La posada del silencio
El texto de hoy
De mañana te expongo mi causa y me quedo aguardando
En silencio.Dios no necesita de esas palabras nuestras, pero uno necesita decirlo, pues bien.
No hay clamor más intenso de aquel que queda en silencio.
Es un clamor por lo divino. Es un clamor inefable.
Tan intenso es el clamor, que no cabe en un grito.
Orar no es sólo pedir, sino permitir que Él te pueda pedir. Hacerte disponible. Hacerte disponible en el silencio.
“De mañana te expongo mi causa y me quedo aguardando”.
Dios no necesita de esas palabras nuestras, pero uno necesita decirlo, pues bien.
No hay clamor más intenso de aquel que queda en silencio.
Es un clamor por lo divino. Es un clamor inefable.
Tan intenso es el clamor, que no cabe en un grito.
Orar no es sólo pedir, sino permitir que Él te pueda pedir. Hacerte disponible.
Hacerte disponible en el silencio.
“De mañana te expongo mi causa y me quedo aguardando”.
Emergencia en Mozambique
El fuerte temporal que azotó el sudeste
africano las últimas semanas de enero ha provocado graves inundaciones
en Mozambique y Malawi donde unas 200 personas han fallecido y 800.000
se han visto damnificadas por la catástrofe.
Las lluvias han superado el 150% de los
valores normales. En Zambezia, la provincia de Mozambique más afectada
por las inundaciones, el 70% de los caminos son inaccesibles. Mafalda,
misionera dominica en esta provincia, nos informa de la situación y nos
pide ayuda.
La
experiencia nos dice que lo que no sale en los medios de comunicación
no existe. Es lo que ha ocurrido con las inundaciones que recientemente
han afectado a Mozambique. Como en este país hay presencia de
Congregaciones de dominicas españolas, desde allí nos ha llegado a
través de las Misioneras Dominicas del Rosario una llamada a la
solidaridad, pues los datos que ofrece sobre la situación muestran que
estamos ante un verdadero drama y una situación de en emergencia. Por
eso, desde Acción Verapaz nos hacemos eco de esta llamada y la queremos
difundir, ofreciendo, además un cauce de participación para quienes
quieran responder a esta llamada.
HAZ UN DONATIVO - ¡MOZAMBIQUE TE NECESITA!
Al conocer bien a quienes nos hacen la
llamada y confiar en su capacidad para hacer el uso adecuado de la ayuda
en favor de los afectados, podéis hacer vuestros ingresos en esta
cuenta:
ES92 0075 0001 87 0606358033En el ingreso basta que indiques: 'Para Mozambique'
¡MUCHAS GRACIAS!
DESDE MI BALCÓN VEO…
16 de febrero 0 comentarios
Llegamos
a Madrid desde Jaén para reunirnos con todos en un nuevo encuentro
misionero de Selvas Amazónicas. Ni el cansancio del viaje ni el frío de
la villa fueron suficientes para evitar sentir el calor y el cariño de
todos los que ya se encontraban allí. Casi a la par de los abrazos,
besos y “¿qué tal estáis?” comenzábamos el encuentro con un momento
oración.
“¿Qué ves desde tu balcón?” Esta
inocente pregunta fue la que dio apertura a la parte reflexiva y
formativa del encuentro. En ella me voy a centrar, junto con “la lectura
cristiana de la realidad”; aunque hubo más cosas en el encuentro como
la charla sobre “Afectividad y Misión” que nos dio Ana Cantizano
(psicóloga) y el video-forum sobre la realidad de las mujeres en otros
países con cultura, costumbres y religión distintas.
“¿Que qué veo desde mi balcón?” Desde mi
balcón veo la Catedral de la Asunción de María -joya arquitectónica y
artística del Renacimiento de Andrés de Vandelvira-; el palacio
Episcopal; el palacio del Duque de Montemar -hoy Ayuntamiento-; el
campanario de la Basílica Menor de S. Ildefonso; parte del primitivo
convento de los Franciscanos -ahora Diputación-; el campanario de la
iglesia del convento de los Mercedarios -aunque ya no están ellos ahí-;
el castillo de Sta. Catalina de Alejandría y su cruz; toda la sierra de
Jaén y sus montes como Jabalcuz; veo… Pero, ¿seguro que es esto lo que
quieren que compartamos, una exposición de monumentos, paisajes,
escenarios…? Entonces, agaché mi cabeza pensando, como buscando más
interiormente qué veía desde mi privilegiado balcón y, como si el
movimiento físico descendente de mi cabeza hubiera animado a mirar más
dentro de mi mente y a mi corazón, vi lo que cotidianamente miramos pero
no vemos. Fue cuando entonces comencé a saber lo que veo desde mi
balcón: veo a los menores inmigrantes de África acogidos en un centro en
una placita más arriba; a los chicos y chicas de Proyecto Hombre que
llegan a su sede para estar un rato juntos; a personas haciendo cola
para recoger el ticket de CARITAS para ir a por comida, ropa u otras
cosas; a un hombre sentado en los soportales pidiendo algo para comer
-un hombre de Camerún que está sentado en el mismo sitio donde
anteriormente había otro (llamado Napoleón) con quien me sentaba junto
con mi padre a charlar con él y preguntarle por su familia, sus sueños,
sus motivos para venir a España y que un mal día fue deportado a su país
¡por no tener papeles! Hoy no me atrevo a preguntar “al nuevo” por su
nombre, porque no sé si mañana estará-. Eso es lo que también veo desde
mi balcón.
¿Desde
dónde miro? ¿Adónde miro? Y, consecuentemente, ¿qué veo? Ha quedado
patente que mi balcón tiene un lugar privilegiado, pero también ha
quedado claro que nosotros no somos un lugar, sino un estar. Mi balcón
no es el que me dice qué mirar, pero sí modifica el desde dónde mirar.
La realidad que veo a pie de calle es la misma que veo desde mi balcón,
mas desde la distancia y desde una posición de superioridad al elevarme
del suelo. Sin embargo, esa distancia no me convierte en una persona
distante; al contrario, me hace tomar conciencia de que en esa realidad
también vivo yo y, además, en parte soy responsable si no hago nada por
sentirla como propia. Obviamente, yo no soy africano, ni estoy acogido,
ni me pongo en cola, pero sí puedo sentir lo que ellos sienten si soy
capaz de leer y vivir esa realidad desde una experiencia cristiana y
dominicana, incluso filantrópica. La perspectiva desde la que vemos las
cosas nos ayuda o nos dificulta a ver qué es lo que realmente está
pasando. Además, saber desde dónde miramos el mundo nos hace tomar
consciencia de dónde estamos nosotros en él. La posición que tengamos,
tomemos o adoptemos va a ser determinante tanto para nuestro
acercamiento a los demás como para que ellos puedan acceder a nosotros.
La perspectiva puede ser apática. Ni
sientes ni padeces por la vida de los demás. Es una indolencia que
incapacita incluso para conectar consigo mismo. Es una corriente social
“mimeísta” -teoría del “yo, mi, me, conmigo”- y todo lo que sale de ahí
no existe o no nos interesa que exista. Desde esta postura desaparece
toda perspectiva porque castra todos nuestros sentidos y sentimientos.
