hacia la humanidad. Esta historia la realiza Jesús, el crucificado, que por fidelidad con la humanidad es glorificado y por ello bien merece esto, siguiendo el ejemplo de Santo Domingo, nuestra genuflexión.

El fruto de este modo de oración puede ser la esperanza y la confianza en la misericordia de Dios. Es un acto de devoción en un estado de estupor contemplativo. Para Santo Tomás de Aquino la devoción “es la prontitud en el servicio de Dios”. Santo Domingo poseía viveza y pasión en el seguimiento de Cristo y la predicación del evangelio. Sabía que el seguimiento a Cristo lleva a reflexionar sobre las exigencias, los riesgos y las fuerzas con que cuenta para llevar a cabo su cometido. Sabe que es necesaria la meditación, el debate, la reflexión. Si esto no se da, el proyecto de vida quedará inacabado.
Santo Domingo comprendió que el seguimiento de Jesús trae consigo otra manera de ver la vida desde la libertad y la generosidad, porque comprendió que el fin de la vida es que seamos constructores de una humanidad en la que predomine un nosotros muy amplio, con vistas a un camino común hacia el sentido y la felicidad; y así como lo vivió, se lo transmitió a sus frailes.
(Dibujos de Fr. Félix Hernández OP)

Dialogos en la vida.- Domingo, maestro de oración



 Fr. Ángel Luis Fariña Pérez
 Real Convento de Predicadores, Valencia



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