CONVERSACIONES
DE SAN ESTEBAN
¿Hay un lugar para el
Humanismo en el tiempo de las biotecnologías?
Jesús Conill
Sancho, Catedrático de Filosofía de la Universidad de Valencia, participa en el
foro de los Dominicos
Las
Conversaciones de San Esteban, foro abierto de cultura y fe | Fotos: Juan
Antonio Mateos
Hoy se ha
celebrado la última sesión del año 2014 de las Conversaciones de San Esteban,
que volverán el día 13 de enero. Esta sesión corrió a cargo de Jesús Conill,
Catedrático de Filosofía Moral y Política en la Universidad de Valencia y
Patrono fundador de la Fundación ÉTNOR para la ética de los negocios. Es
miembro del Seminario de Investigación Xavier Zubiri. En palabras de Juan
Manuel Almarza, director de las Conversaciones, compañero de docencia y de
sentir filosófico, Jesús Conill: Es un profundo conocedor de la Grosse
Deutsche Philosophie (la Gran Filosofía Alemana) y desde esa perspectiva ha
mantenido un largo diálogo con el pensamiento clásico y el pensamiento
contemporáneo. En los tiempos que corren, en que se confunden la
filosofía y la literatura, no está de más decir que Jesús es filósofo
“con conocimiento de causa”, cosa que no es frecuente en nuestro país. Y lo es,
sobre todo, como buen filósofo, por la búsqueda constante en torno a los temas
de nuestro tiempo. Desarrolló su formación filosófica en München
y ha llevado a cabo diversos proyectos de investigación en las Universidades de
Bonn, Frankfurt a.M., St. Gallen (San Galo) y Notre Dame. Desde esta perspectiva,
enormemente amplia, sus aportaciones, sin abandonar su perspectiva global, se
han ido centrado sucesivamente en el campo de la metafísica, de la ética
ciudadana, en la ética económica y finalmente en los nuevos problemas generados
por la biotecnología en el ámbito de la vida.
Jesús, bienvenido a esta casa y
gracias por vuestra (la tuya y la de Adela) larga y “paciente” amistad. La
llamo así porque nació hace muchos años en Valladolid y aunque es
profundamente sentida, raramente hemos tenido ocasión de disfrutarla. Pero, lo
que es más importante, “nos reconocemos.
El ponente
partió de la pregunta ¿Hay lugar para un humanismo en un momento transformador
de la ciencia, la biociencia y la tecnología? Desde sus orígenes griegos, la
ciencia y la tecnología han salido del humanismo, incluso desde el mundo de la
literatura: Homero inventó el humanismo y éste a su vez la ciencia. Citando
al profesor Ildefonso Murillo, la ciencia nació en la cultura Occidental, pero
es más, la ciencia es cultura. La ciencia y la técnica nacen del mundo cultural
griego, desde el humus del humanismo que se configura en la Paideia, en
la educación. Era parte del Logos, pero en la cultura griega, no hay Logos
sin Ethos, ni Ethos sin Logos. Esta relación era parte del orden
natural, de la Physis. A su vez, ambas estaban al servicio del vivir
bien, la tecnología y la ciencia, estaban en el orden de la humanización
Hoy el
problema, es que no es necesario que exista la conexión entre razón y ética. La
tecnociencia se ha desmarcados del Ethos. En nuestro mundo la
tecnociencia se convierte en la primera fuerza de producción, en segundo
lugar se basa en la eficacia, pero sobre todo emerge en ella la
racionalidad económica. Desde estos parámetros la tecnociencia, se ha
convertido en idelología, nos ha configurado un modo de vivir
y una forma de valora nuestra realidad. Esa ideología nos quiere introducir en
un mundo aparentemente de racionalidad neutro, donde no hay valores, subrayando
los hechos objetivos. Todo lo que se salga de este marco es subjetivo y
arbitrario, rechazando todo valor y humanismo. La apreciación para el
hombre actual no es mala, ha traído bienestar, atrae. Pero ese máximo de
bienestar afecta a un sector minoritario de la humanidad.