No obstante, también existen las perspectivas de la simpatía y de la
empatía. La primera la podría identificar con la filantropía y la
segunda con el cristianismo. La simpatía, por propia definición, es
comunidad de bienes y en este mundo aún existen personas que se siente y
se saben en comunidad tanto con los demás seres humanos como con la
naturaleza. Desde esta perspectiva la persona actúa “en relación CON el
otro”; es un caminar conjuntamente. La filantropía nos hace bajar de
nuestro de balcón a la calle. Por otro lado, estaría la empatía, que yo
la identificaba con el cristianismo. Es un paso más. Esta perspectiva
nos posiciona en una “relación EN el otro”. Es decir, manteniendo las
identidades propias de cada individuo, somos capaces de vivir con las
mismas premisas y variables que el otro. De esta manera, somos capaces
de “EN-carnarnos” en su realidad y cultura. Nos hacemos semejantes y no
sentimos distancias, fronteras ni barreras. Ahora bien, esta empatía
cristiana tiene una dimensión que a nosotros, como Dominicos, nos tiene
que llevar más allá: a la compasión. La compasión dominicana no es
sentir lástima de los demás; al contrario, es ser débil con los débiles.
La compasión que nos enseñó y dejó como legado Nuestro Padre Santo
Domingo de Guzmán es ser débil con los debilitados y empobrecidos. Es
una perspectiva de la realidad que nos permite vivir una “relación EN el
otro” y que el otro tenga una “relación EN mí”. Un solo corazón y una
sola alma. Esta perspectiva de empatía cristiana dominicana hace que si
bien la filantropía me permitía bajar a la calle desde mi balcón, el
cristianismo hace que sienta también la calle como mi hogar y el ser
Dominico favorece que suba a mi balcón a los que están en la calle
gracias a la promoción de la persona, la defensa de su dignidad y
derechos humanos y sociales, la defensa de la vida…
Esto
se nos hubiese quedado en teoría si el domingo no hubiésemos ido a
celebrar la eucaristía a una iglesita en la Cañada Real de Madrid o si
Gloria no hubiera podido compartir sus experiencias como misionera en
Kirigueti (Perú). Nos bajamos de nuestro balcón en el centro de Madrid
para ir a una realidad enmudecida a tan sólo 10 kilómetros del centro de
la ciudad. Un lugar sin lugar. Ahí pudimos comprobar hasta qué punto la
dignidad del ser humano puede brillar por su ausencia. El problema no
es que no tengan casa, luz, agua, comida… todo eso es recuperable en
cinco minutos si se quisiera. El problema es que la mayoría de los que
allí intentan sobrevivir han perdido el mayor tesoro de la persona: la
dignidad. ¡Qué rápida se puede perder y cuánto tiempo cuesta
recuperarla! Por otro lado, Gloria nos contaba los problemas con la
contaminación del agua de los ríos, el abandono de las tierras fértiles,
la escasez de alimentos básicos, las necesidades de los pueblos
indígenas, las diferencias culturales… Gloria nos contó cómo
cotidianamente el misionero es un nuevo fray Antonio Montesinos, la voz
de los sin voz.
Como podéis ver, los encuentros de
Selvas Amazónicas no sólo nos preparan para ir a las misiones en
cualquier continente, sino que nos acompañan en nuestro proceso para ser
misioneros allí donde nos encontremos aunque sea mirando desde nuestro
balcón.
CELEBRACIÓN EUCARISTICA CON MOTIVO DE LA FESTIVIDAD DE SAN ALVARO DE CÓRDOBA
Hoy Domingo, 15 de Febrero, ha tenido lugar en el Santuario
de Santo Domingo de Scala Coeli la Eucaristía conmemorativa de la festividad,
el próximo día 19, de San Alvaro de Córdoba.
Recogemos a continuación las palabras pronunciadas por el P.
Mariano del Prado O.P., con las que ha dado la bienvenida a todos los
asistentes en nombre de la Comunidad del Santuario de Santo Domingo y de la
Hermandad del Stmo. Cristo y San Álvaro de Córdoba:
Un año más, San Álvaro nos convoca en torno al altar y ante
sus reliquias para venerarle, invocarle, pero, sobre todo, para imitarle en
nuestra vida.
Lo que vivió en este Santuario, que él fundó en 1423, sigue
vigente en la actualidad para cada uno de nosotros, aunque hayan pasado ya,
nada menos, que 585 años desde el día de su muerte, el 19 de Febrero.
Él hoy, igual que siempre, nos recuerda que aunque árduo
es el camino y costoso el esfuerzo para subir por la escalera hacia el cielo (scala coeli),
el esfuerzo y la constancia siempre son recompensados, más pronto o más tarde;
y que Dios siempre tiene presente a los que eligen aquellos valores que San
Álvaro vivió entre estos muros y en las calles y en las plazas de Córdoba: la
fe, el amor, la honradez, el respeto, la coherencia, la solidaridad, la
misericordia y la convivencia.
Este año va a
caracterizarse en el panorama nacional como el
año de las elecciones. Nosotros hoy tenemos la oportunidad, no solamente
de pensar que vamos a poder ejercer nuestro derecho de votar a nuestros
dirigentes,
sino, también, de pedirle a San Álvaro que nos ilumine
para saber elegir a los más capacitados y los más honestos para llevar a
buen
puerto nuestra sociedad y que reine en todo momento la justicia, la paz y
la
solidaridad, sobre todo con los más necesitados.
FESTIVIDAD SANTISIMO CRISTO DE LA BUENA MUERTE
ESCUELA DE TEOLOGÍA DE SAN ESTEBAN
Curso breve: "Una aproximación a la mística
teresiana".
El curso, de diez horas de duración, será impartido por el
carmelita descalzo Santiago Guerra Sancho, del 23 al 27 de febrero, de 19.00 a 21.00 horas, en el Convento de los Dominicos.
El precio del curso es de 50 €.
Inscripciones en el teléfono 923 261 979 y en el e-mail: facultad@fatse.org
Del 18 de febrero de 2015 al 19 de febrero de 2015
19:30 ¿Veraz o embustero? Huellas de sentido. La Nau. Universidad de Valencia.
¿Veraz o embustero?
¿Cuántos lenguajes nos expresan o recibimos? Gritos, gestos, palabras, poemas, narraciones, películas, fotos… No me atrevo a preguntar si son verdaderos: pero, ¿Son veraces? Aunque no correspondan a un dato objetivo y neutro ¿No comunican un sentido?
En este próximo encuentro abordamos: ¿Veraz o embustero?
18 Febrero 2015, 19:30 hrs.
Intervienen:
Carlos Marzal, Poeta
Anacleto Ferrer, filósofo
Segí Carbó, periodista
19 de Febrero, 2015, 19.30 hrs.
Se analizarán dos o tres secuencias significativas del cine clásico y algunas fotos emblemáticas. ¿Veraces o embusteras?
Nos acompañará
José Luis Barrera, comentarista cinematográfico
La Nau, Universitat de Vàlencia, Calle Universidad, 2
Información 963 51 77 50 / 963 51 08 64
Descargar Cartel y Díptico
BASÍLICA NUESTRA SEÑORA DE ATOCHA y PARROQUIA SANTO CRISTO DEL OLIVAR: VIAJE POR EL CAMINO DE SANTO DOMINGO en FRANCIA
CAMINO DE SANTO DOMINGO. Del 2 al 8 de Mayo
Con motivo de la celebración del Jubileo Dominicano
Del 2 al 8 de Mayo.Organizado por la Parroquia Santo Cristo del Olivar y Basílica Nuestra Señora de Atocha
Se visitará: Figueras, Carcassone, Mirepoix, Fanjeaux, Prouilhe, Toulouse, Nimes, Avignon. Gordes, Arlés, Camarga, Saint Maries de la Mer, Aigues-Mortes, Narbonne, Gerona.
Información e inscripciones:
María López
Tfno: 91 528 52 26
Móvil: 616 69 65 00
Las
fraternidades laicales dominicanas de la Provincia de España invitan a
todo aquella persona que quiera unirse a la visita a la Cueva de Santo
Domingo en Segovia, que se realizará el día 31 de Mayo.
En la visita se unirán los peregrinos de la Predicaminata 2015 y todas aquellas personas que viajen a Segovia este día.
El horario de dicha visita es el siguiente:
- 12:00: Misa en la Cueva de Santo Domingo
- 14:00: Comida de fraternidad.
- 17:00: Rezo de Vísperas con la comunidad de dominicas contemplativas del monasterio de Santo Domingo el Real.
En función de las plazas solicitadas se organizará transporte desde Madrid.
En la visita se unirán los peregrinos de la Predicaminata 2015 y todas aquellas personas que viajen a Segovia este día.
El horario de dicha visita es el siguiente:
- 12:00: Misa en la Cueva de Santo Domingo
- 14:00: Comida de fraternidad.
- 17:00: Rezo de Vísperas con la comunidad de dominicas contemplativas del monasterio de Santo Domingo el Real.
En función de las plazas solicitadas se organizará transporte desde Madrid.
Predicaminata
Conéctate, Convocatoria Encuentro feb ’15
El Movimiento Juvenil Dominicano de España organiza su segundo encuentro del curso del 20 al 22 de febrero de 2015.Bajo el lema CONÉCTATE trabajaremos la espiritualidad. Será una buena ocasión para juntarnos todos un fin de semana en la naturaleza, convivir, orar, reflexionar, reír y formarnos juntos.
El precio del fin de semana es de 45€.
LUGAR: c/Fernández Sola, 29. 28460 Los Molinos (Madrid)INSCRIPCIÓN:
Para inscribirse es necesario enviar un email a la dirección de correo: mjd.consejo@gmail.com con el asunto “INSCRIPCIÓN ENCUENTRO FEBRERO 2015” indicando los siguientes datos:
- NOMBRE
- APELLIDOS
- EDAD
- CIUDAD
- GRUPO AL QUE PERTENECE (si existe)
- ALERGIAS (en caso de haberlas).
AVISOS:
- Cada un@ llevará su cena del viernes.
El amor vive creciendo. Introducción a la vida y pensamiento de Juan González Arintero.Autor:Colección: ARIADNA nueva serie
Juan
González Arintero, dominico del convento de San Esteban de Salamanca,
es una de las figuras de la renovación espiritual en la España de
comienzos del siglo XX. Tras formarse en el ámbito de las Ciencias
Naturales y confrontarse teológicamente con la teoría de la evolución,
se consagró al estudio de la mística y la espiritualidad.
|
Evolución Mística.Autor: J. G. ARINTEROColección: BIBLIOTECA DE TEÓLOGOS ESPAÑOLES
|
Fr Thomas Gabriel Brogl fue elegido como provincial de
la Provincia de Alemania Sur y Austria
El Maestro
de la Orden confirmó la elección de Fray Thomas Gabriel Brogl como nuevo prior
provincial de la Provincia San Alberto Magno de Alemania Sur y Austria.
Fray Thomas
Gabriel nació en Donauwörth, Bavaria en 1977. Hizo su primera profesión
en el año 2004 y fue ordenado en 2008. Tras su ordenación adelantó estudios de
Teología de la Espiritualidad. Ha sido párroco en la iglesia de San Martín,
ubicada en el centro histórico de Friburgo en Brisgovia (Alemania).
Dentro de su
provincia, Fray Thomas Gabriel se ha desempeñado como Maestro de Estudiantes y
síndico del convento de Viena. También ha sido responsable de la promoción del
laicado dominicano dentro de su provincia.
(17 February
2015)
Leer el
artículo completo en Province of Southern Germany and
Austria
Se nos ha ido Pedro Meca, un amigo, un referente.
DEP
DEP
Argentina: Encuentro de Pastoral Educativa 2015
- Creado en Martes, 17 Febrero 2015 09:42
Las
Hermanas Dominicas Tucumanas realizaron, el pasado 13 de febrero, un
enriquecedor encuentro de Pastoral Educativa 2015. Compartimos su
testimonio:
Lo comenzamos con un espacio de oración,
y luego la Hna Lía contextualizó el trabajo del día desde la propuesta
del “El anuncio del Kerigma”, para esto la Hna Mariana Zossi, realizó en
el aporte bíblico, para la construcción de la cartografía común de
Educación en la fe”, a través del icono de los Discípulos de Emaús, como
Encuentro y Anuncio Kerigmático.
Donde nos situaba:
La predicación del misterio de Jesucristo conlleva un proceso intelectual, afectivo y existencial que requiere no solamente tiempo de estudio, sino momentos de encuentro y contemplación de ese mismo misterio. El texto de los discípulos de Emaús se presenta como un paradigma de este proceso, en el cual podemos descubrir las etapas que las primeras comunidades cristianas reconocieron como fundamentales para el anuncio de Jesucristo. Para esto presentó aquellos elementos que utilizó la comunidad lucana para estructurar paradigmáticamente la comprensión y predicación del Kerigma.
Luego tuvimos un espacio personal de reflexión a partir de los elementos brindados, y cerramos la mañana compartiendo juntos el camino que fuimos haciendo de adentramiento a la Palabra desde estos peregrinos de Emaús en donde dejamos arder nuestro corazón.
La predicación del misterio de Jesucristo conlleva un proceso intelectual, afectivo y existencial que requiere no solamente tiempo de estudio, sino momentos de encuentro y contemplación de ese mismo misterio. El texto de los discípulos de Emaús se presenta como un paradigma de este proceso, en el cual podemos descubrir las etapas que las primeras comunidades cristianas reconocieron como fundamentales para el anuncio de Jesucristo. Para esto presentó aquellos elementos que utilizó la comunidad lucana para estructurar paradigmáticamente la comprensión y predicación del Kerigma.
Luego tuvimos un espacio personal de reflexión a partir de los elementos brindados, y cerramos la mañana compartiendo juntos el camino que fuimos haciendo de adentramiento a la Palabra desde estos peregrinos de Emaús en donde dejamos arder nuestro corazón.
Fue muy enriquecedor el camino de luminosidad que juntos hemos realizado de reflexionar y compartir la Palabra de Dios.
La creación de este monasterio se remonta al año 1589, cuando María de Celis, abuela del Arzobispo de México y de dos provinciales de la orden de los dominicos del Perú, trató de fundar un monasterio de monjas dominicas en Lima, ya que no existía ninguno de esta orden en la capital del Virreinato. Así, doña María comunica su proyecto al Provincial de los Dominicos, el padre Domingo de Valderrama, quien delega el tema al Padre Procurador para que lo ejecute. Se inician los trámites para obtener las licencias necesarias, lo cual no fue tan complicado pues, tanto el papa Sixto V como del rey Felipe II, las otorgan sin mayor dificultad. Pero mientras se estudiaba cómo dar comienzo a la construcción del Monasterio, doña María de Celis muere y los trabajos se detienen por falta de presupuesto.