Hay que
subrayar, que la tecnociencia, no está exenta de valores, son otros valores, se
ha producido una transvaloración en el sentido propuesto por
Nietzsche. Para no perder el sentido crítico, hay que desvelar esos valores,
ver si son adecuados para nuestra sociedad y ponerlos en la razón
pública. No se quiere decir que la tecnociencia sea mala, sino desvelar los
valores en los que se mueven y contrastarlos con otros. En la medida que ha
crecido la ciencia y la técnica, se ha perdido el orden natural y se ha
producido un politeísmo axiológico. Ese mundo de la naturaleza se ha
trasformado, desde la filosofía natural, que ve el mundo desde la matemática y
la física. Pero por otro lado, se ha producido una psicologización, dando lugar
a un fuerte subjetivismo de la vida. Cada individuo tiene su valor y por lo
tanto no hay una razón pública potente y sólo está presente en los
medios, la opinión
pública. Los valores se deben trabajar desde la razón pública para poder
avanzar en humanismo. No es lo mismo el politeísmo axiológico, que el
pluralismo según nos ha puesto de manifiesto Adela Cortina, basado en la razón
pública, que es una razón compartida. Si este marco no se da, no podrá haber un
humanismo, todo se instrumentalizara, tendrá un precio. Pero una cosa es la dignidad
humana y otra es el precio.
Jesús
Conill, nos propone un humanismo moderno, no renunciando a la ciencia,
pero con una transformación del pensamiento desde la hermenéutica. No todo se
puede objetivar. ¿Qué es prioritario el bienestar o la libertad y la
dignidad humana? La ciencia es una razón, pero no es la razón. La razón es
más amplia, la interpretación es el humus donde puede desarrollarse el
humanismo. En impacto social de las ciencias sólo se puede abordar desde el
giro aplicado de la filosofía: Desde los profesionales de la ciencia, la
medicina, la educación, etc, con una ética aplicada. No se debe sacralizar
la ciencia, no sólo hay hechos en ella, también valores. Por lo tanto, hay
introducir a la ciencia en un marco orientativo, a través de la ética aplicada.
La obra de
Jesús Conill es amplia y
profunda en diferentes ámbitos: metafísica, la historia de la filosofía,
economía, la empresa y los negocios: El crepúsculo de la Metafísica. Barcelona,
Anthropos, 1988; El enigma del animal fantástico, Madrid, Tecnos, 1991.
El poder de la mentira. Nietzsche y la política de la transvaloración.
Madrid, Tecnos, 1997. Horizontes de economía ética. Aristóteles, Adam
Smith, Amartya Sen, Madrid, Tecnos 2004. Ética de los medios. Una
apuesta por la ciudadanía audiovisual. Barcelona, Gedisa, 2004. Ética
Hermenéutica. Crítica desde la facticidad. Madrid, Tecnos, 2006. Su
aportación a la ética ciudadana o política ha sido una “aventura” que comenzó a
recorrer con su esposa Adela Cortina: Creo que Jesús debió decir para sí: “Si
la ética kantiana tiene tanto que decir para el mundo de hoy, no pueden ser
menos las aportaciones de Aristóteles Hegel, Heidegger, Gadamer, Zubiri”.: Democracia
participativa y sociedad civil. Una ética empresarial, Santafé de
Bogotá, Fundación Social/Siglo del Hombre editores,, 1998 (junto con Adela
Cortina); Educar en la ciudadanía, Valencia, Institución Alfonso El
Magnánimo, 2001. (ed. junto con Adela Cortina); Republicanismo y
educación cívica. ¿Más allá del liberalismo?, Granada, Comares,
2003. Sobre el tema de la conferencia de hoy, destacan algunos artículos: La noología zubiriana en tiempo de neurociencias.
Cuadernos salmantinos de filosofía, Nº 40, 2013, págs. 645-658; Retos actuales de la neuroética.
Recerca: revista de pensament i analisi,
(Ejemplar dedicado a: Retos actuales de la neuroética. Current challenges for
neuroethics), págs. 6-10
La próxima
sesión de las Conversaciones de San Esteban, será el 13 de enero. Con la
conferencia de Julián de Cos, profesor de la Facultad de Teología de San
Esteban de Salamanca: “Luz de la espiritualidad cristiana en el siglo XXI”
Juan Antonio Mateos Pérez
Área socioreligiosa de SALAMANCArtv AL DÍA
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