Pasaron los años y, en 1607, aparece la figura de Rosa de Lima, quien
interviene afirmando que, de ser monja, lo sería en el nuevo Monasterio
que pronto se ha de fundar. Pero Rosa no solo se conforma con anunciar
la fundación. Hizo todo lo que estuvo a su alcance para cumplir el
objetivo. Obtuvo, por ejemplo, parte del terreno para la construcción
del Convento y encarga, por medio de los frailes dominicos en Roma, una
imagen de Santa Catalina de Siena, la que hasta hoy se exhibe en el coro
del Monasterio, pues dijo: "es deseo del Señor, que la nueva casa de
oración se ponga bajo esta advocación”. Cuenta la leyenda que en una
oportunidad, en sus misiones de caridad, Rosa "se encuentra" con una
señora llamada Lucia Guerra de la Daga, de 30 años de edad, y con tres
hijos, en quien la Santa vio ser el instrumento elegido por Dios para la
fundación del nuevo Convento; y se lo anuncia. Sigue la tradición que, a
pesar de la resistencia de Doña Lucia para aceptar el mensaje que Rosa
le da de parte de Dios, pasan los años y de pronto se suscita en ella un
fuerte impulso para realizar esta obra. De esta manera, se tramitaron
nuevamente las licencias y, una vez conseguidas, cede por escritura
pública todos sus bienes para el servicio del nuevo Monasterio, y se
empieza la construcción.
Lo cierto es que la obra se culmina el año 1624 y se escogieron 33 jóvenes de las muchas que esperaban la apertura de este nuevo monasterio. Al mismo tiempo, el Arzobispo solicita al convento de la Concepción 5 religiosas y 2 del monasterio de Santa Catalina de Arequipa para colaborar en esta fundación. Así, el 10 de febrero de 1624, se abren las puertas de la nueva casa de oración. Para la ocasión, se organiza una gran grandiosa procesión, desde la Catedral, presidida por el Virrey, seguido por el personal del Cabildo y el pueblo limeño. Al día siguiente, teniendo como testigos al Arzobispo y al Provincial de los dominicos, toman los hábitos, para iniciar su noviciado, las hermanas Lucía y Clara Guerra de la Daga, según la Regla de la Orden de Santo Domingo de Guzmán. Al tercer día, visten el hábito otras 33 muchachas. Un año después, las fundadoras, hacen su profesión religiosa. Desde entonces, quedó elegida como Priora del Monasterio Lucía Guerra de la Daga. De esta manera, las religiosas de la Concepción y las del Monasterio de Santa Catalina de Arequipa regresaron a sus respectivos monasterios.
En sus primeros 10 años, el Monasterio de Santa Catalina llegó a tener hasta 300 monjas. Nota curiosa es que en 1629 recibió a la madre de Santa Rosa, con lo que se cumplió otra de sus “profecías” de la Santa: "vos misma, querida Madre, seréis una de las monjas del Convento que se ha de fundar después de mi muerte". Vistió el hábito y tomó el nombre de Sor María de Santa. María. Se conservan en un oratorio especial los restos de esta religiosa ejemplar. En 1708, a pedido del Arzobispado de Lima, salieron de Santa Catalina, 4 monjas para ayudar en la fundación del nuevo Monasterio de Santa Rosa de Santa María de Lima. Hace poco tiempo, en 1996, 5 monjas cooperan en la fundación de un monasterio en Quillabamba, Cusco. Hoy el monasterio cuenta con casi 30 hermanas y se ubica en el jirón Andahuaylas 1183.
Lo cierto es que la obra se culmina el año 1624 y se escogieron 33 jóvenes de las muchas que esperaban la apertura de este nuevo monasterio. Al mismo tiempo, el Arzobispo solicita al convento de la Concepción 5 religiosas y 2 del monasterio de Santa Catalina de Arequipa para colaborar en esta fundación. Así, el 10 de febrero de 1624, se abren las puertas de la nueva casa de oración. Para la ocasión, se organiza una gran grandiosa procesión, desde la Catedral, presidida por el Virrey, seguido por el personal del Cabildo y el pueblo limeño. Al día siguiente, teniendo como testigos al Arzobispo y al Provincial de los dominicos, toman los hábitos, para iniciar su noviciado, las hermanas Lucía y Clara Guerra de la Daga, según la Regla de la Orden de Santo Domingo de Guzmán. Al tercer día, visten el hábito otras 33 muchachas. Un año después, las fundadoras, hacen su profesión religiosa. Desde entonces, quedó elegida como Priora del Monasterio Lucía Guerra de la Daga. De esta manera, las religiosas de la Concepción y las del Monasterio de Santa Catalina de Arequipa regresaron a sus respectivos monasterios.
En sus primeros 10 años, el Monasterio de Santa Catalina llegó a tener hasta 300 monjas. Nota curiosa es que en 1629 recibió a la madre de Santa Rosa, con lo que se cumplió otra de sus “profecías” de la Santa: "vos misma, querida Madre, seréis una de las monjas del Convento que se ha de fundar después de mi muerte". Vistió el hábito y tomó el nombre de Sor María de Santa. María. Se conservan en un oratorio especial los restos de esta religiosa ejemplar. En 1708, a pedido del Arzobispado de Lima, salieron de Santa Catalina, 4 monjas para ayudar en la fundación del nuevo Monasterio de Santa Rosa de Santa María de Lima. Hace poco tiempo, en 1996, 5 monjas cooperan en la fundación de un monasterio en Quillabamba, Cusco. Hoy el monasterio cuenta con casi 30 hermanas y se ubica en el jirón Andahuaylas 1183.
¿Por qué la Cuaresma comienza en el Aventino?
La Iglesia
Católica Romana da comienzo a la Cuaresma todos los años en la Basílica de
Santa Sabina situada en la colina del Aventino de Roma. El hecho de que este
tiempo litúrgico y la imposición de la ceniza se desarrollen en una iglesia
dominicana no es una simple coincidencia.
Una de las
paradojas de esta historia es que, muy probablemente, cuando los dominicos
recibieron la Basílica de Santa Sabina, por concesión del Papa Honorio III a
comienzos del siglo XIII, la tradición de las Statio ya no se
practicaba. Sin embargo, casi 800 años más tarde, es en su iglesia donde el
Sumo Pontífice recibe la ceniza. Personalmente, estoy convencido de que no es
por casualidad. Con esta fuerte gesto, que simboliza nuestra determinación de
hacer penitencia, una nueva forma de vida comienza cada año, y no sólo para la
Orden de Predicadores sino también para toda la Iglesia. Juntos hacemos un
camino hacia el Cristo Resucitado. Sólo a través de esta perspectiva de una
vida compartida, en la cual dirigimos nuestra atención a las necesidades
espirituales y humanas de los demás, nuestra preocupación por la oración, el
ayuno y la limosna cobran sentido…
Examinemos
los manuscritos “secretos”
Cualquier
persona que haya tenido la oportunidad de consultar los libros litúrgicos más
antiguos –y no nos referimos al “Misal Tridentino” que es quizás el primero que
se nos viene a la cabeza– habrá podido comprobar lo evocantes que son a la hora
de ayudarnos a completar un peregrinaje a través de la Roma Alto Medieval. En
ellos podemos encontrar comentarios detallados y observaciones pasajeras que
fácilmente se nos pueden pasar por alto al centrar nuestra atención en ideas
elevadas.
Para el caso
del Miércoles de Ceniza contamos con una versión ciertamente fascinante del
Sacramental Gregoriano, depositado actualmente en la Biblioteca Secreta
Vaticana. Dicho códex contiene diversos usos litúrgicos, tales como los que se
practicaban en el siglo octavo en la ciudad de Roma. En uno de sus folios se
transcribe la oración, en tinta negra, mientras que en rúbrica podemos leer la
siguiente anotación: Feria IIII Ad Sanctam Anastasiam (f.28r la segunda
línea de la parte inferior en rúbrica) y Ad Sanctam Sabinam (f.28v la
cuarta línea de la parte superior en rúbrica). Abramos el códex y veámoslo con
nuestros propios ojos.
Vale la pena
pararse a examinar los folios de pergamino porque también, al igual que el
resto del códex, son una verdadera obra de arte. Cuando el texto se refiere a Feria
IIII nos indica que es el miércoles. Además las iglesias de Sancta
Anastasia y Sancta Sabina están muy cerca una de la otra: la primera
a los pies del Aventino y la segunda en la parte alta de la colina. La rúbrica
indica que la siguiente oración tiene que ser proclamada en Sancta Anastasia
(actualmente se utiliza para la bendición de las cenizas):
Concede
nobis, Domine,
praesidia
militiae christianae sanctis incoare ieiuniis,
ut contra
spiritales nequitiae pugnaturi,
continentiae
muniamur auxiliis.
Señor,
fortalécenos con tu auxilio al empezar la Cuaresma
para que nos
mantengamos en espíritu de conversión;
que la
austeridad penitencial de estos días
nos ayude en
el combate cristiano contra las fuerzas del mal.
De igual
modo la siguiente en Sancta Sabina:
Praesta,
Domine, fidelibus tuis,
ut
ieiuniorum veneranda sollemnia
et congrua
pietate suscipiant
et secura
devotione percurrant.
Estamos
leyendo la parte del códex donde se nos describe la preparación para la Pascua.
Por ello podemos afirmar que es en estas dos basílicas romanas donde daba
comienzo la Cuaresma cada año.
¿Por qué el
Papa no se queda en casa?
A estas
alturas nos podemos hacer la siguiente pregunta: ¿por qué recuperar esta
tradición? En el contexto de la renovación litúrgica, el hoy San Juan XXIII, en
el primer año de su pontificado, quiso restaurar la antigua práctica, pero con
una ligera variación: la procesión no empezaría en Santa Anastasia sino en San
Anselmo. Sin embargo, aún podemos seguir preguntándonos ¿por qué el Sumo
Pontífice se desplaza desde el Vaticano hasta el Aventino para participar en la
procesión entre las basílicas de los monjes benedictinos y los frailes
dominicos? Tal vez haya más razones que la simple preservación de una hermosa
tradición.
El comienzo
de la Cuaresma nos recuerda que el ayuno es un empeño de toda la Iglesia que se
reune para celebrar la Eucaristía. La disciplina cuaresmal no intenta suscitar
la ascesis individual, no es semejante a ir al gimnasio para adquirir un cuerpo
sano. La ascesis y la penitencia son obras de toda la Iglesia.
¿Cómo
podemos traducir elevadas afirmaciones teológicas en prácticas cotidianas? En
primer lugar, debemos mirarnos a nosotros mismos y ver que nuestro peregrinaje
cuaresmal hacia el Cristo Resucitado nos desafía; no simplemente incomoda
nuestro ego sino que nos concierne e inquieta como Comunidad. El cristianismo
no intenta convertirnos en individuos perfectos y aislados. Tal vez exista
alguien muy cerca de ti que lleve una pesada carga en su vida, ¿cómo puedo
ayudarlo? Mediante nuestro ayuno, oración y limosna recobramos la sobriedad y
somos capaces de redefinir y de volver a entender el mundo real y no el mundo
artificial que hemos creado.
El hecho de
que el Papa comience la Cuaresma en la iglesia de los Predicadores no es
casual. Si la vida dominicana es verdaderamente apostólica, como se declara
repetidamente en sus Constituciones, teniendo como centro la predicación para
la salvación de las almas, no puede haber mejor lugar que Santa Sabina para dar
inicio a la Cuaresma.
Dominik
Jurczak OP
(16 de
febrero de 2015)
Contemplar…
Nos encontramos a las puertas de una nueva Cuaresma, es un tiempo
lo suficientemente largo para que a pesar de las circunstancias, del
ánimo, del tiempo con el contemos, de las
condiciones climáticas,… más tarde o más temprano acabemos entrando en
ella. Y la verdad es que cuando uno se descubre disfrutando y viviendo
este tiempo de forma fuerte y real nos debemos de sentir agradecidos.
Desde mi pequeña experiencia descubrí hace algún tiempo que dé como vives este tiempo cuaresmal y el Triduo Pascual (donde culmina y florece) depende toda nuestra relación con Dios a lo largo de todo el año. Mi vida gira alrededor del año litúrgico (lo cual le da una grandeza espiritual enorme), pero aunque de un modo distinto, también el de todo cristiano.
Al igual que el Adviento es tiempo de esperanza, tiempo de espera. La cuaresma entre otras cosas es tiempo de silencio, de contemplación, de habituarnos hasta hacerlo natural a nosotros, el fijar los ojos en Jesús; en sus palabras, en sus gestos, en su cuerpo humano y también más tarde en su cuerpo resucitado.
Hay algo que ronda mi cabeza y poco a poco va tomando forma y certeza. “La contemplación salva”; es decir ser hombres y mujeres contemplativos de Jesucristo y de todo lo que vivimos diariamente, nos salva. No hablamos de algo que nuestro esfuerzo merece, sino que fijamos los ojos en Jesús y desde ahí dar respuesta firme y certera a lo que nos toca vivir.
La mirada del hombre sobre la vida y sobre los hermanos, suele ser siempre soberbia. En mayor o menor medida pero soberbia. El hombre mira y envidia; mira y se enaltece; mira y juzga; mira y se goza de sus honores y poder ganado en muchos momentos pisoteando al otro. Sin embargo la mirada de Dios es tierna y dulce.
Hay tantas maneras de enfrentar la vida como personas hay sobre la tierra. Pero si debemos de tener claro dos puntos equidistantes donde colocarse frente a ella y son: vivir ayudados e impulsados por la fe en Cristo-Jesús o con el corazón y los ojos cerrados a Dios.
Muchos dicen que la Fe lo único que hace es complicarte la vida más de lo que es por sí; pero nada más lejos de la realidad. La Fe fortalece, te da ojos nuevos para ver las situaciones (eso del vaso medio lleno o medio vacío), te da el impulso y el arraigo necesario para enfrentar todo lo adverso y disfrutar de todo lo que la vida nos regala.
Cuantas veces vemos a Dios como lejano, fuera del dolor y de las alegrías del mundo y de los hombres. Pero Dios como cada uno de nosotros sale cada mañana a sembrar. A llevar el bien, la bondad a cada corazón. Así lo narra Jesús en una de sus parábolas (Mt 13,1-23). Salió el sembrador a sembrar… Y sí leemos el texto podemos comprobar como Dios – el sembrador- también conoce la frustración y el dolor de ver como su semilla (como el bien, la bondad, la justicia, la fraternidad y todos sus dones) no germinan, ni llegan a dar el fruto esperado en cada ser humano y en toda la humanidad.
Debemos de ser muy conscientes de lo que tenemos y de lo que se nos da. Debemos de estar atentos a que deseamos por ostentación y poder y que deseamos por necesidad para vivir.
La vida no solo tiene motivos, miles diría yo para ser vivida, sino que tiene un motivo y ese es Dios y los hombres.
Para llegar a ello debemos de cultivar en nosotros una mirada contemplativa. Aquella que te va haciendo tener una perspectiva de la vida, de los hombres, de nosotros mismos más bondadosa. Ahí radica la llamada contemplativa de nuestra familia dominicana. Llevar a Dios en el corazón sí, pero también en la mirada, en las palabras, en las acciones. “Contemplar y dar lo contemplado”, es la llamada para esta cuaresma y siempre.
¡Feliz Cuaresma 2015!
Desde mi pequeña experiencia descubrí hace algún tiempo que dé como vives este tiempo cuaresmal y el Triduo Pascual (donde culmina y florece) depende toda nuestra relación con Dios a lo largo de todo el año. Mi vida gira alrededor del año litúrgico (lo cual le da una grandeza espiritual enorme), pero aunque de un modo distinto, también el de todo cristiano.
Al igual que el Adviento es tiempo de esperanza, tiempo de espera. La cuaresma entre otras cosas es tiempo de silencio, de contemplación, de habituarnos hasta hacerlo natural a nosotros, el fijar los ojos en Jesús; en sus palabras, en sus gestos, en su cuerpo humano y también más tarde en su cuerpo resucitado.
Hay algo que ronda mi cabeza y poco a poco va tomando forma y certeza. “La contemplación salva”; es decir ser hombres y mujeres contemplativos de Jesucristo y de todo lo que vivimos diariamente, nos salva. No hablamos de algo que nuestro esfuerzo merece, sino que fijamos los ojos en Jesús y desde ahí dar respuesta firme y certera a lo que nos toca vivir.
La mirada del hombre sobre la vida y sobre los hermanos, suele ser siempre soberbia. En mayor o menor medida pero soberbia. El hombre mira y envidia; mira y se enaltece; mira y juzga; mira y se goza de sus honores y poder ganado en muchos momentos pisoteando al otro. Sin embargo la mirada de Dios es tierna y dulce.
Hay tantas maneras de enfrentar la vida como personas hay sobre la tierra. Pero si debemos de tener claro dos puntos equidistantes donde colocarse frente a ella y son: vivir ayudados e impulsados por la fe en Cristo-Jesús o con el corazón y los ojos cerrados a Dios.
Muchos dicen que la Fe lo único que hace es complicarte la vida más de lo que es por sí; pero nada más lejos de la realidad. La Fe fortalece, te da ojos nuevos para ver las situaciones (eso del vaso medio lleno o medio vacío), te da el impulso y el arraigo necesario para enfrentar todo lo adverso y disfrutar de todo lo que la vida nos regala.
Cuantas veces vemos a Dios como lejano, fuera del dolor y de las alegrías del mundo y de los hombres. Pero Dios como cada uno de nosotros sale cada mañana a sembrar. A llevar el bien, la bondad a cada corazón. Así lo narra Jesús en una de sus parábolas (Mt 13,1-23). Salió el sembrador a sembrar… Y sí leemos el texto podemos comprobar como Dios – el sembrador- también conoce la frustración y el dolor de ver como su semilla (como el bien, la bondad, la justicia, la fraternidad y todos sus dones) no germinan, ni llegan a dar el fruto esperado en cada ser humano y en toda la humanidad.
Debemos de ser muy conscientes de lo que tenemos y de lo que se nos da. Debemos de estar atentos a que deseamos por ostentación y poder y que deseamos por necesidad para vivir.
La vida no solo tiene motivos, miles diría yo para ser vivida, sino que tiene un motivo y ese es Dios y los hombres.
Para llegar a ello debemos de cultivar en nosotros una mirada contemplativa. Aquella que te va haciendo tener una perspectiva de la vida, de los hombres, de nosotros mismos más bondadosa. Ahí radica la llamada contemplativa de nuestra familia dominicana. Llevar a Dios en el corazón sí, pero también en la mirada, en las palabras, en las acciones. “Contemplar y dar lo contemplado”, es la llamada para esta cuaresma y siempre.
¡Feliz Cuaresma 2015!
Sor Rocio Goncet
Monasterio Santa María la Real
Monasterio Santa María la Real
LA IMPORTANCIA DEL MIERCOLES DE CENIZA
Es importante que comencemos la Cuaresma haciendo el gran acto de
arrepentimiento, la imposición de ceniza,
y esto es igual para católicos, que protestantes, que anglicanos. La ceniza que
recibimos es recordatorio de lo que volveremos a ser, y se hace con la quema de
los ramos que sobraron del anterior (año pasado) Domingo de Ramos.
No tiene ésta liturgia día fijo
está relacionada con la celebración de la Pascua, las fechas donde se mueve son, entre el 4 de febrero y el 10 de
marzo.
Y ¿Porqué miércoles?
Cuando en el siglo IV, se fijó la
duración de la Cuaresma en 40 días, ésta comenzaba 6 semanas antes de Pascua
¿qué cómo se calculaba la fecha? se usaba el Computus, en domingo, llamado
domingo de “cuadragesima”. Ya en siglos VI y VII cobró gran importancia el ayuno como practica cuaresmal.
Y surgió un inconveniente: desde los orígenes nunca se ayunó el domingo por ser
día de fiesta y ser la celebración del Señor. Entonces se movió el comienzo de
la Cuaresma, al miércoles previo al primer sábado del mes.
El miércoles de ceniza para los
católicos es día de ayuno y abstinencia, igual que el Viernes Santo, se realiza
la imposición de la ceniza a los fieles que asistan a la santa misa. Ya he
dicho como se elabora la ceniza, luego reducidos los ramos a cenizas, estas se
bendicen, y colocan en la frente del fiel que se acerca a recibirla, signo de
caducidad de nuestra finitud en la tierra, a la vez que signo de penitencia, se usaba en el AT, es un signo de
conversión debiendo ser la nota
primordial de la Cuaresma.
Puede comenzar con una procesión
penitencial desde el exterior del templo, también sería de agradecer que fuera
desde una capilla próxima, pero nos conformamos, con que la gente participe
junto al oficiante, en una entrada procesional junto a los ministros sagrados,
les acompañamos con cantos de las letanías
de los santos.
Una vez llegado al altar,
omitiendo los ritos iniciales y el rito penitencial, el celebrante reza
inmediatamente la oración coleta y se proclamará las lecturas (Joel 2,12-18;
salmo 50,3-6.12-14.17; 2 Corintios 5,20-6,2) que recuerdan el sentido de penitencia,
conversión y arrepentimiento de los pecados y faltas cometidos. El evangelio es
de (S. Mateo 6,1-6.16-18) recordando cómo debemos hacer penitencia y que sea
agradable a Dios
Después de la homilía se bendice la ceniza con una breve oración
pronunciada por el sacerdote celebrante, quien asperje las vasijas con la ceniza.
Seguidamente, el sacerdote, que puede ser ayudado por sus ministros, realiza la
imposición de la ceniza .El sacerdote deja caer la ceniza en la cabeza, o bien
traza una cruz de ceniza en la frente de quien la recibe, varia de unas
localidades a otras.
Recuerda que eres polvo y al polvo volverás (Gn, 3-19)
Convertíos y creed en el evangelio (Mc.1, 15)
Concedemos señor el perdón y haznos pasar del pecado a la gracia, de la
muerte a la vida. Los fieles entonan cantos penitenciales
Es costumbre no limpiarse la
ceniza hasta que desaparezca por sí misma, pero sí sé retira tampoco pasa nada,
y evitamos miradas, y preguntas indiscretas.
Antiguamente los judíos y otros
pueblos de Oriente Próximo acostumbraban a cubrirse de ceniza cuando hacían
algún sacrificio y nos ninivitas también usaban la ceniza como gesto de
arrepentimiento profundo. La Biblia lo menciona en numerosas ocasiones como
significado de duelo.
En los primeros siglos de la
Iglesia, las personas que querían recibir el sacramento de la reconciliación el
Jueves Santo, se ponían ceniza en la cabeza y se presentaban ante la comunidad
vestidos de “habito penitenciales”, signo de arrepentimiento y conversión
En el año 384 d.C,la Cuaresma adquirió
un sentido penitencial para todos los cristianos y desde el siglo IX,la Iglesia
de Roma solía poner ceniza al iniciar los 40 días de penitencia y conversión, el laurel y olivo quemado nos habla que
todo fue gloria, pero pronto se reduce a la nada.
También fue utilizado para
los que iban a recibir el Bautismo la
Noche de Pascua, imitando a Cristo con sus 40 días de ayuno.
Si todo en éste Acto nos recuerda
la brevedad de la vida, termino con un poema de esperanza
Y aun me atrevo a amar
el sonido de la luz en un ahora muerta,
el color del tiempo en el muro olvidado
en mi mirada lo he perdido todo,
esta lejos pedir. Tan cerca saber que estás ahí.
Isaura Díaz Figueiredo 15 de
febrero de 2015
“Tarde te amé”
Editado por
Sor Gemma MoratóA lo largo de la historia han existido personas que nos han ayudado en la vivencia de la fe. Empezando por nuestros abuelos, padres… y muchos más que seguro tenemos en la mente y el corazón. Pero también están esos grandes personajes de la historia, como San Agustín, que han despertado, orientado y guiado nuestra vida.
Sin duda que el objetivo principal en la vida es encontrar el lugar que nos per toca, donde nos sentimos bien, tranquilos, estables… felices; y no queremos más que eso, encontrar no una felicidad, sino la felicidad, que es aquella que nos hace ser lo que somos y que nos da fuerzas para enfrentarnos a las situaciones que nos tocan vivir. La persona en busca de esa felicidad va cambiando, porque el tiempo también hace cambiar, las experiencias, las personas con las que nos relacionamos… todo nos hace cambiar, y por supuesto, nuestra relación con Dios también nos ayuda a cambiar, a mejorar, a crecer y a llegar a “saciar” esa sed que tiene nuestro corazón y vida.
Algo así le pasó a San Agustín, su vida dio un vuelco cuando “tropezó” con Dios; unas palabras que me han llamado la atención de San Agustín en lo referente a que Dios lo ayudó a cambiar de vida, son: “lo que Dios ha hecho en mí… a pesar mío”. Creo que son de una gran sabiduría y verdad, porque Dios es capaz de cambiarnos a pesar de lo que nosotros somos, de nuestros defectos u errores… porque a pesar de todo eso, somos ¡mucho más!.
San Agustín es un personaje del que se podría hablar mucho, pero sólo resaltaré un aspecto que puede ayudarnos. Éste es que Agustín “vivía fuera de mí”, en el estricto sentido de la palabra. Buscaba fuera de él esa felicidad de la que hablaba al inicio, pero no se daba cuenta que para llegar a ella… hay que mirar dentro de uno mismo. Dios no está tan lejos de nosotros como creemos. Palabras suyas fueron: “Tarde te amé, hermosura tan antigua y tan nueva, tarde te amé! Y he aquí que estabas tú dentro de mí, y yo fuera, y fuera te buscaba yo y sobre esas hermosuras que tú creaste me arrojaba deforme. Estabas conmigo, pero yo no estaba contigo. Lejos de ti me tenían aquellas cosas, que si no estuvieran en ti, no tendrías ser. Rompiste mi sordera… me tocaste y me abrasé en deseo de tu paz” Confesiones, X, 27, 38. Texto: Hna. Conchi García.
El Papa emocionado
Bitácora Véritas
Blog de: Sixto Castro Rodríguez, OPdomingo, 15 de febrero de 2015Parece ser que el Papa Pío XII afirmó que la cosmología del Big Bang evidenciaba la existencia de un Creador. George Gamow, uno de los defensores de esa teoría de la gran expansión, aprovechó la ocasión para bromear diciendo que la declaración papal era una prueba infalible de que su modelo cosmológico estaba en lo cierto. Curiosamente, Lemaître, otro de los padres de la teoría, consternado por ese revoltijo papal de cosmología física y creación teológica, le pidió al director del observatorio Vaticano que tuviese unas palabritas con el Papa. Una cosa es la creación, que es un concepto teológico, y otra es el origen, que es un concepto astrofísico. Si hasta al Papa se le fue la mano en sus afirmaciones, no es de extrañar que la mezcla de churras con merinas suceda en muchas ocasiones. Porque todos buscamos aliados para nuestra visión del mundo y nuestra manera de entender las cosas, y los encontramos en los sitios más variopintos. Lo interesante de esto es que, por más que nos esforcemos en dividir la realidad en compartimentos estancos, cada uno con su magisterio propio, el ser humano vivencia lo real de una manera unitaria. El Aquinate tuvo que resolver aquella cuestión de las múltiples formas sustanciales con su teoría hilemórfica. Eso explica bastante bien por qué uno es uno y tiene sus “cadaunadas”, vale decir, por qué uno no puede sino ver la providencia en todas partes mientras otro no ve más que casualidades, pase lo que pase. En fin, que la emoción del Papa y el hecho de que a veces nos encontremos perplejos porque nuestra perspectiva no parece suscitar adhesiones van de la mano.
Convertirse, palabra cuaresmal
Nihil Obstat
Blog de: Martín Gelabert Ballester, OPlunes, 16 de febrero de 2015 |
Según
el evangelio de Marcos, el primer verbo que Jesús emplea es
“convertirse”. Y lo emplea en imperativo: “convertíos y creed en el
Evangelio”. La razón de esta necesidad es que “el Reino de Dios está
cerca”. Como está a punto de llegar hay que estar bien preparados para
recibirlo. ¿Qué significa y qué implica convertirse? Convertirse es
cambiar. Cambiar de actitudes y de pensamientos, porque lo que solemos
pensar y lo que solemos hacer no favorece la llegada del Reino de Dios.
Convertirse es darse la vuelta, dar la espalda a algo, dejar de mirar
una cosa para mirar otra. Dejar de mirarse a uno mismo para mirar las
necesidades del prójimo y preguntarse cuál es la voluntad de Dios sobre
uno mismo y sobre los demás.
Estas palabras que el evangelista pone
en boca de Jesús las emplea la liturgia en el rito de la imposición de
la ceniza. La cuaresma empieza recordando la invitación de Jesús a
convertirnos. Porque convertirse es una tarea permanente. No es un gesto
que se realiza una vez, algo así como si cuando uno se ha dado la
vuelta y ha dejado de mirar hacia dónde no toca, ya tuviera resuelto su
problema. Darse la vuelta, en nuestro caso, no es un movimiento físico,
sino una tarea existencial, que hay que renovar en cada momento. Porque
mientras vivimos en este mundo, Dios no es una evidencia. Lo evidente
son los placeres y las seducciones del mundo que nos inclinan a
buscarnos a nosotros mismos en detrimento de los demás. Por eso, el
creyente está en permanente estado de conversión: siempre se está
volviendo hacia Dios. La conversión no es sólo una decisión inicial, es
un estilo de vida. Con el amor ocurre algo parecido: nunca acabamos de
amar. Amar es crecer continuamente en el amor.
Para convertirse es necesario sentirse
atraído por “otra realidad” o, al menos, intuir que la realidad en la
que se está no es buena y que hay otra mejor. No es una llamada en
abstracto o vacía. Es una invitación a entrar en un mundo nuevo, a creer
en el Evangelio. Supone la presentación de Jesús. Mirándole a él, fijos
los ojos en Jesús, podemos entender qué significa convertirse, lo que
debemos dejar y lo que debemos acoger. La conversión se concreta en
actitudes diferentes según la situación de cada uno. En cualquier caso
es una invitación a liberarse de las costumbres, de las presiones
sociales, de las opiniones públicas, para dejarse llevar por el soplo
del Espíritu.
La conversión adquiere una forma
concreta mirando y escuchando a Jesús: se trata del respeto a los
pequeños y a los débiles, de la compasión por los que sufren, de
practicar el perdón, de abandonar los caminos de la violencia, de entrar
en el camino del amor y del servicio. En ocasiones, la conversión puede
darse sin que uno sea consciente de ello: algunas personas que dedican
su tiempo a obras sociales, quizás no se plantean su actitud en términos
de conversión, pero lo que hacen es el correlato humano de lo que el
evangelio califica de conversión.
Al comienzo de la cuaresma
La llamada central de la cuaresma es a la conversión, a cambiar la mentalidad.
La tarde del sábado pasado he presidido
dos eucaristías, en dos de las parroquias que desde esta comunidad
dominicana de Candelaria, en Tenerife, servimos como párrocos. Al
término de ambas celebraciones he hecho la misma pregunta a los
chiquillos de catequesis: ¿Cuáles son las principales fiestas cristianas
del año? La Navidad, ha sido una de las respuestas, rápida; la otra….
ha sido más difícil. Por suerte, con la colaboración de los adultos,
que cual Espíritu Santo han soplado, ha salido la otra fiesta: la
Pascua. Quería yo motivar a chicos y grandes a participar de la
celebración del miércoles de cenizas, en medio de las celebraciones del
carnaval, que en estos lares se prolonga por varias semanas. La cuaresma
y la Pascua forman un todo, como la falda del Teide es parte del mismo
monte Teide.
La cuaresma es un período de cuarenta días que iniciamos el miércoles de cenizas, y que concluye el jueves santo; para continuar con el triduo sacro en el que celebramos la muerte; y la resurrección del Señor, la Pascua, el paso salvador de Cristo por la muerte, a través de la muerte, al triunfo, la resurrección. Seguirán después cincuenta días de celebración gozosa, la cincuentena pascual. La cuaresma es preparación, la Pascua es la meta del camino. Lo más importante de la cuaresma es la Pascua, a la que nos conduce.
La cuaresma es un tiempo en el que con insistencia somos invitados, llamados, convocados a confrontar nuestra vida con la Palabra de Dios, para poder así morir el hombre viejo y nacer como criatura nueva. La cuaresma no es tiempo de grandes sacrificios, no es tiempo de crispación ni de angustia, no es tiempo de caras largas, es un tiempo de gracia, un regalo de Dios, para preparar una verdadera celebración de la Pascua.
No hay Pascua sin cruz, ¡sí, hay que morir para resucitar! Cristo lo hizo el primero, ahora nos toca a cada uno de los que queremos ser sus discípulos. Por eso la llamada central de la cuaresma es la conversión, cambiar la mentalidad. No se trata de detallitos, de más rosarios, vía crucis y ayunos. Hay que arrancar lo que hay en nosotros de antievangélico, de antipascua, de pecado, para incorporarme al camino de Jesús; hay que morir al hombre viejo para renacer como hombre nuevo, dirá San Pablo.
¿Cómo vivir la cuaresma? La Iglesia nos invita a salir al desierto, a la soledad, al silencio, donde nada ni nadie me distraigan. ¿Para qué? Para encontrarme:
- Con el hermano, en la práctica de la caridad, la solidaridad, la justicia
- Conmigo mismo, en el ayuno y la ascesis
Es la cuaresma de los catecúmenos, en la que se preparaban de forma inmediata a la celebración del bautismo en la noche de Pascua; es la cuaresma, también, de los penitentes, en la que, iluminados por la Palabra de Dios, se preparaban para su reconciliación con la comunidad en la celebración del sacramento de la penitencia, que celebraban el jueves santo.
Ánimo, caminemos con los ojos fijos en Jesús, el primero que vivió la Pascua, el que hizo Pascua por nosotros. Hagamos Pascua con Él.
Domingo 1º de Cuaresma
Botón homilético Francisco Quijano OP
El Espíritu impulsó a Jesús a retirarse al desierto. ¿Qué lugar es este?
● Allí donde te encuentras a solas contigo y decides qué quieres ser.
● Donde descubres que eres un don para ti y te aceptas con gratitud.
● Donde te acechan tus ambiciones y egoísmos y luchas contra ellos.
● Donde el Espíritu te inspira y tú buscas seguir sus inspiraciones.
● Donde escuchas a tu prójimo y se te conmueven el corazón.
● Donde se decide tu destino, como Jesús decidió el suyo por ti.
● ● ●
Claves para la homilía Julián Riquelme OP
● Contexto. - Palestina, año 30: Después que Jesús recibió el bautismo de Juan, fue a meditar su ministerio al desierto de Judea, que se encuentra en la ribera del río Jordán. - Roma, año 70: Esta catequesis invita a los perseguidos a hacer una experiencia interior para encontrarse con Dios y con su Enviado Jesucristo (cf. Dt 32,10; Os 2,16-20).
● Sentido. En el Evangelio aparecen dos temas:
La tentación en el desierto (Mc 1,12-13). El relato contiene tres elementos:
• La experiencia: Después de su bautismo, el Nazareno es impulsado por el Espíritu Santo a profundizar su proyecto mesiánico (Mc 1,12). Según el Evangelio de Marcos, en el desierto Jesús busca el descanso de la oración (Mc 1,35), se libera por un tiempo de la gente (Mc 1,45), tranquiliza a sus discípulos (Mc 6,31), y a veces le siguen las turbas (Mc 8,4).
• La opción: “Cuarenta días” es un tiempo simbólico, pues durante cuarenta años guió Dios a Israel en su caminar por el desierto (Dt 8,2); y cuarenta días camina por el desierto el profeta Elías, fortalecido con el alimento de los ángeles, hasta llegar al monte Horeb (1 R 19,1-8). El mismo Jesús elige y decide experimentar un tiempo de soledad y de búsqueda, de lucha y de drama, en el que descarta obstáculos y trata de hacer suyo el mejor camino para acompañar a su pueblo. Durante este tiempo, Cristo es tentado por Satanás, que es el acusador de los seres humanos ante Dios, se empeña por esclavizarlos en el temor, y les insinúa caminos contrarios a su plenitud humana. Debido a esa búsqueda y al poder del Espíritu Santo, el Nazareno vence al Tentador (Mc 1,13abc).
• La victoria: Jesús comienza a lograr la paz mesiánica universal, en que la naturaleza y los animales no perjudican, sino que entran en armonía con los seres humanos (cf. Is 11,6-9; 35,5-10; 65,25; Ez 34,23-28; Dn 6,23). La experiencia del desierto permite a Cristo abrirse a la confianza con Dios Padre, recibiendo más fuerza del Espíritu Santo. Desde ahora puede iniciar el ejercicio de su función mesiánica: maniatar al Fuerte (cf. Mc 3,27), y traer el Reinado de Dios (Mc 1,13dc; cf. 13,27).
El comienzo de la predicación de Jesús en Galilea (Mc 1,14-15). Aquí se pueden detectar dos rasgos:
• La cercanía del Reinado de Dios: La presencia del Dios vivo se aproxima a cada persona y a todo grupo humano: "El reino de Dios está cerca" (Mc 1,15b).
• La invitación: La gratuidad de Dios exige seriedad. Pide rectificar el camino y la mentalidad: "Conviértanse" (Mc 1,15c); y abrir el corazón a la fuerza salvadora de Dios: "Crean en la Buena Noticia" (Mc 1,15d).
VÍDEO DE HOY:
Pueblo de Dios: Camboya, los hijos de la basura
En Nom Pen, capital de Camboya, Manos Unidas apoya a CSARO, una ong que
se dedica al reciclaje de la basura y también a la educación de los
hijos de las trabajadoras.
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